Otras Cosas

OSCARS Y TOROS

Cada día que pasa tengo el convencimiento de que nada sé de este mundo taurino, a pesar de que he nacido y crecido en un ambiente propicio para el conocimiento, no en vano mi querido padre fue empresario, ganadero, dueño de varias plazas portátiles, de dos camiones de transporte de ganado y apoderado, fue una figura de peso que contribuyò a escribir la historia moderna de la tauromaquia en la provincia de Cádiz.
El toro es un verdadero desconocido que desde su nacimiento está marcado por una genética propia y un carácter distinto de los demás. Yo no entiendo a aquellos que por distintos medios creen adivinar las características de un ejemplar…siglos de selección solo nos hacen intuir, atisbar, pero nunca saber a ciencia cierta.
Tampoco entiendo a aquellos que saben premonitoriamente cual será la faena del matador y como al final la faena ha sido un compendio de virtudes o un desastre de antología, yo sé lo que veo, si me gusta o no, creo en eso que dicen “transmisión” que es ese conducto o canal por el que fluyen los sentimientos del torero que dice estar en trance, en un viaje astral que le permite ,fuera del cuerpo, entrar en comunión con el toro, en aquello que alguno se ha atrevido a llamar “torear para Dios” y que realmente en ese caso, en la boca de esa persona, no es más que una justificación de su permanente desconexión con el público, por tanto puedo decir que creo en lo que veo.
Por desgracia en estos tiempos que corren veo poco y por tanto mi fe está ya muy mermada no percibo, no encuentro ese deleite visual que todo el mundo espera, todo el toreo que se hace es siempre igual, el mismo, añoro ese toreo que no he vuelto a ver desde que Curro Romero se despidió de los ruedos en mi Jerez natal, aquel día Curro bordó el toreo, Curró cambió mi percepción del toreo y Curro cambió mi opinión sobre sí mismo, un joven Juli , ya consagrado, lo jaleaba desde la barrera, se quitaba la chaqueta y la agitaba en el aire, mi vecino de asiento lloraba como una Magdalena…
Hoy la mayoría de los toreros creen ser catedráticos del toreo, creen saberlo todo, la mayoría de los elegidos por el público van de prepotentes por la vida, la prepotencia que creen que les da el dinero, hasta se atreven a menospreciar a aquellos que los pusieron ahí: a los aficionados, recuerdo la anécdota que me contaba un antiguo y emblemático apoderado de Jerez al referirse a la soberbia que les causa el triunfo a los matadores: “discutía con mi poderdado y este elevaba cada vez el tono, perdiendo las formas ,la compostura y el respeto, en un momento determinado alcé mi mano y poniendo mis dedos pulgar e índice en forma de pinza, le dije: recuerda que de la basura te saqué y solo tengo que hacer un gesto para volverte a dejar caer”
La de ayer en la México fue una tarde tediosa y aburrida donde, como ya viene siendo habitual, el ganado, una vez más, me hizo pensar que la cabaña brava Mexicana está muy deteriorada, la consanguinidad es un mal común que afecta a la práctica totalidad de la misma, que “El saltillo” está agotado, acabado y muerto y que cada vez más, la mayoría del público que asiste es menos sensible a eso que llamaba al principio “transmisión” y más dado a ver un espectáculo al más puro estilo del circo Romano, donde había sangre y tragedia.
La mayoría, no comprendió el tremendo esfuerzo y el gran conocimiento que requiere hacerle una faena a un toro descastado y manso, en este tipo de toros es donde realmente se percibe la maestría, la experiencia y el saber que los años le dan al matador. Por el contrario, jalearon una y otra vez en su segundo toro a ese fenómeno de masas con parche para que realizara su particular concepción del toreo, tremenda, a velocidad supersónica y carente de esa chispa, ese “pellizco” (como lo definió un conocido comentarista) que marca la diferencia entre ese toreo fuera del cuerpo y la vulgaridad.
Definitivamente es algo que está fuera del alcance de esta figura nacida de la tragedia, hay un antes y un después en la trayectoria de Juan José, un antes muy castigado por el sitio al que estaba relegado y un después de aquel fatídico traspiés que casi le costó la vida y donde perdió el ojo, hecho este, que según el mismo definió ayer, al usar el parche se ha convertido en su signo de identidad, un signo propio que listos y avispados comerciantes aprovechan donde quiera que actúa para vender todo el “merchandising” propio de la marca Padilla.
Por todo ello, por su elaborada puesta en escena , por su extraordinaria interpretación,por todos los revolcones pasados,presentes y futuros y por más que callo (el conocimiento del carácter y personalidad del matador desde sus años infantiles, de primerísima mano, me lo otorga) debo decir hoy aquella manida frase de la academia cinematográfica Norteamericana: “And the oscar goes to….Padilla”. (17/02/2014)



