sábado, 23 de febrero de 2013

Cuchares Ganadero
Cuando Cuchares se metió a ganadero, por cierto con penoso resultado, dijo un día al duque de Veragua: -Ahora vera usté lo que es criá toros güenos… Y el duque, encogiéndose de hombros, le contestó: -Desengáñate, Curro, las guitarras nunca las han hecho los tocadores.
Cortarse la coleta
Rodeado de varios admiradores Rafael “El Guerra” les contaba la emoción que sintió el día de su retirada de los ruedos. - Después de haber toreado en Zaragoza –empezó diciendo—vine a Córdoba, y aquí, en mi casa, mi mujer, delante de mi madre, de mis hijos y de los hombres de mi cuadrilla y de varios amigos, cogió la tijera y me cortó la coleta... - ¿Sentiste algo raro? –preguntó uno. - Sí. Yo, al sentir el ris-ras de la tijera, sentí cosa... una cosa que me tuvo unos minutos sin poder hablar... Y esta emoción se aumentó cuando vi que mi madre le cortaba también la coleta a mi hermano Antonio, y que "Beao", mi picador de confianza, que conmigo había trabajado siempre, llamó a mi hijo Rafaelito, y, con lágrimas en los ojos, le dijo, dándole la tijera: - Anda, “chavea”, córtame a mí también la trenza, que yo no quiero servir a “nadie” después de haber “sío picaor del mejó” torero de España.
LAGARTIJO Y SU JUICIO SUMARISIMO.
Después de haber toreado en Málaga una corrida de toros, censuraban a Rafael Molina “Lagartijo”, varios de sus amigos de la ciudad por las faenas rápidas efectuadas con ventaja y tranquillos para deshacerse de los toros que le habían correspondido, y que fueron de cuidado y difíciles en alto grado. “Lagartijo”, después de escucharlos, replicó con calma:
“Decís ustés lo que quieran de mi trabajo… ¿Qué les pareció corto?... Mejó. Pero sepáis ustés que con los toros asesinos y ladrones empleo el juicio sumarísimo”.
MONSTRUO¡¡¡¡¡¡
Don Ricardo García "K-Hito". El 28 de junio de 1943 “Manolete” estuvo tan enorme en Alicante, que Ricardo García “K-Hito”, al que había brindado su cuarto toro, le tiró, después de la estocada hasta el puño, su bloc de notas, en el que había escrito con letras enormes: ¡Monstruo!...
Fue pues el famoso crítico el que le puso aquel apodo a Manuel Rodríguez “Manolete”.
“Manolete” era una estatua de piedra y como piedra misma, frío, grave y señorial.”
HACER? HACER NO HACE NADA...
“El Gallo” había incorporado a su cuadrilla a un personaje conocido como “Marchena”. No era banderillero, pero tenía acceso al círculo más estrecho del maestro. Se comportaba como un confidente. Un día, la mujer de Rafael “El Gallo” preguntó al torero: “¿Se puede saber qué hace este hombre siempre aquí?”. “El Gallo” contestó: “Hacer, lo que es hacer, no hace nada. Pero escuchar, escucha muy bien”.

jueves, 21 de febrero de 2013

VERGUENZA TORERA
Cuando se fijó la fecha para el estreno como novillero de “Joselito” en Madrid, la empresa tratando de aliviar al debutante eligió un encierro de novillos terciados. Y cuando “Joselito” fue a verlos en los corrales de la plaza, inmediatamente hizo saber a los empresarios que no se presentaría con aquellos astados.
Respondiendole que no había oportunidad de conseguir otros novillos para reemplazar a los que, por pequeños, no le agradaban y a esa objeción contestó muy decididamente: “Tiene la empresa una corrida de toros de la ganadería de Olea, en la dehesa inmediata a Madrid, donde están las reses dispuestas a emergencias. Esa corrida puede reemplazar a esta novillada entera, indigna de mí para debutar ante público tan respetable como es el madrileño” IGUALITO QUE HOY DIA.....
MARDITA LLUVIA
Los toreros transcurren las mañanas obsesionados por las condiciones meteorológicas y en una de esas andaba de nuevo don Rafael “El Gallo”. “¡Mardita lluvia…mardita lluvia!”, exclamó el torero asomándose por la ventana. “Pero Rafael, si el cielo está azul…”, le dijo su mozo de espadas. “Poh ezo, mardita lluvia. Que no aparece y esta tarde me esperan los “Miuras…”, le contestó el matador.
BRINDO POR Vú
Francisco Arjona Herrera “Cúchares”, se le atribuyen muchas aportaciones al arte de torear, aunque también jalonan su historia otras situaciones extravagantes. Entre ellas, un brindis al por entonces emperador Napoleón III. No sabía francés el diestro “Cúchares”, por lo tanto hizo uso de su agudo ingenio. “Brindo por vú, por la mujer de vú y por todos sus vuzuziitos”, le dijo.
BRINDIS AL REY
Corrida de la Beneficencia de 1988. Rafael de Paula iba vestido de café con leche, las medias eran de color blanco y la montera, en lugar de negro, sorprendía por su color marrón.
Las obligaciones protocolarías lo constriñeron a brindar la muerte del toro al Rey, al que dijo:
“Majestad, le brindo la muerte de este toro y le deseo mucha suerte. A usted y a España. Y ahora deséemela usted a mí porque no sé qué voy a hacer con esta alimaña…
HALAGOS TOREROS
Cristina Sánchez se ha convertido en la torera más importante de la historia. Tomó la alternativa el 25 de mayo de 1996 en Nimes de manos del maestro Curro Romero y en presencia de José María Manzanares. El “Faraón de Camas”, sorprendió a una halagada torera con el discurso de la ceremonia:
"Cristina, te deseo mucha suerte: Y las vas a tener. Porque el toreo consiste en acariciar. Y las mujeres acariciáis mejor que los hombres. Palabra de Romero."

miércoles, 20 de febrero de 2013

ESTAR AL QUITE
Más concretamente es estar preparado, atento y presto a salir en defensa de alguien.
Esta locución es una expresión originada en el mundo taurino, en el que un quite es una suerte que ejecuta un torero, generalmente con el capote, para librar a otro del peligro en que se halla por la acometida del toro.
También existen expresiones similares como ir al quite o salir al quite, ‘acudir rápidamente en auxilio del torero’ o echar un capote, ‘maniobra de distracción y ayuda’ que consiste, literalmente, en echar el capote a la cara del toro para captar su atención.
Así, está al quite el subalterno que está pendiente de las incidencias de la corrida, con el capote presto para acudir en auxilio del diestro si éste fuese menester. Y sale al quite cuando maniobra con celeridad con el capote distrayendo al toro de manera que se eviten mayores males al torero.
La frase se aplica, claro está, fuera de su ámbito de origen, y así se dice que un padre está al quite de su retoño cuando supervisa actividades de cierto riesgo, preparado para acudir en ayuda de su pequeño si es necesario. O que alguien está al quite cuando está especialmente atento y en disposición de intervenir. O que echa un capote aquél que tercia en una conversación o disputa entre otras personas para evitar el conflicto.

