Este torero de Puerto Real fue el verdadero creador de la que en tiempos se llamó escuela mexicana. Nació el 20 de Agosto de 1812. Se dice por unos que Juan León fue el maestro de Gaviño, y por otros, que recibió lecciones de Bartolomé Jiménez. Si esto es cierto, o aquellos toreros no fueron buenos, como la historia cuenta, o no aprovechó Bernardo las lecciones recibidas, si no es que al llegar a Montevideo, Habana y México comprendió lo poco que allí veían de toros y adoptó un sistema de torear que ofreciera los menores peligros. Fue á Méjico en 1834. Organizó cuadrillas y recorrió el país mejicano, despertando en todas las regiones la afición al espectáculo que, aunque no era' desconocido, por los muchos españoles cine había en el territorio, ofrecía novedad como Gaviño lo presentaba. Dueño de las simpatías de los mexicanos, fue a la Habana y allí inauguró la gran plaza en compañía de Juan Pastor (el Barbero). Gaviño se ajustó a los gustos del público y creó una manera especial de toreo. Los picadores montaban en caballos con el pecho y ancas cubiertos cíe cuero y no picaban a los toros, sino que los pinchaban en cualquier sitio. Los banderilleros clavaban invariablemente tres pares, repartidos por todo el cuerpo de la res, y, cuando sonaba el clarín, salía Gaviño con un capote arrollado a un palo en la mano izquierda, y, después de dar tres o cuatro lances, se colocaba a la derecha del toro con el capote extendido, hacía con éste un movimiento hacia la derecha del toro y al tiempo que el toro embestía al trapo, le introducía en la tabla del cuello, casi siempre bajo, el estoque, que sacaba inmediatamente, dando una vuelta sobre los talones y mostrando al aire el acero victorioso al tiempo que la degollada res rodaba. Tanto arraigó el sistema que cuando José Machío fue y estoqueó, dejando el acero en lugar de emplear el metisaca de Gaviño, oyó muchos insultos y hasta tuvo que aguantar que le apedrearan en no pocas ocasiones. Luego fue Mazzantini el 87-88 y pudo hacer comprender la superioridad del sistema, con lo cual vino muy a menos la escuela mexicana. Con ésta se había sostenido el torero de Puerto Real desde 1834 hasta el 31 de Enero de 1886 que fue cogido al dar un pase de muleta al tercer toro de la tarde en Texcoco, y de resurtas más bien de la mala curación falleció en México el 11 de Febrero de dicho año, a los setenta y cuatro años de edad.
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jueves, 5 de junio de 2014
BERNARDO GAVIÑO RUEDA
Este torero de Puerto Real fue el verdadero creador de la que en tiempos se llamó escuela mexicana. Nació el 20 de Agosto de 1812. Se dice por unos que Juan León fue el maestro de Gaviño, y por otros, que recibió lecciones de Bartolomé Jiménez. Si esto es cierto, o aquellos toreros no fueron buenos, como la historia cuenta, o no aprovechó Bernardo las lecciones recibidas, si no es que al llegar a Montevideo, Habana y México comprendió lo poco que allí veían de toros y adoptó un sistema de torear que ofreciera los menores peligros. Fue á Méjico en 1834. Organizó cuadrillas y recorrió el país mejicano, despertando en todas las regiones la afición al espectáculo que, aunque no era' desconocido, por los muchos españoles cine había en el territorio, ofrecía novedad como Gaviño lo presentaba. Dueño de las simpatías de los mexicanos, fue a la Habana y allí inauguró la gran plaza en compañía de Juan Pastor (el Barbero). Gaviño se ajustó a los gustos del público y creó una manera especial de toreo. Los picadores montaban en caballos con el pecho y ancas cubiertos cíe cuero y no picaban a los toros, sino que los pinchaban en cualquier sitio. Los banderilleros clavaban invariablemente tres pares, repartidos por todo el cuerpo de la res, y, cuando sonaba el clarín, salía Gaviño con un capote arrollado a un palo en la mano izquierda, y, después de dar tres o cuatro lances, se colocaba a la derecha del toro con el capote extendido, hacía con éste un movimiento hacia la derecha del toro y al tiempo que el toro embestía al trapo, le introducía en la tabla del cuello, casi siempre bajo, el estoque, que sacaba inmediatamente, dando una vuelta sobre los talones y mostrando al aire el acero victorioso al tiempo que la degollada res rodaba. Tanto arraigó el sistema que cuando José Machío fue y estoqueó, dejando el acero en lugar de emplear el metisaca de Gaviño, oyó muchos insultos y hasta tuvo que aguantar que le apedrearan en no pocas ocasiones. Luego fue Mazzantini el 87-88 y pudo hacer comprender la superioridad del sistema, con lo cual vino muy a menos la escuela mexicana. Con ésta se había sostenido el torero de Puerto Real desde 1834 hasta el 31 de Enero de 1886 que fue cogido al dar un pase de muleta al tercer toro de la tarde en Texcoco, y de resurtas más bien de la mala curación falleció en México el 11 de Febrero de dicho año, a los setenta y cuatro años de edad.
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