viernes, 21 de marzo de 2025

VITORINO AVELAR FROES (o Fróis)

 




Vitorino Avelar Fróis: El Maestro de la Caballería Portuguesa 

Vitorino Avelar Fróis (Alfeizerão, 3 de abril de 1862 - 22 de julio de 1934) fue una de las figuras más influyentes de la tauromaquia ecuestre en Portugal. Rico terrateniente rural, agricultor y criador de ganado bravo, se convirtió en un referente del rejoneo a finales del siglo XIX y principios del XX. Su pasión por la equitación y su innovación en el toreo a caballo lo llevaron a ser reconocido como el maestro de la caballería portuguesa, dejando una huella imborrable en la evolución de esta disciplina taurina. Un caballero ligado a la realeza Hombre de fuerte personalidad y maneras refinadas, Fróis mantenía una cercana relación con el rey Don Carlos de Portugal, quien visitaba con frecuencia su finca en Alfeizerão. Se le reconocía como una figura extravagante y de gran carácter, famosa no solo por su destreza ecuestre, sino también por su aprecio por la buena vida y el refinamiento. En su finca criaba toros de lidia y caballos de alta escuela, siendo un gran impulsor de la mejora de la cría equina en Portugal.

Innovador del rejoneo A Vitorino Fróis se le atribuye la creación de la "suerte de cara", una técnica revolucionaria en el rejoneo en la que el caballero espera que el toro se mueva primero antes de acometer, dotando de mayor espectacularidad y emoción a la lidia. Esta innovación fue posteriormente perfeccionada por João Núncio, el legendario "Califa de Alcácer", quien llevó el arte del rejoneo a una nueva dimensión, pero siempre basado en los principios establecidos por Fróis. Un ganadero de prestigio Fundó su ganadería en 1889 con reses provenientes de Trêspalácios, las cuales posteriormente vendió en parte al rey Don Carlos. Su ganadería se hizo famosa por la bravura de sus toros, los cuales se lidiaron tanto en Portugal como en España, incluyendo importantes plazas como Campo Pequeno y Madrid. Sus toros eran reconocidos por su nobleza y bravura, y fueron protagonistas de numerosos episodios taurinos de gran impacto, como la grave cogida del matador Juan Ruiz "Lagartija" en 1893 Anécdotas y episodios legendarios Fróis era conocido por su temple y valentía en la arena, así como por su determinación fuera de ella. Uno de los episodios más recordados de su vida ocurrió en una corrida en España, cuando descubrió que los cuernos del toro habían sido afilados para perjudicarlo. En respuesta, ordenó atar navajas a los pitones del animal, asegurándose de que su montura no sufriera daño y demostrando su pericia ante el público. 


Su actuación fue tan impactante que fue sacado a hombros del ruedo. Posteriormente, en una cena en su honor, un camarero negro le advirtió sobre un posible intento de envenenamiento, lo que llevó a Fróis a abandonar la velada y a ofrecerle refugio en su finca a aquel hombre que le salvó la vida. Su legado en la equitación y la tauromaquia Además de su papel como rejoneador y ganadero, Fróis fue un destacado profesor de equitación y diputado. Su influencia en la tauromaquia ecuestre se mantiene hasta nuestros días, siendo reconocido como un precursor fundamental del toreo a caballo moderno. Su legado no solo perdura en la técnica que revolucionó, sino también en las numerosas ganaderías que se originaron con reses de su finca. 

Su preparación para la muerte fue tan meticulosa como su vida: mandó fabricar su propio ataúd con las mejores tablas de sus pinares y encargó su lápida con antelación. Falleció el 22 de julio de 1934 en Alfeizerão, víctima de una congestión. Fróis, como recuerda el desaparecido José Tempero, solía decir: “No moriré, aunque me maten” dejando una historia llena de anécdotas, valentía y una contribución inigualable a la historia de la tauromaquia portuguesa. Hoy, su nombre sigue resonando como uno de los grandes maestros del rejoneo y la caballería portuguesa.