NO VINO NI EL TATO


El Tato fue un famoso matador de toros de la segunda mitad del siglo XIX.
Tuvo una época muy activa en la que su nombre figuraba prácticamente en todos los carteles. De tal manera que daba la impresión de que no había corrida en la que no participase.
Incluso después de que le amputaran la pierna derecha, por una herida recibida en una lidia que se le infectó, el Tato salió a torear con una pierna ortopédica.
Finalmente tuvo de que desistir de su empeño. Pero debido a su afán de figurar en todos los carteles, se fraguó la expresión no venir ni el Tato, para reflejar una rareza.
LLENO HASTA LA BANDERA
Cuando a un local, estadio o cualquier otro recinto acude tanto público que no cabe nadie más, se dice que está lleno hasta la bandera.
La expresión tiene su origen en el mundo de la tauromaquia. Resulta que las plazas de toros tienen en lo más alto de las gradas una bandera, y los reporteros taurinos acuñaron la expresión para dar cuenta de la buena entrada en una corrida de toros.
El uso de la locución se extendió a otros recintos o espectáculos que registran una gran afluencia de público.

martes, 19 de febrero de 2013

HACER UN BRINDIS AL SOL
La frase “Hacer un brindis al sol” se utiliza para decir que alguien está haciendo algo de cara a la galería, fanfarroneando o a sabiendas de que no va a cumplir una promesa que ha realizado. Es una frase muy utilizada en términos políticos para indicar cuando un diputado, ministro o mandatario utiliza falsas promesas para tener contento a parte del electorado.
Pero el origen del término lo encontramos en el mundo taurino y ésta frase proviene de cuando un torero dedica la faena a los espectadores que están sentados en las localidades del tendido de sol. Por norma, este tipo de asientos son ocupados por aficionados de menor poder adquisitivo al ser localidades más baratas y allí se mezclan personas que saben de toreo, con las que van a pasar el rato o incluso los turistas que van de paso. Los allí alojados suelen ser personas más condescendientes con el torero y su faena y al estar muchos de ellos solo de paso aplauden y festejan toda la lidia con más entusiasmo. Por la contra, aquellos que suelen ocupar asiento del tendido de sombra suelen ser espectadores más expertos y estrictos, por lo que una mala o mediocre faena del torero se llevará pitos y abucheos por parte de este sector.
Cuando un torero prevé una tarde difícil, se dice que hace un brindis al sol para tener asegurado el favor de ese sector del público.
SALIDA DE TORILES
Comprobado y según estadísticas, aproximadamente, el ochenta por ciento de los toros que saltan al ruedo salen de chiqueros hacia el lado derecho; el quince por el lado izquierdo; y el cinco restante salen de frente.
Pues bien, en el caso primero se llama “salida natural”; en el segundo “salida contraria”; y por último los que lo hacen de frente es “salida recta”, por cierto, estos suelen dar un pequeño salto, que según los eruditos (estudiosos), es debido a que se encuentran con las dos rayas blancas de los picadores, que al salir con escasa visión por la oscuridad del chiquero, las interpretan como si fuese un arroyo u otro obstáculo. Por este motivo se están sustituyendo las líneas blancas por el color rojizo, siendo el caso, entre otras plazas, la de Sevilla y Pamplona. Al parecer sobresaltan menos al animal.

domingo, 17 de febrero de 2013

Torear a una mano
Antes cuando el toro salía, los buenos peones, para molestarle lo menos posible al toro, lo pasaban a una mano o toreaban a una mano, en el presente como lo frena el maestro esta forma de torear se pierde.
Se dice con frecuencia que ya no se lidia a una mano. Y es verdad. En muy raras ocasiones vemos a los subalternos bregar con el capote cogido de una mano, llevando a los toros toreados por bajo, haciéndolos humillar, sin molestarlos y dándoles la sensación que pueden, que son poderosos, para que no se rajen y se confíen.
La primera vez que apareció la figura del testigo en una ceremonia de alternativa, ocurrio en la alternativa de "El ciclón de Jerez"
Pues ello aconteció el 26 de agosto de 1956, donde se lidiaba un encierro del Marqués de Domecq, y Miguel Báez "Litri" le concedía la borla de matador al jerezano Juan Antonio Romero "El ciclón de Jerez". El maestro Antonio Ordóñez, que completaba el cartel, decidió dejar de ser mudo y pasivo testigo para integrase al ritual y la fotografía.
Hasta aquel momento, la alternativa era cosa de dos, y el padrino daba al neófito la espada, la muleta y la mano. Después de la actitud del maestro de Ronda, la situación se volvió a repetir el mismo año con los mismos protagonistas, es decir Litri y Ordóñez en las sucesivas alternativas de Jaime Ostos, Ramón Tirado y Antonio Borrero "Chamaco".
De esta manera se estableció primero la moda, después la costumbre y por fin la tradición. Por tanto, quede para la historia el 26 de agosto de 1.956, como punto de partida de los testigos de alternativas, y todo ello en el ruedo de El Puerto de Santa Maria.
El toro que hirió mortalmente al primer torero
Muchos han sido los toros célebres por haber causado la muerte del torero. Barbudo que mató a Pepe Hillo. Perdigón que mató al Espartero el 27 de mayo de 1894. Bailador de mató a Joselito el 16 de mayo de 1920. Granadino que mató a Sánchez Mejía el 11 de agosto de 1934. Islero que mató a Manolete el 28 de agosto de 1947. Avispado de mató a Paquirri el 26 de septiembre de 1984. Burlero que mató al Yiyo el 30 de agosto de 1985.
Esta es parte de la lista negra y podemos relatar hasta los 342 toreros víctimas de las cornadas de los toros que le tocaron en suerte.
Pero el primero se llamó CORIANO un toro de Bornos que se lidio el 23 de junio de 1771 en la ciudad de El Puerto de Santa María, en quinto lugar y que le correspondió en suerte a José Cándido Expósito.
El toro que curiosamente tenia el mismo nombre que un picador de la cuadrilla de Candido, cogió al torero a la salida de un quite, el diestro resbaló y el toro lo prendió por los riñones, pasándoselo de un pitón a otro y cayendo literalmente muerto, falleció al día siguiente en él numero 5 de la portuense calle de San Francisco.
Por tanto pase para la historia negra del toreo portuense el nombre de CORIANO, como el nombre del primer toro que hirió de muerte a un profesional del toreo

sábado, 16 de febrero de 2013

"QUIEN NO HA VISTO TOROS EN EL PUERTO, NO SABE LO QUE ES UN DIA DE TOROS"?
La frase lapidaria (nunca con mejor razón podemos considerarla) fue una de esas que le dieron celebridad a Joselito, que no solo fue un torero inconmensurable en la plaza, sino el de juicios exactos en sus conversaciones. Pues bien, dijo esto José en la Semana Grande San Sebastián del año 1.916. En una tertulia después de la corrida del día, hablaban los contertulios de las corridas en los distintos sitios de España. Unos citaban a Madrid como modelo, otros a Sevilla, algunos a Bilbao, y un político fiel al partido del Conde de Romanónes, (Presidente del Gobierno en aquellas fechas) se inclinaba por San Sebastián, tomó la palabra Joselito, y pronunció la frase que todos conocemos .
Tanto efecto causo las palabras del torero, que este invitó al político a presenciar su actuación portuense del siguiente tres de septiembre, el sujeto en cuestión disfrutó del día, del ambiente, de los vapores, de los trenes de los pregones, y en definitiva del día de toros. Por supuesto asistió a la corrida que fue exitosa, le dio la razón a Joselito, y la frase quedó para la historia.
Quede por tanto la fecha unida a la aseveración "QUIEN NO HA VISTO TOROS EN EL PUERTO, NO SABE LO QUE ES UN DÍA DE TOROS, agosto de 1.916 en San Sebastián.
¿EL COLOR ROJO ENFURECE A LOS TOROS?
Los matadores españoles comenzaron a utilizar alrededor del 1700 la tradicional capa roja, usualmente conocida como muleta, para azuzar los toros durante las corridas, anteriormente a esto, se empleaba un lienzo blanco. Desde la adopción del rojo, se ha instalado en el folclore popular que este color ocasiona que los toros enfurezcan y embistan.
En realidad, el color no incide en el comportamiento de los toros. Distintas pruebas realizadas con muletas de diversos colores (mientras se mantienen inmóviles) como rojas, azules y blancas, registran cantidades similares de ataques. De hecho, con el fin de provocar una respuesta agresiva de carga del toro, la capa debió ser agitada.
EL BURLADERO
En los inicios del toreo a pie el burladero no existía, se entendía que todos los toreros tenían que estar capacitados pera saltar las tablas cuando fuese preciso.
En 1910 reaparece Antonio Fuentes, menguado de facultades, y pide que se pongan burladeros. Cuando aparece Belmonte en la fiesta, los burladeros se quedarán definitivamente.

