martes, 4 de octubre de 2016

JULIO VEGA RODRIGUEZ "MARISMEÑO"






"Marismeño" nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) el 29 de julio de 1949. Después de una exitoso preámbulo novilleril, se doctoró en la plaza Monumental de Barcelona el día 29 de junio de 1969, apadrinado por Diego Puerta Diánez y en presencia del testigo Juan García Jiménez ("Mondeño"). Lidió y mató en aquella ocasión al toro Ocioso, perteneciente a la vacada del marqués de Domecq. Luego confirmaría esta alternativa en el coso de la Monumental de Las Ventas, en Madrid, apadrinado por Antonio Mejías Jiménez ("Antonio Bienvenida"), que le cedió el astado Ramillito, del hierro de don Manuel Arranz, en presencia del testigo Francisco Camino Sánchez ("Paco Camino"). Actualmente es veedor de toros.


lunes, 3 de octubre de 2016

PRESAGIOS, TRAGEDIA Y MUERTE


JESÚS HELGUERA
"Muerte de Manolete"   DETALLE
Óleo sobre lienzo

Siguiendo la dolorosa, vía que recorrió Manolete en su última temporada, todo nos parece hoy funesto presagio de la tragedia que se avecinaba. Al periodista Chavito le dijo en la enfermería de la plaza de Las Ventas, mientras fijaba la vista en los azulejos que reproducen una imagen de la Virgen: “A sangre y fuego hasta que me vaya.” Y tras una leve y significativa pausa, añadió: “Menos mal que me iré pronto.” Era el 16 de julio. Justamente un mes después, tras la corrida de San Sebastián, ya recordada, y haber dado a su madre “el último beso” habló por última vez con Carlos Arruza. “Amargado —escribe Castillo Casas en su libro “Manolete—, triste, desilusionado, pero con la misma casta de siempre, comentó con él que aquella era. la campaña más dura que había tenido: Yo no puedo seguir así, Carlos..,” Con frecuencia repetía a sus amigos: “Me enseñan la entrada y me obligan por veinte duros a entregar mi vida… ¡Qué poco vale uno y qué pena es creerse que vale algo!” Todos cuantos periodistas se acercaban a él subrayan el aire cansado y triste, “como lleno de presentimientos”. J. Casas en “Triunfo” observa mientras le entrevistaba: “Hay en su voz un punto de amargura, que confirman sus ojos, esos ojos de Manolete velados siempre por la melancolía.” Más adelante escribe: “Me contó cómo en Vitoria, donde acababa de torear, habían repartido gratis, a la puerta de la plaza, pitos y más pitos para recibirle.” ¿Qué desalmados pudieron discurrir tan torpe y burda receta para afrentar a un hombre bueno y honrado, a su vez torero excepcional? Y todo esto se decía y se escribía antes de Linares, cuando pese a todo nadie pensar en la tragedia que se acercaba.

ANGEL BORONAT BAS DE LOS REYES "Angelillo de Valencia"




UNA TRAGEDIA CENTENARIA

Fue un banderillero de toros, nacido en Alcira (Valencia) en 1885, buen peón por lo que siempre estaba solicitado su concurso, tanto por los matadores de toros como por los de novillos. Angelillo, era un banderillero pronto, un banderillero seguro. Trabajaba a las órdenes del valiente espada Agustín García Malla,en la segunda corrida de la feria de San Lucas de Jaén, el 19 de octubre de 1916. El encierro ganadero que se lidiaba aquella tarde en el viejo coso de La Alameda pertenecía al hierro de D. Antonio Guerra, El toro salió manso y delante de los toriles, sin haberle toreado decapa, le tomo Angelillo a dos manos pretendiendo colocarle en suerte, pero el toro, segundo de la tarde, se arrancó bruscamente empuntándole con el pitón izquierdo y soltándole por el derecho tras zarandearle frente a los toriles y a la derecha de ¡os caballos que estaban casi juntos. 

Todos los matadores hicieron el quite, pero el toro salió suelto tras el hermano de Malla que se confió al saltar la barrera quedando montado en ella. El toro tropezó con un caballo derribándole el cual, al caer contra la barrera, le causó la contusión de que se habló. Quizá por el desbarajuste que originó todo esto, el público no se diera cuenta de la gravedad de Angelillo que se levantó marchando por su pie hasta lii división del sol—unos quince metros—donde se notó herido recibió una cornada de 18 centímetros de profundidad. siendo conducido en brazos de las asistencias a la enfermería. Recibió importantes contusiones,—estaba ya en vías de cicatrización; pero una infección de la sangre hizo inútiles los esfuerzos de los doctores D. Lázaro Martín Pindado y Albéniz, falleció en Madrid el 27 de octubre. 

