viernes, 28 de noviembre de 2014

MANUEL BERNALDEZ-ZERPA "MANOLO ZERPA"


Nació en Villanueva del Ariscal (Sevilla) el 29 de septiembre de 1930. Su niñez transcurrió en su pueblo donde se inició en el mundo del toreo a finales de los años 40 en tentaderos, capeas o becerradas que él mismo organizaba ante la mirada del mismísimo Rafael "El Gallo", una afición que compaginaba con sus estudios de la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla. 


En 1951 se vistió por primera vez de luces en Huelva y al año siguiente lo hizo en Sevilla con una novillada de Lancha compartiendo cartel con Miguel Ortas y Antonio Chenel "Antoñete" y también en Madrid, tarde en la que estoqueó reses de D. Antonio Cembranos con Manolo Sevilla y Morenito de Córdoba, obteniendo un sonado éxito. Tras pasar por estas dos plazas, en el año 1953 toreó en Alicante, Huelva, Pamplona, Madrid, entre otras ferias, en Portugal y en toda España y parte de Francia y en muchas tardes hizo pareja con Antonio Borrero "Chamaco", toreando un total de 45 novilladas. En 1959 decidió tomar la alternativa en Cartagena en un cartel conformado por Cascales, Vicente Blau"El Tino" y Zerpa, con toros de Pérez de la Concha. En tal categoría toreó poco y en el año 1964 abandonó los ruedos, tras el nacimiento de su primer hijo. No obstante, toda su vida estuvo ligada al mundo de los toros hasta su fallecimiento acaecido en su ciudad natal en Junio de 2012.

jueves, 20 de noviembre de 2014

UNA RECTIFICACION,UN TELEGRAMA Y UNA NOTICIA.

caricatura de Gaona

Con motivo de una actuación de Rodolfo Gaona en Madrid, un critico taurino hizo determinadas observaciones acerca de la manera que había salido de la suerte al dar un pinchazo, y uno de los amigos del diestro replicó al critico en cuestión diciéndole por escrito que cuando el espada pin,ha en hueso no puede salir por la cola del toro, puesto que, al no agarrar los blandos, mal podía seguir el viaje. Pocos días después, yendo el diestro mejicano de Madrid a Barcelona, hubo de detenerse en Zaragoza por sentirse indispuesto, y el mismo amigo de marras telegrafió a Madrid diciendo que Gaona no podía seguir el viaje por dicha causa, circunstancia que aprovechó el mencionado critico para publicar la noticia de la indisposición del torero con los siguientes titulo subtitulo:
"Rodolfo Gaona no ha podido seguir el viaje." "Indudablemente, no habla agarrado los blandos."

SITUACIÓN INEXPLICABLE

"Machaquito"

Cierta compañía de comedias, al ir a actuar en Córdoba, hizo su presentación en el teatro del Duque de Rivas, poniendo en escena la obra "Quince millones", de Pedro Muñoz Seca. La compañía tuvo una favorable acogida; pero como en provincias había que renovar el cartel frecuentemente, a los tres días de actuación se puso en escena "Una americana para dos". Y comentando en una reunión de amigos el feliz éxito alcanzado por la compañía, dijo "Machaquito", que era uno de los contertulios:
No me explico el exitazo de los cómicos: empezaron con 15 millones... ¡y ya no tienen ropa que ponerse!

miércoles, 19 de noviembre de 2014

LORENZO SANCHEZ


Varilarguero gaditano que vio la luz en la simpática ciudad de Vejer de la Frontera --cuna de excelentes lidiadores de a caballo—, en los comienzos del año 1819. El historiador don José Sánchez de Neira, que vio trabajar a este piquero en el ruedo madrileño, al ocuparse del «tío Lorenzo”: como sus compañeros le nombraban, es «Uno de los mejores picadores que después del año 1840 se han presentado en la Plaza de Madrid. Aunque su figura no era notable, su arte sí lo era, y lució mucho en la cuadrilla que dirigió «el Chiclanero». Nadie se le puso por delante en el año de 1852, en que trabajó tan renombrado torero.» 

