jueves, 27 de febrero de 2014

EL CLASICO


Andrés Coloma Sanjuan, más conocido como Clásico fue un famoso torero en activo entre los años 20 y 40. Clásico nació en Ibi (El Alcoyano) el 30 de noviembre de 1907. Se trasladó a vivir a la vecina ciudad de Alcoy con sólo cinco años. Desde pequeño fue cultivando su afición a la tauromaquia, asistiendo a capeas y fiestas de vaquillas en las poblaciones de la comarca. Su primera capea la hizo en Tibi (L'Alcoià). En agosto de 1921, con sólo trece años, hizo un viaje por La Mancha y, en el pueblo toledano de San Román de los Montes, participó en una capea, pero fue herido por el toro que muletejava, sufriendo una cornada de cinco centímetros en la ingle, de resultas de la cual llegaron a comulgar con la extremaunción. Un mes después, ya restablecido, se lanzó como espontáneo al coso de Talavera de la Reina el ocho de septiembre, donde toreaban Dominguín y Mariano Montes. 

Continuó haciendo viajes por pueblos de la Mancha, Andalucía y Madrid, familiarizándose con los ambientes taurinos. De vuelta a Alcoy, trabajó de selfactinas unos años, pero participando en capeas locales. Amat Casares comenta cómo recibió su apodo: una tarde estando al popular café El Trabajo de Alcoy, Ángel, el camarero, le preguntó cuál era su 'nombre de guerra' como torero. Como Andrés no respondió, aquél le dice: No dices que tienes un toreo clásico? Pues 'Clásico'. Y así fue bautizado. Vistió por primera vez, de corto, en Gandia, como banderillero del novillero (novillero) Gallardo. Como matador, debutó en la plaza de Huéscar (Granada) el 19 de junio de 1924, donde no tuvo demasiado éxito. Decide, sin embargo, abandonar el trabajo de tejedor ese mismo verano, y el 15 de agosto saltó a la arena como capitalista (espontáneo) en la plaza de toros de Xàtiva. Lo hizo tan bien que el público y el mismo matador de tanda, Fausto Barajas, pidieron a la policía que no lo detuviera. Andrés volvió a su asiento y Barajas le brindó la muerte del último toro de la tarde, ante el clamor del público. A partir de entonces, el industrial alcoyano don Ernesto Mataix se interesó y empezó bueno y bueno la carrera de Clásico, haciendo el passetget en Bocairent el 31 de agosto y en Xàtiva el 28 de septiembre y 5 de octubre . Para preparar la temporada siguiente, se traslada a Salamanca, donde participa en varios probadores (tentaderos), financiado con la venta de participaciones de lotería. Volverá a la ciudad charla para entrenarse en el invierno de 1925. Desde la temporada de 1925 es un torero bien conocido en su ciudad de adopción, Alcoy, donde lo conocen como el niño, haciendo 12 novilladas en diversos cuerpos valencianos en 1925. La temporada de 1926 fue exitosa, aunque el torero era todavía inexperto y fue volteado algunas veces. Debuta en la plaza de Vista Alegre de Carabanxel (Madrid), obteniendo una oreja ese día, 11 de abril, y dos orejas el 26 de abril, ocasión en que sufre una cornada de 10 cms. en el ano. Su entusiasmo, sin embargo, gusta a la crítica y compensa su inexperiencia. El 20 de junio de 1926 inaugura la nueva plaza de toros de Alcoy en un ambiente de fiesta absoluta. El 18 de julio del mismo año es presentado en Madrid el coso de la carretera de Aragón, pero su falta de experiencia y la mansedumbre del rebaño le hacen fracasar. El público y la crítica lo tratan muy duramente, dando pie a una polémica local entre partidarios y detractores. Es el 22 de mayo de 1927 cuando alcanza salir por la puerta grande de la plaza de toros de Valencia. Es cogido por el toro en Burgos, y continúa después de recuperarse en Xàtiva, Monóvar y otros lugares con diverso éxito. El 27 de noviembre sufre la agresión de un aficionado alcoyano, quien lo hirió al polvo y la mejilla con un cuchillo. Clásico tomó la alternativa el 30 de septiembre de 1928 en Xàtiva, con toros de la ganadería de José Bueno, y acompañado de los valencianos Vicente Barrera, padrino de la alternativa, y Enrique Torres, testigo. La corrida fue un rotundo éxito. Meses después, el 9 de junio de 1929, es presentado como matador en Alcoy. Toreará en varias plazas como Lisboa, Almería, y Valencia. En otoño de 1928 comienza una campaña por tierras americanas, toreando en Caracas (Venezuela), Santa Marta (Colombia), Lima (Perú) y La Paz (Bolivia). Después de esta temporada de gran éxito, comienza una época gris para el torero alcoyano. Torea en Bogotá en 1931, pero al volver a Alcoy, debe renunciar a la alternativa. Actúa en plazas locales, y en noviembre de ese año se incorpora al Regimiento Vizcaya de Alcoy. Contrae matrimonio con Dolores Mira Reig el 14 de diciembre de 1931. Gradualmente, van espaciándose sus actuaciones, toreando esporádicamente entre 1932 y 1937. Viste el traje de luces por última vez el 16 de abril de 1944. Última aparición de Clásico vistiendo el traje de luces, toreando toros de Miura. Alcoy, 16 de abril de 1944 Clásico fue un torero muy voluntarioso y valiente, incluso temerario, brillante con el capote, pero carente de técnica. Los accidentes con los astados fueron constantes en su carrera, pasándole factura al cabo de los años. Andrés Coloma Sanjuan traspasó a Torrent (La Huerta) el 20 de febrero de 1964. Clásico tuvo un eco extraordinario en su ciudad, Alcoy. Ya en 1925 se inauguró el Club Clásico en los antiguos locales de El Serpis, en la esquina de la calle Venerable Ridaura con San José, lugar donde el torero sería agredido dos años después. En marzo de 1926 los alcoyanos residentes en Barcelona inauguraron otro Club Clásico paralelo. La Peña Clásico se constituyó en febrero de 1929 en las instalaciones del Bar Regio, en la calle San Mateo 94. 1927 Clásico fue adoptado como marca de una soda refrescante (limonada de papelito) local comercializada por J. Cortés. También parece que fue la marca de un papel de fumar y de un café-helado alcoyanos.