viernes, 15 de febrero de 2013

EL DESCABELLO O ESTOQUE DE CRUCETA
El origen de estoque de cruceta empleado para descabellar se encuentra en un accidente fortuito y desgraciado que ocurrió en la vieja plaza de toros de La Coruña el 6 de agosto de 1934. Estaba Juan Belmonte descabellando un astado cuando este cabeceó y lanzó el estoque a gran altura. Al caer fue a clavarse en el pecho de un espectador que falleció a los pocos minutos. Efectivamente, sobre este hecho el juzgado incóo sumario que fue sobreseído en la Audiencia. Este accidente debió conmocionar a la opinión pública e hizo que el gobierno abriese una información pública ante la Dirección General de Seguridad a fin de determinar los procedimientos que permitiesen realizar el descabello evitando accidentes como el ocurrido en la plaza de toros de La Coruña. Tras haberse ampliado el plazo para presentar estoques de descabello, al fin se dictó la Orden de 6 de enero de 1936, del Ministerio de la Gobernación, que hizo obligatorio el estoque de cruceta que aún se emplea hoy cuando el matador no atina con la espada y resulta necesario descabellar.
Os dejo con la noticia que publica La Voz de Galicia correspondiente al 7 de agosto de 1934 en donde se relata el hecho luctuoso que dio origen al estoque de cruceta.
El triste suceso de la plaza de toros
En la reseña de la corrida de toros de ayer --puesto que la del domingo fue suspendida a causa de la lluvia-- se hace referencia a un triste suceso ocurrido en la plaza.
Lo acaecido fue que durante la faena, un tanto fatigosa, realizada por Belmonte en el primer toro, al intentar el diestro un descabello salió despedido el estoque, el cual luego de alcanzar regular altura y de dar una vuelta, fué a caer casi perpendicular en la cuarta fila --o quinta, si se cuenta la delantera-- del tendido número uno.
Como se trataba de un estoque de hoja pesada, de los que se utilizan para el descabello, descendió con la punta hacia abajo y con gran fuerza.
Alcanzó el arma fatalmente al espectador, situado en la referida fila, don Cándido Roig Roura, de 38 años, casado, armador de buques, con domicilio en Puerto del Son.
Había venido a La Coruña para asistir a la corrida de toros, bien ajeno a lo que le iba a suceder.
El estoque se clavó en uno de los espacios intercostales del lado derecho del mencionado espectador, interesando el pulmón y ocasionándole grandes destrozos. El propio herido tuvo fuerzas aún para arrancar el arma, que había quedado clavada en el pecho, pero inmediatamente cayó desvanecido sobre la grada.
Recogido por algunos amigos y familiares, entre los que figuraban los señores de Iglesias Roura, de esta ciudad, que le acompañaban, se le trasladó a la enfermería en donde hubo de ingresar en estado preagónico. Ocupó una cama, y a los pocos minutos, cuando se iba proceder a hacerle la cura, falleció.
El infortunado espectador deja viuda --doña María Roura Martínez-- y cinco hijos.
Sus familiares de La Coruña realizaron gestiones para trasladar el cadáver al domicilio de aquéllos.
En la enfermería prestaban servicio de guardia cuando ocurrió el suceso los médicos don Eliseo Sánchez y don Julio Collazo y el practicante señor Vázquez Río, quienes, dada la gravedad del caso, nada pudieron hacer.
LA MONA O GREGORIANA DEL PICADOR
Mona. "Refuerzo que se ponen los picadores en la pierna derecha, por ser la más expuesta a los golpes del toro. Es de metal, y como el quijote de los arneses, recubre toda la pierna y está articulada por la rodilla" (Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos, pag: 290. Espasa Calpe) Mona: "Toda la protección metálica de la pierna derecha de los picadores, que consta de una espinillera, la articulación en la parte de la rodilla, la cubierta del muslo e incluso la bota metálica" (Marcelino Ortíz Blanco. Diccionario de la Tauromaquia, pag: 485. Espasa). Otra acepción de mona es la de "Gregoriana": Gregoriana: "Armadura de hierro con que se protegen la pierna derecha los picadores. Se llamaba así por ser su introductor el caballero Gregorio Gallo; aunque ha sufrido, en el transcurso del tiempo, algunas modificaciones hasta llegar a la actual mona"(Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos, pag: 231. Espasa Calpe) Gregoriana: "Polaina metálica o espinillera que servía para proteger la pierna derecha de los picadores, ideada y utilizada por el caballero de la Orden de Santiago don Gregorio Gallo, lanceador famoso del siglo XVII, para cubrir la pierna desde la rodilla hasta el tobillo. Esta pieza ha sufrido diversas transformaciones hasta llegar a la actual mona"(Marcelino Ortíz Blanco. Diccionario de la Tauromaquia, pag: 363. Espasa). En lo que respecta a la polaina que protege únicamente la pierna izquierda (no rodilla, ni parte inferior del muslo), aunque no he encontrado término para describirla, pudiera bien ahora por comparación denominarse "monilla", y dado que los picadores ya no usan la defensa de hierro que resguardaba desde la muñeca al codo del brazo derecho y que se denominaba con éste término (Luis Nieto Manjón. Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos, pag: 290. Espasa Calpe).
Antonio Olmos " el chocolate"
Habían pasado 4 meses desde el 23F, intentado un golpe de Estado , cuando Antonio Olmos, con 34 años, saltó a la arena de Las Ventas en la corrida de la Beneficencia el 11 de junio de 1981, con una muleta que llevaba estampada Viva la Constitución estampado. "Lo tenía todo preparado", explica, "me fui a Madrid con un amigo, estuve en una corrida previa estudiando por dónde saltar y calculando el momento exacto". Y como la ocasión la pintan calva, Antonio Olmos, se lanzó a la arena cuando el segundo astado acababa de ser devuelto a los corrales. "En el arte de la lidia, cuando sucede esto, el toro no tiene dueño ... que listo". Viva la Constitución rezaba el mensaje que había escrito con cinta adhesiva en el haz de la tela roja. Nobel Paz para el Rey se podía leer cuando, al girar, Antonio dejaba a la vista el envés de la muleta. "Y en una esquinita, llevaba también el puño y la rosa del Partido Socialista, del que era militante desde el principio", cuenta el espontáneo.
EL ALBERO
De forma común así se le llama a la arena de los ruedos, el albero es una roca sedimentaria que tine un origen organico no mineral indistintamente de su origen. Sin embargo siendo estrictos, el albero es un tipo de tierra o arena exclusiva de algunos ríos del sur de España y que empezó a usarse para los ruedos, sobre todo en Sevilla, donde por su importancia taurina se generalizó a las demás plazas el término "albero".
MONOSABIOS
El monosabio es el mozo que ayuda y, si es necesario, socorre al picador en la plaza de toros durante la lidia. Le ayuda a montarse, sujeta al caballo en la suerte de varas para que no sea derribado y socorre el picador si el caballo es derribado. Llevan una vestimenta distinta al resto del personal, que desde mediados del siglo XIX se ha mantenido invariable, consistente en una blusa floja y cerrada de color rojo o azul, y pantalón oscuro y una gorrilla del mismo color que la blusa. Es el único autorizado a pisar el ruedo, además de los toreros, durante la lidia. El nombre de monosabio procede de un espectáculo circense que tuvo lugar en Madrid hacia 1847 y en el que una cuadrilla de monos amaestrados realizaba una serie de habilidades con el nombre artístico de los «monos sabios». Estos simios vestían unos blusones de color encarnado y al público madrileño le dio por compararlos con los uniformes que vestían los mozos de caballos, llamados hasta entonces con el nombre genérico de chulos. El nombre tuvo fortuna y los «monos sabios» acabaron lexicalizándose en una sola palabra –monosabios– incorporada desde entonces al léxico taurino y admitida posteriormente en el DRAE. El monosabio era originalmente el mozo de cuadras que ayudaba en todo al picador cuando, previamente a la obligación del uso de los petos protectores, se encargaban de retirar a los caballos heridos y les remataban o les realizaban una «bárbara y elemental cirugía» (en palabras de Cossío) de urgencia en el callejón para devolverlos a la plaza. Esta tarea de auxilio a los caballos malheridos, que a veces era repugnante e incluía crueles maniobras a la vista de todos (como golpear al caballo para que se levantase y abandonase el ruedo), los hacía muy polémicos e impopulares entre el respetable. También provocaba protestas cuando se extralimitaban en sus funciones, por ejemplo citando al toro con la gorrilla. No obstante esas polémicas, siempre se ha considerado su tarea como imprescindible y muy valerosa, pues auxilian al picador cansado o derribado arriesgando su vida en la misma cara del toro, realizando incluso algún quite sin engaño alguno si llegan antes que los diestros.