No poco favorecido sale este buen garrochista de la pluma del famoso crítico taurino, el autor del «Gran Diccionario Taurómaco», pues si bien es cierto que el lidiador gaditano tuvo temporadas brillantes, de gran eficacia y relieve, como esa de 1852 en Madrid y varias más en provincias, no es menos cierto que en algunas otras, por enfermedades y otras causas, descendió bastante la valía de sus labores, llegando hasta ser supeditado por compañeros menos artistas, menos hábiles, pero ,más animosos y arrojados. En unas semblanzas de lidiadores, aparecidas años después dé sus triunfos en Madrid, se le dedicaban las breves líneas que copiamos: «El tiempo: todo lo borra. 

El picador que más se distinguió en 1852 en todos conceptos ha cumplido este año bien, y nada más. Verdad es que los jefes de cuadrilla «Cúchares» y «el Chiclanero”, infundían valor y animación a todos. Es duro al trabajo y cuida mucho de su honra profesional.» Lorenzo Sánchez dedicó sus actividades primitivas a las labores del campo, trabajando en algunas fincas de su familia, regularmente acomodada. Sintió la vocación del toreo, eligiendo el caballo, por la costumbre adquirida de manejar esta clase de ganado. Sabemos que en principio limitó su radio de acción a las plazas de su provincia, desconociéndose quiénes fueron, sus maestros en el arte; lo único que se puede afirmar es que llevaba varios años en el oficio cuando alzo su presentación en Madrid 

En su tiempo, muchos de los diestros de a caballo seguían, la costumbre de los antiguos, contratándose directamente con las empresa y organizadores de las fiestas, prefiriendo este sistema de trabajo al de ingresar en las cuadrillas y estar sometidos a la voluntad y decisiones de los jefes de las mismas. Lorenzo Sánchez fue, uno de los continuadores de esta costumbre, rechazando las ofertas de varios matadores que pretendieron agregarle a su gente, pues siendo libre y dueño de sus decisiones podía trabajar más a su placer, realizándolo en los lugares que le convenía, evitando con ello las infinitas molestias de los viajes lejanos desplazamientos, que le hubiesen impedido prestar atención a unas fincas heredadas de sus mayores. Estas fueron las principales causas de que el «tío» Lorenzo Sánchez no trabajase con mayor frecuencia en la Plaza de la corte y de que hasta el año de 1851 no consiguiese su íntimo amigo José Redondo «el Chiclanero», incluirle como picador fijo en su cuadrilla. Había empresarios andaluces que al contratar lidiadores les exigían el cartel madrileño, como garantía de competencia, y para obtenerlo vino Lorenzo a la corte en 1846, logrando que la empresa facilitase su deseo, viéndose en el cartel de la octava corrida, día 1 de junio, en la que alternó con Pedro Romero, «el Habanero», y Juan Martín, picando, las reses de don Gil Flores lidiadas. Cumplió el nuevo piquero, no disgustando a la afición de la capital, y la empresa recompensó su trabajó con la suma de 800 reales, cantidad habitual fijada para varilargueros de segunda fila. Se reintegró a su tierra natal, realizando sus campañas: sin salir de las plazas regionales, en las que trabajó con los espadas de su tiempo, pero siempre como eventual y agregado, no como de plantilla. No volvió a Madrid hasta el año 1850, en que su amigo José Redondo le comprometió para torear las corridas de los días 3 y 24 de octubre, en ras que formó tanda con Pedro Romero, «el Habanero», y Juan Antonio Mondéjar, «Juaneca».
