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jueves, 29 de mayo de 2014

MATIAS MUÑIZ CANO


Nació en Ciudad Real, el 24 de febrero de 1822. Muy joven trasladó a Madrid su residencia, en donde comenzó a trabajar como aprendiz de sastre. Se aficionó al toreo, concurriendo a las novilladas invernales, en las que salió agregado a las cuadrillas de aficionados que lidiaban los dos primeros moruchos embolados. Se dio cuenta que sin algún apoyo no progresaría en el arte de sus anhelos, pues habiendo solicitado con insistencia figurar entre los banderilleros de los novillos de puntas, siempre con negativo resultado, se reintegró exclusivamente a su Oficio, abandonando, de momento, sus aficiones. Dio la casualidad que, por asuntos del taller de sastrería conociese al notabilísimo banderillero "Capita", con el que hizo amistad y al que enteró de sus aficiones, recibiendo alientos del gran lidiador, quien le prometió su valiosa ayuda. 

Efectivamente, en 1843, y recomendado por Learte, torea Matías Muñiz bastantes corridas en provincial con los novilleros Párraga y Antonio del Río, y en 1844 Juan Martín, "la Santera" le admiten en su cuadrilla, con el que torea en Madrid, ganando la suma de 300 reales en las primeras corridas y 350 en las últimas en que tomó parte. Al reorganizar José Redondo, "el Chiclanero" su cuadrilla en 1845, "Capita" recomienda a su protegido, y Matías forma parte de la gente del diestro de .Chiclana, en la que figura hasta 1849 con honorarios de 400 reales por corrida, cantidad habitual de los banderilleros. Dice un moderno historiador del breo, refiriéndose a Matías Muñiz: "Trabajó con las mejores cuadrillas de su tiempo. En Madrid lo hace, en 1848, con la de "el Chiclanero." Lo que sería conveniente es que hubiese señalado en qué corridas lo hizo, porque es el caso que ese año no pisó el ruedo de nuestra Plaza José Redondo. Las temporadas de 1850 y 1851 las hizo con Julián Casas y Francisco Arjona; después fue con Antonio Sánchez "el Tato”, y contratándose suelto con las Empresas, o eventual con varios matadores trabajó sin interrupción muchos años.


La cogida 'más grave sufrida en su vida profesional fue la de Córdoba, del 29 de mayo de 1860, por un toro de don Rafael José Barbero. Dice el cronista de esta corrida: "Tercero. "Lucifer" llamara yo a este toro, sardo, bien puesto, de condición boyante y duro: el toro de la corrida. Matías Muñiz, el torero por excelencia, el muchacho más pundonoroso que pudo dedicarse al arte de la tauromaquia, quiso dar el cambio, hace el toro por él, y le coge; parece tiene quebrada la clavícula del hombro izquierdo y una cornada de mucha importancia en el muslo del mismo lado." El herido quedó bien instalado en el hospital, y durante la gravedad 'de su estado fue asistido por su esposa y su íntimo amigo Juan Mota, que también toreaba ese día. Continuó toreando hasta el año 1871, en que fue contratado por la Empresa de Madrid en la suma de 600 reales, cantidad no adjudicada a ningún banderillero de la época. Al finalizar dicho año enfermó, falleciendo de hidropesía a las cinco de la tarde del 22 de abril de 1872, dejando en la más triste necesidad a su viuda y tres hijas. Salvador Sánchez "Frascuelo", inició una suscripción para socorrerlas, abriéndola con 500 reales, suscripción que produjo 2.670 reales. Una semblanza hecha en 1856 decía de Matías Muñiz: "Menudito, pero airoso, tiene bien puesto su pabellón como entendido banderillero. Ha llega-do donde se puede llegar."

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