“En la corrida de toros celebrada en Jaén el 19 octubre de 1916 el banderillero de Malla Angel Boronat, Angelillo de Valencia, fué cogido en el callejón por la res al saltar ésta en el mismo, infiriéndole una cornada en el muslo, de gravedad relativa, ya que el asta respetó los vasos y nervios importantes de la región. El 27 de octubre fallece en Madrid el admirable rehiletero Angelillo de septicemia. ¿Por qué razón? ¿Qué nos prueba esta complicación? Una vez más lo que sostenemos, que la cura de urgencia realizada en la citada Plaza andaluza no pudo practicarse como los cánones de la cirugía moderna imponen. ¿Por falta de arsenal terapéutica-quirúrgico? ¿Por carencia del médico especialista en curar cornadas?" Así se manifestaba al respecto el eminente Dr, J. Villar Jiménez de Barcelona el 14 de Noviembre de 1916.

Fotos: Angelillo fotografiado por Calvache,siendo conducido a la enfermeria y lugar donde fue cogido (marcado con una X)

domingo, 2 de octubre de 2016

ALFREDO JIMENEZ CABELLO


Matador de toros español, nacido en Sevilla el 25 de septiembre de 1930, y muerto el 6 de agosto de 1971. Era primo hermano de otro célebre estoqueador hispalense, Manuel González Cabello, bajo cuya protección logró el joven Alfredo Jiménez meter la cabeza en el restringido círculo del toreo. 

Después de haberse curtido en la difícil lidia de tientas, capeas y cuantos festejos menores se celebraban en su comarca, el día 5 de septiembre de 1948 hizo su debut en una novillada asistida por el concurso de la gente de vara y castoreño, en la que compartió carteles con los jóvenes novilleros "Minuto" y "Cabrerito". A raíz de esta presentación en una plaza de primera vio cómo crecía el número de contratos que se le ofrecían, aumentó que aprovechó a conciencia para estar preparado a la hora de comparecer ante la primera afición del mundo. 

Tan serio compromiso tuvo lugar dos años más tarde, el día 12 de marzo de 1950, fecha en la que los carteles de la plaza Monumental de Las Ventas (Madrid) anunciaban la presencia de los novilleros "Morenito de Talavera Chico", Antonio Ordóñez y el susodicho Alfredo Jiménez Cabello, encargados de muletear y despachar a estoque a seis novillos pertenecientes a la vacada de don Manuel Arranz. Por aquel entonces ya estaba el animoso Alfredo Jiménez más que placeado, como lo prueban las veinte novilladas en que intervino aquel año antes de hacerse acreedor a la borla de doctor en tauromaquia. 

Aprovechando, pues, la madurez y capacitación mostradas para dar un paso tan importante, el día 29 de septiembre de 1950 cruzó el redondel de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, dispuesto a recibir la alternativa que había de otorgarle su padrino, el mencionado Manuel González Cabello; el cual, bajo la atenta mirada del coletudo portugués Manuel dos Santos Pires, que comparecía en calidad de testigo, facultó a su primo para que trasteara y despenara a estoque a un toro que había pastado en las dehesas de don Felipe Bartolomé, y que atendía a la voz de Pavito. 

A pesar de que apenas quedaba un mes de temporada, Antonio Jiménez Cabello remató aquella de 1950 habiendo lidiado cinco corridas en calidad de matador de toros. Sin embargo, estos buenos presagios no se renovaron al año siguiente, en el que sólo se le ofrecieron diez ajustes. Uno de ellos, que le sirvió para confirmar en Madrid la validez de su inclusión en el gremio de los matadores alternativados, se verificó en la plaza Monumental de Las Ventas el día 22 de abril de dicha temporada de 1951, fecha en la que Antonio Jiménez se presentó apadrinado por el espada sevillano Manuel Álvarez Pruaño ("El Andaluz"), y acompañado por el soberbio estoqueador gaditano Rafael Ortega Domínguez, que hacía las veces de testigo. Aquella tarde se lidió un encierro perteneciente a la ganadería de Benítez Cubero. 

La mencionada escasez de ofertas que amenazaba su incipiente carrera le obligó a buscar otras posibilidades en tierras hispanoamericanas, en donde firmó varios contratos (sobre todo, en México) durante las campañas de 1954 y 1955. De retorno a la Península Ibérica, abandonó el ejercicio activo del toreo y se retiró a su Sevilla natal, en donde una dolencia incurable le arrebató la vida cuando aún no había cumplido los cuarenta y un años de edad.