Los aficionados Madrileños celebraron su reaparición en el anillo de la Puerta de Alcalá, apreciando que Lorenzo había realizado progresos en su arte, picando con finura y buen estilo, manejando con habilidad el caballo y la garrocha, pero continuando con la no muy abundante dosis de arrojo manifestada en su presentación, cuatro años antes. Ya en la temporada de 1851, al organizar «el Chiclanero» su personal fijo para las futuras temporadas, consiguió la colaboración de su amigo Lorenzo, que tuvo por compañero a Francisco Puerto. La de 1852, en Madrid, fue la mejor temporada que nuestro piquero realizó en la corte, y tal vez la más brillante de su vida profesional. En ella luchó con garrochistas del empuje y fama de José Trigo, Puerto, «Chola», Martín, «Charpa» y Bruno Azaña, sin que su trabajo fuese supeditado, mereciendo de la crítica este laudatorio comentario a sus labores: “Lorenzo va acreditándose, y si continúa con el entusiasmo que demuestra por la profesión llegará a ser un buen diestro.» Este año, en la corrida del 21 de junio, realizó la hazaña de picar los seis toros dé Fuentes y Berrendero sin cambiar de caballo, al que sacó ileso de las treinta y siete varas que puso, escuchando grandes aplausos de los espectadores y la felicitación de los jefes de lidia, los espadas «Cúchares», Chiclanero» y «el Cano».
Con la misma cuadrilla vino a Madrid en 1853, y muerto su amigo Redondo al comienzo de la temporada, se prestó Julián Casas, «el Salamanquino», a capitanear los subordinados de su compañero fallecido, haciéndose cargo de las corridas por éste contratadas o apalabradas, lo que realizó, en regando a la viuda las cantidades que su rasgo de simpático desinterés de Casas que fue comentado y aplaudido por toda la afición española. Las faenas del piquero Lorenzo Sánchez, pese a su buena voluntad, habían desmerecido no poco de las anteriores realizadas. En parte había una justificación de este retroceso, pues al finalizar el otoño de 1852 se vio atacado por unas fiebres intermitentes que minaron su organismo. Sin estar totalmente repuesto, comenzó la campaña en Madrid el 4 de abril, corrida en la que se lidiaron ocho toros de Paredes, Hidalgo Barquero, Taviel de Andrade y Romero Balmaseda, actuando los piqueros Lorenzo, Arce, Puerto y Antonio Calderón, apreciando los espectadores la falta de salud del diestro, el que por esta causa sólo pudo tomar parte en nueve de las veintitrés corridas efectuadas, saliendo en algunas abrasado por la fiebre. Sus campañas en los años sucesivos —en que mejoró algo. — carecieron de importancia. Hubo años en que no pisó el ruedo; otros, de paso por Madrid, toreó una o dos corridas, y con la del 31 de octubre de 1858, en que alternó con «Charpa» y «el Coriano», terminaron sus labores en el circo de la corte. Continuó trabajando en su región, sin gran intensidad, hasta el año 1862, retirándose por esta fecha para continuar vigilando su hacienda, y aquí perdemos su pista, no constando en nuestras notas la fecha de su muerte. Lorenzo Sánchez puede ser situado en la categoría de garrochistas de primera fila, pero no a la cabeza de .éstos, como un Corchado, un Sevilla o un José Trigo.

