jueves, 28 de febrero de 2013

NO AL AFEITADO
En 1952, cuando el afeitado estaba en su apogeo, Antonio Bienvenida alzó voz y muleta contra el fraude. Y se quedó más solo que la una. Al denunciar el afeitado y negarse a torear reses manipuladas, dejó al descubierto los fundamentos, circunstanciales por supuesto, de la tauromaquia de unos cuantos fenómenos: el utrero abecerrado y, además, afeitado. Antonio Ordóñez fue el adalid de la conjuración. Pero no estuvo solo. Al veto del torero de Ronda, indiscutible mandamás del momento, se unieron Antoñete, Jumillano, Pedrés y Rafael Ortega, quizás el más grande y puro del último medio siglo, aunque siempre sin mando. Fueron los más significativos. Julio Aparicio, beligerante al principio contra Bienvenida, rompió el veto apuntándose a un ruidoso mano a mano con el vetado. Sólo la ayuda de Pérez Tabernero, que había aportado seis toros una semana antes para una corrida en solitario de Antonio en Las Ventas, ayudó a Bienvenida en esos difíciles momentos.
Los recelos contra Bienvenida nunca se disiparon. Y fue acusado de «enemigo de la Fiesta». El afeitado no desapareció entonces, aunque alguna disposición se reflejó en el Reglamento. Y ahí sigue. ¿Quién podría hoy emular el gesto de Antonio Bienvenida? Los aficionados esperan y la gloria está al alcance de la mano. ¡De frente, ar! A ver si surge otro «enemigo de la Fiesta».
COMODO ES UN SOFA
Una vez fué invitado el maestro "Galloso" a participar en un charla coloquio como conferenciante,era un dia desabrido de un invierno en Chipiona y el lugar el recogido "rincón del palomar" santuario que mi amigo Juan Marín habia creado para el maestro Palomo Linares. El maestro "galloso· de naturaleza timida es poco amigo de este tipo de eventos en los que a de disertar,estaba un poco tenso mientrás hablaba de la suerte suprema, en un momento determinado de aquella charla alguien preguntó:
--maestro: ¿ no es verdad que matar al volapié es más cómodo que de otra forma ?
El maestro,visiblemente molesto le contestó:
¿ Cómodo ? no mire usted Nó conozco ningún toro cómodo
Cómodo es un sofá....

miércoles, 27 de febrero de 2013

ALBERTO BALDERAS Y EL COLOR AMARILLO
El domingo 29 de diciembre de 1940, el diestro mexicano ALBERTO BALDERAS, llegó a la puerta de cuadrillas de la Plaza “El Toreo”, vestido elegantemente con un terno AMARILLO Y PLATA. Iba a hacer el paseo de cuadrillas para un festejo en el que daría la alternativa de matador de toros a Andrés Blando, siendo testigo José González “Carnicerito” lidiando un encierro de la ganadería tlaxcaltecana de “Piedras Negras”. El torero hizo el “paseíllo”, muy serio y había estado en el patio, muy callado, lo que no era su costumbre. Al terminar el paseo, declaró al narrador radiofónico Paco Malgesto: -Esta tarde tengo mucho miedo… Balderas cortó una oreja al segundo toro de la tarde, y salió el tercero, que correspondía a “Carnicerito”…se llamaba “COBIJERO”, y estando en la brega de un toro que no le correspondía torear, el astado le metió el pitón asesino en las carnes, y mató al llorado “Torero de México”.
LA DOBLE VISION DE SILVERIO PEREZ
Silverio Perez pasaba mucho miedo antes de torear, y después de haber recibido una gravísima cornada por un toro de La Punta llamado “Zapatero”, el miedo se le acrecentó un poco más, y aún así marcho a España a intentar hacer temporada, por la inseguridad e incertidumbre que demuestra, únicamente torea trece corridas y regresa a México, argumentando que padecía una extraña enfermedad, que le hacía ver doble, cosa que nadie creyó por supuesto. Estando en una sobremesa, charlando con varios amigos al centro, de pronto quedó un solo bocadillo, entonces al mismo tiempo estiran la mano para tomarlo, Silverio y Mario Moreno “Cantinflas”, a lo que el ingenioso mimo, quedándose con la única pieza que había en la mesa, le dice al torero “maestro este bocadillo me lo como yo, y usted como ve doble, pues cómase el otro”.
LA GOYESCA DE EL CORDOBES
Una goyesca que Ordoñez no la quiso torear disgustado con su primo Juan Arillo, entonces alcalde, por haber cambiado la fecha en que solía celebrarse coincidiendo con el aniversario de la toma de la ciudad por las tropas nacionales en la Guerra Civil,se hizo sustituir por “El Cordobés” algunos amigos comprendian las decision pero insistian en que eso iba a suponer la profanación del templo.A Ordoñez lo único que le preocupaba era que Benítez saliera con un vestido goyesco bordado en oro que él siempre quiso hacerse y nunca logró. Terminada la corrida un fiasco casi total ni se llenó la plaza ni se profanó el templo. El Cordobés ni habia podido dar el salto de la rana”. Al poco rato llegaron a la finca el propio Benítez, Manolo Vázquez y Manzanares para cenar junto a Ordóñez con otros invitados y enseguida se armó la juerga con El Cordobés” a la cabeza de la manifestación. Ordoñez contemplaba distante la jarana hasta que, harto, echó a todos no sin antes de que Benítez se arrojara a los pies de quien nunca toreó con él de luces para decirle a gritos que le adoraba. “! Fuera, fuera ¡”, insistió el maestro y todos salieron disparados de la finca. Luego se supo Ordóñez había escondido 400 entradas altas de sombra para que “El Cordobés” no pudiera presumir de que se habían agotado los billetes en su debut en Ronda…
UN LLENO HASTA LA BANDERA
Se celebraba en San Sebastián una becerrada benéfica en la que tomaban parte varios distinguidos aficionados. Uno de éstos era el crítico don Joaquín Bellsolá apodado "Relance". Don Joaquín no tenía que hacer otra cosa que poner un par de banderillas a un becerro ; pero tuvo tan mala suerte que el becerrete le atropellase, le derribara y le diera un revolcón. Conducido a la enfermería, pronto se comprobó que el renombrado crítico solamente había sufrido un susto mayúsculo, y ya repuesto de él, al preguntarle los amigos si se encontraba bien, respondió tan ingenua como cándidamente: — Sí, sí; me encuentro bien. Lo único que siento es que me haya visto alguien rodar por el suelo... ¡Y la plaza estaba llena hasta la bandera!
EL SOMBRERO DEL PICADOR
Pablo Ruiz Picasso (Málaga, España, 1881, - Notré-Dame-de-Vie, Francia, 1973) nunca dejó de asistir a las corridas, desde su ciudad natal, hasta a las últimas que acudió, ya en el exilio, en las francesas plazas de Nîmes o Arlès. Este célebre pintor también se ha vestido de torero, como Goya, ha tenido amigos toreros, como Luis Miguel Dominguín y por los toros, nació su amistad con Eugenio Arias, un español que llegó ser su barbero predilecto durante la residencia de Picasso en Vallauris, Francia. Fue una amistad que se mantendría hasta la muerte del artista. Asistieron juntos a muchas corridas de toros y muchas también fueron las vivencias y anécdotas que protagonizaron. Una tarde, en el transcurso de una corrida que presenciaban Picasso y Arias, un picador le brindó la faena a don Pablo, lanzándole su sombrero. Picasso se lo devolvió con un dibujo que había improvisado durante el transcurso de la misma. Más tarde, al finalizar el espectáculo, el picador le comentó a Eugenio Arias que uno de los toreros que intervenían en la fiesta le había ofrecido, nada más y nada menos, que cincuenta duros por su sombrero. Arias le aconsejó que lo recuperara porque había hecho un muy mal negocio. Años más tarde, se volvieron a encontrar el barbero y el picador y éste le agradeció efusivamente el consejo que Arias le había dado en aquella ya lejana oportunidad, ya que gracias a la venta del "famoso" sombrero había podido comprarse una casa.