domingo, 23 de febrero de 2014

PEPE IGLESIAS



En Octubre de 1979 falleciò en Madrid el que fuera matador de toros y posteriormente subalterno Pepe Iglesias. Pepe Iglesias era miembro de una familia de toreros, netamente madrileños. Su padre, Antonio Iglesias (Chico del Matadero) fue puntillero. Sus hermanos Antonio —más conocido por Antoñete—, Ángel y Luis también fueron banderilleros.
Antonio Iglesias (padre) "Chico del Matadero

Toreo de dinastía, que engarza con la tradición taurina de las familias toreras de los «madriles». Esta de los Iglesias, no por modesta deja de ser importante. Igual que la de los «Pirri», cuyos principios también salieron de un puntillero. Como el muy añejo de los de Valencia, que abarca cinco generaciones y que tiene su origen en un banderillero del legendario Espartero, y sus raíces en el madrileño pueblo de Fuencarral.

Pepe Iglesias nació el 17 de octubre de 1904. Debutó en la plaza de Madrid el 7 de octubre de 1923. junto al valenciano Manolo Martínez —El Tigre de Ruzafa— y El Trinitario. Tras una campaña aceptable, en el año 1928 toma la alternativa en. Barcelona el 21 de abril de 1929, de manos de Valencia II y en presencia de Vicente Barrera.
Antoñete Iglesias, hermano de Pepe

Los toros pertenecieron a Celso del Castillo. El 23 de junio del mismo año confirmó la alternativa en Madrid, de manos de Fortuna, con Marcial Lalanda de testigo y toros del duque de Tovar. Pepe Iglesias, que fue un torero fino, según dicen los cronistas de la época y aquellos que le vieron, toreó de cinco a seis corridas en 1930 y 1931, se vistió una sola vez de luces en 1932 y renunció a continuación a la espada y a la muleta para pasar a engrosar las filas de los subalternos.




Actuó muchas tardes en las Ventas como peón de brega «suelto». También como rehiletero de Antonio Bienvenida en aquella temporada de 1956, en la que los tres peones del maestro desaparecido salían vestidos de verde y plata en todas las plazas: Pepe Iglesias, el gran Guillermo Martín y Antonio Caro, otro ex matador de toros, miembro también de una dinastía madrileña.

sábado, 22 de febrero de 2014

JOSE IGNACIO SANCHEZ MEJIAS ORTEGA,"JOSE IGNACIO SANCHEZ MEJIAS"


Nació en Sevilla el 09 de Octubre de 1917,hijo del famoso Ignacio Sánchez Mejías y Lola Gómez Ortega,hermana de "los Gallos", su padre quiso que estudiara y se pasó varios años en Suiza,pero la sangre torera pudo mas que todo y dos años después de la trágica muerte de su padre,José Ignacio entro de lleno en los ruedos.

Por dos temporadas José Ignacio parecia que llegaría a lo mas alto,pero no se sostuvo y después de tomar la alternativa en 1941 en Sevilla,apenas actuó en dos temporadas más, sin mayor éxito, su nombre dejó de figurar en los carteles a partir de 1944, corta carrera que apenas sumó treinta corridas,formó pareja con el hijo de Juan Belmonte, Juanito. 

Incorporado a la casa "Chopera" fue apoderado de varios matadores (Curro Romero, Jaime Ostos, Antoñete, Amador,etc).Falleció a los 49 años en Lima (Perú) el 02 de Noviembre de 1966 de un infarto de miocardio cuando acompañaba a su poderdado "Antoñete" que toreaba allá.

PEDRIN CASTRO


Gozó de gran ambiente entre los aficionados cordobeses a lo largo de los años en los que estuvo en activo. Su primera actuación fue en un festival en Córdoba en el año 1955, festejo en el que cortó dos orejas, rabo y pata. En una temporada llegó a sumar 38 novilladas con picadores, retirándose en el año 62. Su hijo Javier también se probó como novillero sin picadores.Falleció el 22 de Abril de 2006 a los 65 años en su Córdoba natal.

MARCOS DE CELIS.


Nació en Villamoronta, pero se trasladó a vivir a Palencia a los cuatro años. Su carrera taurina comienza en 1952 en Herrera de Pisuerga (Palencia), y ya en 1955 torea por toda España en 56 novilladas. Toma la alternativa el domingo 18 de marzo de 1956 en la Plaza de Toros de Valencia, dentro de sus Fiestas Falleras, al entregarle los trastos de matar y cederle Julio Aparicio el toro “Espartero”, en presencia de Antonio Ordóñez, y la confirma el 29 de abril en Madrid, toreando 30 corridas durante ese año.

