Durante su vida de torero tomó parte en más de 1700 corridas, estoqueó más de 5.000 reses y de su cuadrilla formaron parte, en distintas ocasiones, 19 banderilleros, 11 picadores y 3 puntilleros.
• • • De sus manos tomaron la alternativa: el año 60, Jaqueta; el 71, Hermosilla; el 78, Cara-Ancha; el 76, Ángel Pastor; el 80, Manuel Molina; el 84, Mazzantini; el 85, Paco Frascuelo; el 87, el Guerra, y el 89, el Torerito.
• • • Estrenó Lagartijo, 11 plazas, entre otras las de Alicante, Almería, Granada, Madrid, Málaga, Murcia y Puerto de Santa María.
• • • Sufrió siete cogidas graves, en las fechas y plazas siguientes: 18 de agosto de 18S2, plaza de Cáceres, un toro de Benjumea, 3 de julio do 1864, plaza de Madrid, un toro de Pérez de la Concha. 20 de jumo de 18S7, plaza de Sevilla, un toro de D. Anastasio Martin. 20 de octubre de 1867, en Madrid de Andrade. 11 de mayo de 1870, en Cádiz, da Siguri. 14 de octubre de 187-2, en Zaragoza. 2-2 de junio de 1873, en Madrid, de Bermúdez Reina.
• • • La última vez que Lagartijo bajó a la plaza fue en 1898, en la corrida de Funcionarios públicos, a poner un par de banderillas. Llevaba traje corto de calle.
• • • Entre los mayores amigos da Lagartijo se contaba D Francisco Romero Robledo, al cual profesaba el torero su afecto tan grande, que después de cortarse la coleta, llego a decir que solo volvería a torear si D Francisco Romero Robledo se lo mandaba.
• • •Decía Lagartijo que los toros no cogían a los toreros viejos, sino que los toreros cogían los toros por no retirarse a tiempo.
• • • En cierta ocasión le preguntaba una señora a Lagartijo qué decían los toros cuando escarbaban la arena, y le contestó Lagartijo; Señora, entonsé es que se están jechando sus cuentas.
• • • El picador Manuel Calderón decía que cuando Rafael dejaba la montera en el suelo paesía un estudiante cuando lee; pero cuando la tiraba atrás con la cabeza, era entonces el filósofo más entendió de la historia.
• • • Lagartijo se lo pusieron por que era muy bajito y muy vivaz.
• • • Cenando una noche en el comedor de una fonda de Sevilla, dirigía frecuentes miradas a una buena moza. En aquel instante entró un camarero y le dijo a Rafael que unos amigos le esperaban. Rafael contestó:
—Diga usted a esos señores que cuando uno cumple con su obligación, no se puede mover de su sitio.
—;,Pues qué hace usted?
—
le volvió a preguntar el camarero.
Y dirigiendo entonces una mirada a la buena moza, le contestó Rafael:
—Estoy toreando.
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