viernes, 14 de noviembre de 2014

EL FRASCUELISMO DE GAYARRE

Julian Gayarre

Al ausentarse:ausentarse:una vez Gayarre Madrid, bajaron a despedirle varios amigos a la estación del Mediodía. entre ellos "Frascuelo", que le dijo al estrechar su mano: 
- Vaya "usté" con Dlos, Julián. No deseo sl no que el tren no descarrile y llegue "usté" con "salú". Porque a "usté" le pasa lo que a mi, que en llegando al terreno de la verdad..., de lo demás no hay que hablar. 
 Y Gayarre, que era un acérrimo partidario de la "verdad" en el arte, solía decir cuando se hablaba de toros; 
- Desengáñense ustedes: hoy día, todos los toreros son matadores de falsete: el único matador de pecho que existe es ml amigo Salvador.

MANUEL AMADOR CORREAS


Nació en Jumilla (Murcia) el 15 de noviembre de 1938, bautizado y criado en Albacete. En ciudad ciñó su primer vestido de luces el 15 de agosto de 1958 y tras tomar parte en una veintena de festejos económicos toreó en Cartagena su primera corrida con caballos durante la temporada de 1959. El 28 de mayo de 1964, después de haber participado en 9 novilladas, toma la alternativa en la Maestranza sevillana de manos de Curro Romero, con Carlos Corbacho de testigo de la cesión. Se corrió ganado de Joaquín Buendía y obtuvo el premio de una vuelta al ruedo en el toro de la ceremonia. Puede considerarse 1965 su mejor momento, con 36 corridas en su haber a pesar de sufrir dos percances: el 1 de julio en Barcelona, donde un astado de Sánchez Fabrés le infirió una cornada en la región abdominal de pronóstico menos grave, en presencia de Antonio Borrero Chamaco y Manuel Benítez el Cordobés y el 23 de agosto en Dax (Francia), al ser corneado gravemente en un muslo por una res de Atanasio Fernández en función que hubo de suspenderse por haber sido cogidos también sus compañeros de cartel, Fermín Murillo y el ya citado Cordobés. Anteriormente el 24 de mayo, había confirmado la alternativa en Madrid, al cederle Curro Romero –su padrino de Sevilla – la muerte del toro Flor de Jara, negro chorreado, numero 147 de 483 Kg. de peso en vivo de la divisa de Carlos Núñez.
Testificó la ceremonia el repetido Cordobés y el éxito acompañó la actuación del nuevo doctor, ya que le fue concedida la oreja de cada uno de sus toros. El año 1966 fue funesto para Amador, pues cuando actuaba en Barcelona, ante Andrés Hernando y Andrés Jiménez Torres el Monaguillo, un toro de Francisco Escudero le fracturó el húmero izquierdo, lesión que le tuvo sin torear cerca de un año.


Ya no recuperaría el puesto perdido, como se deduce de sus posteriores actuaciones, que no pasaron de siete en 1969 y de la media docena en 1970. el 25 de abril de 1971 resultó herido de gravedad en la ingle izquierda, por un novillo de Sánchez Cajo, cuando tomaba parte en un festival celebrado en la villa albacetense de Ondur. Ocho corridas al año siguiente parecieron poner punto final a la carrera torera de este espada gitano que, sin duda, hubiera alcanzado más alta cotización sin la grave fractura del brazo ya relatada. No vuelve a vestirse de luces hasta el 5 de agosto de 1978, en cuya tarde hace el paseíllo en La Roda (Albacete) junto a Dámaso González y Pedro Gutiérrez Moya Niño de la Capea, cortando en su reaparición una oreja de su segundo toro, del hierro de Samuel Flores. Muy cercano a la cuarentena, no le sería fácil a este veterano espada ocupar un puesto destacado entre los actuales matadores de toros. En la campaña de su reaparición únicamente actuó en dos ocasiones. En el transcurso de la temporada de 1979 tan solo tomó parte en una corrida, la celebrada en Albacete el 15 de septiembre. El 18 de mayo de la siguiente campaña hace el paseíllo en el coso madrileño de Las Ventas junto a José Ortega Cano y Manuel Ruiz Manili para despachar reses de Alonso Moreno de la Cova. Su labor desacertada no es del agrado de la concurrencia y decide en el mismo momento retirarse definitivamente del toreo activo, propósito que cumpliría fielmente. Pocos años más tarde fue nombrado director de la Escuela Taurina de Albacete, actividad que viene con entusiasmo y eficacia.

ANGEL AGUDO MARTINEZ "EL GRECO"



Nacido en Zaragoza el 12 de diciembre de 1936, vivió desde su niñez en Barcelona, donde conoció la fiesta muy de cerca, ya que sus padres eran sastres de toreros. De ahí surgió su afición por los toros, y se presentó como novillero en Madrid el 6 de marzo de 1955, alternando con Antonio León y Gregorio Sánchez. Tomó la alternativa en la plaza de Egea de los Caballeros el 10 de septiembre de 1960, apadrinado por Dámaso Gómez y con Rafael Girón como testigo.Por desgracia, Ángel Agudo Martínez ("El Greco") bien puede pasar por el paradigma de esos toreros modestos que, después de superar mil obstáculos en su empeño por vestir el traje de luces, apenas reciben ofertas, por no contar con sólidos apoyos en los círculos de organización de festejos y contratación de matadores. En su caso, su trayectoria torera después de haber recibido el doctorado en tauromaquia consta de tres paseíllos en la temporada de 1961, dos en la de 1962, tres en el año siguiente, dos en la campaña de 1964, y tan sólo uno en las de 1965, 1966 y 1967. Se retiró del toreo el 3 de septiembre de 1967 en la plaza de toros de Comellá, donde compartió cartel con Juan Cabello, El Brujo, y el rejoneador José Ignacio Sánchez. Ángel Aguado siguió vinculado a la fiesta como apoderado de toreros antres de fallecer lo fue de Paco Aguilera.Murió en Barcelona a los 57 años a causa de una trombosis cerebral.