martes, 26 de febrero de 2013

SOLO SE VEN HIJOS DE PUTA...
Pasó que en una feria de una ciudad española del norte se contrataron Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez cuando la rivalidad entre los dos cuñados puso el toreo al rojo vivo -verano sangriento- aguantando cada uno el tirón del otro como si se tratara de dos tigres. No lo puedo asegurar, pero creo que a dos corridas por barba se contrataron, en la que en una de ellas coincidirían.
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Quizás fuera por los acoples de fecha, o por causa de una sustitución que cogió, el caso es que Luis Miguel se vio obligado a permanecer casi toda la semana de feria en la ciudad y, en tardes de asueto, se acercaba por la plaza para presenciar la corrida del día, seguramente, acompañado por un amigo.
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Y observó cómo un espectador mientras veía torear a Ordóñez bramaba como un poseso, ido, y se echaba la manos a la cabeza en señal de que no se podía torear mejor. Recordó que el mismo aficionado le había chillado a él sin compasión, dándole la paliza en su primera comparecencia, y decidió esperarle para ver su reacción en el festejo en el que alternaría con el marido de su hermana Carmen.
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Cómo se podrían de revolucionado aquel hombre en el tendido, tanto a favor de uno como en contra del otro, que hasta llegó a contagiar al público, pero Luis Miguel no se arrugó y logró dar una vuelta al ruedo con las dos orejas de un toro en la mano. Y al pasar por debajo de la localidad de semejante energúmeno comprobó como el aficionado se levantaba de su asiento y moviendo el dedo índice de su mano derecha para un lado y para otro como si fuera la aguja de una balanza, le negaba cualquier clase de mérito a su labor.
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Total, que llega Luis Miguel a territorio de capotes y le ordena a Chavola que investigue acerca de quién es tan molesto aficionado. Regresa poco después Chavola con la noticia, y le dice al matador: "Maestro, se trata de un óptico que tiene puesta una óptica aquí de nombre Perenganito. Es un partidario furibundo de Antonio y un detractor suyo tremendo".
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Pero a la mañana siguiente saliendo del hotel camino de una comida que tenía concertada con su gente, vio Luis Miguel un enorme letrero en la fachada de un local en el que ponía "Óptica Perenganito". Rápido, no había alcanzado la puerta del establecimiento cuando, zas, ve que sale un empleado a subir el toldo ya que iban a cerrar, y que no era otro que el óptico ordoñista. También el óptico se percató de la aparición de su inesperado cliente, que antes de que saliera de su asombro, se dirigió a él con estas palabras:
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- Buenas tardes, ¿puedo comprar unas gafas de sol? - Desde luego, señor, pase.
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Solo los dos con el mostrador por medio, el óptico Perenganito sacó un par de muestrarios y le fue ofreciendo modelos al torero. En un momento dado Luis Miguel se encajó una de las gafas y le comentó con toda naturalidad al volado Perenganito:
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-Qué gafas más raras, no se ven nada más que hijos de puta. -Extraño, pues concretamente las gafas que tiene puesta son de una firma americana que viene sirviendo un género de una calidad excepcional. No obstante, ¿me permite?
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Se cala el tío la gafas, mira fijamente a Luis Miguel a través de los los cristales ahumados a medio metro de su nariz, y salta:
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- Pues tiene usted razón, sólo se ven hijos de puta.

