domingo, 3 de junio de 2012

VICENTE HONG

El primer chino torero China, 1894 Hong Chikeen nace en la ciudad china de Sunwuy (muy cerca de Cantón) en el seno de una familia de comerciantes. En la mayoría de las fuentes se hace llamar Vicente Hong (o Vicenty al principio de su carrera) China, 1902 Con 8 años se fuga de casa e ingresa en una compañía de opereta. Allí aprende a cantar y malvive durante cierto tiempo hasta que sus padres lo encuentran y le obligan a volver. Posteriormente lo mandan interno a un colegio de Cantón donde aprende el oficio de impresor y tipógrafo. China 1905 A principios de siglo estalla una revuelta contra el último representante de la dinastía Qing, el Emperador Guangxu (al que las fuentes consultadas llaman Quong Lui) y su despótica tía la Emperatriz Cixi. Vicente Hong se corta la coleta en señal de protesta contra la corrupta dinastía. Al cumplir los 14 años se niega a casarse como imponía la tradición. La familia decide emigrar a California donde el futuro torero aprende a hablar inglés. Poco tiempo después la familia termina instalándose en México. México, 1907 Muere su padre. Su hermano mayor hereda el negocio y Vicente Hong tiene que buscarse la vida. Comienza a trabajar en una mina de oro en la frontera con EEUU. Descontento con el carácter norteamericano, hastiado de las duras condiciones del trabajo y de la inseguridad del mismo decide abandonarlo y regresar a México D.C. En la estación asiste a un espectáculo impresionante: una multitud esperando el cadáver del matador Antonio Montes. La gente está histérica, la mayoría llorando. Al chino le sorprende la presencia de muchos “obispos y curas”. Hong siente curiosidad y decide asistir a una corrida de toros de la que sale entusiasmado. Por fin ha encontrado su vocación.. Otras fuentes dan una versión diferente: con el dinero ganado en la mina de oro Hong monta un restaurante en la capital y es a través de su clientela (taurinos todos) que empieza a sentirse atraído por el mundo del toreo. También aparece escrito que la afición le nace trabajando en el hotel que su padre tenía en propiedad desde que llegó al país azteca. El resultado es el mismo: se inscribe en la escuela taurina de José Romero, Fracuelillo, y empieza un duro aprendizaje (“llevándome muchos porrazos”) por el que paga 30 pesos mensuales Honduras, 1909 Al quedarse sin dinero tiene que emigrar a Honduras, a las minas de oro de Sanjuanico, y permanecer allí durante un año. Tras haber reunido la friolera de 40.000 pesos regresa a México con la intención de continuar su educación. México, 1910 Tras entrar en el país, al llegar a Manzanillo, Vicente Hong se encuentra con que ha estallado la revolución contra el gobierno de Porfirio Díaz. Ante el caos reinante y temiendo ser robado decide enterrar un baúl con sus pertenencias en el patio de la casa donde se hospedaba. Entabla amistad con Pancho Villa y comienza a trabajar para él. Se encarga de la intendencia de sus tropas (aprovechándose de sus contactos con la comunidad China) hasta que rompen relaciones. El joven chino es acusado de ser confidente de Carranza y es perseguido por las tropas revolucionarias. Todo esto, según la versión dada por el propio Hong en 1930. Entonces el general Agustín Calvo decide formar un grupo de 2.000 soldados chinos (eran una minoría muy importante en el México de la época) para reforzar a sus tropas en Veracruz. Vicente Hong demuestra grandes dotes de mando y es nombrado comandante. Encargado de custodiar un tren cargado de oro, es atacado por las tropas de Villa. Según su versión, se comporta heroicamente y, a pesar de ser herido en una pierna, gana la batalla y captura un gran número de prisioneros. México, 1911. Y después se mete a novillero. Así de simple. Hasta España llega la noticia de su debut: “Coleta tiene desde su más tierna infancia, y se trae muy hecha una suerte que siempre es de seguro éxito: el pase del Celeste Imperio. Además los empresarios que quieran engañarle, poco tendrán que esforzarse, dada la nacionalidad del diestro” (Heraldo de Madrid, 3 de marzo de 1911) Esas bromas recurrentes acompañarán la carrera del chino Vicente Hong desde sus inicios. También el apelativo cariñoso de “chinito”. Siempre sería tratado con un tono paternalista, entre la sorna y la curiosidad. También ese era el tono típico de la prensa de la época. No fue nunca una figura destacada, ni medianamente famoso (pequeñas notas en los periódicos y algún reportaje en algún semanario gráfico). Pero su larga carrera (más de veinte años toreando) y azarosa vida lo convierten en más que una mera curiosidad. México 1912 Debuta en la Plaza de Guadalajara (México) el 7 de enero de 1912. En el paseillo todavía viste el tradicional traje de luces (años después cambiaría su atuendo). Triunfa, pero, como bien dice una crónica de la época, no en una corrida muy brillante, debido a la poca bravura de los toros de la hacienda Rivera que deslucen el espectáculo. 

Comparte cartel con un tal “Mellaito de Málaga”, que hace el ridículo más absoluto (“con temblor formidable en la piernas”) y que es incapaz de matar a su segundo. Vicente Hong, por su parte, torea con valor: “Demostrando que no es, ni mucho menos, un lego en el manejo del capote, toreó a su primero maravillosamente (…) y oyó aplausos sin cuento, mejor dicho, cerradas ovaciones. (…) En su segundo se estrechó todavía más, jugándose la piel en los cuernos, y concluyó con media estocada, siendo sacado en triunfo por los incondicionales de la fiesta (…) que vitoreaban sin cesar al héroe amarillento” (El Toreo, 19 de febrero de 1912) En mayo empieza a circular el rumor de que ha embarcado rumbo a España y que espera triunfar aquí. Su fama comienza a crecer. Incluso en Madrid Cómico (un semanario satírico de la época) hacen chistes sobre su nombre y sobre su afición a los toros. América Latina, 1912-1923 Sin embargo, no llega a debutar aquí y su rastro se pierde durante más de diez años. Se sabe que sufre una grave cogida en Navalcalientes que a punto estuvo de costarle la vida. Fue la primera de muchas visitas a las enfermerías de las plazas de toros. Abandona temporalmente el mundo de los toros y consigue un trabajo como cónsul chino en México. Posteriormente se traslada a Tampico y finalmente a Venezuela. Siempre como representante del Celeste Imperio. Se sabe que durante la guerra entre México y EEUU actúa de interprete en el Ministerio de Justicia mexicano. Pero, según sus declaraciones, abandona pronto la vida de lujo que llevaba y se centra en el toreo, arte por el que siente una verdadera obsesión. Incluso llega a rechazar un alto cargo en la recién estrenada República de China. Guatemala, 1923. Reaparece en el país centroamericano anunciando dos corridas en aquella plaza. Perú, 1924 En febrero se presenta en la plaza de Lima con una corrida con ganado de Viscalpa. Es ovacionado tras matar tres toros. Lo hieren en un muslo y es trasladado a la enfermería. Perú, 1926. El 10 de julio embarca junto a su representante, Juan Leppiani, rumbo a Colombia y Venezuela donde va “ventajosamente contratado para aquellas plazas” Posteriormente, una vez terminados sus compromisos allí, iba a partir hacia España con la intención de triunfar definitivamente. Aquí sería representado por Vicente Gracia. Se esperaba su debut para la temporada de 1927. “Es de esperar que el asiático torero Vicente Hong, muy conocido por México y el Perú, sea una de las mayores novedades taurinas y constituya una gran atracción, por la forma en que se presenta, que es asombrosa y de gran lujo por los fantásticos y raros trajes chinos que viste” (La Lidia, 26 de julio de 1926) Vicente Hong había comenzado a hacer el paseillo vestido con indumentaria asiática. 