jueves, 13 de noviembre de 2014

RAFAEL CHACARTE


Rafael Echevarría Gutierrez Chacartegui nacido en Baracaldo en 1941, era hijo de Conservador, novillero en su día y hermano de Manolo, matador de alternativa ya fallecido y durante muchos años asesor de la presidencia en  Vista Alegre; estos antecedentes sin duda influyeron en su andadura taurina. Su pundonor y valor gustaban a los críticos más exigentes, pero la mala fortuna de las cogidas (recibió 18 cornadas graves) en su despegue como matador de toros, le impidieron estar en la élite. Debutó en Carranza en 1956, y con picadores en Barcelona, acompañado de Paco Camino, en 1960. Se presentó también con Paco Camino en Bilbao en 1961, al igual que en Madrid, Burgos, y la mayoría de las plazas importantes.(Alternó también en Bilbao con El Cordobés el 4 de Septiembre de 1961, última novillada celebrada antes del incendio de Vista Alegre unas horas más tarde). Toma su alternativa en Madrid el 22 de Mayo de 1962, con Diego Puerta y El Viti. Apenas un mes después, el 19 de Junio, torea en la inauguración de la Nueva Vista Alegre con Antonio Ordoñez y César Girón. Se retira en 1968, teniendo en su haber unas cincuenta corridas de toros. Hubo una tentativa de reaparición en los cosos taurinos, que quedó sólo en eso al resultar gravemente cogido en su primer intento. Fue un hombre muy castigado por los toros, con numerosas cogidas lo que además de impedirle prodigarse más, también influyó en su corta vida profesional y sin duda alcanzar mayores éxitos.


NO HAY QUE DORMIRSE

Gorete

Para torear «Gorete» en una ocasión en la Plaza francesa de Vichy, tomó la gente en Barcelona, a fin de evitarse mayores gastos; al regresar, él lo hizo por la frontera de Irún, mientras que los subalternos efectuaron el viaje, lo mismo que a la ida, por la -de Port-Bou, y como al pagarles vieron que era muy poco el dinero que les daba para comer en el camino, el picador «Carlomagno», en nombre de todos, hubo de decirle: -Manuel, seguramente se ha equivocao ustè. -¿En qué? -En el dinero para la comida, porque de aquí a Barcelona tarda el tren mucho tiempo: -Y «Gorete», sin inmutarse, dijo por toda solución: -;Pues decirle al maquinista que aligere!

FRASCUELO CON ASPECTO DE MUJER

Henryk Sienkiewicz


El novelista polaco Henryk Sienkiewicz, que alcanzó extraordinaria nombradía al publicar en 1895 su famosa novela "Quo Vadis?", estuvo en Madrid , y al narrar sus impresiones sobre las corridas de toros y describir cómo vio a "Frascuelo" al dirigirse éste a la Plaza, se expresó de esta manera : "Va arrellanado sobre almohadones de seda blanca; lleva calzones guarnecidos de encajes; finísimas blondas adornan su bolero; el mejor atleta del Hipódromo de París envidiaría sus robustas pantorrillas; el gran hombre lleva apoyada la diestra en la empuñadura de su espada catalana y con la otra mano saluda a sus admiradores; la trenza que le cae por la espalda, y la cara afeitada con tanto esmero, le dan aspecto de mujer...." ¿"Frascuelo" aspecto de mujer? ¡Apaga y vámonos!

