El gran matador de toros Salvador
Sánchez (Frascuelo) tenía a las Empresa
con el alma en un hilo.
Se estrechaba de tal manera con
los toros, había tanta verdad, tanta
decisión al entrar a herir, que se veía
con frecuencia castigado por los toros
y rio podía muchas veces acudir
a otras plazas, ocasionando a las respectivas
Empresas las contrariedades
consiguientes.
Una de las lesiones que hizo perder
a Salvador gran número de corridas
fué la que sufrió en Pamplona el 8
de Julio de 1880 al matar el primer
toro de la tarde llamado Zafranero,
colorado ojalado, bien puesto y procedente
como los demás que se lidiaron,,
de la ganadería de Lizaso .
Frascuelo, después de una buena
faena de muleta metió una corta muy
bien puesta. Siguió la faena entre las
palmas del público y dejóse caer con
una gran estocada que resultó a un
tiempo, sufriendo el diestro un puntazo
en en el tercio medio de la parte
interna del brazo derecho, profundizando
en dos distintas direcciones.
El toro salió muerto de la mano y
Salvador pasó a la enfermería.
Ángel Pastor estoqueó los cinco toros
restantes.
A poco' de llegar a Madrid Frascuelo
agravóse la herida en tales términos
que el doctor Alcayade de la Peña
juzgó oportuno practicar una operación
quirúrgica.
El puntazo de Pamplona desbarato
los planes de más de una Empresa de
toros.
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