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jueves, 23 de mayo de 2013

LAS COSAS DE DON LUIS

Luis Mazzantini y Eguía nació en 1856; se retiró en -1905; apareció en el estadio del toreo en plena época de Lagartijo y Frascuelo y adquirió de buenas a primeras una enorme popularidad por su tipo arrogante, por su cultura y por las grandes estocadas con que rendía a las reses. Mazzantini alcanzó un auge y una nombre como pocos lidiadores hasta entonces. Deficiente como torero en una época en la que los estilismos "no se llevaban", su audacia, su voluntad y sus estocadas fulminantes lo elevaron a lo más alto de la cucaña taurina. Después de retirado, desempeñó algunos cargos políticos de importancia y falleció en 1926 Además de distinguirse Mazzantini "por sus volapiés", fué célebre por sus •desplantes con el público, alguno de los cuales le proporcionó disgustos y molestias, si bien otros eran bien acogidos por la gracia y desenfado que en ellos había. Toreando una vez en Burgos, y después de dar una estocada, recurrió al descabello con tan mala suerte que llevaba quince o veinte intentos sin acertar. El público, naturalmente, protestaba cada vez más, y Mazzantini, con aquella firmeza que le era característica, se volvió al morir el toro hacia los protestantes y les gritó, disculpándose : —Es que este animal tenía una piedrecita en el testuz. Y se quedó tan fresco. Y nadie lo puso en duda. Plaza de Santander. Un toro grande de Aleas, que no dobla a pesar de media estocada en todo lo alto clavada por Mazzantini. El puntillero (el Jaro), ahonda descaradamente el estoque, cae el cornúpeto, y se arma la de Dios es Cristo. Mazzantini indica por señas que va a castigar el desmán, tira del subordinado, lo lleva a los medios de la plaza, y le zarandea señalando al público, golpeándose el pecho y despidiendo, por último, con un empujón al puntillero.

El público aclama al torero de Elgóibar, que da la vuelta al ruedo. Por la noche, en el Gran Hotel, don Pepe Estrañi hablando con el Jaro. Estrañi. — ; Buena te la ha dado Luis! El Jaro. — ¡ Cá, hombre! ¿ Sabe usté lo que me decía ? Pues esto: " ¡ So pillo, so granuja! ¡Eso se hace antes! ¡¡Muchísimo antes!!" 
Una tarde, en la plaza de Madrid, cierto banderillero de su cuadrilla se portó fatalmente en su trabajo y un espectador gritó al espada: —Don Luis. Despida a ese torero, que es muy malo. Y rápidamente contestó Mazzantini: —Pues mire usted lo que son las cosas. ¡Aún quiere que le aumente el sueldo! 

En esta anécdota tiene "Guerrita" un papel pricipalísimo. Don Luis se encuentra en el mismo Boulevard de San Sebastián con Rafael. Mazzantini regresa de Francia furioso. Le han expulsado de la vecina República después de un motín ocurrido a consecuencia de haberse suspendido una corrida de toros a la española. Don Luis, tremante de indignación ante un corro de amigos inculpa a los franceses: —Ya le dije al Prefecto que aquello fué un ukase digno del Czar. —¡Qué dise osté!—pregunta Guerra asombrado—¿Qué es eso del azahar del saar? —Hombre—contesta don Luis,- un sistema de Rusia. Y continúa hablando elocuentemente, pronunciando un verdadero discurso político. "Guerrita" está hipnotizado, pendiente de sus labios, y en un momento de sinceridad, de admiración fervorosa, exclama: —¡Ay don Luis! ¡Si osté que tan bien los mata, supiera mata los toros como jablá!...

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