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martes, 6 de agosto de 2013

FRANCISCO FERRER Y RODRÍGUEZ "PASTORET "



Nació en Sidi Bel Abbes (Orán) el 10 de septiembre de 1884. Su primer oficio fue el de pastor, pero le abandonó pronto, porque desde niño sintió la afición al toreo. Su aprendizaje fue duro, haciéndole en las capeas de los pueblos con todas sus calamidades. Toreó en novilladas modestas por la región de su nacimiento, y el 27 de agosto de 1911 se presentó en Madrid alternando con Torquito y Rosalito en la muerte de seis novillos de Olea. Se le aplaudió con profusión aquella tarde. 

Toreó mucho como novillero, y, gastado ya como tal, decidió tomar la alternativa, que le fue otorgada por el espada Manuel Mejías Rapela, Bienvenida, en la plaza de Vistalegre (Carabanchel Bajo, Madrid), el 21 de octubre de 1917, matando toros de Juan Sánchez, de Carreros (Salamanca). Fue un triunfo rotundo el de Pastoret en aquella tarde, pues cortó las orejas a sus tres toros y fue llevado en hombros hasta cerca de Madrid. Torea el siguiente año, 1918, ocho corridas. Entre estas una nocturna en Madrid, el 11 de julio, en que el espada Matías Lara, “Larita”, le confirma la alternativa, cediéndole el toro Italiano, de don Fernando Villalón. Mataron los dos solos y nuestro biografiado quedó muy bien. 

En la temporada de 1919 torea 10 corridas. Otras tantas en la de 1920. Marcha a México y hace una campaña que no pasa de regular, toreando cinco corridas. En España, en la de 1925, alterna en cuatro. En la de 1922, siete. No llega a este número en la de 1923. Pero, pese a sus esfuerzos, a su buena voluntad y a sus alardes de valor, no conseguía, no ya sobresalir, sino ni siquiera sostenerse en un plano que le permitiera vivir decorosamente. Y en 1924 renuncia a la alternativa y actúa como novillero. Torea en esta temporada once novilladas. Parecidas o iguales fueron sus actuaciones en provincias. Quince torea en la temporada de 1925 y catorce en la de 1926 con idéntico resultado. Empieza la de 1927 toreando el 27 de marzo en Madrid, y torea el 3 de julio en Gerona. “Pastoret”, convencido de que solo toreando no podía sostener su vida, la ayudaba con negocios taurinos modestos. 

El día 20 del mismo mes de julio se dirigía, conduciendo un pequeño automóvil de su propiedad, a la alquería de Calzadilla de Mendigos (Salamanca), para escoger unos novillos que había comprado al ganadero don Ignacio Sánchez. Acompañaba a “Pastoret” Antonio Álvarez, conocido con el apodo de “Alvarito” cuando fue novillero y que cuando murió apoderaba a varios matadores. Marchaba el auto a una velocidad exagerada, y en la carretera de Villacastín a Vigo, en el término de Narros del Castillo (Salamanca), sufrió un accidente que costó la vida, en muerte instantánea, a los dos ocupantes. Cifró “Pastoret” su característica como torero en aparecer valiente, y puede decirse que lo fue; la calidad y el tamaño de los toros que mató lo demostraban; era muy aficionado, y de ello hacía ostentación, a los platos fuertes; su especialidad eran los toros de Palha, Concha (don Luis Patricio) y Miura, anunciando estas corridas de modo truculento. 

Matar pronto y con facilidad fueron sus únicas virtudes taurómacas, y no son despreciables. Pero su toreo con el capote y con la muleta, y con las banderillas, eran tan sosos, tan bastos, tan ordinarios, seguramente reminiscencias de su aprendizaje, que se reputaban por inaceptables. Y esta fu la causa de no poder sobresalir regularmente en ninguna de sus actuaciones artísticas.

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