Gonzalito fue sevillano, pues nació en la ciudad del Betis el día 26 de Diciembre de 1870. Sus padres, José González y Amparo Martínez, después que aprendió las primeras letras, le dedicaron a fundidor cuando tenía doce años. Muerto su padre y en vista de que el oficio daba poco de sí, se dedicó a los diez y seis años a las correrías de todos los principiantes, en las que escogió como campo de acción las provincias de Cáceres, Salamanca y Madrid. El año 1887 toreó en la capea de Leganés y, por la mañana temprano, el segundo morucho le enganchó al marcarle un par de banderillas, produciéndole la fractura de dos costillas. Por los pueblos cercanos a Madrid continuó sus correrías, y después de cuatro o cinco años de lucha logró significarse entre los que tenían afición a banderillear y consiguió ver su nombre en los carteles de Madrid para poner banderillas en la novillada que se celebró el día 19 de Marzo, en la que también debutó como espada el matador de toros cordobés José Rodríguez (Bebe Chico).
Fijó su residencia en la corte y no tardó en ser uno de los indispensables en casi todas las corridas de novillos que allí se celebraron. Como banderillero fijo perteneció a las cuadrillas de Minuto, Conejito, Quinito, Lítri, Gallito y Martín Vázquez y, como queda dicho, nunca le falto con quien torear. En todas las plazas importantes conocen a Gonzalito, y la opinión general de los aficionados es muy favorable para él, pues nadie le puede calificar de torpe ni de miedoso. Su conversación era agradable y rebosante de gracia natural, como ejemplo, vaya la siguiente frase, que no tiene desperdicio: Allá por los años en que comenzó de banderillero de novillos, estaba un día de invierno en la calle de Sevilla, en Madrid, junto al antiguo café del Diván, sin atreverse a pasar al establecimiento, porque razonablemente suponía qué si tomaba algo lo tendría que pagar y no tenía con qué. Hacía frío, estaba nublado y, de, tarde en tarde, el caluroso Febo rasgaba las nubes y asomaba su faz por breves instantes. Gonzalito no tenía capa, vestía de corto y lucía, un arrogante terno claro que le obligaba a tiritar perpetuamente. Maldecía el hombre del frío que estaba pasando, y en una de las ocasiones en qué asomó él sol se dirigió al astro rey, diciéndole: "Anda ya, atrévete a salir, fantasioso, que no te gusta lusirte más que en verano, guasón, cuando no jases farta pa ná”.
La última noticia que aparece de este torero es la que publicaba “La Correspondencia Militar” el 25 de Junio de 1926 y que decía lo siguiente:
Beneficio de Gonzalito
Mañana sábado se celebrará en la Plaza de Toros de Madrid un festival a beneficio del veterano ex banderillero sevillano José González. (Gonzalito), lidiándose seis becerros de la ganadería de don Manuel Santos. Actuarán de matadores Chicuelo, Valencia II, Martín Agüero, Zurito, Fuentes Bejarano y Carnicerito, y banderillearán Facultades, Fausto Barajas, José Rodas, Rene y Andrés Mérida.
Tenía pues 56 años y se supone que estaba retirado y con pocos ingresos por aquel entonces.
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