Tras años toreando en las plazas americanas posiblemente comprendió que su origen era, sin lugar a dudas, su mayor atractivo. Vender exotismo funcionaba. Se anunciaba con un prospecto en caracteres chinos que rezaba: “Señor Hong, único torero chino nombrado por el mundo. Todos los chinos así como los extranjeros aplauden su arte. Está invitado ahora por este país para estrenar en la plaza de toros a las tres del día 3 de Febrero (sic). Los ciudadanos chinos que quieran cumplir las felicidades de sus ojos, vengan a ver y no pierdan esa ocasión” (ABC, 9 de marzo de 1927) Había por aquella época una fuerte discusión en el mundo del toreo sobre la suerte de varas. Antiguamente los picadores salían al ruedo sin protección (ni peto, ni corazas) y se enfrentaban al toro únicamente con la puya. Esto provocaba que las corridas de toros se convirtieran en una salvaje carnicería (todavía más), porque pocos eran los caballos que salían indemnes del envite. En los años veinte del siglo XX se empezaron a proteger con petos y acolchados y los puristas se enfrentaron agriamente a estos cambios. Vicente Hong, según recoge la prensa de la época, se mostraba contrario a la suerte de varas. Lo que según los más entendidos era signo de valentía porque así el toro llegaba con más fuerzas a los últimos tercios de la corrida. Sin embargo, a pesar de que su fama va en aumento, no es contratado para torear en España hasta la temporada de 1930. En la Península su carrera va a ser bastante corta. Se siente desilusionado porque en América cobraba bastante más (40.000 pestetas allí, frente a las escasas 3.000 que recibe aquí) y porque el público era menos exigente (“aquí quieren ver en mi a un Belmonte”). 

Su sueño es triunfar aquí y regresar a China a popularizar el toreo. Barcelona, 1930. Tradicional corrida del Corpus. El 19 de junio se presenta Vicente Hong en la plaza Monumental de Barcelona, donde se lidian novillos de Villarroel. Comparte cartel con Cantimplas y El Niño de la Brocha. Hay poco público. El torero oriental vuelve a hacer el paseillo con la indumentaria típica de su país, a pesar de las reticencias de sus compañeros, que en un principio se negaban a participar en la payasada. El público silba el atrevimiento del mandarín. Luego se viste de torero para la lidia. El segundo de la tarde le correspondía al Niño de la Brocha, pero, a pesar de eso, Vicente Hong decide hacerle algunos quites. La prensa resume su actuación con un lacónico: “el chino hace el indio” Al entrar a matar el Niño de la Brocha se clava su propio estoque y es llevado a la enfermería. En el tercero “Vicente Hong intenta unos lances (…), realiza una faena divertida, en el curso de la cual sufre una voltereta. Mata de media estocada.” En el quinto “el chino, al intentar unos lances, sale perseguido y no sufre una cogida por verdadero milagro” Y en el sexto “torea vulgarmente. Con la muleta da cuatro mantazos y con el estoque pincha tres veces (…) El público llena el ruedo de almohadillas y el toro es devuelto al corral” (La Voz, 19 de junio de 1930) Los toros “dejaron mucho que desear, siendo únicamente bueno el tercero, que no pudo caer en peores manos” porque según uno de los críticos, Hong desconocía “lo más elemental de toreo”(La Reclam Taurina, 28 de junio de 1930) El Heraldo de Madrid recoge las enormes carcajadas del público en el tercero y el tremendo miedo del torero. Tal era el pánico que sentía que tuvo que matar al toro de media estocada desde un extremo del burladero. El Imparcial remarca el “lamentable espectáculo” de la última faena. 

En El Siglo Futuro se describe a los toros como “pequeños”, aunque “bien puestos de pitones” a los que lamentablemente se les dio “mala lidia”. A pesar de todo la fama de Hong va creciendo y La Estampa le dedica un extenso reportaje donde cuenta su vida. Se presenta como un héroe muy famoso en México y Perú. Narra sus aventuras durante la Revolución Mexicana y alardea de amistades: el general Obregón (“íntimo amigo”), Vasconcelo o Luís León (en la época, Ministro de Hacienda mexicano) En España se anuncia con unos pasquines en español y con otros en caracteres chinos: “acudid a ver a vuestro hermano, que es un verdadero recreo de los ojos” (La Vanguardia, 13 de julio de 1943) Segovia, 1930 A finales de junio participa en una novillada en Segovia con ganado de Carreros (“bravos y de buena lámina”). Mata a su primero de media estocada y descabello. En su segundo sufre un ataque de pánico y es volteado. Entra en la enfermería con una herida en el glúteo. Palma de Mallorca, 1930 La mala suerte acompaña al torero chino. El 30 de junio torea en la plaza de la isla. Resulta cogido gravemente: “sufre la fractura de dos costillas, temiéndose que degenere en pulmonía traumática” (El Siglo Futuro, 30 de junio de 1930) Madrid, 1930 Un mes después, recuperado milagrosamente de sus heridas, hace su aparición en Madrid. La expectación es tremenda y las entradas para la corrida en Vista Alegre se agotan rápidamente. Los toros de Fernando Ardura resultan bravos y nobles (la mayoría son ovacionados en el arrastre) Vicente Hong vuelve a hacer el paseillo con el traje típico chino. 

Pero en esta ocasión es aplaudido por el participativo público que saca “del extraño torero una grata impresión” a pesar de que apenas puede hacer nada debido a la herida de su pecho. El respetable simpatiza con Hong. Consigue una faena muy lucida, sobre todo comparándola con el fracaso de sus compañeros de cartel (Carretero y Levita). Sin embargo, cuando ya saboreaba el éxito tiene que retirarse a la enfermería. La herida sufrida en Palma de Mallorca se ha abierto. La prensa lo colma de elogios e incluso le componen una copla: “El hijo del Sol Naciente venció en la fiesta taurina; por hoy no está mal Vicente y puede rodar la china” (R. Solis. Heraldo de Madrid, 21 de julio de 1930) A la semana repite con toros de Ardura en El Escorial. Sin embargo ni los toros ni el torero están a la altura. Zaragoza, 1930 Ya recuperado totalmente, torea en Zaragoza. Hay gran expectación y la prensa local se interesa por él. En algunos periódico aparece la información de que ya había visitado la ciudad en el pasado: “llegó por primera vez vendiendo collares” (El Día, 22 de agosto de 1930) Los novillos resultan ser mansos y difíciles. Vicente Hong hace una meritoria faena a su primero. En su segundo es corneado. Ingresa en la enfermería: “tiene un puntazo corrido, fuertes varetazos y conmoción cerebral” (Heraldo de Madrid, 25 de agosto de 1930) Zamora, 1930 Participa en una novillada en septiembre. Se muestra ignorante con la muleta y es abroncado. Cuenca, 1930 Con floja entrada, Hong hace una discreta actuación. Sufre varios revolcones sin importancia. Los críticos se muestran inmisericordes. Madrid, 1930 Vicente Hong demuestra que no es un ignorante. No le gusta la visión que de Oriente se da en el teatro español de la época, así que decide escribir una obra realista sobre el tema. Se titula “La influencia del opio” y consigue un contrato para estrenarla en Madrid. Sin embargo, nadie llega a conocer la obra. Según Hong un desalmado productor le ha robado el manuscrito. Terminada la temporada, parece ser que Hong regresa a Venezuela llevando consigo un busto en bronce de Simón Bolívar realizado por el escultor Bechini y que le había encargado la colinia china de Caracas con el fin de celebrar su centenario. Jerez de la Frontera, 1931. Corrida nocturna. Torea su última corrida conocida. Es abucheado. La prensa remarca que se arrojaron al ruedo nueve espontáneos. Fin En total toréo diez novilladas en España. Su rastro se pierde. Puede ser que lograra su sueño: “Ir a China, a mi patria; celebrar corridas como en España, y el dinero que me produzcan emplearlo en construir escuelas con profesores europeos, para que enseñen al pueblo artes y oficios que allí se ignoran. No es suficiente saber leer y escribir. Hace falta también aprender una profesión para poder vivir. En China hay mucha falta de oficios. Los que pasan hambre es porque no saben trabajar en nada y estan incapacitados para luchar.” (Mundo Gráfico, 1930) Treinta años después, otro torero chino volvió a llamar la atención de la prensa: Bon Way Wong. Pero eso es otra historia.