Los años siguientes fueron los de su consagración, tenía la costumbre de entrar a matar sin muleta, o cambiaba la misma por un pañolillo o por la montera, pero sin llegar, por diferentes causas, a triunfar plenamente como en principio prometía. El 10 de diciembre de 1958 Marcos de Celis llevó al altar en la Iglesia de la Claras (Palencia) a su novia de toda la vida, Luisa Gato, a la que había conocido siendo un chiquillo. Toreó varias veces en Madrid (fuera de San Isidro) y su mayor éxito allí fue el del 12 de abril de 1959, en que salió por la puerta grande. En 1961 abandona los ruedos y emigra a Bélgica para trabajar en una mina durante dos años. A su regreso, vuelve a torear, triunfando en su reaparición el 1 de mayo de 1964 en San Sebastián de los Reyes (Madrid). 
Marcos de Celis da la vuelta al ruedo en su última aparición en una plaza de toros, en el homenaje a los toreros palentinos celebrado en octubre de 1995.

Posteriormente torea sólo esporádicamente. Su última corrida fue en Palencia, donde había auténtica devoción, casi pasión, por el torero, el 1 de septiembre de 1972 en las Ferias y Fiestas de San Antolín. En junio de 2006, con motivo de los 50 años de su alternativa, se le rindió un homenaje en la Plaza de toros de Palencia, exponiéndose diversas instantáneas del diestro y presentándose un libro sobre su vida y arte. El Ayuntamiento de Palencia acordó, en el año 2008, dedicarle el nombre de una calle en una zona de reciente construcción. En agosto de 2009 los vecinos su pueblo natal han colocado una placa en el lugar que ocupaba la casa en la que nació, pretendiendo rendirle un tributo al torero.

sábado, 15 de febrero de 2014

JESUS CORDOBA RAMIREZ

Matador de toros mexicano, nacido circunstancialmente en Winfield (Kansas, Estados Unidos de América) el 7 de marzo de 1927. Hijo de emigrantes mexicanos, adoptó la nacionalidad azteca cuando alcanzó la mayoría de edad, pues desde los diez años residió en la tierra natural de sus mayores. En la ciudad mejicana de León (en el estado de Guanajuato), donde la familia del joven Jesús Córdoba se había afincado a su regreso de la aventura norteamericana, cursó unos estudios secundarios que pronto abandonó para consagrarse de lleno a la vocación taurina que se había manifestado en él desde su más tierna infancia. Comenzó, así, a curtirse como maletilla en cuantos festivales, tientas y capeas se celebraban por su entorno geográfico, y pronto acreditó el valor y el oficio suficientes para recibir su primera oportunidad vestido de luces. Así, en 1946, cuando aún no había alcanzado los veinte años de edad, estrenó su primer terno de alamares en la plaza de toros de León, donde apuntó buenas maneras frente a un novillo marcado con el hierro de El Vergel. Dio inicio de esta forma a una dificultosa y accidentada trayectoria novilleril que estuvo a punto de verse definitivamente truncada en 1947, cuando un astado le infirió una gravísima cornada en el coso mejicano de La Piedad. Pero, a pesar de este y otros percances que pusieron a prueba su afición, el joven Jesús Córdoba Ramírez estaba empecinado en llegar a convertirse en una gran figura del toreo, por lo que continuó el duro aprendizaje novilleril hasta que, en abril de 1948, le llegó por fin la oportunidad de presentarse en la plaza Monumental de México ante la primera afición de su país, donde debía acreditar el prestigio que, en su condición de novillero pujante, había ganado gradualmente con sudor y esfuerzo por pequeños cosos provincianos. Solía, por aquellos años de 1947 y 1948, formar cartel taurino con los jóvenes novilleros Rafael Rodríguez Domínguez y Manuel Capetillo Villaseñor. 

Aquella tarde abrileña de 1948, Jesús Córdoba Ramírez causó una grata impresión en el coliseo capitalino, lo que le sirvió para convertirse en uno de los novilleros punteros de dicha temporada y, antes de que ésta concluyera, para afrontar el paso más esperado en la carrera de cualquier aspirante a figura del Arte de Cúchares: tomar la alternativa. Y así, el día 25 de diciembre del mencionado año de 1948, en las arenas de la plaza de Celaya, recibió el doctorado taurino de manos del consagrado maestro mexicano Fermín Espinosa Saucedo ("Armillita Chico"), quien le cedió la lidia y muerte de un cornúpeta distinguido con la señal de Xajay. Unos días más tarde, ya en el año siguiente, el propio diestro de Saltillo apadrinó la confirmación de alternativa de Jesús Córdoba Ramírez sobre las arenas de la plaza Monumental de México, donde, en presencia del espada venezolano Luis Sánchez Olivares ("Diamante Negro"), que hacía las veces de testigo, le cedió los trastos con los que había de muletear y estoquear un morlaco criado en las dehesas de La Punta, que atendía a la voz de Zalamero. Corría, a la sazón, el día 16 de enero de 1949, y antes de que transcurriera un mes Jesús Córdoba volvió a ser herido de gravedad, esta vez por un morlaco de Piedras Negras (6 de febrero de 1949). Tras varias temporadas de éxitos ininterrumpidos por los ruedos aztecas, el espada nacido en Kansas se decidió a cruzar el Atlántico y presentarse en el coso madrileño, con el propósito de confirmar la validez de su doctorado en Tauromaquia ante la primera afición del mundo. Así las cosas, el día 21 de mayo de 1952 Jesús Córdoba holló por vez primera el redondel de la plaza Monumental de Las Ventas flanqueado por el matador sevillano José Martín-Vázquez Bazán ("Pepín Martín Vázquez") -presente en calidad de padrino- y el coletudo cordobés José María Martorell Navas -que comparecía como testigo de la ceremonia-, quienes presenciaron la confirmación de alternativa del diestro mejicano frente a una res marcada con la divisa de don Fermín Bohórquez. Aquel día, la afición de Las Ventas premió con su aplauso el buen hacer de Jesús durante la vuelta al ruedo que dio tras despenar a su primer enemigo, y las dos vueltas con que remató su actuación frente al último burel de la tarde. El diestro de Kansas -adornado por un estilo sobrio y elegante que, aunque no recordaba para nada el toreo alegre y bullicioso característico de sus compatriotas, le hizo acreedor del apodo de joven maestro de la sapiencia- causó una grata impresión entre el público madrileño, lo que le sirvió para firmar catorce contratos en España durante aquel año de su presentación en los cosos peninsulares. De hecho, el valor seco y frío con que interpretaba su concepción del toreo gustó más en España que en México, donde el crítico taurino Carlos León le había bautizado, de forma despectiva, como el frigidaire de Winfield. Sin embargo, la aparente frialdad de Córdoba Ramírez, lejos de transmitir abulia y distanciamiento para el público hispano, le valió para cosechar importantes triunfos en las principales plazas españolas, a pesar de que una parte de la crítica se dejó influir por el sambenito que arrastraba el espada desde la tierra natal de sus progenitores: "Con una buena planta de torero, Córdoba ha sido un muletero de una elegancia quintaesenciada, de un magnífico y frío empaque con la capa y de un valor bien templado. Sin embargo, todo lo que realiza tiene un sello de glacial firmeza, una falta de vitalidad evidente. En todo momento se pudo colocar en primerísimo lugar y una especie de abulia racial, unida a esa impasible perfección de su toreo [...], lo han impedido totalmente" (Néstor Luján, Historia del toreo). 

