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miércoles, 20 de febrero de 2013

NO VINO NI EL TATO


El Tato fue un famoso matador de toros de la segunda mitad del siglo XIX.
Tuvo una época muy activa en la que su nombre figuraba prácticamente en todos los carteles. De tal manera que daba la impresión de que no había corrida en la que no participase.
Incluso después de que le amputaran la pierna derecha, por una herida recibida en una lidia que se le infectó, el Tato salió a torear con una pierna ortopédica.
Finalmente tuvo de que desistir de su empeño. Pero debido a su afán de figurar en todos los carteles, se fraguó la expresión no venir ni el Tato, para reflejar una rareza.

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