sábado, 25 de febrero de 2012

CRONICAS DE VILLALUENGA

"LA PROCESION DE LAS PIEDRAS"

En cuestiones religiosas y de fiestas eminentemente populares, la "madruga" de los andaluces es por antonomasia, la del Viernes Santo. Sin embargo, para el medio millar de habitantes que componen el censo de Villaluenga del Rosario, un pueblecito del Cádiz serrano, pobre y antiguo, aunque muy bien encalado, situado en la falda pedregosa de esa sierra que está en el ascenso a Grazalema, según se viene de Ubrique, la madrugada que va del 30 al 31 de agosta es de singular significación, pues los habitantes del lugar, que ostenta el título de "Noble Villa", la hacen diferente y multitudinaria.

 A esta conmemoración anual, que recuerda un acontecimiento local que pudo terminar en grande tragedia, pero que todo quedó en el susto, y que desde hace poco más de medio siglo los de Villaluenga llaman "el milagro de la Virgen del Rosario", al que no falta un solo vecino, y además, concentra a numerosos visitantes, parientes, oriundos, comarcanos, personas interesadas en las tradiciones exóticas, investigadores de lo antropológico. Y todo esto se hace por ser fiel a una palabra dada en momento de emoción, por cumplir promesas devocionales.

 Pero veamos en qué consiste esta celebración sumamente pintoresca por el escenario natural en que se desarrolla y las formas de hacerlos ritos: hacia las cuatro de la mañana, hora en que aconteció el hecho que luego explicaremos, los vecinos de este pueblo de pastores y chacinero, sacan en andas a su patraña. Nuestra Señora del Rosario. Pasean a la imagen por la Calle Alfa, en medio de grandes rezos y cánticos devocionales; le dicen una misa de plegarias al amanecer y comienzan las fiestas del lugar, las que durarán tres días.

A esta liturgia inusual que cobra su mayor auge en la hora penumbrosa del amanecer, los de la manga trashumante de Vlllaluenga denominan "la procesión de las piedras". Sepamos en definitiva por qué. En la madrugada del 31 de agosto del año 1926, se desató sobre la Sierra del Caído una fuerte tormenta cargada con gran aparato eléctrico.

Un rayo descuaja una gran masa de piedra, que allá en la cresta de la montaña, apunta al pueblo. La mole descomunal, con un impresionante estruendo se precipita sobre villaluenga. Bloques de toneladas de peso —dicen los cronistas— arrasan loma abajo en su accidentada precipitación, árboles, chozas y casas, todo cuanto en su natural caída se interpone, queda a raso. Y ni un solo vecino de este pintoresco pueblo gaditano, situado ya en la raya que separa esta provincia de la de Málaga, sufre el menor daño físico.

El pueblo una vez superada la sorpresa, exclama rodilla en tierra ¡milagro! ¡milagro! y vuelve sus ojos a la Virgen del Rosario, patrona del lugar, desde un tiempo ya lejano en que Villaluenga se libró de una desoladora epidemia que mermó en mucho los alrededores.

Tras la catástrofe de las piedras, el Ayuntamiento se reúne y acuerda dar a la Calle Alta —que es un bancal de una sola acera de casas, porque el otro lado da-a un tajo profundísimo— otro nombre, que será el de la Excelsa Patrona. También ordena que se haga solemne voto de que todos los años en la madrugada del 31 de agosto se celebre una procesión con la venerada imagen y función religiosa en su honor.

Además de mandar colocar un cepillo en la iglesia, para que se depositen las limosnas que los fieles quieran dedicar a estas celebraciones, el Ayuntamiento ha venido cumpliendo la organización de estos actos, que se han convertido con el paso del tiempo en las fiestas patronales, más sonadas, pues la celebra mucho la población pastoril y los campesinos todos, de esta sierra de impresionante apariencia por esta su vertiente oriental, semejante a un bravío mar de piedras en movimiento.

J.J GARCIA LOPEZ "ABC" 31/08/1984

domingo, 19 de febrero de 2012

GALERIA

Aqui os dejo una muestra de mi afición por el arte digital



Conmemorativo

 