De toros, taurinos, antitaurinos, ecologistas y racistas

Cierto es, que la tauromaquia ha sido y sigue siendo una de las grandes marcas de identidad de la cultura de España, cierto es, que últimamente, ciertos grupos sociales están manifestándose en contra de esta antigua tradición, cierto es, que pueden apelar al sufrimiento del toro en la plaza, mas desconocen el sufrimiento de otros animales, cierto es, que no todos los actos de actuación por parte de este sector de la población (denominemosles antitaurinos), atentan contra la libertad de las personas afines o simpatizantes de la tauromaquia, pues atentan contra una actividad totalmente licita, no tipificada como delito, por la cual se pagan impuestos y contribuyen al sustento de no pocas familias y comunidades que de otro modo no podrian subsistir. 

 Aquí es donde cierto sector antitaurino, empezará a echarse las manos al cabeza y a properir toda clase de insultos, cacofonías y peyorativos contra mi persona, pero ante una respuesta violenta por mi parte, educadamente y no con manifestaciones violentas(como otros harian), les sugeriría que reflexionasen sobre lo que a continuación voy a relatar: La tauromaquia, tiene uno de sus fundamentales pilares en los "toros de lidia", esta raza de ganado vacuno, es la menos apropiada para la cría por su diíicil manejo debido a su carácter y creo que de no ser por la tauromaquia seria ya una raza extinguida, debido a que su rendimiento cárnico es el mas bajo entre las razas de ganado vacuno y puestos a criar ganado vacuno, con fines cárnicos, no seria lógico el criar ganado de lidia por lo improductivo de la actividad de cria de ganado vacuno con fines cárnicos. Pueden tomar nota los ecologistas y aprender que la tauromaquia esta impidiendo la desaparición de una especie autóctona ligada a una antiquísima tradición cultural. Por otra parte, respecto a el sufrimiento del toro en la plaza, en el que se apoyan los antitaurinos para manifestarse en contra de los festejos taurinos, este sector antitaurino debería conocer un poco mas de la cría de ganado vacuno en general y debería reflexionar sobre lo siguiente: Un toro de lidia (corríjanme si me equivoco) tiene una edad comprendida entre 5 y 7 años cuando se lidia en una plaza, sobre 3-4 años si es un novillo (creo haber cogido unos rangos lo suficientemente amplios como para no equivocarme). 

Hasta esta edad, estos toros, disfrutan en libertad por los campos y dehesas, disfrutando de la naturaleza, el aire, el sol,... con total libertad y con un extenso terreno por donde moverse, repito que disfrutan de esta vida hasta el momento de la lidia mientras que la mayoría del ganado vacuno de otras razas cárnicas no tienen oportunidad de llegar a la edad a la que son lidiados los toros de lidia, pues por su condición cárnica, su destino es servir de alimento (a las personas principalmente) y para poder disfrutar de una carne de calidad estos animales deben ser sacrificados antes de que la carne se empiece a endurecer, cosa que sucede (aproximadamente) si no me equivoco al pasar el primer año de edad del animal, motivo por el cual la vida de estos animales no llegan ni por asomo a la longevidad de los toros de lidia. Por otra parte, hay que decir (por si alguien se olvida de ello) que en las ganaderías de lidia no solo hay toros, si no vacas, vacas que disfrutan de una longeva vida de cría de terneros que pasaran a ser toros de lidia (o vacas). Así es, que, señores antitaurinos, antes de pensar o manifestarse violentamente en contra de algo totalmente licito como es la tauromaquia, piensen en los 4-5 años que ha pasado en libertad un toro de lidia antes de ser lidiado y la corta y a veces incomoda vida de un ternero o ternera de la cual nos comemos esos sabrosos filetes, solomillos y demás piezas. Piensen en el año escaso de vida de ese animal frente a los 4-5 de un toro de lidia, piensen en los 4-5 años de vida en liberta por extensas campiñas y dehesas del toro de lidia frente al año de vida de un ternero-a cárnica, parte del cual pasara encerrado en un pequeño cebadero con imposibilidad de correr en libertad y ausencia de la naturaleza de dehesas y campiñas. 