martes, 12 de febrero de 2013

La Primera Corrida Nocturna en Madrid.
El sábado 5 de julio de 1879 se celebró por primera vez un espectáculo nocturno en la placita de los Campos Elíseos situada en el barrio de Salamanca de Madrid y que destruyó un incendio el 18 de julio de 1881. La expectación era enorme y a punto estuvo de producirse un altercado de orden público a causa del gentío que allí se congregó. Las fuerzas del Orden Público fueron arrollados varias veces por la avalancha de público que quería entrar como fuera y al final aparte de los daños materiales sufridos, el empresario fue multado por el gobernador Conde de Heredia-Spínola con 500 reales. El alumbrado fue deficiente y las nocturnas no prosperaron porque entonces no se disponía de los medios necesarios para obtener toda la iluminación que una corrida nocturna exige. La parte artística fue muy mediocre, tan solo interesa decir que los novilleros “Mateíto”, “Pulguita” y “Santitos” fueron los espadas encargados de liquidar el festejo.
El Primer Rabo.
El primer rabo que se otorgó en España fue el concedido a Matías Lala “Larita”, el día 18 de octubre de 1913 en la plaza de toros de Jaén. Actuaba en compañía de Enrique Rodríguez “Manolete II” y “Barquerito” y el novillo de nombre “Saladito” era de Herrera Majón de Santiestéban del Puerto. Lo curioso del caso es que “Larita” lanzó enojadísimo el rabo contra el palco presidencial, por estimar la concesión del trofeo como una broma chabacana y de mal gusto.
Corría el año 1970 cuando “El Pipo” y Curro Vázquez se encontraban alojados en un hotel de México. El diestro de Linares había decidido dar por finalizada su relación de apoderamiento con Rafael, decisión que le comunicó en aquel mismo lugar.
“El Pipo”, presa de la decepción y el despecho, no dudó en acudir hasta la cafetería del hotel, donde tomó más copas de las recomendables. Ebrio, quizá demasiado, subió hasta la habitación del toreo, se colocó frente al espejo y sacó una pistola del bolsillo.
Curro Vázquez, completamente atónito, observaba las lamentaciones de su apoderado, que no paraba de repetir ¡Qué pena, Pipo, qué pena! ¡Otro torero que se te va después de haberlo encumbrado! Mientras lloraba amargamente miraba de reojo a su torero para ver si la escenificación surgía el efecto esperado.
Finalmente no hubo víctimas que lamentar pues la pistola de “El Pipo” no tenía balas.
Lejos de suicidarse Rafael Sánchez “El Pipo” falleció el día 15 de noviembre de 1987 a consecuencia de una hepatopatía crónica.
Curro Vázquez. se anunció en Tijuana (México) el 18 de julio de 1977. No pudo redondear el triunfo con su lote, por lo que se decidió a regalar el sobrero, al que cuajó a la perfección. Resultó herido en el muslo, y a pesar de ello, se mantuvo en el ruedo para redondear su obra maestra, lo que provocó el clamor en los tendidos. Tras matar a su enemigo y pasear triunfal con los trofeos entró en la enfermería. Allí se encontró con el cirujano jefe, que portaba en su mano derecha una botella de tequilla y en la izquierda un puro de considerables dimensiones. Lejos de apresurarse a ver el alcance de las heridas comenzó a filosofar de toros con el diestro herido, que no paraba de quejarse. Terminada la charla comenzó a realizar su labor pero el torero seguía quejándose amargamente. El cirujano, sorprendido, le preguntó: ¿Tanto le duele? El maestro, herido y enfadado, le contestó: No es la herida, es que me está usted quemando la pierna con el puro.
LAS MAROMAS EN LA BARRERA
La colocación de la maroma en las barreras de las plazas de toros, para impedir que salten los toros al tendido, se le debe a D. José Daza (1700-1778). Era natural de Manzanilla, Huelva, y fue un distinguido aficionado y notable picador de vara larga, protegido del Duque de Medina-Sidonia y autor de una obra titulada “Precisos manejos y progresos… del Arte de la Agricultura que lo es del Toreo”, aplicando al mismo ciertas reglas de sentido común, como la citada.
PITONES CON FUNDAS
En la antiquísima y conocidísima “Ley del Talión” o “Código de Hammurabi”, promulgado por el rey de Babilonia, el amorreo Hammurabi, en 1760 a.C., establecía la obligación de enfundar los pitones de los toros bravos. En el Artículo 251 de dicho código se establece que: “ Si un buey de un señor es bravo y el consejo de su distrito le informa de que es bravo, pero él no ha cubierto sus astas ni ha vigilado de cerca su buey y el buey acorneó al hijo de un señor y le ha matado, dará media mina de plata.” (300 gr.) Tres mil doscientos años después Isabel la Católica, tras presenciar unas fiestas de toros en Arévalo en 1.493, donde se corrieron toros sueltos por los mozos del lugar y en cuyo evento resultaron muertos dos hombres, varios heridos y cuatro caballos reventados a cornadas. El sangriento espectáculo produjo en la soberana tal impresión que tuvo que retirarse angustiada. Tras esa desagradable experiencia tomó la decisión de no volver a ver jamás ninguna de esas corridas de toros y así se lo hizo saber desde Aragón, por carta, a su confesor Fray Hernando de Talavera en el año 1493: “De los Toros sentí lo que Vos decís, aunque no alcancé tanto; mas luego allí propuse con toda determinación de que nunca más verlos en mi vida, ni ser en que se corrían; y no digo defenderlos (esto es, prohibirlos), porque esto no era para mí a solas”. Tras esa penosa vivencia y sabedora de la importancia que tenían las fiestas de toros entre el pueblo y la nobleza, y por tanto difícil de suprimir o prohibir, ideó un medio que pusiese remedio a las desgracias que había presenciado, ordenando que, en adelante, a los toros que se corriesen en dichos festejos les fuesen acondicionadas las puntas de los cuernos con unas fundas de cuero. Las cortes castellanas, especialmente en Valladolid en 1.555 y en Madrid en 1.567, acordaron suplicar al rey que no se corran toros, o como dijo el antitaurino Vargas Ponce: ”… o que se dé alguna orden para que si se corren no hagan tantos daños”.

