Juan Alló “Nacional II”, , asistió como espectador a la plaza de toros de Soria y durante la tarde, cuando el público abroncaba a los que estaban en el ruedo, en concreto a Emilio Méndez, salió en defensa de este. La bronca fue a mayores y un hombre arrojó una botella a Alló, atizándole en la cabeza. No le parecieron a los médicos de la plaza las heridas graves y acabó detenido y en la cárcel, donde comenzó a encontrarse mal. A pesar de ser trasladado al hospital finalmente, el torero “Nacional II” acabó muriendo.
El espectador fue condenado por aquello a seis años de cárcel, pero se le acabó conmutando la pena por un destierro de la ciudad de Soria
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