José Gómez Roa nació el 19 de marzo del año 1900 en la Calle Cintería del Barrio de la Goleta. Cursó sus primeros estudios en la Escuela Manjoniana de la ciudad y destacó poderosamente de niño en el coro del colegio qué cantaba todos los domingos en la Iglesia de Martiricos, hasta el punto que sus padres pretendieron que se trasladara a Madrid a tomar clases de canto. Pero José no estaba por la labor y regresó pronto a casa creando un gran disgusto familiar. Su verdadera pasión eran los toros y empezó a dar sus primeros pasos apadrinado por el otro torero malagueño Félix Asiego que consiguió que lo anunciaran en la Plaza malagueña domingo tras domingo por los grandes éxitos que obtenía “El Manteca”, que fue el primer apodo de José Gómez.
El éxito como novillero fue tal que pronto las empresas le contrataron para todas las plazas de España. En 1920, antes de tomar la alternativa toreó 47 novilladas en plazas importantes, destacando sobremanera los dos triunfos obtenidos en La Maestranza de Sevilla.
El 17 de octubre del mismo año, 1920, se convierte en matador de toros en Málaga, ya anunciado como “Joseíto de Málaga” teniendo como padrino a Ignacio Sánchez Mejías y a Manuel Jiménez “Chicuelo” como testigo. La ganadería de Flores Tassara. Los aficionados y cronistas de la época resaltaban de “Joseíto de Málaga” la alegre forma de ejecutar toda clase de lances, banderillear con facilidad e irse de la cara de los toros con la muleta en la mano izquierda.
El 05 de mayo de 1921,confirmó la alternativa en Madrid en unas circunstancias hasta entonces insólitas en los ruedos. Actuaron como padrino Alfonso Cela “Celita” y como testigo Diego Marquiarán “Fortuna” y en el primer toro, “Molinero” de nombre y con el hierro de Concha Y Sierra, Joseíto de Málaga resultó herido al clavarse el estoque en el pie. Posteriormente“Celita” recibió una cornada en la región glútea y finalmente “Fortuna” recibió otra cornada en la región hipogástrica quedándose el cartel sin matadores que terminaran el espectáculo anunciado. El matador de toros Juan Cecilio Punteret, que se encontraba en el tendido como espectador, acabó con la vida del cuarto astado, suspendiéndose la corrida al arrastre de éste.
Es en el año 1927 cuando comienza la decadencia del torero malagueño. Rompe su relación con su mentor Félix Asiego y se alía con el alcohol. Renuncia a su alternativa y vuelve a intervenir en novilladas de escasa importancia. Debilitado y hambriento fue víctima de una estafa de venta de relojes robados por la que pasó un tiempo en la cárcel. Malviviendo en Barcelona, una pulmonía puso punto y final un 23 de julio de 1941 a un vida que mereció mejor suerte.
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