El primer toro de lidia transportado en un cajón fue uno de Doña Gala Ortiz de San Agustín, enjaulado en Madrid para trasladarlo a Barcelona, ciudad en donde se lidió el 26 de junio de 1863. Este procedimiento se impuso cuando se generalizó el ferrocarril, pero la innovación como casi todas las novedades dio pie a muchas polémicas. Los primitivos cajones eran mayores que los actuales, y tenían puertas de bisagras en vez de correderas. La práctica aconsejó estrechar el tamaño de dichas jaulas para impedir que el toro pudiera revolverse dentro de ellas, evitando así golpes, rozaduras y otros posibles accidentes graves.
sábado, 9 de febrero de 2013
El Primer Cajón.
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