MANUEL CARMONA BAZAN, "MANOLO CARMONA"



Matador de toros de la Macarena sevillana y primo de los Manolo, Pepín y Rafael Martín y de Mario Carrión por el Bazán materno. Nació el 22 de febrero de 1928 y fallecido el 29 de junio en el mismo Sevilla, tras una larga enfermedad. De novillero con su debut en la Maestranza en 1948, de matador de toros y su alternativa en la misma plaza el Domingo de Resurrección de 1950 con toros de Guardiola Soto y la entrega de trastos por parte del madrileño de Paracuellos del Jarama Paco Muñoz y la presencia de Rafael Ortega. 

Los mayores triunfos de Manolo Carmona tuvieron como escenarios la propia Maestranza y Las Ventas de Madrid. También las más graves cornadas. En Madrid, su debut como novillero tuvo lugar el 18 de septiembre de 1948 con novillos de Escudero Calvo, antes Albaserrada y después Victorino, con Paco Honrubia, valenciano a la altura de “El Vito” con los palos, y Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”. El 25 de marzo de 1951 confirmó su alternativa en la capital de España y sufrió una cornada grave. Los toros fueron de Enriqueta de la Cova y el doctorante, el mexicano Carlos Vera “Cañitas”, y la presencia del madrileño Manolo Escudero. Manolo Carmona fue ovacionado en el toro de la confirmación, resultó herido en el sexto toro y, al retirarse a la enfermería, hubo petición de oreja. Tras dos cogidas en Madrid en 1953 y una en Sevilla en 1954 y la dura competencia con Aparicio y Litri, Ordóñez y Manolo Vázquez, Pedrés y Jumillano y la llegada de Diego Puerta y Curro Romero,, en 1959 cambio el oro por la plata en la cuadrilla de Manolo Vázquez y luego en la de Antonio Ordóñez, con el que estuvo tres temporadas. 

Antonio Ordóñez había tenido la idea de, al final de la temporada, llevar a toda la cuadrilla a un monasterio no sé si a Cursillos de Cristiandad o Ejercicios espirituales, al final de los que los que se llamaban “hermanos” besaban sus respectivos crucifijos y se hacían sus diversas recomendaciones y promesas. Fue a finales de 1961, ya con Camino y El Viti en el escalafón de matadores, cuando Antonio Ordóñez, se dirigió a Manolo Carmona y le dijo: ” Hermano Manolo, te tengo que decir que esta temporada de 1962 no vendrás en mi cuadrilla porque le he dado tu puesto al hermano Juan Antonio Romero”. Y Carmona, calmado pero contundente, le contestó al maestro: “Hermano Antonio, eres un “hijo”de…. Esto me lo dices antes y no vengo al Cursillo”. 

En 1967 volvió al oro, pero dos años después otra vez echó mano de las banderillas. Manolo Carmona estuvo nueve años con Diego Puerta y fue con “Chamaco” y el mexicano Antonio Campos “El Imposible”, en la última cuadrilla en la que estuvo Manolo Carmona fue en la de Luis Francisco Esplá y, una vez retirado, se dedicó a la tarea de veedor de reses bravas para distintos empresarios, tarea en la que se mantuvo hasta el año pasado. Sevillano y torero hasta su muerte.

SAN PEDRO REGALADO, PATRON DE LOS TOREROS



El Grupo Taurino del antiguo sindicato nacional del espectáculo en España, acordó en su Junta celebrada en Noviembre de 1951 preponer a la Asesoría Eclesiástica Nacional de Sindicatos, como Santo Patrono de los toreros, a San Pedro Regalado, acuerdo que fue ratificado por dicha Asesoría. 

El patronazgo significa, según la Iglesia, que el Santo Patrono tiene un poder especial de intercesión en favor de los que por tal lo eligen. La "Sagrada Teología enseña que ese poder radica en la peculiar conexión de Patrono Y creyentes; cuanto más íntima sea la trabazón entre el bienaventurado y los mortales, tanto más derecho tiene aquél para interceder por éstos, y tanto más eficaz es su intercesión» La norma o fundamento del patronazgo es la identidad de profesión del Santo y sus de- votos, y así, éstos se constituyen bajo la protección peculiar de quien bien les «entiende»; pero basta para el caso un solo hecho milagroso —como en éste de San Pedro Regalado—, pues con él parece que Dios mismo, autor del milagro, ha señalado el caminó. Varios Santos han sido partícipes de hechos taurómacos, algunos sobrenaturales, por los que podrían haber sido elegidos Patronos de los toreros; San Francisco Solano, San Juan de Sahagún y Santo Domingo de Guzmán figuraban como «candidatos». 