sábado, 9 de febrero de 2013

Según el Registro Civil,el vedadero nombre de Pablo Picasso (1881-1973) era Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno Crispin Cipriano de la Santisima Trinidad Ruíz y Picasso.
El emblemático toro LLAVERO de la ganadería de Carriquiri-Casta Navarra- lidiado en Zaragoza el 14 de Octubre de 1860, pasó a la historia de esta plaza por que tomó, nada menos, que 53 puyazos de los de entonces, matando 14 caballos. El toro fue indultado, muriendo en los corrales de la plaza. Fue lidiado por Juan Manzano “El Nili” actuando mano a mano con Manuel Arjona. La cabeza disecada esta en el Club Taurino de Pamplona.
El Primer Empresario Taurino.
El primer empresario de toros conocido fue Ascanio Machín, que el 27 de enero de 1612 obtuvo del rey Felipe III, el privilegio “por tres vidas” del derecho de venta de las corridas de toros en Valencia. A su muerte, su esposa, Marina Bermúdez vendió el privilegio heredado al canciller Felipe de Salas por 224.000 maravedíes y posteriormente éste hizo lo propio con Martín de la Dayren por una cantidad rayana en los trescientos mil.
El Primer Cajón.
El primer toro de lidia transportado en un cajón fue uno de Doña Gala Ortiz de San Agustín, enjaulado en Madrid para trasladarlo a Barcelona, ciudad en donde se lidió el 26 de junio de 1863. Este procedimiento se impuso cuando se generalizó el ferrocarril, pero la innovación como casi todas las novedades dio pie a muchas polémicas. Los primitivos cajones eran mayores que los actuales, y tenían puertas de bisagras en vez de correderas. La práctica aconsejó estrechar el tamaño de dichas jaulas para impedir que el toro pudiera revolverse dentro de ellas, evitando así golpes, rozaduras y otros posibles accidentes graves.

viernes, 8 de febrero de 2013

07 de Febrero de 1928 - Peto obligatorio para los caballos
Se publica en la Gaceta de Madrid el uso obligatorio de los petos para las corridas de toros. Firma la Real Orden el Ministro de la Gobernación, Sr. Martínez Anido.
07 de Febrero de 1928. Se prohiben las banderillas de fuego
Las banderillas de fuego fueron empleadas por primera vez en Aranjuez en 1791 por su inventor José Rodríguez "Calesero", que las colocaba a caballo. Al principio se utilizaron para dar más variedad al espectáculo y después para castigar a los toros que no cumplían en el primer tercio, en sustitución de los perros de presa. Fue muy discutida la utilidad de estas banderillas. No parece muy descaminado el suponer que la quemadura de la pólvora y el ruido de los petardos, unidos al dolor del arponcillo, debían excitar al toro; pero esta excitación era momentánea, y la que podía tener carácter más constante era la del arpón de la banderilla que era idéntica en una y otra clase.
Es habitual que el matador se forme primero como becerrista y novillero y que por circunstancias desfavorecedoras terminen siendo banderilleros,pero esto no siempre fué así,antiguamente el matador se formaba primero como banderillero para "placearse" despues como "medio espada" algo así como sobresaliente y por ultimo matador.
18 de mayo de 1968. Durante la lidia del sexto toro de la ganadería de Soledad , que le correspondía a Manuel Benítez "El Cordobés", se lanzó al ruedo como espontáneo el matador de toros Miguel Mateo "Miguelín". Este pasó sus manos por el lomo del animal, lo que se denomina "hacer el piano", por lo que fue detenido. Al preguntarle el por qué de este hecho respondió que quería demostrar al público que lo que toreaba el diestro de Palma del Río eran animales sin raza. Días más tarde, "Miguelín", toreaba la corrida de la prensa y cortó seis orejas que le valieron su salida por la Puerta Grande
EL PASEILLO
El paseíllo es el preámbulo al inicio del festejo. Es un ritual que se hace siempre y sin excepción. La colocación es algo muy importante, en el paseíllo cada uno tiene una posición que no se puede incumplir es todo muy protocolario. Una vez que el presidente del festejo da la orden de inicio, mostrando un pañuelo blanco, suenan los clarines y los alguacilillos cruzan el ruedo y lo saludan, es cuando comienza "El Paseíllo". El paseíllo lo encabezan los alguacilillos (hombres a caballo que se encargan de despejar la plaza). La posición de las cuadrillas está reglamentada: . Al frente del mismo, la primera fila la ocupan los tres matadores(el mas antiguo a la izquierda; el mas moderno en el centro). Me refiero al mas antiguo de alternativa y no de edad. Desfilan descubiertos aquellos toreros que son nuevos en la plaza, los que van a tomar la alternativa y los que la confirman en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. En el caso de que hubiera hecho el paseillo de novillero y volviera al mismo ruedo una vez tomada la alternativa. (Respecto a los matadores, ésto no ha sido así siempre, pues hasta la mitad del siglo XX todos los toreros llevaban siempre puesta la montera en el paseíllo). También van desmonterados en señal de duelo, bien porque es ese día se cumpla el aniversario de una fecha luctuosa o bien porque el fallecimiento haya sido reciente. En este caso, en España, una vez que la cabeza del desfile (que habrá discurrido sin música) llega debajo de la presidencia, se guarda un minuto de silencio. En México, en cambio, ese respetuoso minuto de silencio se convierte en un emotivo minuto de silencio. . Detrás de los toreros van sus banderilleros. La primera fila la ocupa los subalternos del matador mas antiguo, y así sucesivamente. . En las siguientes filas van los picadores, por el mismo orden descrito anteriormente. . En las siguientes filas van los monosabios. Los monosabios acompañan en todo momento al picador mientras está picando el toro . Tras ellos hacen el paseo los mulilleros con su tiro de mulillas(son los encargados de recoger al toro del ruedo una vez muerto) y los areneros, encargados de mantener el ruedo en perfectas condiciones para la lidia. Llegados a la presidencia, saludan todos. A continuación cada uno ocupa su lugar y dá comienzo el espectáculo.
EL SORTEO
El primer sorteo. En San Sebastián, el 15 de agosto de 1896, se impuso por primera vez el sorteo de los toros, aunque tardara después algunos años en implantarse. En aquella ocasión Mazzantini ayudado por “Reverte” obligó al sorteo escrupuloso de los toros de Aleas que se debían lidiar, anteponiéndolo así a la gobernación que hasta entonces hacían según su criterio. “Guerrita”, furioso con el torero guipuzcoano, soltó una de sus demoledoras frases ¿Para que querrá ese tío los toros “güenos” si no sabe torear?
LOS AVISOS
El primer aviso. Los avisos a los toreros que antiguamente indicaban los alguacilillos desde el callejón, se empezaron a señalar con un toque de clarín a partir del día 2 de mayo de 1916, fecha en que Paco Madrid recibió el primer recado sonoro en la plaza de Madrid.
¿PORQUE DEJO DE TOCAR LA BANDA DE MUSICA DE LA PLAZA DE LAS VENTAS?
En la Plaza de toros de Las Ventas de Madrid, a diferencia del resto de las plazas de toros, la Banda de música no toca durante las grandes faenas debido a un curioso suceso ocurrido durante la celebración de la llamada "Corrida de la Victoria", celebrada el 24 de Mayo de 1939, primer festejo taurino que se celebraba en dicha plaza después de la guerra civil. El cartel lo integraban el rejoneador Antonio Cañero y los espadas Marcial Lalanda, Vicente Barrera, Pepe Amorós, Domingo Ortega, Pepe Bienvenida y Luis Gómez, "El Estudiante". Durante la faena de Marcial Lalanda al primer toro de la tarde, el público pidió que tocase la música para amenizar la faena, interpretándose un pasodoble dedicado a él. Por el contrario, la faena antológica que Domingo Ortega realizó al cuarto toro, la ejecutó sin que sonase la música; hecho éste que protestaron ruidosamente los partidarios del diestro de Borox. Fue a partir de entonces cuando se acordó que dejase de sonar la música durante las faenas realizadas en la Monumental de Las Ventas.
EL ARRASTRE
No siempre el arrastre de los toros ha sido tal como ahora conocemos. Antes de 1623 se retiraban los caballos y los toros muertos mediante carros preparados al efecto, pero en el mes de agosto de dicho año, reinando Felipe IV, se celebraron fiestas reales en honor del Príncipe de Gales Carlos Eduardo, y el entonces corregidor Juan de Castro dispuso que el arrastre se hiciera por primera vez por medio de mulas para que la operación de retirar toros y caballos muertos no retrasara la lidia de los siguientes. Tuvo fortuna la innovación y desde entonces se hace el arrastre como todos conocemos.
ALGUACILILLOS
Los primeros alguacilillos. En la antigüedad, quien efectuaba el despeje del redondel antes de las corridas de toros era la Fuerza Armada, hasta que la Reina Isabel II con fecha 3 de julio de 1865 dictó una Orden Real que decía así: “La Reina ha tenido a bien mandar que en lo sucesivo se suprima al despejo, en las corridas de toros, que se ha acostumbrado a verificar en las plazas por la Fuerza Armada”. El cumplimiento de esta disposición corrió a cargo de su autor el Ministro de la Gobernación D. José Posada Herrera, nombrado doce días antes. Desde entonces sólo hacen el despejo los alguacilillos.

