Florencio Vicente y Casado “Frascuelito” nació en Zaragoza el Año 1871, y fue bautizado en la parroquia de San Pablo. Un muchacho nacido pobre, que queda huérfano en su tierna infancia, puesto que a la muerte del padre la pobre viuda pierde la vista, sus facultades mentales sufren serios trastornos, y la indigencia la obliga a buscar amparo en un asilo benéfico de Madrid. El hijo, protegido por unos parientes, se educa esmeradamente encuentro de enseñanza de Zaragoza, y a los 10 años comienza a aprender el oficio de hojalatero. Pronto se cansa, y en su cabeza bulle la afición por los toros. Sin ropa, sin recursos, sin amigos, va de capea en Capea. Aragón es poco para él. Ve la gloria lejos de su tierra, de su pueblo natal, y allá va, a recorrer España, Portugal y Francia.
La muerte de este apreciable torero ocurrió en Vergara, la tarde del 26 de Julio de 1896, toreando de banderillero en la cuadrilla de un matador de novillos. El primer bicho de los que se lidiaron, llamado Perdigón, pertenecía á la ganadería navarra, de Peralta, que legó D.Pedro Galo Elorz, y era un novillote serio, royo, algo flaco y bien puesto de velamen. Salió el cornúpeto muy bravo, y Frascuelito, a quien la sangre le hervía en el cuerpo, se adelantó a torearlo de capa, y sea porque el muchacho perdía terreno a cada lanceó porque fue trompicado, el caso es que al salir resbaló y cayó, y al incorporarse lo hizo tan rápidamente, que no dio lugar a que los capotes acudieran en su auxilio; el novillo hizo por él y lo arrastró hasta la pared, donde le tiró nuevamente varios derrotes, que le ocasionaron dos pequeños puntazos y la lesión mortal.
Por su pie marchó a la enfermería, y nadie creyó que la cogida tuviera importancia alguna. Al día siguiente se presentó la peritonitis y los médicos declararon la gravedad inminente, recomendando le administraran los auxilios de la Religión inmediatamente, como así se hizo. No tardaron en cumplirse las profecías de los Galenos. A las cuatro de la tarde dejó de existir, al mismo tiempo que sus compañeros; iban a dar comienzo a la segunda función.
El certificado que extendió el facultativo forense dice así: Médico auxiliar de la Administración de Justicia y de la Penitenciaria del partido judicial de vergara que suscribe, licenciado en Medicina y Cirugía: Certifico: Que D. Florencio Vicente y Casado, natural y vecino de Zaragoza, de veinticinco años de edad y casado, ha fallecido el día de ayer, a las cuatro de la tarde, a consecuencia de una peritonitis, desarrollada por la contusión que sufrió en el hipogastrio en la lidia del primer toro que se corrió en la Plaza de esta villa el día 25 del corriente mes. Para que conste expido la presente certificación. Vergara 27 Julio de 1896. Félix Zumalabe.
A Vergara llegaron al día siguiente algunos individuos de la familia, y se celebró la conducción del cadáver, que fue una manifestación de sentimiento, en la que tomaron parte el Ayuntamiento, la aristocracia, el pueblo, sus compañeros y la familia. El Ayuntamiento de la villa de Vergara costeó unos funerales, y los aficionados de Zaragoza mandaron celebrar otros, por suscripción, que se celebraron con gran pompa en San Pablo.
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