Fué uno de los mimados, porque en aquel cuerpecito chiquitín, tuvo a bien la Naturaleza, amontonar viveza, gracía, valentía: y esto que ya era mucho para la profesión a que se sintió inclinado, por vocación o por influencia del ambiente, quedó complementado con una inteligencia clara y despierta, y un dinamismo que bien regido, le habría valido de mucho, pero que sin control acaso contribuyó más que nada a su desastroso final, que no fue el de su muerte en el hospital, sino el de su vida en los últimos quince años.
Su constante inquietud le llevó a intentarlo todo, y en todo puso su optimismo; un optimismo tan engañador, que le hacía emprender con fe y entusiasmo las fantasías que su mente le forjaba, y que en muchos casos nacidas de una intuición precisa, de una visión clara de las cosas, degeneraban prontamente en ruinosos asuntos, por la carencia absoluta de preparación, agravada con la escasa importancia que él daba a ella, lo mismo cuando de negocios mercantiles se trataba que si de empresas de otro género se ocupaba. Así fué industrial, comerciante, casero, autor dramático, periodista, inventor de un peto, director de varias escuelas de tauromaquia; y había que oirle la magnitud de los beneficios que cada una de esas manifestaciones de su actividad había de proporcionarle!
Fundó un periódico en Madrid y en el primer número acabó. Daba por entonces las boqueadas el último Bar Minuto, que estableció en Madrid en la calle de anta Ana. Y con estas dos magnas empresas aun había una tercera a la que dedicaba el sobrante de sus energías : una escuela de tauromaquia, en sociedad con el Alhameño, en la que aparte de los miles y más miles que para ambos socios y profesores se habían de ganar, se formaría una generación de toreros completos, capaces de revolucionar el arte en pocos meses.
"Minuto", nació en Sevilla el 21 de diciembre de 1870. Muy niño, formó con Faico, la célebre cuadrilla de Niños Sevillanos, de la que también formó parte Quinito, que luego con Colorín se separó de ésta. Fernando el Gallo le dio la alternativa a Enrique en Sevilla el 30 de noviembre de 1890, y se negó a repetir la cesión de trastos en Madrid al torear juntamente con él, el 19 de abril de 1891, por creer que era innecesario repetir la ceremonia, puesto que ya ambos habían alternado. Como quiera que en ese día no pudo Minuto matar ningún toro por haber sido herido, la confirmación, exigida por el público madrileño, tuvo lugar el 17 de mayo de 1892, recibiéndola de manos de Lagartijo el grande, que le cedió el toro Amapolo de Concha y Sierra.
Durante diez años luchó Enrique con todos y conservó su puesto; un puesto preeminente en el toreo. Retiróse en 1901 y se estableció en Sevilla en un restaurante (lo que era el café de París, en la Campana) y como el negocio le fué mal, hubo de volver a los toros, empezando en Madrid en 1905, hasta que el 8 dé junio de 1914, se retiró definitivamente del toreo, en Madrid, estoqueando un toro de García de la Lama. Con ese suman 1126 los que Enrique mató en las 443 corridas en que tomó parte desde su alternativa. Antes que él hubo dos Minutos, ambos valencianos: Blas Melíz y Francisco Aragó. Falleció el 20 de junio de 1930.
1904 "Minuto" retirado |
1905 en la Dehesa de Saltillo |
¡Me gustan mucho tu cronicas!
ResponderEliminarMis crónicas del tiempo...gracias Sibila¡¡¡¡
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