ANTONIO LEON


Antonio León Fernández Velilla,(Arnedo, 1930), fue el primer diestro riojano en tomar la alternativa, torero que se vio anunciado en carteles de Logroño en veinte ocasiones de luces y en dos festivales de lujo. Debutó sin picadores en Logroño el 15 de junio de 1952, con novillos de Chopera, en un mano a mano con P. Herrera. Toreó posteriormente 6 novilladas con picadores y después de la alternativa, en la plaza capitalina, mató 4 corridas de toros alternando con las principales figuras del toreo. Hay que añadir 5 festivales y 5 novilladas. Se crió en una familia de agricultores con dos hermanos más y una hermana. Aunque no asistió de forma «metódica y continuada» a la escuela, sus compañeros le recuerdan como buen pintor y excelente calígrafo. Desde muy joven tuvo habilidad para disponer de dinero propio. Siendo niño fue monaguillo. Era encargado de llaves y con libertad para disponer de tiempos libres en los que las capas pluviales hacían de capotes de brega en la sacristía. Dio los primeros pasos en la ganadería de Alfaro de Nicasio Casas. Después, como tenía familia en Sevilla, se fue allí, recomendado por Pedro González Ripa. Allí fue conociendo de cera el toreo, de la mano de los riojanos Ruiz y Quemada, que lo llevan a La Maestranza para que «beba» en el buen «toreo». Tomó la alternativa en 1962, en un cartel con Curro Romero, Paco Camino y el rejoneador Fermín Bohorquez y la confirmó en Madrid en 1963 con Limeño y José Montilla. En 1966 protagonizó una fecha histórica, haciendo matador a «El Satélite» en Calahorra. Se retiró en el año 73, volvió en el 77 y aún se rumoreó una segunda reparición en el 87.Una vez retirado del circuito en activo, León siguió ligado a los toros, siendo uno de los grandes impulsores en la creación del prestigioso certamen de novilleros El Zapato de Oro de Arnedo, su localidad natal,falleció el 12 de julio de 2008 en la localidad riojana de Calahorra a los 78 años.

lunes, 10 de noviembre de 2014

MARIANO DIAZ FERNANDEZ "EL BOTICARIO"


El Boticario fue un diestro de aquellos de antaño de quienes podía decirse que lo mismo servían para un fregado que para un barrido ; igual actuaba de banderillero, que mataba toros en novilladas, o dirigía alguna capea encargándose de estoquear al toro de muerte que en la misma se jugaba. Nació en Borox (Toledo) el 9 de Septiembre de 1849 ; fue dependiente en una farmacia de Madrid, de donde le vino el apodo que ostentó ; en 1872 se dedicó a torero, demostrando buenas aptitudes, y muy pronto se vio solicitado para actuar indistintamente como matador de novillos (particularmente en los pueblos de Castilla) o como banderillero. En la corrida que se efectuó en San Martín de Valdeiglesias (Madrid) el 9 de Septiembre de 1881 se lidiaron toros serranos, moruchos sin casta; de. matador actuaba Vicente García (Villaverde), y a sus órdenes trabajaba aquella tarde el Boticario. El tercer toro saltó al callejón, donde se hallaba el mencionado diestro, y al echarse éste a la plaza fue alcanzado por la res, sufriendo una cornada profunda en la parte póstero superior del muslo derecho que le causó la muerte en la. mañana del siguiente día. Fue, pues, el Boticario un torero modesto que aunque se daba buena traza no parecía llamado a realizar grandes empresas. Al menos no lo demostró en los nueve años que fue lidiador. Y sin el fin trágico que tuvo e, lo más seguro que no hubiera pasado a la Historia.

sábado, 8 de noviembre de 2014

JULIO MARTINEZ "TEMPLAITO"


Templaíto tomó la alternativa en su ciudad natal el 29 de junio de 1904 de manos de Antonio Montes, doctorado que no llegó a confirmar en Madrid, y entre esto y lo poco que luego toreó, su nombre fue olvidado pronto por los aficionados. Hizo excursiones a América y a veces alternó con novilleros, lo que dará idea del poco relieve que tuvo como artista. En su ciudad natal, donde vivía retirado de las lides y donde murió en 1930 disfruto siempre de muchas simpatías.