Sea como fuere, lo cierto es que Jesús Córdoba Ramírez triunfó ruidosamente en España no solo en el primer año de su comparecencia, sino también en la campaña siguiente, en la que llegó a vestirse de luces en treinta y cinco ocasiones en los cosos peninsulares. El día 24 de abril de aquel año de 1953, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el elegante coletudo azteca lidió de forma espléndida un lote perteneciente a la legendaria ganadería de Miura, y al día siguiente, en el mismo coliseo taurino y en presencia de los diestros Rafael Ortega Domínguez y Emilio Ortuño Duplaix ("Jumillano"), cortó un apéndice auricular a un burel criado en las dehesas de Sánchez Cobaleda. Un mes después, resultó herido de gravedad en la madrileña plaza de Las Ventas, circunstancia que no fue óbice para que, haciendo alarde de un seco valor, volviera a realizar el paseíllo sobre las arenas de dicho coso al cabo de dos días. Siempre al filo de la temeridad, el día 30 de noviembre de aquel mismo año, ya de nuevo en México, volvió a recibir una grave cornada. 

En la campaña de 1954, aunque no pisó el redondel de Las Ventas, Jesús Córdoba cosechó nuevos triunfos en los coliseos españoles, en los que se vistió de luces en catorce ocasiones. Su mejor actuación aquel año tuvo lugar en las arenas sevillanas el día 28 de septiembre, fecha en la que resultó premiado con la oreja de uno de sus enemigos. Durante las temporadas de 1955 y 1956, aprovechó el tirón de sus triunfos en España para torear sólo en México, donde se consolidó como una de las figuras cimeras del escalafón superior. En 1957 volvió a torear en España, para triunfar de nuevo en Las Ventas los días 19 de mayo -con vuelta al ruedo tras despachar un morlaco de Guardiola-, 25 de julio -con otro recorrido al perímetro venteño- y 29 de septiembre -con una vuelta al ruedo después de pasaportar a cada uno de sus oponentes, en una tarde que vio reaparecer sobre las arenas capitalinas a Luis Miguel González Lucas ("Luis Miguel Dominguín"). Tras esta exitosa campaña en suelo hispano, Jesús Córdoba Ramírez regresó a México, donde no se cortó la coleta hasta finales de los años sesenta.En la actualidad  ya octogenario, es director de la escuela taurina de Queretaro.

Francisco Sánchez Fernández "FRASQUITO"

El 24 de Febrero de 1993.- Fallece en el Distrito Federal el torero toledano Francisco Sánchez “Frasquito”. Tras la muerte de Manolete, el público deseaba tener un ídolo. Frasquito, triunfó en Sevilla en un festival el 9 de Diciembre de 1947 y en novillada con picadores el 4 de Abril de 1948. Se depositaron en él demasiadas esperanzas. Después su mega estrella declinó. En Madrid toreó el 7 de mayo de 1947 y no gustó a la cátedra. No tomó la alternativa en España. Lo hizo en México, en Autlán de la Grana, el 5 de Octubre de 1955, lidiando mano a mano con Alfredo Leal un encierro de Chofres (Los Toros; Cossio. Tomo II).1995. Edición reducida de dos tomos).





Exito en Sevilla 1948


Se le nombra siempre como el caso mas famoso en la historia del toreo de un gran éxito nunca repetido.Dos cornadas seguidas, en Bilbao y Córdoba, desinflaron el gran globo del calificado como “la sombra de Manolete” o “el torero que había empezado de maestro”.

Se presentó en Madrid el 7 de mayo de 1950 y el comentario más definitivo es el que apareció en “El Ruedo”: “Frasquito salvó su precioso terno a costa del menguado prestigio que tenía”. Se fue a México en 1952, le dio la alternativa Alfredo Leal en 1955 y se quedó a vivir por aquellas tierras. Allí murió el 24 de febrero de 1993 y la noticia de su muerte vino en ABC en una pequeña esquela que puso su hermana el 13 de marzo de ese mismo año y que anunciaba un funeral en la iglesia de San Juan Crisóstomo.