 Señores antitaurinos, ecologistas,... piensen un poco antes de actuar y no se manifiesten de modo violento coartando las libertades de gente que simpatiza con una tradicion cultural muy antigua y arraigada en España. Espero que parte de antitaurinos, ecologistas,... tuviesen conocimientos de los razonamientos antes expuestos, para aquellos que los desconozcan, desde aquí les invito a documentarse, razonar y que saquen sus propias conclusiones, pero que sean "sus conclusiones" y no unas ideologias que les hayan inculcado de manera sensacionalista. Espero que esto pueda abrir un debate en el que todos podamos opinar, pero opinar en base a razonamientos, opinar no es insultar ni descalificar, pues eso solo demuestra una falta de respeto por los demás. Hay una diferencia esencial entre la Lidia y la producción ganadera industrial: el propósito. Y es que, si queremos rellenar los supermercados del primer mundo necesitamos una explotación animal a nivel industrial. Y hasta en lo más profundo de mi naturaleza y mi moral quiero alimentarme desde mi posición en la cadena trófica: de todo. Dicho esto y volviendo al tema taurino, para la pregunta expuesta: ” ¿Se les inflige a los toros de lidia un sufrimiento mayor que a la mayoría del ganado industria? ” nos lleva directamente a que el movimiento antitaurino se basa en penalizar la lidia: El espectáculo desde el maltrato animal. El circo de la dominación y el sufrimiento. Por eso, el movimiento sí que puede centrarse en criminalizar (intentar ilegalizar) la lidia sin entrar en conflicto con el maltrato animal a nivel industrial. Y por eso creo que sí que tiene un fundamento ético (en contraposición a una de las conclusiones del artículo). …lo cual complica todavía más el debate, porque es puramente moral. De cómo establecemos las fronteras entre lo humano y animal. En el sentido del espectáculo, en el análisis de las tradiciones, nuestro pasado y nuestro futuro.

EL LLANTO 
En agosto de 1934 García Lorca se encontraba en la Universidad de Verano de Santander con objeto de representar por toda la p rovincia su espectáculo de teatro ambulante conocido como La Barraca. El 13 de agosto, dos días después de la mortal cogida, nada más confirmarse la muerte de Sánchez Mejías, el poeta comienza a perfilar los primeros versos del Llanto, que pronto escucharán algunos afortunados como Jorge Guillén o Pedro Salinas, quienes se encuentran por esas fechas en la capital cántabra. 

Aquel verano, García Lorca continúa con su elegía al amigo muerto (146 ve rsos) y la finaliza en noviembre del mismo año. Después de algunas lecturas en círculos minori tarios, en marzo de 1935 se publica íntegro en Cruz y Raya, revista que en aquellos momentos edita y dirige José Bergamín; el borrador manuscri to, recientem restaurado, se lo regaló y dedicó García Lorca a José María de Cossío con estas palabras: «A mi queridísimo José María: Ésta es la verdadera y única dedicatoria que le hago, en el recuerdo y el amor de nuestro Ignacio. Federico. Santander, Palacio de la Magdalena, 1935, agosto». Desde entonces se conserva en la Casona de Tudanca como una de las joyas más preciadas del p a t rimonio cultural de Cantabria



Así se habla en Cádiz:"más perdido que el barco del arroz" 

En la década de los cincuenta hubo un barco en las costas de Cádiz llamado "Alcatraz" que llevaba un cargamento de arroz. El barco sufrió una vía de agua y se hundió. Como el arroz se esponja con el agua, no se pudo recuperar nada del cargamento. Desde entonces (y hace ya más de cuarenta años) se utiliza habitualmente la expresión "está más perdío que el barco l'arró" cuando algo no puede alcanzarse o recuperarse. Se pronuncia: "más perdío que el barco l'arró"



