MANUEL PIO NIETO VAZQUEZ (GORETE)

Un torero de los que pudieron llegar muy alto y se quedó estancado, sin más motivo que lo justificara que su indolencia y apatía, pues a poco, que hubiera querido pudo ganar un puesto, entre los buenos. No sé qué cantidad de entusiasmos tendría por la profesión; pero no serían muchos cuando no aprovechó los chispazos de popularidad para subir y ganar dinero. Su carácter era frío, y así se mostraba en la plaza, dentro de la cual parecía que trabajaba por compromiso y sin entusiasmo alguno. Pero es el .caso que, a pesar de tal frialdad y falta aparente de afición, hacía las cosas muy bien y se mostraba con tanta valentía como los que con más valor mataban toros. Con la muleta toreaba muy reposado y con serenidad grande, y al estoquear supo ganar palmas casi siempre, y ovaciones grandes en la suerte de recibir, la que ejecutó a la perfección en más de una ocasión en as plazas de Madrid y Barcelona. Por lo que se le vio mientras anduvo por las plazas resultó un buen torero, que no lo parecía exteriormente, pues, aunque era hombre de buen tipo, procuraba parecer aún más tosco que lo que realmente era, y parecía: que tema interés en conservar su carácter de hombre del campo. En sus conversaciones se mostra ba siempre reservadísimo y muy prudente; pero tenía gran ingenio, que lo puso de relieve en mil ocasiones, y de él se cuentan numerosas anécdotas, de las que sólo referiré una, en la que se ve el hombre de mundo con buen golpe de vista, que resuelve momentáneamente -lo que otro no acierta á resolver en más tiempo. Al regresar de una de sus excursiones a América encontró en una calle de Sevilla a un caballero, hombre de negocios bancarios a quien se tenía por rico, pero al que una reciente quiebra había dejado en lastimosa situación. No había que ver otra cosa que su indumentaria para hacerse cargo de su desastre. Vió nuestro hombre a Gorete y se apresuró á saludarle, poniendo en sus frases toda la amabilidad que pudo. Manuel contestó al saludo cortesmente, y le preguntó, mirándole de alto á bajo. —Pero, don Fulano, ¿ qué ha hecho usted ? El interpelado contestó tristemente y como dispuesto a referir una larga historia: — Una desgracia, Manuel: que quebré. Gorete, sin dejar que el otro prosiguiera, dijo secamente: —¡ Vaya, hombre, vaya ! ¿ Conque quebró usted? ¡Le tocarían á usted las palmas! Y alargó su mano despidiéndose, por si al relato de desventuras seguía alguna petición. De golpes de éstos y ocurrencias ingeniosas se cuentan por centenares y habría para una buena parte de un libro de chascarrillos taurinos. Y esto que pasaba con el hombre ocurría con el torero, que .era de más importancia de lo que siempre representó. 

Nació en Guillena (Sevilla) el día 5 de Mayo de 1869, y en los primeros años estuvo dedicado alas faenas del campo;Su padre Gregorio Nieto,contrajo matrimonio con Lugarda Vázquez de cuyo matrimonio vino al mundo; Manuel Pío. su padre era más conocido como "Goro" que por Gregorio y desde muy pequeño a Manuel se le llamaba "Gorete".la Guillena de la época de Gorete persistía a expensa del campo. No había otra riqueza. No existían industrias, en tierra de labor era bastante rica y de mucha extensión, pero se encontraba repartida entre muy pocos. el trabajo es muy duro. Se desconoce el tractor y las cosechadoras. El que de muy joven buscaba el ser torero por afición al tener uso de razón ya buscaba la forma de ser torero para situarse y poder tener propiedad algún trozo de esa tierra que estaba tan mal repartida. Así que un día, estando segando paró el trabajo, se secó el sudor, tiró la Hoz y dijo: "o soy torero o me mata un toro, pero la hoz no la cojo más". Y se cumplió su deseo siendo un gran matador de toros que debido a la sobriedad en que se desenvolvió no le ocurrió lo que a otros toreros que caen estrepitosamente de la opulencia a la miseria...  después de las correrías propias de todo principiante, se hizo matador de novillos cuando aún era muy joven, y se dio a conocer en varias plazas de Andalucía con muy favorables resultados. En la plaza de Madrid debutó el día 1 de Septiembre de 1889, acompañado de Gasto Díaz, debutante también. Quedó bien pero no tanto que despertara gran entusiasmo.

Continuó toreando, más en provincias que en Madrid, y el 22 de Agosto de 1893 le dio Mazzantini una alternativa por pasar el rato en la plaza de Antequera. Volvió después a matar novillos, y sus éxitos mayores en Madrid fueron en el verano de 1894, pues en algunas corridas toreó muy bien de capa y muleta, y, como ya se ha dicho, ejecutó la suerte de recibir. Vinieron después Algabeño, Villita, Conejito y otros, y volvió a sumergirse Gorete, del que en verano se hablaba poco y en invierno se marchaba a América. El 16 de Agosto de 1897 tomó definitivamente la alternativa en Badajoz, de manos de Reverte, y la confirmó en Madrid él 11 de Septiembre de 1898, en una corrida mixta, en la que Antonio Escobar (el Boto) y él estoquearon los cuatro primeros toros, y Machaquito y Lagartijo los cuatro últimos. El primer toro que mató en Madrid se llamó Guantero y era de Veragua. Después de esto, cada vez fue. a menos su nombre y, en cambio, iba a más su obesidad, que le hacía estar más pesado ante los toros.Sus aspiraciones eran retirarse a Guillena, donde ya tenía algunas fincas, y vivir modestamente.Con sus primeros ahorros en 1901 se hizo propietario de unas huertas que aún conservan sus nietos y después de retirarse tuvo durante varios años ganado vacuno y lanar que pastaban en la conocida finca de Borbollón de los señores Duques, vecinos de la villa de Zufre. Gorete ha sido el más famoso guillenero por haber paseado el nombre de Guillena por todos los ruedos de España, Francia, Portugal y el continente americano durante varios años. Tuvo una vejez fabulosa, falleciendo en Guillena el 29 de septiembre de 1942.