Ya en México, Lorenzo Garza, Cagancho, Frasquito y Jesus Cordoba
"Era Manolete resucitado,era un genio"

Corría el mes de abril de 1948. Apenas habían transcurrido ocho meses de la muerte de Manolete en Linares. Y un muchacho nacido en Toledo,el 10 de marzo de 1927 pero criado en Madrid, barman del popular café Fuyma de la Gran Vía, a la vera del Palacio de la Prensa, se presenta en la Real Maestranza de Sevilla. Ya en el paseíllo, el público se asombra del extraordinario parecido de Frasquito, en lo que a planta se refiere, a Manuel Rodríguez «Manolete». En su primer novillo, en cuanto se para, figura erguida, mano baja, muy marcado el contraste entre la horizontalidad del toro y la verticalidad del torero. Sevilla se estremece. ¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado...! La sombra de Manolete rueda por todas las mentes, trepa por los graderíos. Impone la quietud, el aplomo, resulta un calco más que una imitación del Monstruo recientemente abatido por el miureño «Islero». Al día siguiente en España no se habla más que de Frasquito. Ha resucitado, ha resucitado... Corren infinidad de fotografías del suceso sevillano. Pronto en Bilbao un toro le destroza un muslo. Apenas si sale de la cornada, Raimundo Blanco lo lleva a Córdoba. Abarrota el coso de Los Tejares.
En abril de 1948 la expectación era tremenda en la plaza bilbaína para verle torear. Sin embargo aquella tarde sufrió esta espeluznante cornada, inmortalizada por el fotógrafo de EL CORREO Claudio Orio. Se recuperó, pero a partir de esa cogida su toreo entró en declive.

Los cordobeses se apiñan para volver a ver a su ídolo. En el paseíllo, otra vez, como en Sevilla, surge el estremecimiento. Camina majestuoso, la misma figura, el gesto triste, cabizbajo... Pero en cuanto pretende imponer la verticalidad, cuando salen los primeros oles a borbotones de las gargantas de los cordobeses, surge la cogida. Otro cornalón. El año 50 lo traen a Madrid. Se pagan las entradas de reventa.  Alterna con Calerito y Alfonso Galera. Le apodera el sastre de toreros Luis Álvarez, conocido por «el marqués de los bocadillos». Frasquito viste de grana y oro,pero ya no era la «sombra de Manolete» ni nada. Un gran fracaso.
Bilbao,abril 1948

Acusa los destrozos de sus carnes. Mata su lote como puede. Frasquito era en aquel entonces tan popular, o más, que cualquier matador de toros de tronío. Todavía se habla en Sevilla, más de  medio siglo después, de la faena de Frasquito. Frasquito tenía un restaurante en México y  le iban muy bien las cosas. La última vez que volvió a España fue el día que Juanita Bienvenida mató un toro en Cercedilla para celebrar los sesenta años de edad, que acababa de cumplir. Había venido  de turista. Todavía firmaba autógrafos. La faena de Frasquito ha quedado grabada en la mente de los sevillanos. Se la han contado padres a hijos. Toda Sevilla «ha visto» la faena de Frasquito. Murió de un cáncer de páncreas, lejos de su patria, a los sesenta y dos años de edad en Febrero de 1993. Fue figura por un día y famoso por muchos años. A Manolete, en la tierra, ya no le queda ni su sombra, aunque el Califa se encuentre en la Historia entre los mejores. Si sería importante que hizo famoso a quien se le pareció una tarde, una sola tarde...

miércoles, 12 de febrero de 2014

JUAN SANCHEZ, «NOTEVEAS»



Hijo del matador "Perico Noteveas", y, como él, nacido en Sevilla en fecha que se ignora. Se tienen referencias de que fue discípulo de su padre, quien le dio a conocer en algunas Plazas andaluzas por los años 1849 a 1851. La primera noticia concreta que tenemos de su actuación el el ruedo se refiere a Madrid, y no la  facilita el cronista de la corrida de toros del 27 de junio de 1853, estoqueada por Cayetano Sanz; Manuel Trigo y José Rodríguez, «Pepete». El revistero va anotando el curso de la fiesta y con relación al toro tercero, «Corchete» (negro) de Benjumea, escribe: «Recibió dos varas del «tío Lorenzo», tres de «Chola» y cuatro de Sevilla. El Hijo de «Perico Noteveas» le colgó luego dos pares y Mota, dos y medio, y lo despachó «Pepete» de una baja » Así se presentó en Madrid Juan Sánchez, sin antes haber pasado por la aduana novilleril, lo cual era habitual y corriente en aquel tiempo, tanto en lo que concierne a los hijos de esta tierra como a los forasteros.


Volvemos a saber de su trabajo en los dos año siguientes, en que acompaña a Gonzalo Mora en unas corridas de Valencia; a Domingo Mendívil, el  otras de Zamora, y a Gregorio López Calderón en Talavera y Levante. Las referencias de este tiempo presentan al segundo «Noteveas» como peón inteligente y trabajador , habilidoso rehiletero,pero escaso de valentía y nada entusiasta del oficio elegido. Dicen los que le conocieron que en su vida particular era hombre serio, de gran bondad, mucha simpatía y  buen administrador de sus intereses. No gustó el someterse a  la disciplina de matador determinado; trabajó con todo el que le hizo ofrecimientos ventajosos, y como era seguro en el ruedo, cumplía en las faenas y no eran mucho sus pretensiones, sus campañas, si no brillantes le resultaban muy provechosas. La temporada de 1858 fue quizá la de más óptimos frutos. Toreo constantemente con matadores de toros y novillos, desde «Cúchares» al «Relojero» siendo por todos muy apreciado. Torea nuevamente en Madrid el año 1859; reaparece en 1862, y sin interrupción, trabaja hasta 1868. «Cúchares», muy amigo de su padre le proporciona frecuentes ajustes. Acompañando a Gregorio López Colderon. fue el 5 de junio de 1870 a Palencia, presenció la tragedia del pobre Agustín Perera, y presa de indescriptible pánico, se negó a salir al ruedo tras ayudar al matador. Este es el punto negro de su vida profesional. No fue muy castigado por los toros. Cansado de rodar por los circos, y en posesión de algunos ahorros, se retiró de la profesión en 1879, disfrutando plácidamente de la vida  hasta su muerte, ocurrida por el año 1885.