viernes, 7 de noviembre de 2014

ANTONIO JOSE SUAREZ


Antonio José Suárez e Iglesias, nacido en Oviedo el 23 de abril de 1831 y trasladado a Madrid apenas cumplidos los doce, años de su edad. En la Corte ejerció en principio diversas ocupaciones, hasta que surgió su vocación por el toreo, comen ando el ensayo de sus aptitudes en los embolados para los "jóvenes principiantes" de las novilladas de 1849 y 50, y siguiendo ya de hecho la carrera del toreo hasta culminar en la alternativa, recibida en Madrid, con todos los honores, en el año 1860. Después de sus ensayos con los moruchos embolados, hizo amistad con el novillero vascongado Domingo Mendívil, quien en 1851 le incorporó a su gente. La temporada de 1852 siguió a éste en sus pueblerinas actuaciones, y con él vino a la Plaza madrileña para torear ganado de puntas la tarde del 4 de diciembre de 1853, fecha en que Mendívil hizo su primera salida en el ruedo de la Puerta de Alcalá. Antonio José Suárez, en unión del madrileño Juan Mota, pareó los novillos segundo y cuarto, de los ganaderos Villalba y Castrillón, y como lo hizo regularmente, esperó con impaciencia la salida del semanario profesional que se ocuparía de sus labores de peón y banderillero: pero, ;oh dolor!, ni se le nombra: ha era desconocido para el revistero. Era Domingo Mendívil un exaltado revolucionario, de aquellos que no están conformes ni aun con los políticos que ellos ayudan a triunfar, y pronto catequizó a su joven banderillero, que le siguió en esta clase de aventuras, con la secuela le persecuciones, huidas de su Patria, quebrantos de salud y de intereses, toda la lira de disgustos, sinsabores y fieros males. Pero concretémonos a su carrera en el toreo, que es la que ahora nos interesa para nuestro Desde su presentación en Madrid como banderillero de moruchos de puntas en esa corrida de 1853 hasta el año 1856, acompañó a cuantos novilleros le hacían proposiciones, siendo los que utilizaron su colaboración el Mendívil antes mencionado, el aragonés "Relojero", figurando también como, matador en algunas novilladas de ínfima categoría, hasta que el 6 de diciembre de 1857 logro verse como matador en los carteles madrileños, estoqueó ese día y muy guapamente por cierto, un solo novillo, "Salao”, retinto, del ganadero colmenareño don Calixto Esteban, y nuestro héroe, que aquel día vistió el primer traje de luces por él estrenado —uno modestito, carmesí y plata, adquirido tras no escasas privaciones— volvió a experimentar la segunda contrariedad con la Prensa profesional, que equivocaba hasta su nombre. 

Pero no faltó quien se fijase en el aplomo, frescura y valentía con que despachó al novillo colmenareño y quien le hizo justicia: fue nada me-nos que el propio empresario madrileño, el afamado ganadero don Justo Hernández, que le con-trató de media espada para la temporada de 1558, con lo que el novel lidiador no cabía en sí de gozo, y el suceso no era para menos. ¡Ahí era grano de anís hacer el paseíllo al lado de los maestros "Cuchares'', Sanz y "el Tato !... El gran "Curro Cuchares”, deseoso siempre de ayudar a los principiantes, quiso conocer por sí propio la cantidad de suficiencia y valor del novel media espada, y en la corrida del 12 de abril le cedió el toro quinto, "Tarin , negro, de saltillo. Suárez, que vestía su consabido traje carmesí y plata, tomó los trastos, y con mejores deseos que fortuna dio fin del morito, que hizo la pelea con mucho nervio y que no estaba como para ser lidiado por diestro de escasos recursos. La crítica, dándose cuenta de la buena voluntad del joven lidiador, le alentó al juzgar su trabajo. Véase lo que se escribió: "Este joven diestro, con más ganas de trabajar y agradar que arte, aunque desgraciado en su faena, ha estado brusco y cerca del toro, que es cuanto puede y debe exigírsele. Cuide de no encorvarse en los pases, de citar y arrancar por derecho, de no precipitarse, y podrá en su día ser matador de toros, pues reúne algunas buenas condiciones: Suárez es un chico que principia, y no del todo mal, con desahogo y gracia”. Otro toro mató en Madrid esta temporada de 1858, el de gracia del 26 de abril, “Gitano” retinto; del marqués de la Conquista, al que toreó por verónicas y navarras, pasó de muleta con brevedad y sin estrecharse y mató de una regular estocada arrancando. La crítica ya metió un poco más el escalpelo en su labor, juzgándole con alguna más severidad, terminando con estas palabras: "Como es principiante debe decírsele los defectos que se le noten para que, procurando corregirlos, se haga digno de las esperanzas que ha hecho concebir. ¡Así escribían los cronistas antaño! 

