lunes, 6 de mayo de 2019

GREGORIO LOPEZ CALDERON


Fue sobrino del celebre Capita, pero su nombre no pasó, como el de su tío, a la posteridad. Banderillero, después novillero, sin dejar por esto de coger los rehiletes cuando se terciaba, lo hacía todo y se aplicaba a cuanto podía reportarle alguna utilidad, como tantos otros toreros oscuros del pasado siglo. Se le pudo conceptuar también como matador de toros, pues en muchas ocasiones y en diversas plazas alternó con espadas que tenían el doctorado. Su citado tío Capita, le inició en los secretos de la profesión y le recomendó a algunos lidiadores para que le llevasen de banderillero. Mostrando inclinaciones y aptitudes para ser matador, fue punto fuerte en las novilladas que se efectuaron en Madrid en la década de 1860 a 1870, pues durante estos diez años actuó con asiduidad como estoqueador en la mencionada plaza y frecuentemente en provincias con algunos espadas de alternativa, según hemos dicho. 



En la corrida que en Palencia se celebró el 5 de junio de 1870, en la que el espada Agustín Perera sufrió del toro Girón, de Fernando Gutiérrez de Benavente, la contada que le ocasionó la muerte, alternaba Gregorio López con el infortunado espada sevillano, Gregorio se negó a estoquear dicha res, y amedrantada toda la cuadrilla por la desgracia y porque las reses de la mencionada ganadería no ofrecían buenas condiciones de lidia, fue conducido a la cárcel. No constituye este suceso una ejecutoria muy brillante, que digamos, en la historia taurina del sobrino de Capita. pero es un hecho rigurosamente histórico, y lo que es verdad, debe decirse. En noviembre de 1867 se presentó en Barcelona para estoquear los toros en puntas en una novillada en la que también se ofreció al público la lucha del elefante Pizarra con un toro de la ganadería de Juan Fernández Pozo, de Colmenar. La anunciada lucha no existió porque el paquidermo no permitió que se le acercara el estado, y el Gobernador no autorizó la celebración de otro espectáculo análogo que se anunció para el domingo siguiente. Gregorio López Calderón desapareció de la esfera taurina inadvertidamente.En los carteles se anunciaba como Gregorio López Calderón Gregorio L.Calderon y Gregorio Calderón.