Torear por Dinero

En una crónica de Luis Ortega en Aplausos leí: "Encabezó el cartel el novillero portuense, Marcos Cruz, un novillero que torea muy poco (porque no tiene dinero para torear) que tuvo una actuación muy digna, de acuerdo a sus posibilidades". El secreto a voces en la llamada fiesta nacional es que aquellos toros que antes decían que traían los cortijos en los lomos, ahora se llevan los ahorros de los padres cuyos hijos quieran ser toreros. No sé si Angel Gómez Escorial ha tenido que empeñar la máquina de escribir artículos para que su niño sea novillero, porque el chaval tuvo que curtirse yendo varias temporadas en la parte seria del espectáculo de Los Enanitos Toreros. Pero esta es la triste realidad de los toros hoy en España para los que empiezan: quien no paga, no torea. Antaño, los noveles iban por los gastos, pero ahora han de ir por las ganancias, por las ganancias de un empresario desaprensivo, claro. Nunca los toros han dado tan poco dinero, y nunca unos pocos se lo han llevado tan calentito a costa de los pobres chavales que empiezan. El "porque no tiene dinero para torear" que decía el revistero acerca del novillero portuense es la lamentable ley de esa ciudad sin ley con tanto reglamento que es la fiesta. 

Una gran parte de los festejos que usted ve cada lunes reseñados en el periódico se han hecho el domingo por el famoso y triste sistema del 33 por ciento. Que consiste en que cada uno de los tres espadas, noveles o no tan noveles, paga el 33 por ciento de los gastos que haya tenido supuestamente el empresario para dar la novillada, incluidos toros, cuadrillas, IVA, propaganda, personal, banda de música y hasta honorarios de los médicos de la enfermería. Estos son los carteles que le gustan a los autotitulados empresarios, esos trincones a los que un ayuntamiento les ha adjudicado una plaza de toros como Alfonso Guerra le dio un despacho a Mienmano, para que puedan hacerse ricos a costa del público y sin arriesgar nada, A estos empresarios chupasangres y chupailusiones, los carteles que les gustan no son los de las figuras, sino los de los ponedores, los que ponen el dinero que haga falta para torear. Y hay tanta ilusión y tantas ganas en estos chavales, que los padres pagan cuanto haga falta. Algunos hasta se arruinan y se entrampan por lograr que sus hijos sean toreros.

El secreto José Tomás

Silencioso dentro y fuera de la plaza. Misterioso en su toreo y en su vida. El torero más mediático del siglo XXI pasa por ser el más desconocido La fama de persona inaccesible conforma la sustancia del perfil de José Tomás. Como si fuera un ser huraño o misántropo. Ni lo uno ni lo otro. Fue y sigue siendo irrenunciable la voluntad de mantener su vida privada al margen de las leyes del mercado mediático. Salvo excepciones muy calculadas. Es manifiesto que no le gustan ni los periódicos ni las cámaras ni los micrófonos. No es de ahora. Pero es ahora cuando elige a capricho y rigurosamente fotógrafos, radios y demás testigos. Los más generosos documentos gráficos sobre su vida y andanzas durante los últimos doce meses se encuentran en una publicación trimestral francesa: 'Terres Taurines'. La edita y dirige André Viard, matador de toros ya retirado, de Vieux-Boucau, en la Francia taurina del Oeste. Viard ha escrito de José Tomás bellísimas palabras. No huecas, no banales, no tópicas. «José Tomás, el mero nombre es sinónimo de autenticidad», ha puntualizado Viard en un editorial de la web de 'Terres Taurines'. A propósito de la corrida de Madrid del 5 de junio. Insólitos, y en España inéditos, documentos sobre las dos últimas etapas mexicanas del torero han aparecido casi en secreto en 'Terres Taurines'. Es fácil suponer que tal tratamiento provoque una inevitable distancia: cuesta ponerse al nivel del refinamiento de Viard, y de su sensibilidad de torero. Con Viard se puede hablar, y dejar hacer y transcribir. Pero no siendo Viard, tal vez no se pueda ni se deba. Todavía en su primera época, José Tomás delegó atenciones y obligaciones en una jefa de prensa, Olga Adeva. Su pantalla de protección: como unas gafas de sol, de aparente transparencia, joven, de su misma edad. Sintonía sencilla entre los dos. Cronista taurina de la agencia France Press en Madrid, colaboradora de publicaciones taurinas varias y del precario equipo de prensa del que dispusieron los hermanos Lozano durante sus trece años de empresarios de Madrid, encargada de la edición de libros y textos taurinos de la editorial Espasa. Olga Adeva cumplió sin protagonismo y con impecable cordialidad su papel de cómplice del torero. A veces parecía su ángel de la guarda. Además de hacer de él un ser casi invisible y mudo, Olga cumplió dos misiones mayores. Una a la contra: filtrar y cribar periodistas taurinos, desanimar y aburrir a los curiosos sin indisponerlos, preservar a José Tomás en una supuesta burbuja inmune a las habladurías; y otra de positivo fondo y mayor alcance: ir abriendo al torero un hueco cada vez mayor en la épica escrita. Sin dejarlo asomar ni ponerlo en la diana. Blindado y, por tanto, invulnerable. No había duda de que José Tomás estaba destinado a ser torero con literatura. Mejor o peor. No fue ni sencillo ni complicado darle carga literaria al mero deseo de José Tomás de vivir al margen del ruido y acoso de radios, televisiones, prensa escrita o información de la red. Allanó el camino la fama gratuita de raro que José Tomás se crió a su debido tiempo. No está, no sabe, no contesta. Permanentemente reunido consigo mismo. Por decirlo de alguna manera. Entre 1999 y 2002 esa política en apariencia inocua trajo consigo el germen del mito. Icono protegido por un cerco de distancia. Intocable, visible sólo en parte. Cuando hubo que mover hilos para categorizar la reaparición de 2007, aquella red protectora resultó buen campo de cultivo. Las dotes persuasoras de Olga Adeva lograron que esa voluntad de evaporarse o desaparecer no fuera tomada por despecho ni desdén. Sino interpretada generosamente como el descanso del guerrero. La línea paralela de su concepto del toreo, o de su manera de sentirlo y hacerlo.