Sin embargo, los toreros designaron a San Pedro Regalado, Patrón de Valladolid. Este San Pedro Regalado era fraile en el Monasterio del Abrojo. De él hay un cuadro en el Museo de Valladolid pintado por fray Diego de Frutos. La razón principal para haber adoptado este patronazgo está basada en la exposición que don Matías San Orador Vítores expuso como relato biográfico del Santo: «Deseando vivir con mayor tranquilidad de espíritu, creyó prudente retirarse a La Aguilera, lugar apartado de la Corte. A tal fin, salió del convento del Abrojo acompañado de otro religioso, y agradablemente entretenidos los dos viajeros con espirituales y cristianos coloquios, dirigían sus pasos por el camino que conducía a la villa de Arañda; mas al pasar frente a la de Valladolid oyeron confusas voces y ruido de caballos, algarabía que les sacó de su enajenamiento. Volvieron los dos religiosos la vista hacia el lugar de donde salíon» tan extraños rumores, y quedaron asombrados y atemorizados al ver junto a ellos un soberbio toro, cubierta su boca de blanca espuma y brotando sangre de sus anchas y profundas heridas. El toro, con su bravura, había logrado escapar de la Plaza de Valladolid y era hostigado de cerca por mucha gente de a pie y a caballo. 

El compañero de Regalado, poseído de un terror como jamás había experimentado, se guareció detrás del santo, y éste, al darse cuenta del inmediato y gravísimo riesgo en que se hallaban, imploró del cielo el socorro, y fué —como otras veces en que había acudido o la omnipotencia divina— milagrosamente favorecido. La fiera, con espantosos rugidos, se lanzó hacia el Santo con ímpetu furioso, y por un poder sobrenatural al presentarle el fraile el báculo que portaba el toro se amansó y se postró a sus pies. El fatigado animal, como reco- nociendo una influencia superior, permaneció tranquilo, en humilde actitud, mientras el Santo le acariciaba, llegando a extraerle con cuidado los agudos hierros de los rejones que tenía clavados, y le limpió la sangre. Ejercida la caridad por el Santo de un modo tan extraño con tan noble animal, le dió su bendición y le mandó marchar, orden que el toro obedeció inmediatamente...» 

Hay en Valladolid, de cuya diócesis es Patrono litúrgico, una Cofradía constituida. Las toreros tienen , su Patrono, gracias a una etapa de gestiones y una actividad de gestores o valedores,que fueron promovidas entre otros por el ilustre escritor y académico José María de Cossío. que en un articulo publicado en «A B C» decia en su último párrafo: «He pensado muchas yeces que San Pedro sería un buen Patrono para los toreros, y, sobre todo, que |os toreros castellanos descendientes de los que clavaron los arpones al toro que tuvo tan buena ventura, se cuidaran del recuerdo de este Santo torero, y que, como al toro las garrochas, quitaran a ellos el ásfíero camino de su profesión, los riesgos y las cornadas.

sábado, 1 de octubre de 2016

EL GRAN KIKI



Ricardo Villaverde Villasante, más conocido artísticamente como"El Gran Kiki" era miembro de una insigne saga de artistas valencianos de esta versión cómica de la tauromaquia, que comenzó con su padre, el que fuera primero banderillero y luego torero bufo Ángel Villaverde "La paleta Manuela" y hermano del también brillante "Don Canuto". 

Después de probar suerte como novillero, "El Gran Kiki" creó junto con su padre, a mediados de los años cincuenta, el espectáculo "Toros y Claveles", una de las muchas agrupaciones "cómico-taurino-musicales" que amenizaban las fiestas de los pueblos y ciudades de toda la geografía española. Asímismo, Ricardo Villaverde también viajó varias temporadas a tierras americanas, incluido en estos casos en la formación de su hermano, el no menos conocido espectáculo cómico de "El Empastre", modelo de casi todos los que surgieron después. 

Tras más de cuarenta años de éxito en la profesión, "El Gran Kiki" se retiró de los ruedos el 18 de septiembre de 1994, después de actuar en la localidad conquense de Horcajo de Santiago.
Falleció el 5 de Mayo de 2016, a los 80 años de edad, en la localidad alicantina de Pilar de la Horadada, después de una larga enfermedad.