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jueves, 27 de junio de 2013

"MINUTO" DA VINO A UN TORO


Fué una graciosa ocurrencia de aquel diminuto torero, en uno de tantos momentos de desplantes y alegrías a que era tan dado con los toros. Y sucedió en la Plaza de Alcoy, en una corrida celebrada en 1896. Después de haber matado un toro con buen éxito, recorría Minuto el ruedo recibiendo la ovación, y de un tendido !e arrojaron una bota de vino. Tiró el capote al suelo, recogió la bota y se puso a echar un largo trago. En esto abrieron los toriles y salió el toro siguiente, que, acudiendo a Ío que tenía más cerca, se dirigió, veloz, al sitio en que estaba Minuto.

Este cesó de beber, pero no huyó. Dejó llegar a la fiera, y, con gran valor y arte y valiéndose de la bota como engaño, le dio tres o cuatro recortes hasta que la res paró. En el último quedaron tan cerca toro y torero, que éste, para rematar aquello con algún adorno, no tuvo más que alargar la bota y, como si fuera la montera, pasársela al toro por la cara, notando el torero que el animal había percibido el olor del vino y alargaba el hocico olfateando. Entonces se ie ocurrió a Minuto destapar la bota y verter en el hocico del toro un chorro largo de vino. El animal sacó la lengua y, con avidez, se lamió la parte mojada, dando indicios de querer más. Pero el torero, por si acaso, no esperó y se salió de la suerte. 

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