El sueño del Unicornio


Perseverancia

Temporada 2012



El cisne de Michoacán

El ave Fénix


Compañeros


Trio de Ases

Armadura


Feria 2012

Toro de cuerda


Fiestas 2011

Fera 2011


El sueño del Pana
 


El sueño de Villaluenga

Romeria 2012
Hace falta valor

Toros 2011
Goyesca
Solidaridad
Armonia

sábado, 4 de febrero de 2012

CRONICAS DE VILLALUENGA

VILLALUENGA DEL ROSARIO,UNA PEQUEÑA NORUEGA EN LA SERRANIA DE CADIZ
Una lista sólo de mujeres ganó las elecciones por mayoría absoluta
En la profundidad de la sierra de Cádiz se ha erigido una pequeña Islandia. En Villaluenga del Rosario, uno de los denominados pueblos blancos de la serranía gaditana, se instalarán tras las últimas elecciones unos modos nórdicos de gobernar al haber obtenido la mayoría absoluta la candidatura del CDS, formada exclusivamente por mujeres. Un equipo femenino se hará cargo del Ayuntamiento en los próximos cuatro años, con una bióloga a la cabeza, Eulalia García Ortega. Aunque la virtual alcaldesa rehuye calificar su proyecto político de feminista, entre sus planes para revitalizar el pueblo está la creación de una fábrica de marroquinería donde se puedan ocupar los vecinos del sexo femenino.
El pasado día 10 de junio, de los 350 habitantes habituales de Villaluenga del Rosario acudieron a votar 256. 174 lo hicieron por la candidatura del CDS, compuesta por siete mujeres y tres suplentes, también del sexo femenino; 81 dieron el sufragio a la lista socialista, y curiosamente sólo un voto recabó AP, con lo que ni siquiera los propios integrantes de la lista aiiancista se votaron a sí mismo. Tal vez la explicación de que esta candidatura por poco no se estrenara venga dada porque estaba formada por personas de fuera del pueblo, ninguna de ellas vecina de Villa-luenga. Ganó, pues, por la mayoría absoluta el CDS, que, aplicada la ley D'Hont, contará a partir de ahora con cinco concejalas en el Ayuntamiento. Las dos Concejalías restantes corresponderán al Partido Socialista.
Villaluenga no ha sido el único pueblo andaluz en el que se ha presentado una lista de mujeres. Féminas en solitario fueron oferta electoral en la localidad malagueña de Casares y en la onubense Isla Cristina, aunque en ambos casos con peor fortuna. La iniciativa de formar una candidatura femenina en el pueblo de Cádiz partió de un grupo de amigas, según ha manifestado a A B C la virtual alcaldesa, Eulalia Ortega. Eulalia ha matizado que el hacer una lista de mujeres no constituyó un objetivo en sí mismo, y que incluso hicieron ofertas a hombres para que las acompañaran en la candidatura que no fructificaron.
La edad media de las cinco concejalas electas es de treinta años. La menor de ellas, y única que permanece soltera, es Isabel Moscoso Barea, que iba en el puesto número tres, seguida de la de más edad, Isabel Benítez Guzmán, de cuarenta y tres años. Rosario Oliva Peña y Rosario Rodríguez Calvillo completan el quinteto. Excepto Eulalia Ortega, que es licenciada en Biología aunque no ejerce su profesión, las futuras concejalas tienen sólo estudios primarios.
Su victoria limpia ha sido acogida entre los habitantes de Villaluenga de modo desigual, con predominio de los que la han visto con buenos ojos. No ha faltado, no obstante, algún que otro varón airado que ha exclamado, dada la notoriedad que está adquiriendo el pueblo a raíz del insólito triunfo femenino: «La gente va a pensar que aquí no hay hombres.» Al parecer, el sector más reacio a que se pudiera constituir una corporación netamente femenina era el constituido por los ancianos del lugar, en tanto que la juventud se volcó en la candidatura.
Curiosamente, en Villaluenga del Rosario no hay ni un solo militante del CDS, lo cual hace pensar que en este caso los vecinos han votado a las mujeres y no al partido. Por otra parte, el único contacto que las candida-tas han tenido con el líder nacional del CDS, Adolfo Suárez, se produjo durante la campaña electoral en medio de un barullo callejero y no duró más de un minuto. Eulalia Ortega espera que «cuando las aguas vuelvan a su cauce» y finalice esta etapa de intensas negociaciones sobre los pactos electorales, Suárez las felicite por teléfono. De todas formas, confiesa que le gustaría que lo antes posible les escribiera una carta.
Cinco concejalas del CDS gobernarán el pueblo los próximos cuatro años
Lo que parece seguro, a tenor de las declaraciones de la futura alcaldesa, es que en el Ayuntamiento de Villaluenga reinará la «politesse». Ya en la campaña electoral primaron las buenas maneras, y la coincidencia con candidatos de otras opciones en las tareas de pegar carteles se resolvieron haciendo un reparto equitativo de las calles. Eulalia Ortega no olvida que en la futura Corporación, junto a ellas cinco, se sentarán dos hombres, concejales electos del PSOE, que, según habrían dicho ya, no piensan hacer oposición, sino gobernar en común con las mujeres. Ellas, encantadas.
Eulalia y sus compañeras de lista tienen un programa de actuaciones encaminado a revitalizar Villaluenga, sobre todo a base de desarrollar ciertas industrias que complementen las actividades ganadera y agrícola, que, junto con tareas de albañilería, son los sectores que dan trabajo al pueblo. Eulalia Ortega pretende impulsar desde el Ayuntamiento la explotación de una fábrica de chacinas en Villaluenga, aprovechando el clima propicio de la localidad, semejante, por cierto, al del serrano pueblo onubense de Jabugo. Asimismo, la cercanía de Ubrique, distante sólo catorce kilómetros, ha posibilitado la exportación desde aquí a Villaluenga de la destreza en el tratamiento del cuero. Así, abundan las mujeres que se traen desde Ubrique tareas de marroquinerías a Villaluenga. Esto ha sugerido a las cinco concejalas del CDS la oportunidad de abrir una industria de fabricación de petacas y otros objetos de cuero en la localidad. Este punto da pie a la periodista a hacer una pregunta a la futura alcaldesa: ¿Se puede considerar entonces que su equipo municipal practicará en estos cuatro años una política que se pueda considerar feminista? A lo que Eulalia se apresura a responder con un rotundo no, tal vez para empezar su mandato con buen pie, contemporizando con el personal masculino del pueblo, que, dicho sea por otra parte, aventaja en veinte al número de mujeres que lo habitan. Eulalia Ortega dice que no se puede calificar de feminista su proyecto de gobierno municipal, aunque en el mismo se hayan incluido planes para abrir horizontes a las féminas de Villaluenga que hoy día tienen pocos lugares ,o ninguno ,donde desarrollar trabajos.
Junto a estos proyectos de industrialización de la población, incluso antes que los mismos, las cinco virtuales concejalas se plantean traer hasta el pueblo el agua desde la fuente de Libar, ya que, sorprendentemente, Villaluenga tiene en invierno el índice de lluvias más alto de la provincia de Cádiz y, sin embargo, sufre en verano restricciones de hasta veintidós horas. No descuidan las candidatas en sus proyectos para el pueblo el capítulo educativo, en el que intentarán incentivar a los niños en el estudio mediante cursillos y fomentar la enseñanza de adultos.
Empezará, pues, el próximo día 30 una nueva etapa en Villaluenga del Rosario, que se ha situado en España en la avanzadilla de los nuevos vientos que corren en política, y que hace tiempo soplan en el Norte de Europa. Suerte.
ABC 21/06/1987 Encarna Freiré

viernes, 23 de diciembre de 2011

UNA CONTRATA DEL «MAURO»