lunes, 25 de febrero de 2013

"El Gallo"
¡Enviadlo a la cárcel!
Las reacciones de los públicos presentes en una plaza de toros son muy dispares y en ellas influyen una gran cantidad de factores: las faenas, el tiempo, el ganado...Por ello, a menudo se producen grandes manifestaciones de fervor popular en una plaza, tanto a favor como en contra. En esta ocasión, pasamos a relatar una anécdota sucedida a Rafael Gómez El Gallo en Valladolid. Antiguamente, se tenía por práctica habitual anunciar seis toros para dos toreros. Habiendo matado El Gallo el primero de su lote, no había tenido el ilustre torero mucha suerte y su actuación había sido más bien gris. En esto que un espectador comenzó a increparle duramente a la muerte del toro y gritaba: - A la cárcel, a la cárcel con El Gallo... A lo que Rafael, consciente de que aún le quedaban dos toros encerrados, respondió: - A la cárcel... ¡qué más quisiese yo con lo que me queda ahí dentro!
Fernando "El Gallo"
Unos zapatos con huecos
Fernando "El Gallo", gran torero, pero muy deficiente estoqueador, fue a matar cuatro toros a la Isla de San Fernando, complaciendo así a un compadre suyo que se hizo empresario de la corrida. Era el tal compadre, zapatero de profesión y pensaba utilizar en su industria del calzado, las pieles de los cuatro toros. El maestro Fernando no estuvo muy acertado con la espada y pinchó más de la cuenta, sobre todo estoqueando al cuarto toro que lo volvió loco. Cómo sería la cosa, que el empresario-zapatero poniéndose de pie, le gritó: — ¡"Compare" de mi "arma"!... Pare "usté" la "ametrallaora" que no me va a "queá" libre un 'peaso de piel pá jaserle" unos zapatos a los chiquillos, Fernando Gómez "El Gallo" fué padre de Rafael "El Gallo" Y José Gómez Ortega "Joselito"
FERNANDO VII GANADERO
La moda del lightismo hace tiempo que llegó al mundo de los toros. El torero sólo aspira a ser figura para ir cómodo en los carteles, en segundo lugar y con ganaderías de prestigio, que son las que fabrican, bajo demanda pertinaz y chantajista de los taurinos, un toro suave y blandón. Al gran público, el que llena las plazas y los bolsillos de los empresarios más poderosos, le han convencido de que el toreo no es riesgo y emoción y que a las plazas se va a divertirse y no, como decía García Lorca, a gozar sufriendo. Por ello, de vez en cuando es bueno pararse y echar la vista atrás para saborear gestas y gestos pasados, como los de algunos ganaderos románticos. Es conocida la afición que el rey Fernando VII tenía por los toros, que le hizo incluso convertirse en ganadero de reses bravas. Para ello llegó a retentar 1.500 vacas vazqueñas en 25 días. Trasladadas las 400 vacas aprobadas desde Sevilla a los predios reales de Aranjuez se corrió la voz de que las vacas, de puro nobles, eran mansas. Este rumor llegó a los oídos del rey, quien dio la orden de retentarlas por segunda vez: de las 400 vacas volvieron a aprobarse 396. Fernando VII, además de buen rey fue un gran ganadero.
SOBRAN LETRAS Y CARIÑO
En cierta ocasión, Enrique Vargas, "Minuto" hubo de dedicar un retrato suyo al maestro que le había enseñado a leer y escribir, y la dedicatoria que escribió en la fotografía decía: —"A mi querido y "hadmirado" maestro don “fulano de tal”, a quien le devo el saber leer y escribir". Cuando el maestro leyó la dedicatoria, se indignó, como es natural, al ver como andaba de ortografía su ex-discípulo. —Pero hombre de Dios —le dijo—. ¿Yo te he enseñado a escribir admirado con hache? Y "Minuto" replicó de inmediato: —Mire usted, es tanto el cariño que siento por usted, que todas las letras me parecen pocas para demostrárselo.
CATARATAS TORERAS
El famoso Rafael Molina, "Lagartijo" y José Lara, "Chicorro”, se encontraron en un balneario, después de haber dejado el primero los toros y cuando el segundo se encontraba en el ocaso de su carrera taurina. —Pero… ¿es que ya no piensas torear? — preguntó el cordobés al de diestro de Algeciras. —Es que soy viejo, Rafael —contestó "Chicorro"—, y voy a quearme ciego porque las cataratas se me van jasiendo cá vé más grandes. En la plaza estoy en un continuo compromiso. No jago más que tropezar con los caballos. Y "Lagartijo" le interrogó maliciosamente: —¿Y cómo es, José, que no "tropieza" con los toros?
LOS NOVILLOS PARA USTEDES Y EL TORO PARA MI
El 12 de octubre de 1996 toreaban en un festival taurino en Palencia Antoñete, El Niño de la Capea, Curro Vázquez y “El Juli”. En los corrales había varios novillos y un toro con 500 kilos de bien conformado cuerpo. Hay sorteo, y al chico de 14 años le toca el toro. El resto de participantes comentan la conveniencia de cambiarlo para que al toro lo mate un matador de toros y no un novillero. Los alternantes encuentran prudente este cambio. Pero el becerrista se niega. Resultado del festival: Antoñete, Capea y Vázquez cortaron una oreja. El Juli le cortó las 2 orejas y el rabo al toro de 500 kilos.