LOS PASOS Y EL SILENCIO 

Dos son las características con que desde un principio vino a dibujarse el estilo de José Tomás: sus silencios y su forma de posarse. Muy pocos habrán toreado con menos ayuda de la voz que él. La voz es un recurso técnico para torear, y hay incluso toros que necesitan la alegría de la llamada como un reclamo. Pero la voz es también el rompedero de la angustia que inevitablemente acompaña al torero durante una faena. Por la voz se va el miedo, se libera o sale. De manera que, cuanto más silencioso es un torero, en más se tiene su valor. La otra dimensión es, en paralelo, la del ruido de los pasos. Los pasos con que se llega a la cara del toro o se sale de ella. Los que ahí se pierden o se ganan, y que definen una de las reglas de pureza del toreo moderno: la ligazón. José Tomás ha sido de siempre torero bien posado. De muy suaves pisadas y, claro, de poco moverse. O de no moverse nada. Por eso se ha hablado más de una vez de su tancredismo. Se puede torear a pies juntos o a compás abierto. Los gustos y las modas han ido por épocas. Y de frente o de perfil o dando el medio pecho y hasta se puede torear al revés. Y lo mismo: para gustos los colores. No hay una tauromaquia única y sola, ni un solo y único patrón. Ni siquiera se puede sostener en rigor que haya un sitio donde embisten todos los toros o donde no hay toro que se resista. La apuesta de José Tomás ha sido fundamentalmente por el toreo de perfil y a pies juntos, modo y variante modal que estaban casi arrumbados cuando apareció su persona en el gran teatro del toreo. Modo arrumbado en España. No en México, cuya tauromaquia de pies juntos resultó decisiva para el ideal técnico y estético de José Tomás en sus años de formación. De perfil y a pies juntos, y la adición de dos notas que encarecen y enriquecen el modelo: la quietud y el ajuste en los embroques. ¿La tauromaquia de Manolete? Muy semejante. Con otro toro, otro público, otra manera de ser el espectáculo, otra época. Y otra figura física. Muy distinto el porte. Relevantes y esdrújulos en el ámbito de una plaza de toros y delante de un toro, el silencio y el reposo fueron de pronto seña de José Tomás. Una cosa y otra se tradujeron con muchas palabras: que el torero parecía aparecerse, o que era como una aparición. Y otras hipérboles algo más pedestres: torero de otra galaxia, o marciano. Si se examina con detalle el repertorio gráfico de Manolete, más rico que variado, se adivina ese toque de silencio. Tan de la época. Hace setenta años Manolete trató de vivir escondido de la curiosidad pública. Era muy sencillo. La biografía que Carmen Esteban publicó hace un año de Lupe Sino, amante de Manolete, desvela bien la estirpe moral del gran torero. La presentación del libro de Carmen Esteban en febrero de 2007 fue la circunstancia elegida por José Tomás para hacerse visible y presente en Madrid. Por un día. Fugazmente. Sin pretensiones aparentes. Se interpretó como una rareza genial lo que fue una gentileza de gran amigo. Detalle revelador. 

