Matador de toros español, nacido en Coria del Río (Sevilla) el 28 de enero de 1856. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de "Cuatrodedos", debido a que, siendo niño, sufrió la amputación del dedo anular de una mano.
Sus padres, labradores, quisieron que aprendiera el oficio de tahonero, profesión que el joven Diego Prieto Barrera abandonó enseguida, para irse aficionando poco a poco a participar en las capeas que tenían lugar a su alrededor. Decidido firmemente a ganarse la vida como profesional del toreo, se ejercitó en la suerte de banderillas y, con tan sólo diecinueve años de edad, llegó a debutar en la plaza de toros de Madrid, en la cuadrilla del joven novillero Emilio Campillo ("El Herraíto").
En esta su presentación ante la primera afición del mundo, clavó los rehiletes a un novillo del duque de Veragua, y dejó una grata impresión entre el entendido público de la Villa y Corte. De ahí que, al año siguiente, inscrito ya en la cuadrilla del torero madrileño Vicente García ("Villaverde"), volviera a hacer el paseíllo a través del redondel madrileño, pero esta vez para enfrentarse ya con toros bravos; corría, a la sazón, el día 4 de junio de 1876, fecha en la que Diego Prieto Barrera ("Cuatrodedos") banderilleó con acierto a un morlaco perteneciente a la ganadería de Laffite.
En esta su presentación ante la primera afición del mundo, clavó los rehiletes a un novillo del duque de Veragua, y dejó una grata impresión entre el entendido público de la Villa y Corte. De ahí que, al año siguiente, inscrito ya en la cuadrilla del torero madrileño Vicente García ("Villaverde"), volviera a hacer el paseíllo a través del redondel madrileño, pero esta vez para enfrentarse ya con toros bravos; corría, a la sazón, el día 4 de junio de 1876, fecha en la que Diego Prieto Barrera ("Cuatrodedos") banderilleó con acierto a un morlaco perteneciente a la ganadería de Laffite.
Anduvo así durante muchas temporadas, siendo notable banderillero en cuadrillas de diestros tan destacados como su paisano Antonio Carmona y Luque ("El Gordito"). Siempre sobresalió por su valor y su destreza a la hora de clavar los arponcillos, especialmente cuando ejecutaba la suerte de parear al cambio; no obstante, tuvo el empeño de llegar a ser figura del toreo, por lo que consiguió, poco a poco, que los maestros a los que acompañaban le fueran cediendo la muerte de algún burel. Con esta preparación, pronto se reveló como un estoqueador aceptable, por lo que consiguió que, el día 28 de septiembre de 1882, el coletudo madrileño Francisco Arjona Reyes ("Currito") le otorgara la ansiada alternativa. La cesión de los trastos de lidiar y matar tuvo lugar en las arenas de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, donde el mencionado padrino delegó en "Cuatrodedos" a la hora de muletear y estoquear al toro Charpito, marcado con el hierro de Laffite.
Cuadrilla de "Cuatro dedos" en 1887, de Izquierda a Derecha: "Zocato","Saleri","Morenito", "Cuatro dedos" "Bienvenida" y "Blanquito" |
A partir de entonces, Diego Prieto Barrera ("Cuatrodedos") inició una andadura como matador de toros que, en la campaña de 1883, le permitió presentarse en las primeras plazas del país (verbigracia, toreó en Madrid, Sevilla, Bilbao y Cádiz). Sin embargo, el día 6 de mayo de aquel mismo año, cuando el susodicho "Currito" tenía que confirmar en la plaza de toros de Madrid la alternativa que él mismo había otorgado a "Cuatrodedos" en Sevilla, por razones ignotas se negó a cederle la lidia y muerte del primer toro de la tarde. La afición de la Villa y Corte, partidaria de Francisco Arjona Reyes ("Currito") antes que del espada de Coria del Río, se enemistó con éste y juzgó que la polémica decisión del hijo de "Curro Cúchares" era acertada, ya que parecía que "Cuatrodedos" aún estaba un poco inmaduro para confirmar su alternativa en Madrid.
Este extraño episodio, unido a la eclosión de las figuras colosales que coincidieron con la época de Diego Prieto Barrera, motivaron que "Cuatrodedos no alcanzase en suelo español los primeros puestos del escalafón de matadores de toros. Sin embargo, en América triunfó muy notablemente.
Actuaba de matador y empresario. Su valentía, buen estilo v don de gentes le granjearon la simpatía de aquellos públicos, siendo el espada español de su epoca que logró mayor cartel y el que ganó más dinero en America; pero una administración desastrosa finalizó con todo lo ganado, y casi estaba en la miseria cuando falleció en México, el 16 de febrero de 1918.
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