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domingo, 17 de febrero de 2013

La primera vez que apareció la figura del testigo en una ceremonia de alternativa, ocurrio en la alternativa de "El ciclón de Jerez"
Pues ello aconteció el 26 de agosto de 1956, donde se lidiaba un encierro del Marqués de Domecq, y Miguel Báez "Litri" le concedía la borla de matador al jerezano Juan Antonio Romero "El ciclón de Jerez". El maestro Antonio Ordóñez, que completaba el cartel, decidió dejar de ser mudo y pasivo testigo para integrase al ritual y la fotografía.
Hasta aquel momento, la alternativa era cosa de dos, y el padrino daba al neófito la espada, la muleta y la mano. Después de la actitud del maestro de Ronda, la situación se volvió a repetir el mismo año con los mismos protagonistas, es decir Litri y Ordóñez en las sucesivas alternativas de Jaime Ostos, Ramón Tirado y Antonio Borrero "Chamaco".
De esta manera se estableció primero la moda, después la costumbre y por fin la tradición. Por tanto, quede para la historia el 26 de agosto de 1.956, como punto de partida de los testigos de alternativas, y todo ello en el ruedo de El Puerto de Santa Maria.

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