Inquieto, intuitivo, con vocación para la aventura, en sus años primaverales, a «Rafaelillo» no le sujeta nada. Vive en la sevillana Alameda de Hércules, en vecindad con Joselito «El Gallo», espejo en el que se miran cuantos sienten el toreo. Los muchachos de la edad temprana, como Rafael, juegan juntos al toro, mientras sus ilusiones taurómacas, esperanza aún en la lejanía, revolotean en torno a su cabeza, hasta que quebrada su voluntad por cuanto no fuera el toreo, intuye que su deseo primero es ser torero. Deja el trabajo y se dedica por entero a su sueño dorado.
Pronto da que hablar por sus buenas maneras toreras, que deja ver en su asistencia a ganaderías y tentaderos. En breve número de crepúsculos florece su tálamo torero y sus ilusiones se convierten en realidad. En Lisboa, viste por primera vez de luces, incorporado como banderillero a la cuadrilla de «Niños Sevillanos», capitaneada por «Facultades» y «Rubichi».Anda con desahogo en su labor, pero no se conforma, él quiere ser matador. En Córdoba, aún becerrista, recibe su bautismo de sangre, percance que no le amilana sus doradas ilusiones. Después de un largo tiempo actuando de espada, sin éxito, vuelan sus ilusiones, la realidad de aquel empeño, donde sólo hubo un sueño.
Sus yerros le obligan a salir del engaño, a mayor gloria. Se pasa a banderillero, destacando pronto entre los mejores. La ardiente hoguera de su venturoso renacer torero, le abraza su amor propio, como llama lisonjera y le lleva a la osadía de explotado, volviendo a torear de matador. Siete novilladas sin lucimiento. Alterna sus compromisos como banderillero, entre 1923 y 1928, con los de novillero, toreando por ruedos andaluces. En Sevilla, lidia reses de Villamarta con Carralafuente y «Chamusquino». Se llega hasta Madrid y el 21 de octubre de 1923, da fe de los astados de Andrés Sánchez de Buenabarba (Salamanca), en unión de Correa Montes y Manuel García Mella.
Cuando desciende la espuma de su ofuscamiento y resuelto en polvo su ardiente deseo, retorna a su puesto de privilegio en las cuadrillas, y en esa ribera feliz del toreo, afianza su prestigio. En las temporadas de 1918-1919, va a Venezuela incorporado en los elencos de los espadas Agustín García Mella, «Limeño» y «Pacorro». Al regreso ingresa en la cuadrilla de Curro Martín Vázquez. Rafael une a su trato fino y afable, sencillez y alegría, una enorme capacidad torera. Conoce las querencias y resabios de los toros, es el mejor banderillero por el pitón derecho y, técnicamente, es muy eficaz con el capote. Domina al manso y puede con el toro bravo. Una alegre Andalucía, le canta por alegrías, que es de raza calé, y en la noche y el día, con gracia se han desposado.
Entre los años 1920 y 1922, pertenece a la cuadrilla de Pepe Belmonte, en 1923, a la del «Algabeño», en 1924 y 1925, va con Juan Belmonte, incluso en su temporada del Perú. El 19 de julio de 1925, al saltar la barrera resulta cogido en la Plaza de la Línea de la Concepción. Después se incorpora a la cuadrilla del «Niño de la Palma» y desde 1928 a 1936, torea sucesivamente a las órdenes de «Chicuelo», «Cagancho», Marcial Lalanda, Domingo Ortega y Rafael Ponce «Rafaelillo».
La furia de la Guerra Civil se desata, el año 1936, entre las dos Españas. Aquello le espanta, y decide cruzar el Océano. Busca el nido en el árbol propicio y se afinca definitivamente en Lima, capital del Perú. Sus dotes de hombre educado, simpático, respetuoso, espléndido, liberal y melancólico, se granjea amistades que le abren sus puertas. Administra y dirige una destacada ganadería peruana. En tan cuidado refugio ve acercarse el otoño de su existencia hasta su final, el 18 de junio de 1956
Soy nieto de rafaelillo, me crié como huérfano y a los 26 años conocí a mi madre y tíos, sabeis si hay familia de el en sevilla? Gracias
ResponderEliminarSoy nieto de rafaelillo, me crié como huérfano y a los 26 años conocí a mi madre y tíos, sabeis si hay familia de el en sevilla? Gracias
ResponderEliminarHola Chema, conocí personalmente a tu abuelo Rafaelillo en la ganadería La Viña en Peru (1953) Tengo algunas fotos porque fue mentor y apoderado de mi Padre del cual estoy escribiendo un libro que incluye citas sobre esa relación taurina.
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