viernes, 8 de enero de 2016

DACIO MARTIN "PONTONERO"


Dos santos hay con este nombre; uno de ellos, obispo de Milán, conmemorado por la Iglesia el 14 de enero, en cuyo día del año 1885 nació el Pontonero en Granja de Muedra, un pequeño agregado de la villa de Valoría la Buena (Valladolid). Hijo de unos humildes hortelanos, vivió hasta los doce años en dicho caserío, y trasladado a la capital de la provincia, aprendió allí el oficio de albañil, que practicó hasta que fue soldado. Prestó el servicio militar en Zaragoza, en el regimiento de Ingenieros Pontoneros, origen de su apodo, y como sentía mucha afición a ser torero, la permanencia en un cuerpo montado le sugirió la idea de hacerse picador. Licenciado que fue y vuelto a su tierra, resolvió agarrar la puya, y sin previos ensayos salió a picar por vez primera, allá por el año 1910. en Palencia. En aquella misma temporada actuó de reserva en las corridas de Gijón y Aranda de Duero, continuó adiestrándose cuándo y dónde tenía ocasión y podía y en 1912 se fue a Madrid, donde empezó a actuar de "entra y sal". Su primer jefe fue Serafín Vigióla (Torquito) ; después, Agustín García Malla; más tarde, su paisano Pacomio Peribáñez, y luego Dominguín (Domingo González). Pero ha picado a las órdenes de numerosos matadores, tanto de toros como de novillos; antes y después de su estancia con el mencionado Dommguín, el Pontonero ha toreado suelto con muchísimos espadas, tantos, que ni él mismo los recuerda. Los años 1923, 24, 25 y 26 perteneció a la cuadrilla de Braulio Lausin {Gitanillo, el de Ricla); en 1927 y 1928 tuvo por jefe a Valencia II , y en 1929, 30 y 31 al mejicano Armillita - chico. El 16 de julio del año 1912 presenciaba Dacio Martín y Torres, como mero espectador, en Burgos, una corrida en la que tomaba parte Vicente Pastor y el Gallo y se lidiaban toros de Anastasio Martin, reses que salieron pegando fuerte a los picadores y en un dos por tres mandaron a la enfermería a Pegote (Pedro Fernández), Alejo y Cochero. Alguíen se enteró de que allí estaba el Pontonero, fue reclamada su ayuda por el contratista de caballos, se vistió con el traje de uno de los compañeros heridos y salió a picar. Nunca lo hiciera. En una caída sufrió la rotura de la clavícula izquierda y la pérdida de varios dientes. Otra vez, en Murcia, el 4 de abril de 1926, un toro de los Herederos de Esteban Hernández le rompió la pierna izquierda en otra caída. Además, cuando empezaba a ser picador, sufrió la fractura del brazo izquierdo en Valladolid. Los percances de menor cuantía han sido numerosos. Es un hombre sencillo y cordial. Se retiró de los ruedos el 22 de Febrero de 1945,La corrida era de Pablo Romero y fue lidiada por los diestros, “Andaluz”, Fermín Rivera y Montani.

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