A más de sus actuaciones como sobresaliente o media espada en Madrid y provincias en esta temporada y la siguiente de 1859, mató novillos y aun alternó en provincias con matadores de cartel, y en la corrida de Madrid del 24 de septiembre de 1860, Julián Casas, "el Salamanquino", le dio la alternativa, cediéndole el toro "Trueno”, colorado, del ganadero don Agustín Salido. El nuevo doctor en tauromaquia estuvo regular en la muerte de dicho toro y muy bien en la del último de la tarde, "Vivoro”, retinto, de don Vicente Martínez. Era Antonio José Suárez, hombre de elevada estatura y dominaba bien, por buenos mozos que los toros fuesen: sus labores con el capote y la muleta no se distinguían por lo finas e inteligentes, pero solía realizarlas con valentía, y en esto fundaron los aficionados sus esperanzas para lo futuro. Tanto en el año de su alternativa, como después de ésta, continuó el diestro matando novillos de puntas, y esto, que pudiera extrañar a los aficionados del día, que no conozcan a fondo la historia de la Fiesta de toros, era cosa corriente en aquel tiempo y en espadas de segunda y tercera categoría, sin que por lo habitual llamase la atención, ni por esto perdiese su antigüedad el diestro o diestros que lo realizaban. La explicación es sencilla. Los lidiadores de aquella época eran ante todo entusiastas de la profesión que por vocación abrazaran. Gustaba de torear, y como no disponían de las facilidades de ahora para hacerlo en las vacadas, aceptaban corridas de novillos por no pasar inactivos todo el invierno. En estas funciones mataban dos novillos de puntas, reses que de novillos sólo tenían el nombre, pues solían ser de edad pasada, muchas carnicerías y nada escasa arboladura. Que los matadores no aceptaban por codicia estas corridas está demostrado con saber que solían cobrar 250 a 300 reales por fiesta, cantidad que no era para resolver ningún problema económico, aun teniendo presente el gran valor del dinero en aquel tiempo. En el año 1862, fue contratado de temporada como tercer matador con "Cuchares" y Cayetano Sanz. Su labor fue bastante desigual, en conjunto, logró tardes muy felices, como la del 16 de junio, en la que toreó de muleta y mató estupendamente al toro "Meleno”, castaño, de Miura. Hasta el año 1865, fue conservando su cartel, con mucha desigualdad, pero sin gran descenso más desde esta fecha, y por causas ajenas a la profesión, fue anulándose en tal forma que hasta perdió aquella valentía de sus mejores años. "Suárez, en vez de adelantar, marcha hacia atrás”, escribía un cronista, y de que esto era una realidad, recibía inequívocas pruebas el lidiador, olvidado casi por completo de las Empresas y del público, que en otro tiempo le alentó con sus aplausos Los asuntos políticos en que se vio metido, tal vez contra su deseo, absorbieron su tiempo y consumieron sus ahorros, recibió más disgustos que satisfacciones, y asqueado de la política y olvidado como lidiador se retiró a vivir con el producto de una taberna que había establecido en la calle del Tutor. Cuando llegaron, las fiestas reales de 1878, el que tanto había luchado, por el republicanismo solicitó trabajar en honor del rey Alfonso XII. Le fue concedido, vistió de nuevo el traje de luces, conservado desde su retirada en 1872, y estoqueo tan rematadamente mal el toro "Cachacho” negro, de Saltillo, lidiado el 26 de enero, que la silba fue de alto bordo. Recluido definitivamente en su establecimiento, allí murió el 21 de enero de 1889. Esta fue la vida en el arte del matador de toros asturiano Antonio José Suárez, a quien apodaron en sus comienzos "el Morenillo”.