Una tarde, se acercó Vicente Ferrer
"Pollito" a la mesa en que se encontraba
Fernando Gómez "Gallo" tomando café
en compañía de un buen amigo. Vicente
Ferrer era un torero, de los llamados
modestos y acababa de salir de una larga
convalecencia tras sufrir una grave cogida
en la plaza de Valladolid. En "El Arte de
los Toros" se decía de él, refiriéndose a
su conocida temeridad y valentía: es el
torero más castigado de los toros que se
ha conocido, que se conoce y se
conocerá. Entre los contertulios se
estableció esta conversación:
-Fernando, ¿conoce usted a ese muchacho?
-¿Quién es?
-Vicente Ferrer
-Ah, si…le he oído nombrar y m´an dicho qu´es mu valiente
A lo que Ferrer contestó:
-Maestro, si yo supiera lo que usté sabe…
-Ay, hijo…CON TU VALÓ Y MI SABÉ se
haría un torero completo…pero nada hay
perfecto en lo humano...
Foto: Vicente Ferrer "Pollito"
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