lunes, 8 de octubre de 2012

Rafael Sánchez Ortiz “El Pipo”, promotor y descubridor en el año 1960 de Manuel Benítez Pérez El Cordobés






Nace en Córdoba el 18 de noviembre de 1912, fallece en Madrid el 15 de noviembre de 1987.


Hijo del "Pipo" comerciante de mariscos, fue compañero y amigo en el colegio salesiano de Manolete, siguiendo su amitad con éste, iba como aficionado de plaza en plaza aplaudiéndole. Quiso ser torero buscando una oportunidad por dehesas, cercados y tentaderos, llegando a vestir el traje de luces en calidad de banderillero. La afición y las tendencias toreras de Rafael "El Pipo" tuvieron siempre la oposición de sus padres. Llegó a ser vendedor ambulante utilizando su mercancía marisquera como regalo para poder enfrentarse a alguna becerra en los tentaderos, pero escasamente dotado para el oficio, se dedicó al negocio familiar en la famosa marisquería Bar El Puerto ubicada en la calle La Plata. Madrid, Zaragoza y San Sebastián fueron las capitales en el que el "Pipo" vendió su producto del mar. En Madrid llegó a tener hasta una red de colaboradores. El vender marisco lo simultaneó con ser apoderado de toreros. Entre otros dirigió a los diestros Rafalito Lagartijo, sobrino nieto del famoso Rafael Molina Sánchez "Lagartijo"; a Pepe Escudero, José Ramón Tirado, Manuel Cascales "Capetillo" y José María Montilla Álvarez. 

Promotor y descubridor en el año 1960 de Manuel Benítez Pérez El Cordobés. Durante año y medio "El Pipo" puso toda su capacidad e ingenio a pleno rendimiento en una campaña de publicidad jamás conocida, cuyo objetivo era promocionar a su torero. Desde mayo de 1960 en que presenta en la plaza de los "Tejares" a Manuel Benitez , hasta abril de 1962 donde resciden el contrato de apoderamiento, Rafael "El Pipo" inventó todo lo impensable, con aquel famoso eslogan " Sólo ante el peligro" que llevó al torero por todos los pueblos de la provincia de Córdoba, hasta introducirlo en el festival taurino celebrado en El Pardo; con este hecho alcanzó la máxima popularidad como apoderado. El sabía que contaba con una figura excepcional del toreo y supo dar rendimiento aquella mina. 

Descubrió y apoderó posteriormente al torero de Linares, José Fuentes, haciendo nuevamente uso de su ingenio lo popularizó con aquella frase " Linares se lo llevó, Linares nos lo devuelve". Luego apadrino y dirigió a otros toreros como: Paco Pallarés, Antonio Benete ´"El Mesías", Curro Vázquez, Antonio Porras, "Zoilo" y Espartaco.

No terminan sus aventuras, ya no como apoderado de toreros, sino que 1981 edita un libro titulado “Así fue... El Pipo, Manolete, El Cordobés”. En el libro cuenta sus andanzas vividas en el mundo del toro y de los negocios. Llegó a promocionar el libro en América visitando varios países especialmente Méjico. 

Rafael Sánchez Ortiz llegó a ser una persona dinámica y viva el los negocios, polémica y a la vez atrayente a sus detractores, siempre hizo gala de su cordobesismo por todo el mundo. Se enriqueció en varias ocasiones y en otra se arruinó. Eran famosos sus sombreros clásicos y descomunales que siempre lleva consigo. 

Quiso se cumpliera su última voluntad, trasladando su cadáver al panteón familiar ubicado el cementerio de Nuestra Señora de la Salud en Córdoba

domingo, 19 de agosto de 2012

VILLALUENGA SERRANA,VILLALUENGA TORERA.



Villaluenga serrana,Villaluenga Torera

tu bicentenario ruedo,con paz y quietud

el dia espera.

El jolgorio de una tarde de Septiembre

rompe tu tranquilidad,rompe la silenciosa

barrera que por meses ha sido como siempre

El calor aprieta,¡menos mal¡ este año el cielo

no inquieta,pipas,caramelos,refrescos aallá vá Rafael

con su negocio ambulante no respetando en la estrechura

de las gradas ni al que está detrás ni al que está delante

Las enormes puertas del patio de cuadrillas se abre en los

rostros de los matadores,preocupación y por qué no miedo

El respeto y el miedo a la tremenda negrura de la puerta de toriles

es más de lo que alguno quisiera…

Años atrás cuando le pregunte a un torero ¿qué es el miedo?

me contestó: la negrura de la puerta de toriles

Este año da igual quienes sean los lidiadores porque como siempre

del escalafón vendrán los mejores,la tarde se va fundiendo entre palmas

y olés,hasta que el espectáculo único en la mágica sierra deja de nuevo

al albero aletargado.

