ALFREDO CORROCHANO MIRANDA
Toros y literatura. están íntimamente unidos: Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti... el viejo torero que coincidió én el tren que conducía a la muerte a Federico. Corrochano se bajó en Baeza, iba a torear, pero Federico siguió rumbo a Granada: —Las mujeres se piraban por Federico— le dijo a su nieto en la última entrevista, publicada en «Blanco y Negro». La última entrevista se la hizo su nieto como la primera se la'hizo, también, su padre, muy a pesar suyo.
Alfredo Corrochano Miranda nació en Madrid en 1912 y era un crío
que capeaba en la finca de Sánchez
Mejías mientras su maestro hablaba
de toros y de poesía con la Generación
del 27. A Alfredo Corrochano le
tocó darle el quite a Ignacio Sánchez
Mejias aquella tarde ¿a las cinco en
punto en todos los relojes? en la plaza
de Manzanares el Real.
—No vayas por ese lado —le dijo'
Ignacio— si no el toro se va a quedar
conmigo— y el toro se quedó con él.
Pero Corrochano entró al quite de
su maestro a pesar de la muerte que
ya se anunciaba. Ignacio Sánchez
Mejías fue el maestro de Alfredo Corrochano.
Le enseñó todas las artes.
Y se las enseñó con el carro. Y el
chiquillo sé llevó puntadas:
—Bueno era Sánchez Mejías, como
para dejarse coger por él.
En realidad Ignacio Sánchez Mejías
no quería que sus hijos torearan
y se le ocurrió, una idea brillante.'
llamar al hijo de Gregorio Corrochano
—corresponsal de guerra y gran
crítico taurino de ABC— para que se
ajuntara con ellos y les quitara la
idea de'la cabeza. Y el chiquillo le
'salió rana, digo, torero. Un torero señorito,
no de los que salen al ruedo
pensando «más cornás da el hambre
» sino «todas las cornás por la gloria
». A Gregorio Corrochano un
buen día lo llamó. Don Alfonso XIII
«El niño —Alfredo tenía doce o trece
años— torea por Orden Real»—le dijo
el Rey. Y toreó pese a su padre en
un festival para recaudar fondos para
la Ciudad Universitaria, y esa fue
una apuesta del Rey y de don Torcuato
Luca de Tena, su padrino.
».
Nadie ha toreado con la
izquierda como él y pocos se han llevado
el rabo en Las Ventas. Él lo hizo
en la despedida de Belmonte. Ligó
trece pases... Los pases que la Guerra
Civil ya nunca le dejó dar: la Guerra
Civil se comió (literalmente) a
los toros durante algunos años terribles
para la fiesta. Empezó a torear
como novillero en los
principios de los años treinta,
y en 1931 fue uno de los punteros,
con lo cual, al año siguiente,
en la Feria de Castellón, tomó
la alternativa. Actuó de padrino
Marcial Lalanda.y de
testigo, Domingo Ortega, con
toros de Carmen de Federico.
Durante los años previos a la
Guerra Civil fue uno de los
muchos toreros denominados
de la Escuela Madrileña, que
tuvieron mucha aceptación
en la Villa y Corte por su finura
y calidad: Maravilla, Ricardito
González, Juan Martín
Caro, Curro Caro y Félix Colomo figuran entre ellos.
El mayor éxito de Alfredo.
Corrochano es que ha sido
uno de los pocos diestros que
han cortado un rabo en Las
Ventas. El hecho ocurrió en
octubre de 1935, en el último
festejo que toreó Juan Belmonte
en Madrid, en el que también
le otorgaron un rabo.
Además de Corrochano y Belmonte
(dos veces), lo han logrado:
Marcial Lalanda, Manolo
Bienvenida, Lorenzo Garza
y Curro Caro, todos ellos antes
de la Guerra Civil.
Terminada
la contienda, sólo Palomo
Linares —el 22 de mayo de
Í972— ha conseguido similar
galardón:
Corrochano fue un artífice
del pase natural y, de no haber
seguido la contienda, habría
ocupado un lugar mucho más
importante en la Fiesta. .Terminada
ésta, dejó de torear,
aunque en 1949 intentó una reaparición,
que quedó reducida
a dos corridas: una en Pontevedra
y otra en Oviedo.
Precisamente en Asturias,
en la villa de Llanes, residía
desde hace muchos años. En
esa localidad asturiana estuvo
casado por dos veces con sendas
llanescas. Descanse en paz
Alfredo Corrochano.
Ya no podrá ver más aquellos
mares del Cantábrico y
aquellas playas de Toro, El Sablón
y Puerto Chico.
Alfredo Corrochano ,escribiendo sus memorias poco antes de morir. |
Tampoco se recreará en la
cordillera del Cuera, ni tendrá
las nostalgias de que pudo haber
sido mucho más en el toreo.
Nadie le quitó en vida el palmares
de haber cortado dos
orejas y rabo, a un mismo toro,
nada menos que en la Monumental
de Las Ventas, la cátedra del toreo.Murió en Granada el 27 de Agosto de 2.000 de un enfisema pulmonar.
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