Nació en Altea (Alicante) el 27 de Junio de 1870
A los 20 años empezó á torear en plazas de alguna importancia
y al poco marchó como soldado a las islas Filipinas, de donde
volvió el año 1897, dedicándose de nuevo al toreo y formando en
una cuadrilla de toreros landeses.
En Madrid debutó como matador de novillos el 4 de Diciembre
de 1892, alternando con Miguel Baez (Litri).
En la corrida celebrada en Barcelona el 27 de Marzo de 1898,
en la que se lidiaban seis novillos de Arribas hermanos, por las
cuadrillas de Francisco Carrillo, Juan Ripoll y Alejandro Alvarado, el segundo espada que toreaba en sustitución de Félix Velasco se portó bien al
matar el segundo toro; pero salió el quinto, llamado Fierabrás
(negro), tomando seis
puyazos en los que
demostró su bravura;
fue banderilleado
aceptablemente por
los espadas y salió a
matarlo Juanerillo, toreándole con alguna
precaución por estar
incierto el toro.
Dio media estocada, un pinchazo, y estando el toro algo adelantado, frente a la puerta de arrastre, se metió con una gran estocada, quedando encunado por no marcar salida con la muleta y saliendo cogido por la entrepierna, haciéndole dar una vuelta y despidiéndole por el lado izquierdo. Intentó levantarse, pero le costó gran trabajo, en cuyo momento el banderillero Calderón notó la abundante sangre que manaba de la tremenda herida, y con otros compañeros fue conducido a la enfermería . No había traspasado la puerta de ésta el desgraciado Juan Ripoll, cuando Fierabrás caía sin puntilla. En la enfermería dieron el siguiente parte facultativo: «El espada Juan Ripoll (Juanerillo), ha sufrido una cornada con orificio de entrada en el testículo izquierdo, dirigiéndose hacia el abdomen, con una extensión de 30 centímetros, con lesión probable de las vísceras en él contenidas; intensísima hemorragia interna y externa; colapso; habiendo fallecido á los 30 minutos de su ingreso en esta enfermería.—Doctores Soler y Duran.» Convertida la enfermería en capilla ardiente fue velado su cadáver por todos los toreros residentes en Barcelona. Al día siguiente y a las diez de la mañana, fue conducido su cuerpo al cementerio del Sudoeste, donde quedó depositado hasta el día 29 en que fue colocado en el nicho número 2.272, quedando éste totalmente cubierto de coronas que le dedicaron sus compañeros y amigos. El duelo fué presidido por el empresario D. Salvador Molins y los espadas Carrillo, Ferrer, Aívaradito, Colón y Pulguita-chico.
Juan Ripoll y su cuadrilla |
Dio media estocada, un pinchazo, y estando el toro algo adelantado, frente a la puerta de arrastre, se metió con una gran estocada, quedando encunado por no marcar salida con la muleta y saliendo cogido por la entrepierna, haciéndole dar una vuelta y despidiéndole por el lado izquierdo. Intentó levantarse, pero le costó gran trabajo, en cuyo momento el banderillero Calderón notó la abundante sangre que manaba de la tremenda herida, y con otros compañeros fue conducido a la enfermería . No había traspasado la puerta de ésta el desgraciado Juan Ripoll, cuando Fierabrás caía sin puntilla. En la enfermería dieron el siguiente parte facultativo: «El espada Juan Ripoll (Juanerillo), ha sufrido una cornada con orificio de entrada en el testículo izquierdo, dirigiéndose hacia el abdomen, con una extensión de 30 centímetros, con lesión probable de las vísceras en él contenidas; intensísima hemorragia interna y externa; colapso; habiendo fallecido á los 30 minutos de su ingreso en esta enfermería.—Doctores Soler y Duran.» Convertida la enfermería en capilla ardiente fue velado su cadáver por todos los toreros residentes en Barcelona. Al día siguiente y a las diez de la mañana, fue conducido su cuerpo al cementerio del Sudoeste, donde quedó depositado hasta el día 29 en que fue colocado en el nicho número 2.272, quedando éste totalmente cubierto de coronas que le dedicaron sus compañeros y amigos. El duelo fué presidido por el empresario D. Salvador Molins y los espadas Carrillo, Ferrer, Aívaradito, Colón y Pulguita-chico.
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