LUIS RIOS "EL PINTURERO"


Luis Rios "El Pinturero" A partir de los años sesentas, España advierte un incremento en el número de turistas internacionales que se dan a la tarea de “experimentar” y descubrir la cultura local. Parte de esa experiencia turística consiste en ver una novillada o corrida de toros. El número de festejos se incrementa exponencialmente, también surge y florece el caudal taurino que se conoce como el “tremendismo”. Nicho en el que pueden colocarse a figuras como (y principalmente) Manuel Benítez “El Cordobés”, pero también algunos otros toreros que adoptaron nombres tan estrafalarios como “El Satélite”, “El terremoto de Gredos” o “El Bala”. Luis Ríos, Pinturero, se encuentra en ese contexto del toreo de artilugio, ya que el llegar a la plaza en paracaídas lo diferenciaba, aunque eso en nada mejoró su nivel taurino, que siempre fue modesto con mucho. 

El Pinturero” era gallego, natural de Lugo, y tenía veintiún años de edad. En 1960 ingresó voluntario en la Escuela de Paracaidistas de Alcantarilla. Últimamente fue instructor civil en Cuatro Vientos. Torero “tremendista”, había intentado en España el salto en paracaídas hasta el coso taurino. El 20 de agosto de 1965 se lanzó desde una avioneta, vestido con el traje de luces, en el intento de caer en el ruedo de la plaza de toros de Getafe. Fracasó en su intento, y cayó en el campo, a dos kilómetros de la Plaza, pero desde allí, ileso, pudo trasladarse hasta el ruedo, y actuar como cuarto novillero de la tarde. No hace mucho tiempo, Luis Ríos había revelado el propósito de efectuar otro lanzamiento en paracaídas desde dos mil metros de altura, a la gran Vía Madrileña. Se le reconocía como el “pinturero” en el mundo de la tauromaquia, por hacerle homenaje a un pájaro que lleva ese nombre en su natal Galicia.

El pinturero original es de plumaje llamativo, de colores que contrastan y de brillantez exquisita, y Luis queriendo parecerse aún más al ave, imitaba con su vestido la majestuosidad de él. Perdió la vida el 18 de diciembre de 1966 al tratar de llegar a la plaza de “la Serrezuela”, Cartagena en paracaidas. Desvió el curso y cayó en el mar donde pereció ahogado. El pintor Enrique Grau, recreo su muerte en un cuadro llamado "La muerte de Pinturero".

Manuel Martín Gómez VAZQUEZ II


Fué hermano del famoso matador Curro Martín Gomez —conocido entre los taurinos como Curro Martín Vázquez— y nació en Alcalá de Guadaira 26 de junio de 1886. Pero sus actividades taurinas las inicia en 1905, al amparo de l a carrera de hermano, en el mismo Alcalá de Guadaira, donde estoquea un novillo. Tientas y capeas le entrenen un par de años, y en 1907 hace su presentación en l a Maestranza sevillana con éxito que le abrira l a temporada en 1908, el día 2 de febrero en Madrid, con novillos del duque, Patatet y «Platerito» de compañeros de cartel; un  cartel en que Manolo hubo de despachar cuatro "pavos", por haber pasado a la enfermería sus dos compañeros de terna.


Manolo Martin Vázquez fue torero de poca fortuna y numerosas cogidas; Cervera —gran fotógrafo taurino — captó en esta forma certeramente plástica uno de sus muchos revolcones
Y de aquí se inicia una brillante temporada de triunfos novilleriles, que corta  en Barcelona una gravísima cornada qué le tiene dos años retirado de los ruedos. ¡Los dos años cruciales para hacerse figura! !asi borrado su nombre de los escalafones taurinos, reaparece en  la Sevilla materna en 1911 con gran triunfo que repercute en Madrid; viene a  la Corte y renueva sus laureles, con lo que este y el año 1912 son de gran brillantez para él. A tal  extremo de que a finales de la temporada,, el  dia 1 de octubre, recibe de Vicente Pastor la alternativa —cediéndole el toro «Rosquero», jabonero sucio, típico de las camadas del duque— en la misma corrida en que Joselito «el Gallo» confirmó como nuevo astro de la tauromaquia, la suya, este mismo año de 1912 realiza el sueño de todos los toreros de antaño.
Cuando la suerte no se consumaba a perfección, no por eso cejaba Manolo Martin en ella; aquí,el toro no ha seguido al engaño, pero el torero tampoco se ha echado fuera de la trágica «cuna»

Ir a México; y, efectivamente, torea mucho en la capital y en los Estados pero en los años siguientes, 1913 y 1914, sus contratos bajan mucho en cifra. La razón era sencilla , ¡Estaban en los ruedos José y Juan! ¡Vicente Pastor y Rafael! Y mantenerse a esa altura sólo era permitido a los elegidos de los dioses. Ni siquiera el hecho de estar casado con una hermana los «Gallos» le facilitó el paso, y Manolo Martín, "Vazquez I", realista y sereno ante los hechos, se retiró del toreo silenciosamente.Murió en 1956.

lunes, 10 de febrero de 2014

MANUEL CALERO CANTERO "CALERITO"


MANUEL CALERO CALERITO, nació el 19 de Enero de 1.927 en Villaviciosa, (Córdoba), con trece años se trasladó con su familia a Valencia donde empezó a picarle el mundillo de los toros; el 28 de Julio de 1.945 consiguió por primera vez verse anunciado en un cartel como Sobresaliente en una novillada en la plaza de toros de la Calle Játiva. En 1945 llegó a torear 17 novilladas con un estimado resultado artístico. En 1946 toma parte en 12 novilladas en la región levantina. En 1947 después de torear 7 festejos sin caballos, se presentó con picadores en la plaza de Valencia, el 14 de Septiembre alternando con Pablito Lalanda y Luis Peña. Las cosas ya no salieron bien y no volvió a ser contratado. 