sábado, 8 de marzo de 2025

FERMÍN BOHÓRQUEZ ESCRIBANO

 



Fermín Bohórquez Escribano, nació por circunstancias en Sevilla el 12 de septiembre de 1933 pero, como toda su familia, era de Jerez, hijo del ganadero, agricultor y político Fermín Bohórquez Gómez y de Soledad Escribano, padre del rejoneador Fermín Bohórquez Domecq (nacido en Jerez de la Frontera el 21 de enero de 1970), comenzó a montar a caballo a los seis años. Fue Manolete quien lo impulsó, a enfrentarse por primera vez a una becerra. Con 26 años, debutó públicamente en un festival benéfico en Ubrique (Cádiz) el 15 de septiembre de 1959. 

Su debut profesional, según Cossío, tuvo lugar el 1 de junio de 1961 en Pamplona. El 20 de mayo de 1962 actuó por primera vez en la plaza de Las Ventas de Madrid, compartiendo cartel con los matadores Manolo Vázquez, Curro Romero y el mexicano Alfredo Leal. El 18 de julio de 1963 toreó en esa misma plaza un toro en puntas de la ganadería de Salvador Guardiola. Durante los años 1970 y 1972, obtuvo el trofeo de la Real Maestranza de Sevilla al mejor rejoneador de la Feria de Abril. El 22 de mayo de 1971, sufrió un grave traumatismo craneal al caer de su caballo Mondeño en Madrid. Sus referentes en el toreo a caballo fueron Conchita Cintrón, Álvaro Domecq, Simao da Veiga y Joao Alves Branco. Recorría España toreando en plazas de Valencia, Bilbao, Córdoba, Huelva, San Sebastián, Zaragoza y Barcelona, entre otras. También tuvo éxito en México, Perú, Colombia y Ecuador. 

En Madrid, actuó durante 20 años consecutivos en Las Ventas, y en Sevilla fue el triunfador en los primeros años de la década de 1970. Continuó toreando durante los años siguientes, siempre manteniendo una notable presencia en la temporada. Incluso después de retirarse de las ferias, siguió participando en festivales benéficos durante 28 años. El 30 de agosto de 1985, recibió en Santander la Medalla de Plata de Cantabria por su participación desinteresada en un festival a beneficio de los ancianos de la región. En los primeros años de la última década del siglo XX, participó en muy pocos festejos hasta retirarse el 9 de octubre de 1993 en Jerez de la Frontera, habiendo alcanzado los 800 festejos. En su corrida de despedida, ocho rejoneadores, incluyendo a su hijo Fermín, actuaron en parejas. Fermín Bohórquez Domecq continuó la tradición familiar en el rejoneo hasta 2015. Tras retirarse del rejoneo activo, Fermín Bohórquez Escribano se dedicó a su ganadería, formada con reses de encaste Murube, muy solicitadas en festejos de rejoneo. 

La ganadería había sido formada en 1940 por Luis Vallejo Alba con vacas y dos sementales de Carmen de Federico y adquirida en 1964 por Fermín Bohórquez Gómez. Al fallecer este en 1974, la ganadería pasó a anunciarse con el nombre de Fermín Bohórquez Escribano. A lo largo de su carrera, Fermín sufrió numerosas cornadas y caídas de caballo, resultando en siete fracturas y seis cornadas, siendo la más grave la de mayo de 1971 en Madrid. 


Además de su carrera como rejoneador, Fermín destacó en varias disciplinas: fue campeón de acoso y derribo, excelente jugador de polo y gran aficionado a los galgos, habiendo ganado numerosos trofeos. Su talento también se extendió a los concursos de enganches, gracias a su excelente yeguada y colección de coches. "Se dedicó a todo. Era un hombre polifacético", recuerda Juan Pedro Domecq. Falleció en Jerez de la Frontera (Cádiz), 28 de julio de 2016, "Fue un personaje único, con ganas de vivir la vida", “Vivió intensamente, como quiso", aclara Domecq . Fermín Bohórquez Escribano estuvo casado con Mercedes Domecq Ybarra y fue padre de seis hijos.