Villaluenga serrana,Villaluenga torera

por mágica y por torera eres la envidia de tus villas hermanas.

domingo, 3 de junio de 2012

VICENTE HONG

El primer chino torero China, 1894 Hong Chikeen nace en la ciudad china de Sunwuy (muy cerca de Cantón) en el seno de una familia de comerciantes. En la mayoría de las fuentes se hace llamar Vicente Hong (o Vicenty al principio de su carrera) China, 1902 Con 8 años se fuga de casa e ingresa en una compañía de opereta. Allí aprende a cantar y malvive durante cierto tiempo hasta que sus padres lo encuentran y le obligan a volver. Posteriormente lo mandan interno a un colegio de Cantón donde aprende el oficio de impresor y tipógrafo. China 1905 A principios de siglo estalla una revuelta contra el último representante de la dinastía Qing, el Emperador Guangxu (al que las fuentes consultadas llaman Quong Lui) y su despótica tía la Emperatriz Cixi. Vicente Hong se corta la coleta en señal de protesta contra la corrupta dinastía. Al cumplir los 14 años se niega a casarse como imponía la tradición. La familia decide emigrar a California donde el futuro torero aprende a hablar inglés. Poco tiempo después la familia termina instalándose en México. México, 1907 Muere su padre. Su hermano mayor hereda el negocio y Vicente Hong tiene que buscarse la vida. Comienza a trabajar en una mina de oro en la frontera con EEUU. Descontento con el carácter norteamericano, hastiado de las duras condiciones del trabajo y de la inseguridad del mismo decide abandonarlo y regresar a México D.C. En la estación asiste a un espectáculo impresionante: una multitud esperando el cadáver del matador Antonio Montes. La gente está histérica, la mayoría llorando. Al chino le sorprende la presencia de muchos “obispos y curas”. Hong siente curiosidad y decide asistir a una corrida de toros de la que sale entusiasmado. Por fin ha encontrado su vocación.. Otras fuentes dan una versión diferente: con el dinero ganado en la mina de oro Hong monta un restaurante en la capital y es a través de su clientela (taurinos todos) que empieza a sentirse atraído por el mundo del toreo. También aparece escrito que la afición le nace trabajando en el hotel que su padre tenía en propiedad desde que llegó al país azteca. El resultado es el mismo: se inscribe en la escuela taurina de José Romero, Fracuelillo, y empieza un duro aprendizaje (“llevándome muchos porrazos”) por el que paga 30 pesos mensuales Honduras, 1909 Al quedarse sin dinero tiene que emigrar a Honduras, a las minas de oro de Sanjuanico, y permanecer allí durante un año. Tras haber reunido la friolera de 40.000 pesos regresa a México con la intención de continuar su educación. México, 1910 Tras entrar en el país, al llegar a Manzanillo, Vicente Hong se encuentra con que ha estallado la revolución contra el gobierno de Porfirio Díaz. Ante el caos reinante y temiendo ser robado decide enterrar un baúl con sus pertenencias en el patio de la casa donde se hospedaba. Entabla amistad con Pancho Villa y comienza a trabajar para él. Se encarga de la intendencia de sus tropas (aprovechándose de sus contactos con la comunidad China) hasta que rompen relaciones. El joven chino es acusado de ser confidente de Carranza y es perseguido por las tropas revolucionarias. Todo esto, según la versión dada por el propio Hong en 1930. Entonces el general Agustín Calvo decide formar un grupo de 2.000 soldados chinos (eran una minoría muy importante en el México de la época) para reforzar a sus tropas en Veracruz. Vicente Hong demuestra grandes dotes de mando y es nombrado comandante. Encargado de custodiar un tren cargado de oro, es atacado por las tropas de Villa. Según su versión, se comporta heroicamente y, a pesar de ser herido en una pierna, gana la batalla y captura un gran número de prisioneros. México, 1911. Y después se mete a novillero. Así de simple. Hasta España llega la noticia de su debut: “Coleta tiene desde su más tierna infancia, y se trae muy hecha una suerte que siempre es de seguro éxito: el pase del Celeste Imperio. Además los empresarios que quieran engañarle, poco tendrán que esforzarse, dada la nacionalidad del diestro” (Heraldo de Madrid, 3 de marzo de 1911) Esas bromas recurrentes acompañarán la carrera del chino Vicente Hong desde sus inicios. También el apelativo cariñoso de “chinito”. Siempre sería tratado con un tono paternalista, entre la sorna y la curiosidad. También ese era el tono típico de la prensa de la época. No fue nunca una figura destacada, ni medianamente famoso (pequeñas notas en los periódicos y algún reportaje en algún semanario gráfico). Pero su larga carrera (más de veinte años toreando) y azarosa vida lo convierten en más que una mera curiosidad. México 1912 Debuta en la Plaza de Guadalajara (México) el 7 de enero de 1912. En el paseillo todavía viste el tradicional traje de luces (años después cambiaría su atuendo). Triunfa, pero, como bien dice una crónica de la época, no en una corrida muy brillante, debido a la poca bravura de los toros de la hacienda Rivera que deslucen el espectáculo. 

Comparte cartel con un tal “Mellaito de Málaga”, que hace el ridículo más absoluto (“con temblor formidable en la piernas”) y que es incapaz de matar a su segundo. Vicente Hong, por su parte, torea con valor: “Demostrando que no es, ni mucho menos, un lego en el manejo del capote, toreó a su primero maravillosamente (…) y oyó aplausos sin cuento, mejor dicho, cerradas ovaciones. (…) En su segundo se estrechó todavía más, jugándose la piel en los cuernos, y concluyó con media estocada, siendo sacado en triunfo por los incondicionales de la fiesta (…) que vitoreaban sin cesar al héroe amarillento” (El Toreo, 19 de febrero de 1912) En mayo empieza a circular el rumor de que ha embarcado rumbo a España y que espera triunfar aquí. Su fama comienza a crecer. Incluso en Madrid Cómico (un semanario satírico de la época) hacen chistes sobre su nombre y sobre su afición a los toros. América Latina, 1912-1923 Sin embargo, no llega a debutar aquí y su rastro se pierde durante más de diez años. Se sabe que sufre una grave cogida en Navalcalientes que a punto estuvo de costarle la vida. Fue la primera de muchas visitas a las enfermerías de las plazas de toros. Abandona temporalmente el mundo de los toros y consigue un trabajo como cónsul chino en México. Posteriormente se traslada a Tampico y finalmente a Venezuela. Siempre como representante del Celeste Imperio. Se sabe que durante la guerra entre México y EEUU actúa de interprete en el Ministerio de Justicia mexicano. Pero, según sus declaraciones, abandona pronto la vida de lujo que llevaba y se centra en el toreo, arte por el que siente una verdadera obsesión. Incluso llega a rechazar un alto cargo en la recién estrenada República de China. Guatemala, 1923. Reaparece en el país centroamericano anunciando dos corridas en aquella plaza. Perú, 1924 En febrero se presenta en la plaza de Lima con una corrida con ganado de Viscalpa. Es ovacionado tras matar tres toros. Lo hieren en un muslo y es trasladado a la enfermería. Perú, 1926. El 10 de julio embarca junto a su representante, Juan Leppiani, rumbo a Colombia y Venezuela donde va “ventajosamente contratado para aquellas plazas” Posteriormente, una vez terminados sus compromisos allí, iba a partir hacia España con la intención de triunfar definitivamente. Aquí sería representado por Vicente Gracia. Se esperaba su debut para la temporada de 1927. “Es de esperar que el asiático torero Vicente Hong, muy conocido por México y el Perú, sea una de las mayores novedades taurinas y constituya una gran atracción, por la forma en que se presenta, que es asombrosa y de gran lujo por los fantásticos y raros trajes chinos que viste” (La Lidia, 26 de julio de 1926) Vicente Hong había comenzado a hacer el paseillo vestido con indumentaria asiática. 