Se traslada a Córdoba en 1948, llegó recomendado a D. Diego Martínez García, aficionado cordobés fue tal el aprecio y el interés que mostró por el torero que en poco tiempo alcanzó un destacado puesto en la Novillería. Su primera actuación en Córdoba fue el 14 de Marzo de 1948, en un festival organizado por los Alumnos de la Facultad de Veterinaria, causó muy buena impresión y fue contratado para tomar parte en otra novillada sin caballos el 18 de Abril. Su presentación en Córdoba fue el 27 de Mayo, en al novillada de la feria de Nuestra Señora de la Salud, alternando con Cardeño y Frasquito, con ganado de D. Luis Lacalle (VERAGUA). Esta fue la tarde de la consagración de Calerito como novillero puntero, pues obtuvo 4 orejas, rabo y pata y fue sacado a hombros de la Plaza. Esa temporada figuró en 29 carteles en las más importantes plazas de España (solo en Córdoba actuó en 8 ocasiones). En 1949 actuó en 49 novilladas. Y en 1950, tras actuar 9 novilladas, tomó la alternativa en la feria cordobesa de Nuestra Señora de la Salud el 26 de Mayo. Agustín Parra Parrita le otorgó el doctorado en presencia de José María Martorell. Aquel año tomó parte en 21 corridas de toros. En el año 1951 toreó en 25 corridas. El 29 de Junio de 1952 confirmó el doctorado en la Plaza de Madrid, Esa temporada actuó en 36 corridas, en 1953, en 30 y después descendió de forma considerable el número de contratos del torero. Pues en 1954 toreó 9 corridas, en 1955 en 7 y en 1956 y 1957, en una tarde cada uno. Su última corrida la toreó en Córdoba el 27 de Mayo de 1957. Calerito durante sus años de actividad se mostró como un torero profesional , honrado valiente capeador y muletero fácil y matador seguro. 

Alcanzó notables éxitos no solo en España, sino también en las dos ocasiones en que firmó contratos para actuar en plazas americanas. Gaó diversos trofeos entre ellos el Municipal Manolete, en la feria de 1952. Durante los años 1958 y 1959 estuvo apartado de los ruedos, aunque participó en varios festivales de tipo benéfico. En los meses finales de 1959 se sintió indispuesto y tuvo que ser intervenido de una delicada operación. Una vez recuperado, el diestro anunció su firme propósito de volver al toreo e hizo las oportunas gestiones. Pero en el mes de Julio se sintió de nuevo enfermo con molestias de carácter gástrico, se fue desmejorando poco a poco y se recluyó en su domicilio con su familia, a los 33 años le sobrevino lo irremediable la muerte. 

Falleció el 13 de Noviembre de 1960, según consta en el certificado médico emitido por el Doctor D. Tomás Sáez Martínez, a consecuencia de una “ INSUFICIENCIA CARDIACA, DEBIDO A CARENCIA POR NEOPLASIA MALIGNA DE ESTOMAGO ”. Falleció el 13 de Noviembre de 1960, según consta en el certificado médico emitido por el Doctor D. Tomás Sáez Martínez, a consecuencia de una “ INSUFICIENCIA CARDIACA, DEBIDO A CARENCIA POR NEOPLASIA MALIGNA DE ESTOMAGO ”. El funeral tuvo lugar en la tarde del Domingo en la Parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, sus restos recibieron sepultura en el Cementerio de San Rafal de Córdoba.

EL DUQUE DE PINOHERMOSO


Carlos Pérez-Seoane y Cullén, duque de Pinohermoso, conde de Villaleal y gentilhombre de España, había nacido en Roma, en la Embajada de España en el Vaticano, donde su padre, el conde de Velle, ocupaba un destacado cargo diplomático. Tras realizar sus pri- I meros estudios en Madrid, ingresó en la Escuela de Caballería de Valladolid, llevado de su vocación militar y su afición por la equitación, que le lleva a participar en concursos hípicos e incluso correr Duque de en carreras de caballos.

Su dedicación al toreo es algo tardía actuando por primera vez a pie en un festival en Jerez en octubre de 1942 con el gran rejoneador portugués Joao Nuncio, Alvaro Domecq, Juan Belmonte y Rafael «El Gallo». En corridas de toros se presenta por primera vez a torear a caballo en Barcelona, en septiembre de 1946. Los años inmediatos son los de su mayor actividad como rejoneador, rebasando en sucesivas temporadas la cifra de cuarenta actuaciones. A partir de 1952 sus actuaciones públicas disminuyen ostensiblemente, aunque no así las de festivales benéficos y fiestas taurinas a puerta cerrada. Entre éstas hay que destacar la celebrada en Madrid en la que lidiaron a caballo, cada uno un novillo, Conchita Cintrón, Alvaro Domecq, Juan Belmonte y el duque de Pinohermoso. Entre las corridas de toros que merecen recordarse destacan su felicísima actuación en la celebrada en Barcelona en 1952 a beneficio de los leprosos, en la que además cargó con la responsabilidad de ser empresario, y la celebrada en Sevilla en 1953 a beneficio de «la vejez del torero». Blasón muy calificado de su arte a caballo fue alternar en Jerez con la Escuela Española de Equitación de Viena en una exhibición llevada a cabo en mayo del 54, en la que rejoneó un toro. 

