Luis Alonso fue un torero que sin pena ni gloria paso por el planeta de los toros, como lo llamaba Cañabate, más allá de su trágica muerte no se han escrito más líneas sobre su transcurrir por el mundo, se sabe que después de presentarse en capeas por esos pueblos de la geografía madrileña ,las capeas eran el circuito de rodaje de futuros profesionales y aficionados prácticos, debutó en plazas de menor importancia hasta su presentación con miuras en la maestranza de Sevilla, festejo acaecido un 16 de julio de 1912 en el que no sin antes sufrir muchos revolcones mato a sus dos oponente y festejo en el que salió cogido Manolo Vázquez en la axila, por aquel entonces Luis Alonso se anunciaba como “Madrileñito”.
Fotografía de la época,vista exterior de la plaza |
Tras muchas vicisitudes y muchas fatigas por situarse, el desventurado muchacho había toreado en las plazas de Tetuán y Madrid—en ésta como sobresaliente—y a pesar de llevar bastante tiempo de artista taurino poseía las torpezas innatas del principiante,llegamos al 6 de noviembre de 1921 en una novillada de oportunidad, a pesar de que Luis Alonso “Litri” (así se anunciaba por aquel entonces) llevaba diez años en los ruedos , alternaba con el caballista sevillano Rafael Guillen y Francisco Navarro, un diestro alicantino, valiente y decidido a ratos, pero poco habilidoso en la mecánica del oficio.
El infortunado Luis Alonso |
Liquidados las dos primeras reses por el rejoneador, las cuatro restantes, todas ellas del hierro del Marques de Valdelagrana, el tercero; que fue el que cogió a Litri, de pelo negro, cornigacho, manso y malicioso fue condenado a banderillas de fuego, ávido de triunfo Luis Alonso se empeñó en torearlo de lejos y sin echarle la vista, colocándose fuera de su terreno y metiéndose en el terreno del novillo, como era de esperar resulto cogido quedando inmóvil en el suelo. Llevado con rapidez a la enfermería, allí le pudieron apreciar una herida de seis centímetros en la región abdominal y una contusión en el diafragma que no resultó perforado, el torero fue reanimado con inyecciones de cafeína y los servicios médicos de Carabanchel (doctores Lama y Naya) evaluando su estado y considerando que a pesar de la gravedad y si no se presentaban complicaciones el torero permanecía estable, fue trasladado en camilla al Hospital General de Madrid.
El novillero Francisco Navarro, y dos integrantes de su cuadrilla velan a Litri |
Mientras tanto, Navarro despacho como pudo a la res. La lidia del último de la tarde se vio envuelta en la oscuridad, pues con tanto retraso, la noche había caído y tras un breve trasteo sonaron los clarines y el novillo fue devuelto a los corrales, quedando el festejo inconcluso. El ganado, en general, fue pequeño, manso y difícil; los diestros, más que otra cosa, demostraron torpeza y apatía, y la entrada, el escaso público que asistió al espectáculo abandonó la plaza dolorosamente impresionado por la cogida del diestro madrileño Litri que a los dos días falleció en el hospital verificándose el traslado de sus restos, desde el Depósito Judicial al cementerio de San Lorenzo donde recibió cristiana sepultura. Al entierro concurrió un crecido número de toreros entre otros Fortuna, Nacional II, Joseíto de Málaga, Valencia II, Ángel Castejón, Carlos Gómez Sánchez-Contreras, Pelucho, Torerias y un largo etcétera,también asistieron al acto los empresarios de Vista Alegre D. Manuel Gómez y D. Enrique Ucela.
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