José Centeno y Laboisse nació en
Sevilla el 08 de Mayo de 1861, hijo de José Centeno y Balbina Laboisse, que
vivían en la casa número 4 de la plaza de Zurradores.
En cuanto recibió la instrucción
primaria le dedicaron sus padres al oficio de curtidor, que ejerció hasta la
edad de diecinueve años, tras la muerte de su padre se trasladó a Portugal,
donde aprendió el de taponero, llegando en ambos a ser un buen oficial.
La asistencia tanto en Sevilla
como en Portugal a los espectáculos taurinos,
por los que mostraba particular predilección, fue causa de que su
afición fuera en aumento y se decidiese a poner en práctica el arte de la
tauromaquia en 1881, tomando parte en una capea que se verificó en Zahara el
día 22 de Agosto del indicado año, dándose buena maña para burlar las
acometidas de las reses. En el siguiente toreó por vez segunda en la plaza de
Mairena, distinguiéndose, por su arrojo y serenidad ante los astados brutos, de
sus demás compañeros.
En el año siguiente dejó de
torear a pie para dedicarse a picar, y como varilarguero figuró en las corridas
que se celebraron en Zafra, Fregenal y otros puntos, demostrando tener
condiciones para este ejercicio, en que hay que pelear, no sólo con los toros,
sino también con los caballos que se destinan para esta suerte.
Ajustado para estoquear el día de
San Pedro un toro de la ganadería del Sr. Forastero, en el pueblo de Higuera la
Real, lo llevó a efecto, con gran valentía, de una buena estocada. Apadrinado
por Curro Avilés, mató más tarde en Constantina, saliendo airoso de su
cometido.
Toreando el año de referencia en
la plaza de Cuevas del Becerro, recibió su bautismo de sangre, sufriendo una
herida grave en la parte superior y posterior del muslo derecho que no amenguó
en nada su decidida vocación al arte que ha popularizado los nombres de tantos
diestros.
Convencido José Centeno por estos
ensayos y los consejos de algunos amigos de que su trabajo, como matador, era
bien recibido por los públicos, se decidió a estoquear únicamente.
Como tal tomó parte el año de
1883 en diferentes novilladas, obteniendo no pocos aplausos en la muerte de las
reses que le correspondieron. Entre otras plazas en que toreó, recordamos las
de San Juan del Puerto, en la que sufrió una herida en los testículos;
Trigueros, en la que toreando con Espartero y Antolín, un toro le infirió una
gravísima herida en la ingle derecha; Higuera, junto á Aracena, en donde
estoqueó cuatro toros, siendo objeto de entusiastas aplausos por sus faenas y
sacado en hombros de la plaza; Higuera del Fregenal, Sevilla y otras.
En el año siguiente trabajó en
Ronda y otros muchos puntos, y en los de 1885 y 86, además de estoquear
alternando con el Marinero, Curro Avilés y otros en la mayor parte de las
corridas que se celebraron en Sevilla, toreó en las principales plazas de
Andalucía y otras de la Península, siendo en todas recibido con gran aceptación
por los buenos aficionados.
Fernando Gómez (Gallo), con quien
había estoqueado en Palma de
Mallorca el día 11 de Junio de 1886, le dio la alternativa de matador en la
plaza de Valencia en la corrida verificada el día 10 de Octubre de 1886.
Ajustado en unión del Gallo
y Punteret por la Empresa de Montevideo,
en los primeros días del mes de Noviembre partió de Lisboa con sus compañeros
para dicho punto, donde toreó once corridas, ganándose justísimas palmas y
demostrando que desde luego podía dársele el dictado de matador. Dio magníficas
estocadas y ejecutó faenas de primer orden.
Una vez terminados sus
compromisos con la empresa Rodero, regresó a la Península. No sin vencer
algunos obstáculos, consiguió hacer su
debut de matador en la plaza de Madrid, donde sólo de nombre era
conocido por los aficionados, en la corrida extraordinaria que tuvo lugar el 22
de Mayo de 1887, siendo en ella Currito el encargado de dar a Centeno la
alternativa de matador se Jugaron en
esta fiesta toros del presbítero D. Agustín Solís, y el primero que estoqueó
Centeno, primero de la tarde, se llamaba Meleno. A pesar de las malas
condiciones de las reses que estoqueó, su trabajo fue mucho mejor que el de los
otros espadas Currito y Ángel Pastor. Mostró en dicha tarde ser de los que
paran ante los toros y de los que se arrancan a matar corto y derecho como
previene el arte. Las deficiencias que dejó notar en el manejo de la muleta son
de las que corrige la práctica.
El mejor elogio del trabajo
empleado en esta tarde por Centeno, queda hecho con decir que no desmereció del
de sus compañeros, y que el público le batió palmas en diferentes ocasiones.
En el año de 1888 toreó en las
plazas de Cádiz, Cazalla de la Sierra, Línea de la Concepción, Murcia,
Salamanca, San Sebastián, Sevilla y Zalamea la Real, estoqueando en ellas reses
de Aleas, Arribas, Espoz y Mina, López Navarro, Manjón, Martínez (D. V.),
Moreno Santamaría, Miura,
Romero y Surga.
En 1897 sufrió una fuerte cornada
en México, donde toreaba con más frecuencia que en España, a su regreso fue
operado en Sevilla en 1898, y estando precisamente en tierras aztecas en 1900
anuncio su retirada.
En 1905 anuncio su regreso en
Sevilla, donde vivía de negocios del corcho, aunque por razones ajenas y muchos
inconvenientes no cuajó. Falleció en su ciudad natal a los 49 años de edad como
consecuencia de un cáncer en la lengua el 30 de julio de 1910.
El coloreado de las fotos es obra mia.
Bibliografía:
Apéndice a los anales del toreo
de José Velázquez y Sánchez: reseña histórica de la lidia de reses bravas: galería
biográfica de los principales lidiadores (1889) - Vázquez y Rodríguez, Leopoldo
Gran diccionario taurómaco
Sánchez de Neira, J.
El Arte de los Toros: revista
ilustrada: El...: revista ilustrada - Año II Número 28 - 1897 junio 28
(28/06/1897)
Madrid: [s.n.], 28/06/1897
(Madrid)
La Fiesta Brava 21/09/1928
No hay comentarios:
Publicar un comentario