LA PARTIDA DEL "VIVITO"

La partida del “Vivito”
Fechorías de los saltadores
En los periódicos de Cádiz encontramos varias noticias sobre la partida del Vivito, que tiene por teatro de sus hazañas aquella provincia.
El Vivito parece que tiene empeño en resucitar las épocas del bandolerismo andaluz y repetir las fechorías de José María, el Bizco del Borge, Melgares y Frasco Antonio. Hace varios años, lo menos diez ó doce, se le acusó de haber sido uno de los forajidos que sorprendieron á ganaderos y otros propietarios ricos que iban á Villamartín, deteniendo unos carruajes, amarrando y robando á todos los que iban, entre ellos al diputado provincial D. Basilio Péñalver, fallecido hace tiempo, rico ganadero de Zahara y de cuya ganadería es hoy dueño su hijo político D, José Bohorquez.
Estuvo procesado por aquel hecho; pero no debieron probársele los cargos cuando fue absuelto por el Jurado. Desde aquella fecha ha vivido del robo en despoblado, teniendo principalmente como campo de acción los términos de diversos pueblos de Málaga.
Dicho bandolero, como los otros siete que forman su partida, son de Estepa (Sevilla}: el Vivito es bajo, de cuarenta y cinco á cincuenta años, grueso, de nariz afilada y de ojos vivos y lacrimosos.
Las últimas fechorías las realizaron estos bandidos en Antequera, donde sorprendieron al rico propietario Sr. Blázquez, matando á su criado; dos meses antes habían dado muerte á un tal Romero, también para robarlo. En la provincia de Cádiz se les vio desde hace ocho ó nueve días.
Habían hecho gestiones de dinero y comida en diversos cortijos, pero de escasa cuantía. La partida "da un golpe„, como el de Antequera, y no vuelve a sus hazañas hasta que los recursos van escaseando. Han mandado anónimos en diversas ocasiones firmados por el Vivito, y también sé ha dado el caso de que, apareciendo ser éste el autor, se han cometido por otros delitos diversos contra la propiedad.
La fechoría grande la cometieron el 20 del mes actual, en cuya fecha se apostaron los ocho bandidos, que llevan buenas caballerías y excelentes armas de fuego, en el término de Olvera, cortijo de Cabanas, de D. Fernando Troya, á una legua de distancia de la ciudad; fueron sorprendiendo, "escopeta á la cara” amenazando y robando á cuantas personas pasaron, 18 en total, que iban para la feria de Villamartín. Esto ocurría de ocho á diez de la mañana. El sistema empleado era el que siempre han seguido los bandidos de tierra baja.
(Alto ó te mato) Después amarrar á los secuestrados, tenderlos en el suelo, registrarlos y robarlos y decirles que volverían á matarlos si pedían auxilio. Esta fechoría, acabada de relatar, la cometieron, como queda dicho, en pleno día, á una legua de ciudad importante y en terreno llano, en un prado, donde no hay arboledas qué ocultasen á los criminales, y sí únicamente unas matas de juncos; los ladrones estaban a caballo y llevaban escopetas de dos cañones y pistolas.
Mientras unos ataban, registraban y robaban á los secuestrados, los otros estaban á vanguardia, por si llegaba alguien á sorprenderlos. Ese día, el 20, robaron á los feriantes de Villamartín de cuatro á cinco mil duros; los que más dinero llevaban, y, por lo tanto, los más perjudicados, son los vecinos de Setenil, (Don Pedro Guzmán y dos más; á cada uno le quitaron unos 39.000 reales; al corredor conocido por Juan el del horno, unos 60 duros. Este último recibió varios golpes. En la misma noche, en el sitio conocido por Cuatro Mojones, término de Villamartín, á legua y media de la población, sorprendieron y amarraron á otro, quitándole 80 duros.
Al amanecer del día siguiente, en el Puerto del Timón, robaron a otro 500 pesetas dicho sitio está á dos leguas y media de Villamartín. Por informes diversos se sabe que después de cometidos estos robos la partida marchó hacia la provincia de Sevilla; Estepa ó Villanueva.
Otros suponen que fueron hacia los montes de la serranía de Ronda. La partida ha estado en la provincia de Cádiz durante ocho días, en los términos de Alcalá del Valle, Setenil, Zahara, Grazalema, Olvera, El Gastor y Algodonales, habiendo realizado diversas fechorías, incluso la de matar ganado de propietarios que no habían enviado el dinero que pidieron.
Para perseguir la partida ha marchado á Setenil, El Gastor y otras poblaciones el teniente coronel de la Guardia civil, jefe de la comandancia de Cádiz, D. Manuel Diez Finé, al mando de dos secciones de infantería y caballería, las cuales darán diversas batidas. En los centros oficiales se creyó que se trataba de una partida política, y en éste sentido se telegrafió preguntando á Cádiz.
El parte oficial.
En el Gobierno civil de Cádiz se recibió la siguiente comunicación del comandante de la Guardia civil de Setenil: ' Excmo. Sr.: A las Ocho de !a noche de hoy20, se ha presentado en esta casa cuartel el vecino de esta villa D. Pedro Guzmán Zamudio, manifestándome que salió para la feria dé Villamartín en este día, en compañía de varios vecinos de esta localidad, y que á las diez de la mañana, al llegar ál sitio llamado Cabanas, terminé de El Gastor, fueron asaltador por ocho hombres á caballo y armados, robándole39.000 reales en billetes de varias clases, 230 en plata, un revólver, una navaja pequeña, un caballo castaño, calcado, cerrado, capón y herrado con J C, de la propiedad de José Amaya, que en dicho puesto estuvo amarrado tres horas en compañía de todo el que iba pasando por la vereda; que serian las tres de la tarde cuando se marcharon los ladrones en dirección á Pruna, y que cree por sus señas es la partida del Vivito.
Señas de los Ladrones. Son las siguientes, según el mismo parte: •Uno bajo muy grueso, pelo negro, rizado, con bigote, de unos cuarenta y cuatro años, los ojos negros, chicos y muy vivos, monta caballo castaño, escopeta de dos cañones, pantalón de pana, americana, sombrero hongo, y parece manda á los demás.
Otro, moreno, con la cara ancha, ojos grandes, como de unos treinta y seis años, alto, entrecejo corrido y bigote también grande, carnes regulares; lleva caballo castaño, una escopeta de dos cañones y un rifle en las alforjas, pantalón de pana, americana negra y sombrero hongo. Otro, como de treinta y un años, bajo, chato, pelo negro muy chico, escopeta de dos cañones, traje claro y con blusa azul.
Otro, como de treinta años, sin pelo de barba, rubio, alto, los ojos muy claros, delgado, pantalón de pana, blusa azul; lleva caballo castaño y escopeta de dos cañones. Otro, como de treinta y ocho años, alto, rubio; Y de los demás, no puedo dar sus señas, pero todos van á caballo y armados.
El señor ministro de la Gobernación celebró una conferencia telegráfica con el señor gobernador, á propósito de este suceso, para conocer la importancia del mismo, y el Sr. López Ballesteros transmitiéndole íntegro el oficio que queda copiado, y que contiene las únicas noticias oficiales que se conocen hasta el presenté.
A parte de la conferencia asistió el jefe de la Guarda civil de esta comandancia. El señor ministro recomendó la mayor energía en la persecución de esa partida de bandoleros, contestándole el señor gobernador que aquella misma tarde salía para los pueblos de la Sierra y sitio de la ocurrencia, el jefe de la Guardia civil, para disponer una batida, de cuyos resultados daría cuenta.
“EL SIGLO FUTURO” 25/09/1905