El Mauro ha sido uno de los tipos más origínales qué nacieron en tierra de Andalucía, y su popularidad corre parejas con la que alcanzaron en otros terrenos los más famosos lidiadores de reses bravas. Pocas años hace que murió Mauro seguramente que en Jerez, su pueblo natal, no se habrá perdido la memoria de tan insigne novillero.
Porque Mauro mataba novillos por matar el hambre; y sin repulgos de conciencia, me atrevo á declarar que mejor mataría el hambre, si ocasión tenia para el caso que mataría novillos, aunque ocasión se le diera, alguna, ya que no tuvo muchas veces.
En la hermosa vega de Jerez, donde se crían los mejores vinos amarillos del mundo, se recuerdan hoy con especial regocijo las innumerables agudezas, las Infinitas ingeniosidades — ingenio legítimo — las «cosas», en fin, del novillero Mauro.
Porque Mauro tenia «cosas», y por virtud de este privilegio qué la Humanidad sólo concede a los elegidos en su gracia, por su frescura ó su entendimiento despejado y agudo, vivió siempre el buen jerezano en relativo desahogo, aunque la miseria tocaba frecuentemente con su mano descarnada en la puerta de su zaquizamí. Con referir una de las muchas «cosas» del Mauro quedará pintado el carácter del famoso novillero, y nadie podrá llamarse á engaño cuando oiga relatar hazañas y proezas del célebre Mauro.
El ayuntamiento de Bornos, para celebrar no sé qué fausto acontecimiento ocurrido en aquélla, no sé si muy heroica villa, acordó, entre otros festejos, organizar una media corrida de toros, cuyos gastos sufragarla la caja municipal.
Reunióse el cabildo en sesión extraordinaria, y comisionóse al alcalde y al secretario para que ultimaran los detalles de la fiesta taurina y propusieran al concejo«todo lo que considerasen pertinente para dar al gran espectáculo lucimiento mayor».
Discurriendo sobre el caso secretario y alcalde, hubieron de pensar en el diestro Mauro, que si su fama de matador no había traspasado los limites de su pueblo, en cambio era popular en toda la provincia por sus graciosas salidas de tono, y especialmente, esto era lo que mas importaba a los dignos Individuos del concejo de Bornos, porque el Mauro tornaba por un«pedazo de pan», que no á otra cosa aspiraba su desvencijarlo estómago.
Y á Jerez fueron alcalde y secretario con los bolsillos llenos de pesetas y el ánimo pletórico de júbilo, pues á mucha honra tenían ellos la comisión recibida del municipio de Bornos Et municipio gozaba de mayor y mas envidiable reputación, por su seriedad y diplomacia entre todos los pueblos d« aquella comarca fértil y extensa No tardaron en avistarse con el Mauro los concejales de Bornos. Nuestro famoso novillero tomaba café en el mejor establecimiento del pueblo, y a las primeras palabras se puso a disposición de los comisionados. El alcalde tosió tuerte y enjaretó a Mauro el discursito improvisada durante su viaje que hicieron en pocas horas alcalde y secretario, jinetes en sendas cabalgaduras.
— Oye, Mauro — exclamó ceremoniosamente el alcalde — el Ayuntamiento de Bornos, que aquí representamos mi amigo y yo, ha pensado en ti para que torees tres toros en la corrida que esta organizando.
Ya sabes tú que aquella tierra es famosa por los buenos toreros que dio á España, y creo que á mucho orgullo debes tener el que por tus naturales méritos tal pensamiento haya tenido el municipio de Bornos... Tú mataras tres toros... — Ostés me mandan — interrumpió Mauro confuso y avergonzado.
— Vamos á lo que importa — siguió el alcalde — Vamoz donde quieran... — ¿En cuánto estimas tu trabajo, corriendo de tu cuenta dos banderilleros y un picador? Mauro quedóse pensativo. Se paso dos ó tres veces la mano por los labios y murmurar, entre dientes: — Dos banderilleros .. un picaor... tres toros... — Eso es. — Puez... diez mil reales.
A punto estuvo el bueno del alcalde de dar en el suelo con BU respetable humanidad Tan grande fue la impresión que le produjo las palabras de Mauro. — ¡Diez mil reales. . . ! — dijo con voz desfallecida — Zi, zeñó.. . diez mil reales—repitió tranquilamente el novillero. El secretario, hombre listo y sagaz, que aunque de menos peso administrativo que el alcalde, pesaba en cuanto a gramática parda mucho mas que él, terció de improviso en la conversación, metiendo muy oportunamente un capote en auxilio de su jefe. — Mira, Mauro. La caja de nuestro ayuntamiento no está para bromas de ese calibre. Tenemos poco dinero y muchas obligaciones. . . — Lo comprendo, zi,zeñó.. . lo comprendo, — Así es — continuó el secretario — que nosotros, por matar tres toros y llevar por tu cuenta dos banderilleros y un picador, además de pagar los gastos de posada los dos días que estéis en Bornos, os daremos, para los cuatro, noventa reales . . . ¿Te conviene? Mauro abrió los ojos con estupefacción, se puso pálido de contento, se levantó rebosando alegría por toda su cara, y alargando la mano á sus interlocutores, exclamó al fin: — ¡Bazta la palabra de loz hombre!. - .
Y á la semana siguiente -se celebró la media corrida y Mauro, aunque con vilipendio, despachó sus tres, toros, y el ayuntamiento por mano de su presidente, después de pagar los gastos de la posada, dio á la cuadrilla cuatro duros y medio, y Mauro regresó a Jerez más satisfecho que un canónigo y mas alegre que unas castañuelas, pidiendo al cielo que le proporcionase muchas corridas así, porque lo que él decia: — De menos noz hizo Dios, y noventa reales son noventa reales después de too. . . ; cuatro duro y medio!. . .
Y ahora pregunto yo: Entre esos diestros que hoy alborotan y presumen, que cobran muchos miles de reales por corrida, y que van siempre rodeados de innumerables devotos y admiradores, ¿no habrá algún Mauro, que si las «cosas se pusiesen mal», torearía por noventa reales y aún por menos? No aludo a nadie. Pero recapaciten los héroes del día sobre el contrato de Mauro que acabo de referir, y el que ni de cerca ni de lejos se vea en él comprendido, y el que se crea libre de pecado, que levante el dedo y que tire la primera piedra. Piedra que no descalabrará a nadie, porque estoy bien. seguro que ninguno la ha de tirar.
DON MODESTO
“LA LIDIA” 19/04/1897

viernes, 9 de diciembre de 2011

DON PEDRO YUSTE DE LA TORRE (Picador)


DON PEDRO YUSTE DE LA TORRE
 

NOTAS DEDICADAS

A José Pardo de Figuéroa y Manso,

POR SU AFECTÍSIMO DE SU CORAZON

EL DOCTOR THEBUSSEM.

I.

Los YUSTE DE LA TORRE hacen por armas cinco barras de azur en campo de oro, con orla de ocho aspas de dicho metal en campo de gules.

Familia establecida en Arcos de la Frontera desde principios del siglo XVI, poseedora de vínculos y mayorazgos y con antigua casa solariega provista de cadenas que daban derecho de asilo, disfrutó siempre en los cargos concejiles, en los padrones yen el concepto público, de todos los fueros y privilegios dispensados á la notoria hidalguía.

Término el de Arcos de los más fértiles y amenos de la provincia de Cádiz; con famosas razas de caballos y de toros bravos-, con muchas viñas y bosques abundantes en caza, lógico era que los hidalgos nacidos bajo el cielo de aquel rincón andaluz, siguiendo las costumbres de los caballeros españoles del siglo XVIII, fuesen aficionados á la equitación, á la caza y al toreo.

En 1776 nació D. Pedro Yuste de La Torre, según consta de la siguiente partida:

“En la Ciudad de Arcos de la Frontera, en el día veinte y uno de Henero de mil setececientos setenta y seis años, yo el Licenciado D. Xptonal de Torres y Pina, Capellán subdelegado de la jurisdicción Eclesiástica Castrense, bapticé á Pedro Marta de las Nieves Joseph Hilaría de los Dolores, que nació el día catorce de este dicho mes, hijo legítimo de Don Alonso Yuste de la Torre, soldado distinguido del Reximiento fixo de Ceuta, y de Doña Gerónima Antúnez su legítima mujer: fueron padrinos D. Juan Antonio Toñanejo, Marqués de Torresoto, y Doña María de las Nieves Fernández de Valdespino y Dávíla, su mujer, á quienes advertí el parentesco espiritual que contraxeron con el Ahijado y sus Padres, y la obligación de enseñarle la Doctrina Cristina, y lo firmé fecho ut supra Licenciado Don Xptoval de Torres y Piña.”

Á los veinte años era D. Pedro Yuste el primer jinete y tañedor de vihuela de la ciudad. Diestro como pocos en el manejo de la espada, cazador infatigable y de apuesta y distinguida figura, era también el encanto de sus amigos y el ídolo de las damas. Como capeador y como varilarguero, se lució y obtuvo unánimes aplausos en varias corridas de toros.

A falta de odios políticos había en los siglos pasados odios de familia, más crudos y tenaces mientras más pequeñas eran las poblaciones en que existían y se desarrollaban.

Galanteaba I). Pedro á una ilustre doncella cuyos padres se opusieron á que su hija tuviese amores con el hombre que desde 1798 había descendido á picador de toros, y que además era de casa rival y enemiga de la suya. La oposición alentó recíprocamente el amor de doña Nieves y el de don Pedio. Un hermano ác aquélla riñó con el amante; y aun cuando intentó acorralarlo y vencerlo, consiguió tan sólo ser desarmado y vencido en esgrima, en generosidad y en nobleza.

La pobre muchacha, que se vio á las puertas del vecino convento sin vocación de monja, acude á D. Pedro suplicándole en vehemente y apasionada epístola que la salvase del sepulcro en vida, é implorando y amparándose á la hidalguía de su adorado galán.

Se verificó la fuga Doña Nieves fue depositada en casa de unos parientes suyos. Promovióse gran escándalo en la población, y la justicia tomó cartas en el asunto en virtud de querella de los padres de la novia.

Don Pedro, á modo de caballero calderoniano, se declaró raptor de la dama; presentó testigos que confirmaran su dicho, quemó la carta de Doña Nieves, y manifestó al corregidor que estaba pronto á

sufrir el castigo que las leyes determinasen.

Era en aquel entonces poseedora del Ducado de Arcos la célebre é ilustre Doña María Josefa Pimentel, Condesa de Benavente, gran protectora de don Pedro. Por su influencia y por la convicción moral que lo¡= jueces tuvieron de la índole de) delito, pudo conseguirse que en vez de galeras ó presidio fuese condenado á servir cuatro años en el fijo de Ceuta.