sábado, 23 de febrero de 2013

El Número Uno
La primera vez que Lucía Bosé vio torear a Luis Miguel Dominguín fue en la plaza de toros de Jaén. El diestro atravesaba por uno de sus mejores momentos, y esa tarde, sabedor de que Lucía estaba en el tendido, salió dispuesto a armar el taco. Pero las cosas no le rodaron bien y el público se enfadó con él más de la cuenta. De mal genio y muy abatido llegó al hotel donde se había vestido. Al poco rato apareció Lucía con cara de haberse aburrido bastante; Luis Miguel no comentó la corrida, pero Lucía le dijo: —¿ Y tú eres el número uno de los toreros? Pues como serán los demás...
Cuchares Ganadero
Cuando Cuchares se metió a ganadero, por cierto con penoso resultado, dijo un día al duque de Veragua: -Ahora vera usté lo que es criá toros güenos… Y el duque, encogiéndose de hombros, le contestó: -Desengáñate, Curro, las guitarras nunca las han hecho los tocadores.
Cortarse la coleta
Rodeado de varios admiradores Rafael “El Guerra” les contaba la emoción que sintió el día de su retirada de los ruedos. - Después de haber toreado en Zaragoza –empezó diciendo—vine a Córdoba, y aquí, en mi casa, mi mujer, delante de mi madre, de mis hijos y de los hombres de mi cuadrilla y de varios amigos, cogió la tijera y me cortó la coleta... - ¿Sentiste algo raro? –preguntó uno. - Sí. Yo, al sentir el ris-ras de la tijera, sentí cosa... una cosa que me tuvo unos minutos sin poder hablar... Y esta emoción se aumentó cuando vi que mi madre le cortaba también la coleta a mi hermano Antonio, y que "Beao", mi picador de confianza, que conmigo había trabajado siempre, llamó a mi hijo Rafaelito, y, con lágrimas en los ojos, le dijo, dándole la tijera: - Anda, “chavea”, córtame a mí también la trenza, que yo no quiero servir a “nadie” después de haber “sío picaor del mejó” torero de España.
LAGARTIJO Y SU JUICIO SUMARISIMO.
Después de haber toreado en Málaga una corrida de toros, censuraban a Rafael Molina “Lagartijo”, varios de sus amigos de la ciudad por las faenas rápidas efectuadas con ventaja y tranquillos para deshacerse de los toros que le habían correspondido, y que fueron de cuidado y difíciles en alto grado. “Lagartijo”, después de escucharlos, replicó con calma:
“Decís ustés lo que quieran de mi trabajo… ¿Qué les pareció corto?... Mejó. Pero sepáis ustés que con los toros asesinos y ladrones empleo el juicio sumarísimo”.
MONSTRUO¡¡¡¡¡¡
Don Ricardo García "K-Hito". El 28 de junio de 1943 “Manolete” estuvo tan enorme en Alicante, que Ricardo García “K-Hito”, al que había brindado su cuarto toro, le tiró, después de la estocada hasta el puño, su bloc de notas, en el que había escrito con letras enormes: ¡Monstruo!...
Fue pues el famoso crítico el que le puso aquel apodo a Manuel Rodríguez “Manolete”.
“Manolete” era una estatua de piedra y como piedra misma, frío, grave y señorial.”
HACER? HACER NO HACE NADA...
“El Gallo” había incorporado a su cuadrilla a un personaje conocido como “Marchena”. No era banderillero, pero tenía acceso al círculo más estrecho del maestro. Se comportaba como un confidente. Un día, la mujer de Rafael “El Gallo” preguntó al torero: “¿Se puede saber qué hace este hombre siempre aquí?”. “El Gallo” contestó: “Hacer, lo que es hacer, no hace nada. Pero escuchar, escucha muy bien”.

jueves, 21 de febrero de 2013

VERGUENZA TORERA
Cuando se fijó la fecha para el estreno como novillero de “Joselito” en Madrid, la empresa tratando de aliviar al debutante eligió un encierro de novillos terciados. Y cuando “Joselito” fue a verlos en los corrales de la plaza, inmediatamente hizo saber a los empresarios que no se presentaría con aquellos astados.
Respondiendole que no había oportunidad de conseguir otros novillos para reemplazar a los que, por pequeños, no le agradaban y a esa objeción contestó muy decididamente: “Tiene la empresa una corrida de toros de la ganadería de Olea, en la dehesa inmediata a Madrid, donde están las reses dispuestas a emergencias. Esa corrida puede reemplazar a esta novillada entera, indigna de mí para debutar ante público tan respetable como es el madrileño” IGUALITO QUE HOY DIA.....
MARDITA LLUVIA
Los toreros transcurren las mañanas obsesionados por las condiciones meteorológicas y en una de esas andaba de nuevo don Rafael “El Gallo”. “¡Mardita lluvia…mardita lluvia!”, exclamó el torero asomándose por la ventana. “Pero Rafael, si el cielo está azul…”, le dijo su mozo de espadas. “Poh ezo, mardita lluvia. Que no aparece y esta tarde me esperan los “Miuras…”, le contestó el matador.
BRINDO POR Vú
Francisco Arjona Herrera “Cúchares”, se le atribuyen muchas aportaciones al arte de torear, aunque también jalonan su historia otras situaciones extravagantes. Entre ellas, un brindis al por entonces emperador Napoleón III. No sabía francés el diestro “Cúchares”, por lo tanto hizo uso de su agudo ingenio. “Brindo por vú, por la mujer de vú y por todos sus vuzuziitos”, le dijo.
BRINDIS AL REY
Corrida de la Beneficencia de 1988. Rafael de Paula iba vestido de café con leche, las medias eran de color blanco y la montera, en lugar de negro, sorprendía por su color marrón.
Las obligaciones protocolarías lo constriñeron a brindar la muerte del toro al Rey, al que dijo:
“Majestad, le brindo la muerte de este toro y le deseo mucha suerte. A usted y a España. Y ahora deséemela usted a mí porque no sé qué voy a hacer con esta alimaña…
HALAGOS TOREROS
Cristina Sánchez se ha convertido en la torera más importante de la historia. Tomó la alternativa el 25 de mayo de 1996 en Nimes de manos del maestro Curro Romero y en presencia de José María Manzanares. El “Faraón de Camas”, sorprendió a una halagada torera con el discurso de la ceremonia:
"Cristina, te deseo mucha suerte: Y las vas a tener. Porque el toreo consiste en acariciar. Y las mujeres acariciáis mejor que los hombres. Palabra de Romero."

miércoles, 20 de febrero de 2013

ESTAR AL QUITE
Más concretamente es estar preparado, atento y presto a salir en defensa de alguien.
Esta locución es una expresión originada en el mundo taurino, en el que un quite es una suerte que ejecuta un torero, generalmente con el capote, para librar a otro del peligro en que se halla por la acometida del toro.
También existen expresiones similares como ir al quite o salir al quite, ‘acudir rápidamente en auxilio del torero’ o echar un capote, ‘maniobra de distracción y ayuda’ que consiste, literalmente, en echar el capote a la cara del toro para captar su atención.
Así, está al quite el subalterno que está pendiente de las incidencias de la corrida, con el capote presto para acudir en auxilio del diestro si éste fuese menester. Y sale al quite cuando maniobra con celeridad con el capote distrayendo al toro de manera que se eviten mayores males al torero.
La frase se aplica, claro está, fuera de su ámbito de origen, y así se dice que un padre está al quite de su retoño cuando supervisa actividades de cierto riesgo, preparado para acudir en ayuda de su pequeño si es necesario. O que alguien está al quite cuando está especialmente atento y en disposición de intervenir. O que echa un capote aquél que tercia en una conversación o disputa entre otras personas para evitar el conflicto.

