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jueves, 10 de diciembre de 2015

EUGENIO LARROCA GONZALEZ


Las corridas reales de toros celebradas en Madrid en 26 de Enero de 1878 con ocasión de la boda del rey don  Alfonso XII , dieron a conocer como caballista consumado y entendido rejoneador a D. Eugenio Larroca  González, colocándole en primera la entre los españoles.  Por una coincidencia no tan rara en España como a primera vista parece, el Sr. Larroca unió la maestría en manejar la pluma y la bravura al blandir el hierro. Nacido en 1837 en Puente el Saz de Jarama, provincia de Madrid, bien pronto se vio reducido a sus propias fuerzas y tuvo que abrirse paso entre la multitud gracias a sus dotes y carácter. Huérfano a los quince años, no pudo ingresar en el Colegio de Caballería por su precaria situación. Obtuvo entonces un modesto empleo y pidió a su pluma recursos para atender a sus necesidades y las de una hermana menor. Escribió varias, obras dramáticas, y colaboró en diversos periódicos de Burgos, Ávila y Jaén, ciudades en que residió como empleado. Más tarde siguió sus tareas periodísticas en Barcelona, publicando artículos en El Pájaro Negro y La Tranca bajo el seudónimo de Martín Porra, y en la Habana redactando el Diario de la Marina y El Tiempo, y dirigiendo El Murciélago: en dicha capital desempeñó al mismo tiempo el empleo de cajero de una respetable casa. Vuelto a España, fue en Madrid secretario de la Redacción de La Reforma, y escribió también en El Imparcial, la Gaceta Universal y El Arte con el nombre de Perico y Don Fracaso mientras desempeñaba importantes cargos públicos, como contador de Hacienda y jefe de Negociado de segunda clase de la Administración central, habiendo sido honrado con comisiones distintas, llevadas a cabo siempre con satisfacción de sus superiores. Hoy presta sus servicios en el Tribunal de Cuentas como empleado de Hacienda. Entusiasta desde joven por nuestra fiesta nacional, ha cultivado la amistad de los aficionados más renombrados- y adquirió profundo conocimiento del arte taurino; así que al tratarse de celebrar festejos para el enlace del rey D. Alfonso XII , y habiéndose determinado dar corridas de toros con caballeros en plaza, fue elegido primer caballero del Ayuntamiento, y apadrinado en esas fiestas por el señor marqués de San Miguel Das Penas en representación del Municipio, siendo sus padrinos de campo Ángel Pastor y Cayetano Sanz, y luciendo en dichas corridas los colores de la Villa, morado y oro, vistiendo a la chamberga, época de Felipe IV. 


De su comportamiento admirable en la lidia del 26 de Enero de 1878, nada hemos de decir; las revistas de aquellos festejos tributan unánimes elogios al caballero Larroca, que dejó bien puesto el honor del Ayuntamiento; basta indicar que clavó más rejones que los demás, todos en el morrillo, sin desmontar, la mayor parte a pie quieto o al estribo, que es como deben ponerse, y algunos a caballo levantado, según la usanza portuguesa. Los aplausos y plácemes que su valor y maestría le proporcionaron, fueron unánimes: la Corte y el pueblo le aclamaron y agasajaron a porfía. 

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