Allí fue hacia 1805; pero al poco tiempo desertó ó lo dejaron desertar, y se pasó al moro Renegó, aprendió algo de árabe y logró relacionarse y tener valimiento con el Emperador de Marruecos, gracias á su extraordinaria destreza y habilidad en todo linaje de ejercicios corporales. Como jinete

consumado, mereció que lo designasen para acompañar á los marroquíes que hacia el año 1807 vinieron á España para traer al rey Carlos IV unos caballos que le regalaba el Emperador.

Celebrose por aquello., días en Madrid una corrida de toros, á la que asistió la embajada morisca de que formaba parte D. Pedro. Mediada estatua la fiesta, cuando solicitó, por medio de intérprete, permiso para rejonear un toro si le daban para ello una mediana cabalgadura, Otorgada la venia, al asegurar los magnates árabes que aquel renegado era perito en el arte, bajó al redondel, montó un buen caballo, y después de dar una vuelta por la plaza llamando la atención por su aplomo y por la galanura de su traje berberisco, rejoneó gallardamente al toro. Y no satisfecho con esto, agarrochó á otro; y luego, apeándose y tomando un trapo, hizo alardes de habilidad, ligereza y gracia en el capeo.

Uniéronse á los aplausos y a la sorpresa del público la sorpresa y los aplausos del mismo Rey y de los cortesanos. Por conducto del trujamán lo felicitaba nada menos que el Príncipe de la Paz, cuando se redoblo el asombro de todos al oírle decir en correcto castellano:

—Señor, yo no soy moro y entiendo bien la lengua española.

—¿Quién sois?—Le preguntaron.

—Soy — contestó — un cristiano desventurado, como lo prueban esta cruz y escapulario que no se

apartan, jamás de mi pecho: allí está mi señora la Condesa de Benavente (y señaló al balcón en que se hallaba): ella me hará la merced de decir quién soy, y quizá la de fiar y abonar á su vasallo Pedro Yuste de la Torre. Esto dijo y dos gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas.

A las veinticuatro horas del suceso recibió don Pedro, por mano del Contador mayor de la gran casa de Benavente, cédula de amplio y completo indulto con expresiva carta de norabuena de la Condesa, en la cual le ordenaba que adquiriese un par de trajes completos de picador cristiano para lucirlos en la Plaza de Madrid. A estos papeles acompañaba un bolsón de seda repleto de onzas de oro.

No sé cuál sería el rumbo de D. Pedro durante la invasión francesa de 1808. Lo cierto es que desde1805 no vuelve a aparecer su nombre en los carteles de toros hasta 1814. Dícese que alguna parte de este período estuvo en Málaga sirviendo el destino de Visitador del Resguardo. Lo que podemos asegurares, que hacia 1817 ó 18 se lidiaron en la Plaza de Ronda ocho toros NEGROS que, según el cartel, habían de picarse con caballos BLANCOS.

Al cuarto toro no quedaban ya jamelgos de dicho color en la caballeriza.

El ganadero y empresario de la corrida era D. José Topete, que se hallaba en el balcón de la Real Maestranza, á cuyo cuerpo pertenecía, acompañado de un hijo suyo mozo de pocos años. El público en coro pedía./¡caballos blancos'.!! Entonces Pedro Yuste sube al palco; habla al oído del empresario, baja en seguida, y al poco tiempo aparece en el circo-caballero en una magnífica jaca blanca como ¡a nieve, con lujosos arreos dispuesto á picar el toro. La plaza aplaudía mientras el mozuelo Topete, dueño del corcel, lloraba á moco tendido considerando el peligro de su cabalgadura.

No hay que decir que salió ilesa del combate, después de haber picado con ella los cuatro toros el esforzado Pedro Yuste de la Torre

II

Su retrato, perfectamente auténtico, data de los primeros años de este siglo y se halla en miniatura

sobre una caja de tabaco que conserva la señora doña Remedios de Quevedo y Yuste de la Torre, sobrina del retratado. De aquí sacó copia al óleo, con admirable parecido y excelente pincel, el señor Rodríguez de Losada, y de dicho lienzo, que debí como regalo á D. José Gutiérrez y Topete, proviene la magistral estampa de Chaves que publica este número de LA LIDIA

Dicen los que conocieron á D. Pedro que su figura era distinguida, elegante y gallarda. Blanco y de cutis fino y transparente, cualquier dama hubiera deseado para sí misma aquellos ojos y aquella cara, dulce y varonil á un mismo tiempo. Le prestaba mayor encanto el sello de tristeza ó melancolía que llegó á ser habitual en su semblante. Si á tales circunstancias se agregan las que antes dejamos apuntadas, bien pudo aplicársele aquella décima de un poeta moderno que dice así:



Muy diestro en rejonear,

muy amigo de reñir,

muy ganoso de servir,

muy desprendido en el dar;

tal fama llegó á alcanzar

en toda la corte entera,

que no hubo dentro ni fuera

grande que le contrastara,

mujer que no le adorara,

hombre que no le temiera.



III

¿Y es posible (dirán los taurófilos) que haya existido tan notable varilarguero y que no figure su nombre en las historias del toreo?

Ha figurado, sí, bajo un seudónimo. El célebre PEDRO PUYANA (el Mayor) ha sido y es la careta bajo la cual se ocultaba y se oculta D. Pedro Yuste de la Torre. Ni tuvo el alias, casi anejo á su profesión, ni quiso juntar, según costumbre, el apellido verdadero con el supuesto. Consiguió, a modo de cenobita, echar su nombre legítimo en el olvido.

Ni él ni su época hallaban compatibles los blasones con el oficio de la pica.

Torear por dinero en las plazas publicas, fue para nuestro hombre poner una pica en Flandes. Amores contrariados, desengaños, persecución por la justicia, emigración, permanencia entre moros, desdenes de familia y quién sabe cuántas y cuántas amarguras y sinsabores, darían á Yuste el tinte melancólico que respira su imagen.

Nacido en la corte de alcurnia de próceres y con esmerada educación y bienes de fortuna, hubiera sido el tipo perfecto del caballero espléndido, cortés, generoso y valiente. En la carrera de las armas quizá hubiera conquistado un título de Castilla y podría ser hoy conocido por conde ó marqués de Puyana.

Pero en los estrechos límites de un pueblo y con las circunstancias y contrariedades que le rodearon, no pudo pasar de hábil y afamado varilarguero.

De su arrojo y corazón queda en Andalucía la frase proverbial de ¡ah, Puyana en el mundo! como equivalente á decir: ¡aquí del valor y de la destreza! Sabido es que hubo al mismo tiempo dos Pedros Puyana: el menor y el mayor. Esta circunstancia se presta á confundirlos, así como á los pueblos de su naturaleza que fueron las ciudades andaluzas, cercanas entre sí, de jerez de la Frontera y Arcos de la Frontera. Puyana el mayor, el célebre que digamos, nació indudablemente en Arcos: el menor fue el jerezano, como asegura con acierto D. Leopoldo Vázquez:

Don José Pardo de Figueroa, á quien dedico estos apuntes cuenta hoy noventa años de edad.

Conoció y trató á nuestro Puyana y á su familia:

vio picar y derribar al célebre diestro, y hasta recibió del mismo lecciones de equitación, de caza y de

esgrima. Dicho señor, al garantizar la exactitud del retrato y la habilidad y buenas prendas del afamado

varilarguero, agrega que Sánchez de Neira habla con verdad completa al escribir en su Gran diccionario

tauromáquico los renglones siguientes:

«PUYANA (Pedro) —El nombre de este picador de toros, que tamo lució en el primer tercio del presente siglo, será imperecedero en los fastos»tauromáquicos, porque los que lo vieron aseguran*que había pocos diestros á caballo tan unidos á el de tan buen brazo, mejor mano izquierda, y que tan por derecho saliese a la suerte.”



IV.

Puyana murió sin dejar sucesión, hacía mil ocho veinte ó veintidós, desnucado de una caída del caballo en la plaza de Granada.