NO VINO NI EL TATO


El Tato fue un famoso matador de toros de la segunda mitad del siglo XIX.
Tuvo una época muy activa en la que su nombre figuraba prácticamente en todos los carteles. De tal manera que daba la impresión de que no había corrida en la que no participase.
Incluso después de que le amputaran la pierna derecha, por una herida recibida en una lidia que se le infectó, el Tato salió a torear con una pierna ortopédica.
Finalmente tuvo de que desistir de su empeño. Pero debido a su afán de figurar en todos los carteles, se fraguó la expresión no venir ni el Tato, para reflejar una rareza.
LLENO HASTA LA BANDERA
Cuando a un local, estadio o cualquier otro recinto acude tanto público que no cabe nadie más, se dice que está lleno hasta la bandera.
La expresión tiene su origen en el mundo de la tauromaquia. Resulta que las plazas de toros tienen en lo más alto de las gradas una bandera, y los reporteros taurinos acuñaron la expresión para dar cuenta de la buena entrada en una corrida de toros.
El uso de la locución se extendió a otros recintos o espectáculos que registran una gran afluencia de público.

martes, 19 de febrero de 2013

HACER UN BRINDIS AL SOL
La frase “Hacer un brindis al sol” se utiliza para decir que alguien está haciendo algo de cara a la galería, fanfarroneando o a sabiendas de que no va a cumplir una promesa que ha realizado. Es una frase muy utilizada en términos políticos para indicar cuando un diputado, ministro o mandatario utiliza falsas promesas para tener contento a parte del electorado.
Pero el origen del término lo encontramos en el mundo taurino y ésta frase proviene de cuando un torero dedica la faena a los espectadores que están sentados en las localidades del tendido de sol. Por norma, este tipo de asientos son ocupados por aficionados de menor poder adquisitivo al ser localidades más baratas y allí se mezclan personas que saben de toreo, con las que van a pasar el rato o incluso los turistas que van de paso. Los allí alojados suelen ser personas más condescendientes con el torero y su faena y al estar muchos de ellos solo de paso aplauden y festejan toda la lidia con más entusiasmo. Por la contra, aquellos que suelen ocupar asiento del tendido de sombra suelen ser espectadores más expertos y estrictos, por lo que una mala o mediocre faena del torero se llevará pitos y abucheos por parte de este sector.
Cuando un torero prevé una tarde difícil, se dice que hace un brindis al sol para tener asegurado el favor de ese sector del público.
SALIDA DE TORILES
Comprobado y según estadísticas, aproximadamente, el ochenta por ciento de los toros que saltan al ruedo salen de chiqueros hacia el lado derecho; el quince por el lado izquierdo; y el cinco restante salen de frente.
Pues bien, en el caso primero se llama “salida natural”; en el segundo “salida contraria”; y por último los que lo hacen de frente es “salida recta”, por cierto, estos suelen dar un pequeño salto, que según los eruditos (estudiosos), es debido a que se encuentran con las dos rayas blancas de los picadores, que al salir con escasa visión por la oscuridad del chiquero, las interpretan como si fuese un arroyo u otro obstáculo. Por este motivo se están sustituyendo las líneas blancas por el color rojizo, siendo el caso, entre otras plazas, la de Sevilla y Pamplona. Al parecer sobresaltan menos al animal.

domingo, 17 de febrero de 2013

Torear a una mano
Antes cuando el toro salía, los buenos peones, para molestarle lo menos posible al toro, lo pasaban a una mano o toreaban a una mano, en el presente como lo frena el maestro esta forma de torear se pierde.
Se dice con frecuencia que ya no se lidia a una mano. Y es verdad. En muy raras ocasiones vemos a los subalternos bregar con el capote cogido de una mano, llevando a los toros toreados por bajo, haciéndolos humillar, sin molestarlos y dándoles la sensación que pueden, que son poderosos, para que no se rajen y se confíen.
La primera vez que apareció la figura del testigo en una ceremonia de alternativa, ocurrio en la alternativa de "El ciclón de Jerez"
Pues ello aconteció el 26 de agosto de 1956, donde se lidiaba un encierro del Marqués de Domecq, y Miguel Báez "Litri" le concedía la borla de matador al jerezano Juan Antonio Romero "El ciclón de Jerez". El maestro Antonio Ordóñez, que completaba el cartel, decidió dejar de ser mudo y pasivo testigo para integrase al ritual y la fotografía.
Hasta aquel momento, la alternativa era cosa de dos, y el padrino daba al neófito la espada, la muleta y la mano. Después de la actitud del maestro de Ronda, la situación se volvió a repetir el mismo año con los mismos protagonistas, es decir Litri y Ordóñez en las sucesivas alternativas de Jaime Ostos, Ramón Tirado y Antonio Borrero "Chamaco".
De esta manera se estableció primero la moda, después la costumbre y por fin la tradición. Por tanto, quede para la historia el 26 de agosto de 1.956, como punto de partida de los testigos de alternativas, y todo ello en el ruedo de El Puerto de Santa Maria.
El toro que hirió mortalmente al primer torero
Muchos han sido los toros célebres por haber causado la muerte del torero. Barbudo que mató a Pepe Hillo. Perdigón que mató al Espartero el 27 de mayo de 1894. Bailador de mató a Joselito el 16 de mayo de 1920. Granadino que mató a Sánchez Mejía el 11 de agosto de 1934. Islero que mató a Manolete el 28 de agosto de 1947. Avispado de mató a Paquirri el 26 de septiembre de 1984. Burlero que mató al Yiyo el 30 de agosto de 1985.
Esta es parte de la lista negra y podemos relatar hasta los 342 toreros víctimas de las cornadas de los toros que le tocaron en suerte.
Pero el primero se llamó CORIANO un toro de Bornos que se lidio el 23 de junio de 1771 en la ciudad de El Puerto de Santa María, en quinto lugar y que le correspondió en suerte a José Cándido Expósito.
El toro que curiosamente tenia el mismo nombre que un picador de la cuadrilla de Candido, cogió al torero a la salida de un quite, el diestro resbaló y el toro lo prendió por los riñones, pasándoselo de un pitón a otro y cayendo literalmente muerto, falleció al día siguiente en él numero 5 de la portuense calle de San Francisco.
Por tanto pase para la historia negra del toreo portuense el nombre de CORIANO, como el nombre del primer toro que hirió de muerte a un profesional del toreo