SU HOMBRE DE CONFIANZA

Los banderilleros y picadores que han desfilado por su cuadrilla coinciden en que José Tomás es la sencillez misma. Los dos lidiadores de la primera época, Luciano Núñez y Miguel Sánchez Cubero, han sido toreros muy buenos: largos y competentes. Cubero, todavía en activo, se comporta en el ruedo como hombre de confianza. Lo es y se percibe bien si se observa con lupa la lidia de un toro de José Tomás. Ser el decano de la cuadrilla le confiere autoridad con el resto de la tropa. Porque, además de gran profesional, es persona exquisita. Aficionado de tino. Es el hermano menor del difunto Yiyo. Una cuadrilla tan profesional y rigurosa aportó al José Tomás torero gran equilibrio. Mozo de espadas es uno de los tres hermanos varones de José Tomás. Ni una palabra más alta que otra. En los tumultos ha ejercido de guardaespaldas. Ayuda de mozo de espadas, un íntimo de la familia. De Galapagar de toda la vida. Se apoda Kiki. Después de la retirada de 2002 este Kiki anduvo metido en negocios taurinos. Dicen que la presencia más elocuente o de más peso dentro de ese entorno es la del padre de José Tomás, que fue alcalde electo de Galapagar por el Partido Popular no hace tanto. Tiene fama de vigilar estrechamente cuanto concierne a las finanzas. No es portavoz del torero pero como si lo fuera. Se deja encontrar y le gusta salir. En el círculo de José Tomás no está prohibido hablar, pero como si lo estuviera. Con frases del padre se ha tratado de sustentar la insostenible teoría de que José Tomás ha sido víctima de alguna conspiración de taurinos profesionales y adláteres. El torero más generosamente alabado, loado, cantado, respetado y encumbrado por la mediática del toro ha sido, durante la última década, José Tomás. El que más. Con abismal diferencia. A José Tomás se le ha identificado en lenguaje de calle con todas las divinas palabras. La autenticidad, según André Viard. Y la verdad, la pureza, el enigma, la espiritualidad, lo solemne, el hechizo, la rebeldía de conciencia, lo insondable, lo inefable, lo etéreo, lo eterno, la magia, el misterio... La connotación religiosa es fortísima. En la frontera entre lo religioso y lo sectario. Que es la novedad del asunto. El grado de devoción se ha situado en tal nivel que la menor observación crítica sobre José Tomás, en una mera charla de aficionados, ha llegado a considerarse insultante. 

LA ERÓTICA DEL DINERO 

Sacralizada la figura, y erigida a su lado una sombra de inquisición, la mínima disidencia se castiga como contraria a la ortodoxia. Ajena al carácter del torero, ha ido tomando forma la figura de un dogma encarnado en su persona. Una especie de religión única, anatematizadora, excluyente, capaz de crear herejes por la simple necesidad de destruirlos. Uno de los síntomas del credo es la virulencia con que en casi todas las plazas se increpa a los músicos de banda que pretenden acompañar una faena para celebrarla. Se tiene por profanación o irreverencia. Los años de residencia y retiro en Estepona pusieron a José Tomás en contacto con la persona que, según vox populi de las tertulias taurinas de la plaza madrileña de Santa Ana, ideó la estrategia de la reaparición y la tasó en dinero. Luis Chica, un ingeniero industrial ya jubilado, gran aficionado de los de toda la vida. Dobla en edad a José Tomás. Mentor en su momento de un torero paisano, Juan Carlos García, que estuvo a punto de despegar hace una década y no llegó a hacerlo. A la inteligencia de Chica se atribuye el paso a paso de las fechas y el órdago de las cifras que José Tomás cobra. Más dinero que nadie nunca jamás. ¿90 millones por dos tardes en Madrid? En la corte de seguidores de José Tomás hay un factor menor pero nada desdeñable: el de la erótica del dinero que se mueve en torno a él. No será por dinero.



