Amador Ruiz Toledo uno de los matadores de toros conquense de los que se tienen menos noticias por el paso del tiempo y porque en realidad fueron pocas sus actuaciones, es Amador Ruiz Toledo, aunque su corta biografía es harto interesante, pues tomó dos alternativas como matador de toros, en el lapsus de diez años, entre la República y el franquismo, y además alternó con lo mejor de la torería de la época, pues nada menos que Rafael “El Gallo” le apadrinó en Valencia, en plena feria de julio, pues Amador tenía mucho predicamento entre la afición valenciana.
Amador Ruiz Toledo nació hacia 1910 en Motilla del Palancar, y aunque de chiquillo y mocete alternó sus pocos estudios con la barbería, le gustaba más se torero que barbero y por los predios motillanos en los que pastaban los toros de Melgarejo se iba en noches de luna a tentar la suerte.
Era valiente y tremendista según cuentan. Por aquellos años 30, otros novilleros que destacaban en la provincia eran Julio Luján y Félix Martínez “Palacios”, de Mota del Cuervo.
En Cuenca y en las Ventas
Tras torear por los pueblos algunas becerradas y sin caballos, se presentó en la plaza de toros de Cuenca el 15 de agosto de 1930, en una novillada sin caballos en la que alternó con Paco Cester y el almeriense Oller, con novillos de José María López Cobo, cortando una oreja y siendo ovacionado. Su primer toro lo brindó al crítico “Revolera” y al matar se pinchó en la pantorrilla. Tanto con el capote como con la muleta hizo ponerse al público en pie por su arrojo y valentía, sobre todo en “estatuarios de su marca”.
Como nota curiosa merece resaltarse lo que escribe el cronista del despejo de plaza, de hace 80 años: “Pide la llave montado en briosa jaca el conocido mecánico y experto conductor de automóviles Germán Rubio, el que nos demostró que lo mismo maneja un 40 HP que un pura sangre andaluz”.
La primera salida en serio del motillano, tras debutar en su pueblo, fue nada menos que a Sevilla, para torear en la antigua plaza de “La Pañoleta”, y más tarde, recomendado por la ganadera Concha y Sierra se presentó en Valencia, donde alcanzaría gran popularidad. El 13 de septiembre de 1931 se presentó en Madrid, en Las Ventas, plaza que llevaba inaugurada poco más de tres meses. Se lidiaron novillos de Bernaldo de Quirós que dieron un pésimo juego y Amador Ruiz no pudo lucirse, terminando en la enfermería con una cornada de 15 centímetros en la cara anterior del muslo izquierdo.
Sus compañeros fueron Pepe-Hillo y Chavito.
1934: doctorado en Valencia
Con algunos altibajos en su carrera novilleril, pero con éxitos en Valencia, decidió tomar la alternativa en la ciudad del Turia en la feria de julio, y así el día 30 recibía el doctorado nada menos que de manos de Rafael “El Gallo”, mandón en la fiesta, que brindó un toro al escultor Mariano Benlliure, y el valenciano Vicente Barrera de reputado cartel.
La prensa conquense se hizo eco de la noticia y en el diario “ABC” la crónica era nada menos que del maestro Gregorio Corrochano, que hizo este pequeño juicio, tras dedicar casi toda la crónica a “El Gallo” a través de su toreo: “ Tomó la alternativa Ruiz Toledo. Cuando veo una alternativa, más que en el acierto o desacierto de la actuación me fijo en los detalles de torero que puedan dar en la justificación de la alternativa, en que se le pueda haber visto para llegar a este momento. Si me preguntaran qué detalles he visto en esa alternativa, me darían un disgusto, porque no me gusta quitar ilusiones. De todos modos, yo creo que ha sido una alternativa precipitada”.
8 de octubre de 1944 en Cuenca
No iba desencaminado Corrochano, porque pocos fueron los festejos en los que toreó tras el doctorado. La guerra civil frenó sus ilusiones, y tras el fin de la contienda renunció a la categoría de matador y volvió a torear de novillero en contados festejos con picadores y festivales.
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Alternativa en Valencia |
Eran los años del hambre, pero como como las cornadas las da el hambre, Amador Ruiz Toledo volvió con renovadas ilusiones, y tras varios festejos en la zona de Valencia y Cuenca, decidió tomar una segunda alternativa, en este caso en la plaza de la capital de su provincia.
Así, el 8 de octubre de 1944, una fecha fuera de feria, Amador Ruiz Toledo tomó esa segunda alternativa de manos de Pepe Bienvenida, en un mano a mano en el que abrió plaza el rejoneador Álvaro Domecq. Otros dos nombres con solera. Cortó una oreja y diríamos que se cortó la coleta. Falleció en un viaje de Sevilla a Madrid el 23 de agosto de 1955. Su hijo Amador probó suerte como novillero con algunas actuaciones hasta su retirada definitiva.
“La dedicatoria del crítico Revolera”
Al crítico de “La Voz” de Cuenca, “Revolera”, le brindó Amador Ruiz Toledo su primer novillo en la plaza de Cuenca, el 15 de agosto de 1930. El escritor le correspondió con esta dedicatoria que le escribió en una novela que le regaló, y que dio a conocer tras la presentación dell torero motillano en la plaza de Las Ventas en 1931.
En la fiesta viril, de España orgullo,
Destacó tu majeza castellana
Y los limpios clarines de la fama
Llevaron hasta mí aquel triunfo tuyo.
Tu toreo verdad, viril, sereno,
Recuerdo de otros tiempos que añoramos
Y que con gran tristeza recordamos
Viejos aficionados de los buenos
Forjó en mi fantasía una novela
Que es mezcla de tu vida y mi deseo
De que subas muy alto, cual yo veo,
Y el Destino hasta ahora lo revela.
Que has de llegar es lo que de ti espera
Para bien de este hoy decaído,
El viejo revistero.