Tras años toreando en las plazas americanas posiblemente comprendió que su origen era, sin lugar a dudas, su mayor atractivo. Vender exotismo funcionaba. Se anunciaba con un prospecto en caracteres chinos que rezaba: “Señor Hong, único torero chino nombrado por el mundo. Todos los chinos así como los extranjeros aplauden su arte. Está invitado ahora por este país para estrenar en la plaza de toros a las tres del día 3 de Febrero (sic). Los ciudadanos chinos que quieran cumplir las felicidades de sus ojos, vengan a ver y no pierdan esa ocasión” (ABC, 9 de marzo de 1927) Había por aquella época una fuerte discusión en el mundo del toreo sobre la suerte de varas. Antiguamente los picadores salían al ruedo sin protección (ni peto, ni corazas) y se enfrentaban al toro únicamente con la puya. Esto provocaba que las corridas de toros se convirtieran en una salvaje carnicería (todavía más), porque pocos eran los caballos que salían indemnes del envite. En los años veinte del siglo XX se empezaron a proteger con petos y acolchados y los puristas se enfrentaron agriamente a estos cambios. Vicente Hong, según recoge la prensa de la época, se mostraba contrario a la suerte de varas. Lo que según los más entendidos era signo de valentía porque así el toro llegaba con más fuerzas a los últimos tercios de la corrida. Sin embargo, a pesar de que su fama va en aumento, no es contratado para torear en España hasta la temporada de 1930. En la Península su carrera va a ser bastante corta. Se siente desilusionado porque en América cobraba bastante más (40.000 pestetas allí, frente a las escasas 3.000 que recibe aquí) y porque el público era menos exigente (“aquí quieren ver en mi a un Belmonte”). 

Su sueño es triunfar aquí y regresar a China a popularizar el toreo. Barcelona, 1930. Tradicional corrida del Corpus. El 19 de junio se presenta Vicente Hong en la plaza Monumental de Barcelona, donde se lidian novillos de Villarroel. Comparte cartel con Cantimplas y El Niño de la Brocha. Hay poco público. El torero oriental vuelve a hacer el paseillo con la indumentaria típica de su país, a pesar de las reticencias de sus compañeros, que en un principio se negaban a participar en la payasada. El público silba el atrevimiento del mandarín. Luego se viste de torero para la lidia. El segundo de la tarde le correspondía al Niño de la Brocha, pero, a pesar de eso, Vicente Hong decide hacerle algunos quites. La prensa resume su actuación con un lacónico: “el chino hace el indio” Al entrar a matar el Niño de la Brocha se clava su propio estoque y es llevado a la enfermería. En el tercero “Vicente Hong intenta unos lances (…), realiza una faena divertida, en el curso de la cual sufre una voltereta. Mata de media estocada.” En el quinto “el chino, al intentar unos lances, sale perseguido y no sufre una cogida por verdadero milagro” Y en el sexto “torea vulgarmente. Con la muleta da cuatro mantazos y con el estoque pincha tres veces (…) El público llena el ruedo de almohadillas y el toro es devuelto al corral” (La Voz, 19 de junio de 1930) Los toros “dejaron mucho que desear, siendo únicamente bueno el tercero, que no pudo caer en peores manos” porque según uno de los críticos, Hong desconocía “lo más elemental de toreo”(La Reclam Taurina, 28 de junio de 1930) El Heraldo de Madrid recoge las enormes carcajadas del público en el tercero y el tremendo miedo del torero. Tal era el pánico que sentía que tuvo que matar al toro de media estocada desde un extremo del burladero. El Imparcial remarca el “lamentable espectáculo” de la última faena. 

En El Siglo Futuro se describe a los toros como “pequeños”, aunque “bien puestos de pitones” a los que lamentablemente se les dio “mala lidia”. A pesar de todo la fama de Hong va creciendo y La Estampa le dedica un extenso reportaje donde cuenta su vida. Se presenta como un héroe muy famoso en México y Perú. Narra sus aventuras durante la Revolución Mexicana y alardea de amistades: el general Obregón (“íntimo amigo”), Vasconcelo o Luís León (en la época, Ministro de Hacienda mexicano) En España se anuncia con unos pasquines en español y con otros en caracteres chinos: “acudid a ver a vuestro hermano, que es un verdadero recreo de los ojos” (La Vanguardia, 13 de julio de 1943) Segovia, 1930 A finales de junio participa en una novillada en Segovia con ganado de Carreros (“bravos y de buena lámina”). Mata a su primero de media estocada y descabello. En su segundo sufre un ataque de pánico y es volteado. Entra en la enfermería con una herida en el glúteo. Palma de Mallorca, 1930 La mala suerte acompaña al torero chino. El 30 de junio torea en la plaza de la isla. Resulta cogido gravemente: “sufre la fractura de dos costillas, temiéndose que degenere en pulmonía traumática” (El Siglo Futuro, 30 de junio de 1930) Madrid, 1930 Un mes después, recuperado milagrosamente de sus heridas, hace su aparición en Madrid. La expectación es tremenda y las entradas para la corrida en Vista Alegre se agotan rápidamente. Los toros de Fernando Ardura resultan bravos y nobles (la mayoría son ovacionados en el arrastre) Vicente Hong vuelve a hacer el paseillo con el traje típico chino. 

Pero en esta ocasión es aplaudido por el participativo público que saca “del extraño torero una grata impresión” a pesar de que apenas puede hacer nada debido a la herida de su pecho. El respetable simpatiza con Hong. Consigue una faena muy lucida, sobre todo comparándola con el fracaso de sus compañeros de cartel (Carretero y Levita). Sin embargo, cuando ya saboreaba el éxito tiene que retirarse a la enfermería. La herida sufrida en Palma de Mallorca se ha abierto. La prensa lo colma de elogios e incluso le componen una copla: “El hijo del Sol Naciente venció en la fiesta taurina; por hoy no está mal Vicente y puede rodar la china” (R. Solis. Heraldo de Madrid, 21 de julio de 1930) A la semana repite con toros de Ardura en El Escorial. Sin embargo ni los toros ni el torero están a la altura. Zaragoza, 1930 Ya recuperado totalmente, torea en Zaragoza. Hay gran expectación y la prensa local se interesa por él. En algunos periódico aparece la información de que ya había visitado la ciudad en el pasado: “llegó por primera vez vendiendo collares” (El Día, 22 de agosto de 1930) Los novillos resultan ser mansos y difíciles. Vicente Hong hace una meritoria faena a su primero. En su segundo es corneado. Ingresa en la enfermería: “tiene un puntazo corrido, fuertes varetazos y conmoción cerebral” (Heraldo de Madrid, 25 de agosto de 1930) Zamora, 1930 Participa en una novillada en septiembre. Se muestra ignorante con la muleta y es abroncado. Cuenca, 1930 Con floja entrada, Hong hace una discreta actuación. Sufre varios revolcones sin importancia. Los críticos se muestran inmisericordes. Madrid, 1930 Vicente Hong demuestra que no es un ignorante. No le gusta la visión que de Oriente se da en el teatro español de la época, así que decide escribir una obra realista sobre el tema. Se titula “La influencia del opio” y consigue un contrato para estrenarla en Madrid. Sin embargo, nadie llega a conocer la obra. Según Hong un desalmado productor le ha robado el manuscrito. Terminada la temporada, parece ser que Hong regresa a Venezuela llevando consigo un busto en bronce de Simón Bolívar realizado por el escultor Bechini y que le había encargado la colinia china de Caracas con el fin de celebrar su centenario. Jerez de la Frontera, 1931. Corrida nocturna. Torea su última corrida conocida. Es abucheado. La prensa remarca que se arrojaron al ruedo nueve espontáneos. Fin En total toréo diez novilladas en España. Su rastro se pierde. Puede ser que lograra su sueño: “Ir a China, a mi patria; celebrar corridas como en España, y el dinero que me produzcan emplearlo en construir escuelas con profesores europeos, para que enseñen al pueblo artes y oficios que allí se ignoran. No es suficiente saber leer y escribir. Hace falta también aprender una profesión para poder vivir. En China hay mucha falta de oficios. Los que pasan hambre es porque no saben trabajar en nada y estan incapacitados para luchar.” (Mundo Gráfico, 1930) Treinta años después, otro torero chino volvió a llamar la atención de la prensa: Bon Way Wong. Pero eso es otra historia.