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miércoles, 18 de septiembre de 2013

ANTONIO ARANA CARMONA "JARANA"


Jarana fue en los tres primeros años de matador de toros uno de esos niños mimados por. la diosa Fortuna. Era un verdadero buen mozo; tuvo maestros que muy joven le sacaron de la obscuridad de tientas y capeas en que muchos se eternizan; en Madrid y Sevilla le dieron la alternativa cuando tenía poco más de veintidós años, y tanto en los carteles de abono de la corte como en los de otras plazas muy importantes le concedieron las empresas un hueco para que trabajara al lado de los mejores. Llegó a hacer concebir grandísimas esperanzas entre los aficionados, que vieron en él un futuro gran matador de toros, pues entraba derecho como nadie. Nada hay peor para un joven de tales condiciones que sufrir un percance grave cuando está en el apogeo de las ilusiones, y esto fue lo que ocurrió a nuestro biografiado. "Un toro de D. Félix Gómez, llamado Distinguido, le cogió en Madrid el 4 de Junio de 1893, produciéndole tres heridas, una de ellas gravísima en el escroto, y poco a poco se fueron apagando sus fuegos.
Ilustracion de "La Lidia" con la cogida de Jarana

Nació en Sevilla el 9 de Abril de 1868, y cuando aprendió las primeras letras le dedicaron sus padres al oficio de marmolista, en el que no hizo grandes progresos, porque su afición a los toros podía más en él que el labrar la dura piedra. Fernando Gómez (el Gallo) lo llevó con él en la excursión que hizo a la Habana y México, en 1888. Al volver a España, sin dejar la cuadrilla de Fernando, comenzó a matar novillos con éxito. El 2 de Octubre le dio la alternativa en Sevilla su jefe Fernando Gómez, y se la confirmó en Madrid Luis Mazzantini el 26 de dicho mes, con el toro Pimiento, primero de la ganadería de Luis que se lidio en esta plaza. Figuró en los carteles de abono del 92 y 93. La cornada ya dicha le quitó bríos; sus éxitos cada vez eran menores, y su nombre quedó sepultado en el olvido.

Estuvo en México ; resurgio en Montevideo; pero a los cuarenta y dos años de edad no se podia lograr lo que no logró a los veinticinco, que es la "edad del torero" segun decían antaño.Una desastrosa actuación en el coso de Montevideo no sólo le convenció para cortarse la coleta, sino también para jurarse a sí mismo que jamás volvería a torear (juramento que sólo vulneró por una causa justa: su intervención en un festejo a beneficio del diestro sevillano Antonio Fuentes y Zurita). De regreso a España, se instaló en su Sevilla natal de espaldas a un mundillo taurino que lo tenía totalmente relegado a la esfera del olvido. Falleció entre sus paisanos el día 9 de mayo de 1928.

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