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miércoles, 11 de enero de 2017

MANUEL MEJIAS LUJAN


Manuel Mejías Luján, al que apodaron Bienvenida por haber nacido en el pueblo, provincia de Badajoz, que lleva dicho nombre. Fue notable banderillero y en alguna ocasión, de manera fortuita, novillero pero, en realidad, estuvo catalogado siempre como subalterno. No obstante su personalidad dentro de la historia del toreo adquiere mayor relevancia por haber sido cabeza de un glorioso linaje de toreros. Más claro: Este Bienvenida fue el padre de Manuel Mejías Rapela y abuelo de Manuel, Pepe, Rafael, Antonio, Ángel Luis y Juan Mejías Jiménez, todos ellos matadores de toros -a excepción de Rafael, asesinado en plena juventud- y apodados Bienvenida.
Manuel Mejías Luján (Bienvenida I) nació, pues, el 23 de julio de 1844 en Bienvenida (Badajoz) en el número 15 de la calle del Cuerno. De chiquillo hizo de monaguillo con un tío suyo sacerdote. A los 14 años se siente atrapado por el gusanillo de la afición al toreo y a los 17 logra salir de sobresaliente en una novillada en Sevilla. Sus dos intervenciones con el capote son vistas con mucho agrado. En 1867 acompaña a José Machío durante varias temporadas e inaugura en 1868 la plaza de Huelva. El 1 de marzo de 1874 en la cuadrilla de Bocanegra se presenta en la plaza de la Puerta de Alcalá de Madrid.
El 4 de septiembre del mencionado 1874 toma parte en la corrida de inauguración del coso madrileño de la carretera de Aragón. En dicha corrida se lidian diez toros de diferentes ganaderías. Actúan Manuel Fuentes Bocanegra, Lagartijo, Francisco Arjona Reyes Currito, Frascuelo, Francisco García Villaverde, José Lara Chicorro, José Machío y Ángel Fernández Valdemoro.
El primer espada que llegó con la cuadrilla a la plaza fue Bocanegra. Manuel Mejías Luján Bienvenida tuvo el capricho de ser el primero, vestido de torero, que penetrase en la plaza. Así lo hizo, arrojándose del coche apenas llegar éste a la puerta de caballos. El primer toro fue del Exclmo. Sr. Duque de Veragua, de nombre Toruno berrendo en negro botinero, de kilos y bien armado. Recibió la primera vara de Francisco Gutiérrez Chuchi. Fue banderilleado por Mariano Antón y Manuel Mejías Luján Bienvenida y Bocanegra estoqueó este toro. Casado Mejías Lujan en Bienvenida con Teresa Rapela Camacho, fruto de este matrimonio nacieron cinco hijos: Teresa, José, Luisa y Manuel. Lo que pueda parecerles un error numérico, el Papa Negro nos lo aclara en seguida: «Tuve un hermano mayor que yo, llamado también Manuel. Y, lo que son las cosas, siendo niño vio unas cabras venir por una calle de Sevilla, sacó el pañuelo para torear a una de ellas que le dio un topetazo y lo derribó con la mala fortuna que el chico dio con la cabeza en el bordillo de la acera y se fracturó la base del cráneo. Allí murió».
Manuel Mejías Luján figuró en las mejores cuadrillas de su época. Con Antonio Carmona el Gordito, Bocanegra, Chicorro, Hermosilla y Mazzantini, con el que fue a La Habana.
Primer capotazo en Vista Alegre
El 13 de agosto de 1882 Manuel Fuentes Bocanegra, José Lara Chicorro y Fernando Gómez Gallito con toros de Concha y Sierra inauguraron la plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. El primer toro llamábase Casaillo y era negro y bien armado. El primer capotazo lo largó Manuel Mejías Luján Bienvenida, la primera vara la puso Bartolesi y el primer par Rafael Guerra «Llaverito». Lo estoqueó Bocanegra.

Manuel Mejias Rapela "El Papa negro",con la cuadrilla de niños sevillanos, detrás, de pies, su padre el banderillero
Manuel Mejias Luján que siempre lo acompañaba

Toreó en las plazas españolas y expandió su cometido en las de Francia, Portugal, Méjico, La Habana y Montevideo. Fue un excelente profesional. Ágil y fino con el capote de brega y muy notable banderillero. Falleció Manuel Mejías Luján a los 63 años, el 21 de marzo de 1908 en la casa número 40 de la calle Albareda de Sevilla. Al día siguiente, el 22, torea en Las Arenas de Barcelona su hijo Manuel con Bombita III y en la cuadrilla va también su hermano José. De regreso al hotel se enteran de la desoladora noticia. Este Mejías Luján enrolado en cuadrillas de buen fuste asimiló valiosas suertes. Le atrajeron las innovaciones de el Gordito, que sentaron precedente. Como banderillear en silla o el postergado cambio con la muleta. Suertes del toreo que, pulidas, encontraron en los Bienvenida a sus mejores intérpretes.

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