sábado, 16 de febrero de 2013

"QUIEN NO HA VISTO TOROS EN EL PUERTO, NO SABE LO QUE ES UN DIA DE TOROS"?
La frase lapidaria (nunca con mejor razón podemos considerarla) fue una de esas que le dieron celebridad a Joselito, que no solo fue un torero inconmensurable en la plaza, sino el de juicios exactos en sus conversaciones. Pues bien, dijo esto José en la Semana Grande San Sebastián del año 1.916. En una tertulia después de la corrida del día, hablaban los contertulios de las corridas en los distintos sitios de España. Unos citaban a Madrid como modelo, otros a Sevilla, algunos a Bilbao, y un político fiel al partido del Conde de Romanónes, (Presidente del Gobierno en aquellas fechas) se inclinaba por San Sebastián, tomó la palabra Joselito, y pronunció la frase que todos conocemos .
Tanto efecto causo las palabras del torero, que este invitó al político a presenciar su actuación portuense del siguiente tres de septiembre, el sujeto en cuestión disfrutó del día, del ambiente, de los vapores, de los trenes de los pregones, y en definitiva del día de toros. Por supuesto asistió a la corrida que fue exitosa, le dio la razón a Joselito, y la frase quedó para la historia.
Quede por tanto la fecha unida a la aseveración "QUIEN NO HA VISTO TOROS EN EL PUERTO, NO SABE LO QUE ES UN DÍA DE TOROS, agosto de 1.916 en San Sebastián.
¿EL COLOR ROJO ENFURECE A LOS TOROS?
Los matadores españoles comenzaron a utilizar alrededor del 1700 la tradicional capa roja, usualmente conocida como muleta, para azuzar los toros durante las corridas, anteriormente a esto, se empleaba un lienzo blanco. Desde la adopción del rojo, se ha instalado en el folclore popular que este color ocasiona que los toros enfurezcan y embistan.
En realidad, el color no incide en el comportamiento de los toros. Distintas pruebas realizadas con muletas de diversos colores (mientras se mantienen inmóviles) como rojas, azules y blancas, registran cantidades similares de ataques. De hecho, con el fin de provocar una respuesta agresiva de carga del toro, la capa debió ser agitada.
EL BURLADERO
En los inicios del toreo a pie el burladero no existía, se entendía que todos los toreros tenían que estar capacitados pera saltar las tablas cuando fuese preciso.
En 1910 reaparece Antonio Fuentes, menguado de facultades, y pide que se pongan burladeros. Cuando aparece Belmonte en la fiesta, los burladeros se quedarán definitivamente.