Finalmente, tuvo gran repercusión su actuación en la corrida celebrada en Madrid en octubre de 1956 con motivo de la visita del presidente de la República de Filipinas Elpidio Quirino. Tales fueron los acontecimientos taurinos más notables de este gran caballero, deportista y torero, que llenó una época del toreo a caballo y cuyas actuaciones fueron siempre totalmente desinteresadas dedicando sus honorarios a obras benéficas.

Pero si de su arte únicamente nos queda el recurdo, quiso dejarnos también un resumen de las reglas que deben regir el rejoneo y que él llamó «DECALOGO DEL REJONEADOR», condensado compendio de la doctrina del arte de torear a caballo, y que podríamos sintetizar así: Amar a los caballos. Clavar de frente, dejándose, del enemigo. Llevar a la res templada de un tercio a otro y nunca realizar las suertes amparándose en las tablas... De él y de su decálogo podríamos decir que hizo io que aconsejaba y escribió lo que hizo. Y lo uno y lo otro con sumo acierto.

DECÁLOGO DEL REJONEADOR.

1º.- Amarás a los caballos y los trabajarás de tal manera que luego no te protesten durante la lidia. Procura que no los toquen, pues, además de ser feo, dificultará su doma.

2º.- No hagas uso habitual de los auxiliadores.

3º.- Déjate ver del enemigo. No entres nunca por sorpresa.

4º.- Al clavar, ve de frente, y, en el momento de hacerlo, procura que el caballo, con perfecta colocación de cabeza y cuello, mire a la res.

5º.- Deja llegar a ésta hasta el propio encuentro del caballo (no al estribo), y clava de arriba abajo.

6º.- Al torear, lleva la res templadamente de un tercio a otro.

7º.- En los rejones de muerte, de la manera de llevar éstos dependerá el resultado que obtengas.

8º.- Las suertes realízalas en los medios, de ser posible, y si no, al sesgo o de dentro a fuera. Por dentro, amparándose en las tablas, no tienen valor alguno.

9º.- Será rejoneador el que en estas condiciones no pase en falso. El público también saldrá ganando.

10º.- Cuando intentes algún aire de alta escuela, procura hacerlo correctamente; como si no hubiera toro en la plaza.

martes, 4 de febrero de 2014

Francisco Muñoz Herrero “Paco Muñoz” (1928-1977).


Matador de toros español, nacido en Paracuellos del Jarama (Madrid) el 2 de octubre de 1928, y muerto en Toledo el 12 de noviembre de 1977. El 21 de marzo de 1943, en Villafranca de los Barros, se vistió de luces por primera vez; pero no haría su presentación en Las Ventas hasta tres años más tarde (el 12 de octubre de 1946). Tomó la alternativa en las arenas del coso valenciano, donde lidió y dio muerte a estoque al toro Trianero, del hierro de Sánchez Fabrés, cedido por su padrino, Manuel Álvarez Pruaño (“El Andaluz”), en presencia del diestro peruano Raúl Acha Sanz (“Rovira”). Dicha ceremonia se verificó el 23 de julio de 1947. El 2 de octubre de aquel mismo año, en la plaza Monumental de Las Ventas, “Paquito Muñoz” compareció para buscar la confirmación de su alternativa. 

También fue su padrino en esta ocasión “El Andaluz”, quien le cedió los trastos de lidiar y matar en presencia del testigo Manuel Escudero Gómez, para que se enfrentase al toro Navarrito, perteneciente a la vacada de don Alipio Pérez-Tabernero Sanchón. Tras cinco años de trayectoria irregular, jalonada por menos éxitos de los que hubieran sido deseables, se cortó la coleta en 1952, para reaparecer, en Barcelona, al cabo de diez años, el 24 de junio de 1962. Pero durante esta temporada de su retorno a las arenas de los ruedos apenas pudo firmar ocho contratos (el último de los cuales, fijado para el 14 de octubre de 1962, le sirvió para ceder la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla al joven diestro “Palmeño”, en presencia de Emilio Oliva y con reses del hierro de don Manuel Camacho). Retirado definitivamente tras este fallido intento de reaparición, se apartó del mundo de los toros y fijó su residencia en Toledo, donde, un mal 12 de noviembre de 1977, se arrojó al vacío desde el puente de San Martín.

EL DIAMANTE NEGRO


Luis Sánchez Olivares (Ocumare del Tuy, 22 de febrero de 1927) es un torero venezolano. Fue el primer torero venezolano en torear con regularidad en España. Criado en el ambiente taurino de la ciudad de Caracas, vecino del Nuevo Circo de Caracas después de superar considerables dificultades logró vestirse de luces por primera vez en abril de 1946 cuando contaba ya 19 años, sin embargo su notable talento lo llevan muy pronto a España, donde se presenta en 1947 con tan buenos resultados que ese mismo año, el 29 de septiembre, toma la alternativa de manos de Francisco Muñoz y de testigo Manuel González. Toro se llamaba: "Estornino" de Moreno Andanuy. Desde 1947 hasta 1949 se presenta en plazas de España, México y Venezuela, confirmando su alternativa en la plaza de Las Ventas de Madrid el 18 de junio de 1950 siendo padrino Antonio Bienvenida y el testigo Pepín Martín Vázquez. El toro se llamaba: "Mellado" de la ganadería de Martín Arranz. Se retira en 1965 estando presente Antonio Bienvenida, quien le corta la coleta. Participa en esporádicos festejos hasta que el 21 de enero de 1972 lidia su último toro en San Cristóbal durante la Feria Internacional de San Sebastián, permaneciendo ligado al mundo taurino desde entonces.
Paco Muñoz le dá la alternativa en Granada,el 29 de Septiembre de 1948, siendo testigo Manolo González.