Las mujeres, en su mayor número, se asemejan á los borrachos. Estos entran con un licor á falta de otro, y lo mismo saborean el áspero Burdeos que la dulce malvasia. Doña Nieves, la que tanto amó al jovial Puyana, se casó luego con una golilla seco, desaborido, feo y adusto, gran partidario del rey Fernando VII, y sin más relaciones con la tauromaquia que las derivadas de las leyes de Toro.

Nieta de este matrimonio es una distinguida dama que hoy pertenece á la nobleza titulada de Madrid.

Tales son las noticias que, gracias á la solicitud de Don Miguel Mancheño y de otros amigos, he podido reunir tocantes al célebre picador. A Carmena, Neira, Vázquez, Peña y Goñi, Cavia y demás taurógrafos, toca enmendarlas, corregirlas y aumentarlas. Yo no debo pasar de ojeador que levanta

la pieza. Ne sutor sufra crepidam.

EL DOCTOR THEBUSSEM

Cartero honorario de España.

Medina Sidonia;

15 de Agosto 1888 años.

“LA LIDIA” 20/08/1888

MARIANO PARDO DE FIGUEROA
Mariano Pardo de Figueroa y de la Serna (Medina-Sidonia, 18 de noviembre de 1828 – ibídem, 11 de febrero de 1918) fue un escritor, cervantista y gastrónomo español. Conocido por sus incursiones en los tratados culinarios era conocido como Doctor Thebussem.
BiografíaAdoptó el exótico seudónimo de Doctor Thebussem, que no es más que el anagrama de la palabra Embustes añadiéndole la Th para darle un estilo más germano, para publicar, con un pretendido distanciamiento de hispanista extranjero, artículos sobre la situación española. Era hijo de familia ilustre y adinerada. Estudió Derecho y se doctoró en Madrid en 1854. Hizo una serie de viajes por medio mundo y se afincó definitivamente en su villa natal. Dedicó sus esfuerzos principalmente a difundir y convertir en importante la literatura gastronómica, pero no fue éste el único de sus afanes literarios, pues escribió sobre filatelia, derecho, tauromaquia, historia, ex libris, bibliografía cervantina o teatro. Desde los 35 años casi no se movió de Medina-Sidonia, pero desde allí escribió y trabajó, manteniendo copiosa correspondencia con personajes de la época, españoles y extranjeros; se conocen mas de 12.000 cartas suyas. Como cervantista se le deben las Epístolas droapianas. Siete cartas sobre Cervantes y el Quixote, dirigidas al muy honorable Doctor E. W. Thebussem, Barón de Tirmenth. SS. TT. en los años de 1862 a 1868 por el señor M. Droap. Publícalas el Sr. Mariano Pardo de Figueroa (Cádiz: Imprenta de la Revista Médica, 1868). Un año después las continuó con Droapiana del año 1869. Octava carta sobre Cervantes y el Quijote... (Madrid: Rivadeneyra, 1869). Estas cartas, que, por demás, reúnen un gran caudal de referencias bibliográficas, no siempre dignas de crédito, sobre el Quijote, a veces en aspectos ínfimos o colaterales, tuvieron sin embargo la gran virtud de revitalizar el cervantismo de entonces, que se hallaba muy decaído.
Fue nombrado primer Cartero Honorario por Correos de España el 20 de marzo de 1880 como recompensa por su labor de divulgación de la incipiente filatelia. En 1944, le dedicó un sello y en 1981 emitió otro dedicado a su legado.
Fuente: Wikipedia

jueves, 1 de diciembre de 2011

DIEGO VALOR

Where My Heart Will Take Me (Faith of the Heart)
Diego Puerta Diánez (Sevilla, 1941) es un caso curioso en la historia del toreo: se retiró de los ruedos en el año 1974, en un mano a mano en la Real Maestranza con su compadre Paco Camino, cuando gozaba de una merecida condición de primera figura del toreo. Solo contaba con 33 años; y lo insólito es que no volvió a vestirse de luces.
Aunque nunca desveló los motivos de su decisión, lo cierto es que tenía el cuerpo cosido a cornadas; 55 sufrió durante los 16 años que estuvo en activo, y en cuatro ocasiones estuvo al borde de la muerte y recibió la extremaunción. A pesar de que se recluyó en el campo, en tareas ganaderas y agrícolas, y que no se prodigó en los medios de comunicación, siempre se le ha reconocido como uno de los toreros más importantes de la década de los sesenta que destacó por su valor heroico, su gracia torera -fue uno de los referentes de la escuela sevillana-, su entrega, su desmedido aplomo y su ambición para no dejarse ganar la pelea ni por el toro ni por sus compañeros.
Diego Valor -así fue conocido en sus días de gloria- falleció ayer a los 70 años, en su domicilio sevillano, por un fallo multiorgánico a consecuencia de la diabetes que padecía, que le había producido una grave insuficiencia cardiaca y renal. La capilla ardiente fue instalada en el Ayuntamiento. Hoy será incinerado tras un funeral en la iglesia de San Bernardo, de cuya hermandad era devoto, como muchos toreros.
Diego Puerta había nacido en el barrio del Cerro del Águila, muy cerca del matadero, donde aprendió las primeras lecciones toreras; tras una exitosa campaña como novillero, tomó la alternativa en la Maestranza el 28 de septiembre de 1958, apadrinado por Luis Miguel Dominguín y con Gregorio Sánchez como testigo. Y ahí comenzó una carrera plagada de obstáculos, con las corridas duras como primer plato, las graves cornadas, después, y con el arrojo, la entereza y la torería como armas principales para alzarse con el triunfo entre tantas dificultades.
No fue contratado en Sevilla en 1959, lo que le supuso un grave contratiempo. Y ese mismo año, en Bilbao, un toro le partió el hígado y salvó su vida de milagro. Y llegó a la siguiente feria de abril dispuesto a comerse el mundo. El 30 de abril se enfrentó a un toro de Miura, de nombre Escobero, de 593 kilos de peso, al que Puerta le cortó una oreja en una de esas tardes eternas por el valor deslumbrante que derrochó el torero, quien no se arredró tras dos espeluznantes cogidas, y al que obligaron a visitar la enfermería con el cuerpo dolorido y magullado. Al día siguiente, no repuesto aún de la tremenda paliza, volvió a hacer el paseíllo para cortar tres orejas y salir de la feria convertido en una reconocida figura de la época. Poco después, se compró su primera finca, a la que bautizó con el nombre del aquel fiero toro que tanto le hizo pasar y que lo encumbró a la gloria.
Triunfó días más tarde -el 20 de mayo- en su confirmación en Las Ventas, de la que salió por la puerta grande, una gesta que repetiría hasta siete veces más en su carrera.
Y en la feria abrileña de 1968, una tarde de molesto vendaval, junto a Antonio Ordóñez y Curro Romero, y en presencia de los príncipes de España, cortó las dos orejas y el rabo al toro Gallineto, del Marqués de Domecq, y cinceló su nombre con letras de oro en la historia del toreo.
Ha muerto una de las figuras del toreo más sobresalientes del siglo XX; uno de los grandes, depositario del aplomo, la entrega, la gracia y la torería: Diego Valor.
Fuente: "El Pais"