viernes, 15 de febrero de 2013

EL DESCABELLO O ESTOQUE DE CRUCETA
El origen de estoque de cruceta empleado para descabellar se encuentra en un accidente fortuito y desgraciado que ocurrió en la vieja plaza de toros de La Coruña el 6 de agosto de 1934. Estaba Juan Belmonte descabellando un astado cuando este cabeceó y lanzó el estoque a gran altura. Al caer fue a clavarse en el pecho de un espectador que falleció a los pocos minutos. Efectivamente, sobre este hecho el juzgado incóo sumario que fue sobreseído en la Audiencia. Este accidente debió conmocionar a la opinión pública e hizo que el gobierno abriese una información pública ante la Dirección General de Seguridad a fin de determinar los procedimientos que permitiesen realizar el descabello evitando accidentes como el ocurrido en la plaza de toros de La Coruña. Tras haberse ampliado el plazo para presentar estoques de descabello, al fin se dictó la Orden de 6 de enero de 1936, del Ministerio de la Gobernación, que hizo obligatorio el estoque de cruceta que aún se emplea hoy cuando el matador no atina con la espada y resulta necesario descabellar.
Os dejo con la noticia que publica La Voz de Galicia correspondiente al 7 de agosto de 1934 en donde se relata el hecho luctuoso que dio origen al estoque de cruceta.
El triste suceso de la plaza de toros
En la reseña de la corrida de toros de ayer --puesto que la del domingo fue suspendida a causa de la lluvia-- se hace referencia a un triste suceso ocurrido en la plaza.
Lo acaecido fue que durante la faena, un tanto fatigosa, realizada por Belmonte en el primer toro, al intentar el diestro un descabello salió despedido el estoque, el cual luego de alcanzar regular altura y de dar una vuelta, fué a caer casi perpendicular en la cuarta fila --o quinta, si se cuenta la delantera-- del tendido número uno.
Como se trataba de un estoque de hoja pesada, de los que se utilizan para el descabello, descendió con la punta hacia abajo y con gran fuerza.
Alcanzó el arma fatalmente al espectador, situado en la referida fila, don Cándido Roig Roura, de 38 años, casado, armador de buques, con domicilio en Puerto del Son.
Había venido a La Coruña para asistir a la corrida de toros, bien ajeno a lo que le iba a suceder.
El estoque se clavó en uno de los espacios intercostales del lado derecho del mencionado espectador, interesando el pulmón y ocasionándole grandes destrozos. El propio herido tuvo fuerzas aún para arrancar el arma, que había quedado clavada en el pecho, pero inmediatamente cayó desvanecido sobre la grada.
Recogido por algunos amigos y familiares, entre los que figuraban los señores de Iglesias Roura, de esta ciudad, que le acompañaban, se le trasladó a la enfermería en donde hubo de ingresar en estado preagónico. Ocupó una cama, y a los pocos minutos, cuando se iba proceder a hacerle la cura, falleció.
El infortunado espectador deja viuda --doña María Roura Martínez-- y cinco hijos.
Sus familiares de La Coruña realizaron gestiones para trasladar el cadáver al domicilio de aquéllos.
En la enfermería prestaban servicio de guardia cuando ocurrió el suceso los médicos don Eliseo Sánchez y don Julio Collazo y el practicante señor Vázquez Río, quienes, dada la gravedad del caso, nada pudieron hacer.
LA MONA O GREGORIANA DEL PICADOR
Mona. "Refuerzo que se ponen los picadores en la pierna derecha, por ser la más expuesta a los golpes del toro. Es de metal, y como el quijote de los arneses, recubre toda la pierna y está articulada por la rodilla" (Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos, pag: 290. Espasa Calpe) Mona: "Toda la protección metálica de la pierna derecha de los picadores, que consta de una espinillera, la articulación en la parte de la rodilla, la cubierta del muslo e incluso la bota metálica" (Marcelino Ortíz Blanco. Diccionario de la Tauromaquia, pag: 485. Espasa). Otra acepción de mona es la de "Gregoriana": Gregoriana: "Armadura de hierro con que se protegen la pierna derecha los picadores. Se llamaba así por ser su introductor el caballero Gregorio Gallo; aunque ha sufrido, en el transcurso del tiempo, algunas modificaciones hasta llegar a la actual mona"(Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos, pag: 231. Espasa Calpe) Gregoriana: "Polaina metálica o espinillera que servía para proteger la pierna derecha de los picadores, ideada y utilizada por el caballero de la Orden de Santiago don Gregorio Gallo, lanceador famoso del siglo XVII, para cubrir la pierna desde la rodilla hasta el tobillo. Esta pieza ha sufrido diversas transformaciones hasta llegar a la actual mona"(Marcelino Ortíz Blanco. Diccionario de la Tauromaquia, pag: 363. Espasa). En lo que respecta a la polaina que protege únicamente la pierna izquierda (no rodilla, ni parte inferior del muslo), aunque no he encontrado término para describirla, pudiera bien ahora por comparación denominarse "monilla", y dado que los picadores ya no usan la defensa de hierro que resguardaba desde la muñeca al codo del brazo derecho y que se denominaba con éste término (Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos, pag: 290. Espasa Calpe).
Antonio Olmos " el chocolate"
Habían pasado 4 meses desde el 23F, intentado un golpe de Estado , cuando Antonio Olmos, con 34 años, saltó a la arena de Las Ventas en la corrida de la Beneficencia el 11 de junio de 1981, con una muleta que llevaba estampada Viva la Constitución estampado. "Lo tenía todo preparado", explica, "me fui a Madrid con un amigo, estuve en una corrida previa estudiando por dónde saltar y calculando el momento exacto". Y como la ocasión la pintan calva, Antonio Olmos, se lanzó a la arena cuando el segundo astado acababa de ser devuelto a los corrales. "En el arte de la lidia, cuando sucede esto, el toro no tiene dueño ... que listo". Viva la Constitución rezaba el mensaje que había escrito con cinta adhesiva en el haz de la tela roja. Nobel Paz para el Rey se podía leer cuando, al girar, Antonio dejaba a la vista el envés de la muleta. "Y en una esquinita, llevaba también el puño y la rosa del Partido Socialista, del que era militante desde el principio", cuenta el espontáneo.
EL ALBERO
De forma común así se le llama a la arena de los ruedos, el albero es una roca sedimentaria que tine un origen organico no mineral indistintamente de su origen. Sin embargo siendo estrictos, el albero es un tipo de tierra o arena exclusiva de algunos ríos del sur de España y que empezó a usarse para los ruedos, sobre todo en Sevilla, donde por su importancia taurina se generalizó a las demás plazas el término "albero".
MONOSABIOS
El monosabio es el mozo que ayuda y, si es necesario, socorre al picador en la plaza de toros durante la lidia. Le ayuda a montarse, sujeta al caballo en la suerte de varas para que no sea derribado y socorre el picador si el caballo es derribado. Llevan una vestimenta distinta al resto del personal, que desde mediados del siglo XIX se ha mantenido invariable, consistente en una blusa floja y cerrada de color rojo o azul, y pantalón oscuro y una gorrilla del mismo color que la blusa. Es el único autorizado a pisar el ruedo, además de los toreros, durante la lidia. El nombre de monosabio procede de un espectáculo circense que tuvo lugar en Madrid hacia 1847 y en el que una cuadrilla de monos amaestrados realizaba una serie de habilidades con el nombre artístico de los «monos sabios». Estos simios vestían unos blusones de color encarnado y al público madrileño le dio por compararlos con los uniformes que vestían los mozos de caballos, llamados hasta entonces con el nombre genérico de chulos. El nombre tuvo fortuna y los «monos sabios» acabaron lexicalizándose en una sola palabra –monosabios– incorporada desde entonces al léxico taurino y admitida posteriormente en el DRAE. El monosabio era originalmente el mozo de cuadras que ayudaba en todo al picador cuando, previamente a la obligación del uso de los petos protectores, se encargaban de retirar a los caballos heridos y les remataban o les realizaban una «bárbara y elemental cirugía» (en palabras de Cossío) de urgencia en el callejón para devolverlos a la plaza. Esta tarea de auxilio a los caballos malheridos, que a veces era repugnante e incluía crueles maniobras a la vista de todos (como golpear al caballo para que se levantase y abandonase el ruedo), los hacía muy polémicos e impopulares entre el respetable. También provocaba protestas cuando se extralimitaban en sus funciones, por ejemplo citando al toro con la gorrilla. No obstante esas polémicas, siempre se ha considerado su tarea como imprescindible y muy valerosa, pues auxilian al picador cansado o derribado arriesgando su vida en la misma cara del toro, realizando incluso algún quite sin engaño alguno si llegan antes que los diestros.