EL AFEITADO 

La manipulación fraudulenta de las asta de los toros es un tema delicado y desagradable, sobre todo para los que se dedican a la cría de ganado bravo, y supone además un fraude para la Fiesta. No se puede negar que se afeiten o no se arreglan los toros y que, lamentablemente, en ocasiones se hace son saña. El público con razón, se siente engañado y suele increpar no con menos entusiasmo el cuerpo del delito al a autoridad competente. Desde esta tribuna no pretendemos negar lo que hoy es notorio, sino aclarar las cosas un poco más, porque no se descubre a todos los que afeitan y porque muchos de los inculpados u sancionados con inocentes. Muchos ganaderos han demostrado, como el propio Victorino Martin, que los diagnósticos veterinarios en muchas ocasiones suelen incidir en el error. 
Toro Manipulado

Han pasado muchos años desde los primeros controles del afeitado y aún existen muchas lagunas que los avances tecnológicos no logran descifrar. Peor como decíamos anteriormente el afeitado o la manipulación de astas existe en nuestros días. Casi nunca se le corta al toro con un semacho un aparte considerable del pitón porque sería el corte muy llamativo. Lo que se hace, una vez inmovilizado el toro en el "mueco" o cajón de curas, es limar un centímetro, como máximo, del extremo del asta. La punta del pitón acaba en una especie de judía o haba aplastada. Esta protuberancia es la que, con la velocidad de una arrancada y con la fuerza del toro, produce los desgarros y, por lo tanto, las heridas. Con una lima más fina se redondean luego los vértices, y a continuación se pasa un papel de lija (en ocasiones un cristal) desde la mazorca. Por último se aplican refrotes de hierba y tierra mojada con saliva. 
Toro integro

El resultado es que el cuerno del animal presenta el aspecto original, pero la punta del pitón aparece redondeada y cornigorda, en vez de aplanada y fina. Ya nunca más el toro bravo tendrá el "veneno" ni la "muerte" en sus pitones. Los más habilidosos y "profesionales" redondean el pitón con una especie de "sacapuntas" de piedra de fregadero. Los más "previsores" arreglan la carnada entera en octubre, deis o siete meses antes de su lidia, para que cuando el veedor o el torero venga a reseñarlos antes de embarcar, todos estén astigordos y no se plantee la posibilidad de tenerlos que "tocar". En el argot de la picaresca, el afeitado también se reconoce como "pasarlos por la ITV" o "fiti fiti". Pero son muchos los que, no habiendo tocado jamás un pitón, cargan con las culpas que no cometieron, por la inoperancia, incompetencia o imposibilidad de realizar veraces informes o dictámenes veterinarios por parte del cuerpo respectivo.







EL TOREO 

El toreo es una forma de vida.Una manera de expresar sentimientos, de sentirse torero... Es desnudar el alma, crear y dar vida, al arte que cada persona lleva dentro.Dejar fluir la imaginación, improvisar, vivir, e incluso a veces morir.Es alegría y dolor, llorar y reír.Es escuchar al corazón, sentir, acariciar con las yemas de los dedos ese capote, mecerlo al viento.Enamorar. El toreo es coger el palillo por el medio, y presentar bien planchada la muleta.El toreo es por supuesto parar.También templar, mandar y como dijo Domingo Ortega ligar. Es ahormar la embestida del bravo, estar asentado al piso, y tener los riñones encajados.El toreo son sensaciones, de miedo y de valor.Angustia.Inquietud.Nervios.Ambición. Es responsabilizarse consigo mismo.Con el público.Con la afición.Con el toro.Es respeto, dinero, grandeza.También ruina y dureza.Romanticismo.Sobriedad.Quietud y ritmo.Es cargar la suerte, profundidad, pureza.El toreo es intensidad y sutileza.Es infinidad, solera y sabor.Soledad.



CAMARÁ,MANOLETE Y JOSELITO

Camará era muy de José (Joselito el gallo) y se llevaba todo el día hablando de él. Y un día le dice Manolete, vistiéndose de torero: “Don José, ¿tan bueno era Joselito que todo el día se lleva hablando de él?” Y le responde Camará: “Cómo sería, que si viviera, tú no te vestirías de torero. ¡Y se lo estaba diciendo nada menos que a Manolete!.
En la foto,el apoderado José Flores Camará ata los machos de su torero Manolete,

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