miércoles, 30 de noviembre de 2011

CRONICAS DE VILLALUENGA

"LOMAS Y MATAGALLARDO"
REAL ORDEN
Examinada la Memoria de reconocimiento del monte número 21, del Catálogo de utilidad pública de, la provincia de Cádiz, denominado «Lomas y Matagallardo»,perteneciente á Villaluenga del Rosario, presentada por D, Rafael Bohórquez por virtud de la orden de 17 de Febrero de 1900: Resultando del expediente de su razón que remitida dicha Memoria á informe de la Inspección d e Ordenación, e n cumplimiento del Art. 5.° del Real decreto de 31 de Mayo de 1901, manifiesta aquélla: que el monte de que se tratas pertenece al pueblo citado por transacción hecha en 1648 entre el Sr. Duque de Arcos y 1as cuatro Villas hermanas, y asignándose posteriormente, por consecuencia del reparto de los términos de las mismas la propiedad del predio que nos ocupa al repetido pueblo; que el enclavado más pequeño de los dos situados junto al lindero occidental del monte, tiene separados sus dominios, perteneciendo el suelo á un
 particular y el vuelo al pueblo, y si bien el condominio citado no impide ni perturba la Ordenación, es conveniente la consolidación del mismo; que el predio no se halla deslindado, ni por tanto, amojonado, y fue declarado dehesa boyal por Real orden de 30 de Junio de1893 á instancia del pueblo propietario, que aprovecha por esta razón gratuitamente los pastos y las leñas rodadas y. de monte bajo; que el último arriendo del corcho terminó en 1897, sin que desde esta fecha se haya realizado pela alguna; que 1 a superficie del monte puede considerarse como de llanura, pues las mayores pendientes no exceden del 10 por 100; que el ingeniero Ordenador encargado de la comprobación de la Memoria
valora el quintal métrico da corcho á los veinte días de extraído en el monte en 10 pesetas la montanera en 2.480 pe setas y el estéreo d?; leña en2 pesetas; que el mismo Ingeniero propone como mejoras urgentes á realizar la limpia de suelos ó vuelos de alcornoque en 550 metros cuadrados por hectárea poblada de dicha especie, valorando su coste en 55 pesetas, y !a repoblación con plantas de alcornoques desarrolladas en macetas; que la Memoria presentada está redactada con arreglo á lo prevenido en el Real decreto de 31 de Mayo de 1901; que no existiendo en la provincia monte alguno ordenado, se carece de datos para fijar á priori ni aun aproximadamente, el importe del plan de mejoras para deducirlo del valor de las unida des de los diversos productos, y que si bien la pequeñez de la superficie no da lugar más que á constituir un solo cuartel de corta, lo valioso de la especie que forma el vuelo consiente estudiarlo en un solo proyecto; y Considerando que s e han cumplido los preceptos contenidos en el Real decreto de 3i de Mayo de 1901, que regula la forma en que pueden autorizarse los estudios de Ordenación en montes de utilidad pública; que es preciso realizar sin demora el deslinde del monte con el fin de impedir intrusiones; q u e aunque en nada contraria el actual estado de condominio del menor de los dos enclavados situados en el límite occidental del predio, es conveniente estudiar y realizar la refundición preceptuada en el art. 6.° de la ley de 24 de Mayo de 1863; que es igualmente preciso proceder sin dilación á la limpia V ro7.a de los suelos; que el desbornizamiento propuesto por el Ingeniero Ordenador puede y debe aplazarse
hasta que, aprobado el proyecto de Ordenación, que se practique, y adjudicada la subasta, sea obligación del rematante ejecutarlo; que por ser dehesa boyal el monte de que se trata, no pueden subastarse los p s t o s y leñas rodadas y de monte bajo, por tener derecho los Vecinos del pueblo propietario á aprovecharlos vecinalmente; y que los precios que sin deducción del plan de mejoras deben fijarse para la valoración de los productos, son los propuestos por la Inspección, de acuerdo con el Ingeniero Ordenador; S. M. el Rey (Q. D. G.), de conformidad con el dictamen emitido por la Inspección de Ordenaciones, ha tenido á bien disponer que se ordene al Ingeniero efe del Distrito forestal de Cádiz proceda con toda urgencia á realizar el deslinde del monte o Lomas y Mata gallardo», perteneciente á Villaluenga d e I Rosario, que figura con el núm. 21 en el Catálogo de utilidad pública de la provincia de Cádiz, y á practicar sin demora la limpia
 y roza de suelo de alcornoque, propuesta por el Ingeniero Ordenador, y que se conceda la autorización de estudios de Ordenación solicitada por D. Rafael Bohórquez, en los términos y bajo las condiciones siguientes: 1ª Se autoriza á D. Rafael Bohórquez y Rubiales, vecino de Ubrique, de la provincia de Cádiz, para que, previos los estudios y trabajos necesarios, presente en este Ministerio, en el término de un año, contado el día en que se verifique la entrega de que se habla en la condición segunda un proyecto de Ordenación del monte núm. 21 del Catálogo de utilidad pública de dicha provincia, denominado «Lomas y Matagallardo», pertenecientes á Villaluenga del Rosario. Si el concesionario no presentara el presentara proyecto en el plazo mencionado, quedará sin efecto la concesión y perderá la cantidad depositada en garantía, fijada en la condición17. 2ª El Ingeniero Jefe del distrito forestal de Cádiz hará, á los fines de 1ª autorización, entrega al concesionario, ó á quien debidamente le represente del monte expresado, recorriendo su perímetro y el de los enclavados que existan dentro de él, determinados por el oportuno deslinde aprobado.
3ª En la parte del proyecto correspondiente al Estado legal se estudiará la refundición de dominios del menor de los dos enclavados situados en el límite occidental del monte, por si conviniera llevarla á cabo en la forma preceptuada en el tít. 4.° del reglamento de 17 de Mayo de 1865. 4ª En el plano topográfico referente al inventario d el monte se omitirá toda operación de nivelación, á menos que por excepción se encuentre algún accidente que la requiera para el debido conocimiento de los perímetros que comprendan calveros y claros notables. 5.ª Sobre el plano general levantado. en la forma expuesta, en la condición
anterior se proyectará la formación d e Secciones, cuarteles de corta y tramos, sujetando el número de estos al de períodos del turno. La división de los cuarteles de corta se realizará por tramos de áreas iguales, atendiendo á que como monte considerado como de llanura no cabe admitir más que una sola calidad para toda su extensión. 6ª Proyectada así la división del monte sobre el plano, se la replanteará inmediatamente y dentro de cada uno de los tramos replanteados y por subtramos, si los «hubiere, se efectuará el conteo y medición de los árboles en ellos contenidos. 7ª Los estudios de Ordenación realizados por el concesionario serán intervenidos constantemente por el Ingeniero de Montes que se nombre, á disposición del cual pondrá aquél, p a r a practicarla, cuantos datos y noticias adquiera 
en los estudios que practique 8ª La aprobación del proyecto de Ordenación tendrá lugar con los requisitos preceptuados en el Real decreto de 31 de Mayo de 1901. 9ª Aprobado q u e sea el proyecto d e Ordenación, se sacará á pública subasta, con la preferencia que la ley de i de Junio de 1894 otorga al concesionario, su ejecución, por el primer período que el turno comprenda, entendiéndose por tal ejecución la práctica, bajo la inmediata dirección y vigilancia de la Administración forestal, de los disfrutes subastables consignados en dicho proyecto y de las mejoras que se aprobaren, que serán costeadas por el que resulte rematante, excepción he cha del personal de guardería, que será nombrado y pagado por aquélla. Los precios que se fijan para la valoración de los productos, son los siguientes: para el estéreo de leñas, 2 pesetas; para el quintal métrico de corcho, pesado á los veinte días de extraído del árbol,, y sin derecho á descuento alguno por el refugo, 10 pesetas, y la montanera, 2.480 pesetas anuales.
Estos precios, antes de' pasar á ser tipos definitivos para las subasta, sufrirán una deducción, equivalente al plan de mejoras que resultara .aprobado al aprobarse el proyectó, de conformidad con el art. 5.° del Real decreto de 31 de Mayo de 1901. La aprobación del proyecto se notificará al concesionario, el cual deberá presentar dos copias autorizadas de aquél en el plazo que se señale y que no podrá ser menos de dos meses.
“Diario Oficial de Avisos de Madrid” 13/12/1902