martes, 12 de febrero de 2013

La Primera Corrida Nocturna en Madrid.
El sábado 5 de julio de 1879 se celebró por primera vez un espectáculo nocturno en la placita de los Campos Elíseos situada en el barrio de Salamanca de Madrid y que destruyó un incendio el 18 de julio de 1881. La expectación era enorme y a punto estuvo de producirse un altercado de orden público a causa del gentío que allí se congregó. Las fuerzas del Orden Público fueron arrollados varias veces por la avalancha de público que quería entrar como fuera y al final aparte de los daños materiales sufridos, el empresario fue multado por el gobernador Conde de Heredia-Spínola con 500 reales. El alumbrado fue deficiente y las nocturnas no prosperaron porque entonces no se disponía de los medios necesarios para obtener toda la iluminación que una corrida nocturna exige. La parte artística fue muy mediocre, tan solo interesa decir que los novilleros “Mateíto”, “Pulguita” y “Santitos” fueron los espadas encargados de liquidar el festejo.
El Primer Rabo.
El primer rabo que se otorgó en España fue el concedido a Matías Lala “Larita”, el día 18 de octubre de 1913 en la plaza de toros de Jaén. Actuaba en compañía de Enrique Rodríguez “Manolete II” y “Barquerito” y el novillo de nombre “Saladito” era de Herrera Majón de Santiestéban del Puerto. Lo curioso del caso es que “Larita” lanzó enojadísimo el rabo contra el palco presidencial, por estimar la concesión del trofeo como una broma chabacana y de mal gusto.
Corría el año 1970 cuando “El Pipo” y Curro Vázquez se encontraban alojados en un hotel de México. El diestro de Linares había decidido dar por finalizada su relación de apoderamiento con Rafael, decisión que le comunicó en aquel mismo lugar.
“El Pipo”, presa de la decepción y el despecho, no dudó en acudir hasta la cafetería del hotel, donde tomó más copas de las recomendables. Ebrio, quizá demasiado, subió hasta la habitación del toreo, se colocó frente al espejo y sacó una pistola del bolsillo.
Curro Vázquez, completamente atónito, observaba las lamentaciones de su apoderado, que no paraba de repetir ¡Qué pena, Pipo, qué pena! ¡Otro torero que se te va después de haberlo encumbrado! Mientras lloraba amargamente miraba de reojo a su torero para ver si la escenificación surgía el efecto esperado.
Finalmente no hubo víctimas que lamentar pues la pistola de “El Pipo” no tenía balas.
Lejos de suicidarse Rafael Sánchez “El Pipo” falleció el día 15 de noviembre de 1987 a consecuencia de una hepatopatía crónica.
Curro Vázquez. se anunció en Tijuana (México) el 18 de julio de 1977. No pudo redondear el triunfo con su lote, por lo que se decidió a regalar el sobrero, al que cuajó a la perfección. Resultó herido en el muslo, y a pesar de ello, se mantuvo en el ruedo para redondear su obra maestra, lo que provocó el clamor en los tendidos. Tras matar a su enemigo y pasear triunfal con los trofeos entró en la enfermería. Allí se encontró con el cirujano jefe, que portaba en su mano derecha una botella de tequilla y en la izquierda un puro de considerables dimensiones. Lejos de apresurarse a ver el alcance de las heridas comenzó a filosofar de toros con el diestro herido, que no paraba de quejarse. Terminada la charla comenzó a realizar su labor pero el torero seguía quejándose amargamente. El cirujano, sorprendido, le preguntó: ¿Tanto le duele? El maestro, herido y enfadado, le contestó: No es la herida, es que me está usted quemando la pierna con el puro.
LAS MAROMAS EN LA BARRERA
La colocación de la maroma en las barreras de las plazas de toros, para impedir que salten los toros al tendido, se le debe a D. José Daza (1700-1778). Era natural de Manzanilla, Huelva, y fue un distinguido aficionado y notable picador de vara larga, protegido del Duque de Medina-Sidonia y autor de una obra titulada “Precisos manejos y progresos… del Arte de la Agricultura que lo es del Toreo”, aplicando al mismo ciertas reglas de sentido común, como la citada.
PITONES CON FUNDAS
En la antiquísima y conocidísima “Ley del Talión” o “Código de Hammurabi”, promulgado por el rey de Babilonia, el amorreo Hammurabi, en 1760 a.C., establecía la obligación de enfundar los pitones de los toros bravos. En el Artículo 251 de dicho código se establece que: “ Si un buey de un señor es bravo y el consejo de su distrito le informa de que es bravo, pero él no ha cubierto sus astas ni ha vigilado de cerca su buey y el buey acorneó al hijo de un señor y le ha matado, dará media mina de plata.” (300 gr.) Tres mil doscientos años después Isabel la Católica, tras presenciar unas fiestas de toros en Arévalo en 1.493, donde se corrieron toros sueltos por los mozos del lugar y en cuyo evento resultaron muertos dos hombres, varios heridos y cuatro caballos reventados a cornadas. El sangriento espectáculo produjo en la soberana tal impresión que tuvo que retirarse angustiada. Tras esa desagradable experiencia tomó la decisión de no volver a ver jamás ninguna de esas corridas de toros y así se lo hizo saber desde Aragón, por carta, a su confesor Fray Hernando de Talavera en el año 1493: “De los Toros sentí lo que Vos decís, aunque no alcancé tanto; mas luego allí propuse con toda determinación de que nunca más verlos en mi vida, ni ser en que se corrían; y no digo defenderlos (esto es, prohibirlos), porque esto no era para mí a solas”. Tras esa penosa vivencia y sabedora de la importancia que tenían las fiestas de toros entre el pueblo y la nobleza, y por tanto difícil de suprimir o prohibir, ideó un medio que pusiese remedio a las desgracias que había presenciado, ordenando que, en adelante, a los toros que se corriesen en dichos festejos les fuesen acondicionadas las puntas de los cuernos con unas fundas de cuero. Las cortes castellanas, especialmente en Valladolid en 1.555 y en Madrid en 1.567, acordaron suplicar al rey que no se corran toros, o como dijo el antitaurino Vargas Ponce: ”… o que se dé alguna orden para que si se corren no hagan tantos daños”.

sábado, 9 de febrero de 2013

Según el Registro Civil,el vedadero nombre de Pablo Picasso (1881-1973) era Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno Crispin Cipriano de la Santisima Trinidad Ruíz y Picasso.
El emblemático toro LLAVERO de la ganadería de Carriquiri-Casta Navarra- lidiado en Zaragoza el 14 de Octubre de 1860, pasó a la historia de esta plaza por que tomó, nada menos, que 53 puyazos de los de entonces, matando 14 caballos. El toro fue indultado, muriendo en los corrales de la plaza. Fue lidiado por Juan Manzano “El Nili” actuando mano a mano con Manuel Arjona. La cabeza disecada esta en el Club Taurino de Pamplona.
El Primer Empresario Taurino.
El primer empresario de toros conocido fue Ascanio Machín, que el 27 de enero de 1612 obtuvo del rey Felipe III, el privilegio “por tres vidas” del derecho de venta de las corridas de toros en Valencia. A su muerte, su esposa, Marina Bermúdez vendió el privilegio heredado al canciller Felipe de Salas por 224.000 maravedíes y posteriormente éste hizo lo propio con Martín de la Dayren por una cantidad rayana en los trescientos mil.