El año 1832, el 15 de Agosto, nació en Córdoba Francisco Rodríguez, de un picador apodado el Tato, que figuró en las cuadrillas de Cúchares, Juan Yust, Guillará y Panchón. Aquel muchacho fue también torero y le apodaron Caniqui. Sólo tenía catorce años cuando empezó a torear al lado de su primo José Rodríguez (Pepete), y a los diecinueve ingresó como banderillero en la cuadrilla del Calmará, su paisano. Los años 55 y 56 perteneció a la cuadrilla de Julián Casas (el Salamanquino), y en 1857 volvió otra vez con Pepete y con él estuvo hasta que el toro Tocinero acabó con la vida del valiente cordobés, pasando entonces al lado de Antonio Carmona (el Gordito), con el que toreó seis años, y a causa de una afección a la vista tuvo que retirarse cuando, por su edad, aún podía haber trabajado algunos años. Fue un banderillero excelente, cuya suerte favorita eran los pares de banderillas a topa carnero, y además era un inteligentísimo y eficaz peón de brega. A Caniqui le cupo la honra de formar el plantel de toreros de que salieron Guerrita, Manene, Torerito y el Mojino, que figuraron en la cuadrilla de niños de Córdoba, organizada en 1875 y dirigida por el antiguo diestro. Este, que falleció en Córdoba hace dos años, a, los setenta y cinco de edad, fue el padre de los Mojinos.
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