domingo, 18 de septiembre de 2016

BENITO MARTIN "RUBICHI"



Nació este notable peón y banderillero en Lora del Río (Sevilla),en 1897 y si desde un principio hubiera dedicado sus actividades tauromáquicas al capote de brega y a los palitroques habría que registrar el hecho como un acierto indiscutible. Pero el rubicundo Benito sentía debilidad por manejar la espada, y si bien es cierto que como novillero toreó muchos años muchas corridas,no es menos verdad que unos nacen con estrella y otros estrellados, y que los que nacen así, hasta cuando obtienen un triunfo salen con las manos en la cabeza. El hecho fué que el asunto de la espadilla no le dió resultado a Rubichi y que harto de esgrimirla, opto con mucho acierto por colgarla, ni más ni menos que el señor de Cide Hamete hizo con la pluma después de matar a don Alonso de Quijano. Y decimos con mucho acierto, no porque no lo tuviera en sus oficios de "mataor", sino porque como subalterno ha obtenido un prestigio y unos beneficios superiores a los que alcanzara siendo novillero. Antes de serlo, aprendió el oficio de fundidor, pero como la afición se le paseaba por el cuerpo desde que era un "chavea" y su amistad con Chicuelo y otros Muchachos que soñaban con ser toreros le iba me- tiendo cada vez más hondo el veneno del arte, al letal mflujo de éste abandonó el oficio y torero fué, torero es y torero será todavía un rato largo.

Mató el primer novillo el año 1914 en un festival celebrado en la placita de El Lavadero, de Sevilla, y en esta su primera salida de caballero andante de la Torería le acompañaron Chicuelo y Angelillo de Triana. El traje de luces lo vistió aquel mismo año por primera vez en Lisboa, toreando con Rafaelillo y el hoy espada Facultades; rodó luego seis o siete años más que un carro de la vieja farándula; todas las rutas y todas las villas y ciudades supieron de la existencia de tan bizarro y rubio lidiador, hasta que el 24 de abril de 1921 debutó en Tetuán de las Victorias como espada, alternando con Norberto Miguel y Currillo en la lidia de seis novillos de Victorio Torres. Benito se creyó ya en la tierra de promisión, pues tales fueron sus aciertos en la plaza de Tetuán que aquel año toreó en ella lo menos doce novilladas. De entonces data la popularidad que Torerías le colgó. Al calor de aquellos éxitos, Rubichi toreó mucho en tal temporada y en la siguiente, y el 16 de agosto de 1923, en una novillada nocturna se presentó en Madrid acompañado de Sánchez Torres, un hidalgo desaparecido ya de la circulación que varios años estuvo contratado para torear en la corte únicamente en la novillada con que se daba el cerrojazo a la plaza.

Rarezas que se dan en la historia del Toreo y en la de algunos individuos. Rubichi lucha denodadamente desde entonces para mantenerse a flote; torea mucho y su nombre suena con insistencia hasta el año 1926 como tal matador de noivillos; pero como no se le abre el amplio camino de flores con que él soñara y la bizarría tiene sus límites, reflexiona y opina que el ser subalterno puede darle muy buenos resultados porque se siente con tantas y tan buenas aptitudes como el primero. No se hizo ilusiones al pensar así, porque banderillea pronto y bien, tan bien y tan pronto como lo haga otro, brega con inteligencia y eficacia y es un valioso auxiliar del espada a quien sirve, un artista que siempre se destaca por sus acertadas intervenciones en cuantas corridas torea. Sus primeras andanzas como peón fueron a las órdenes del rejoneador portugués Simao de Veiga; en el año 1927 ingresó en la cuadrilla de Chicuelo,posteriormente formó parte en la del mexicano Luis Castro (El Soldado) y, más tarde, lo hizo en las de Manuel Álvarez (Andaluz) y Pepín Martín Vázquez, en esta formó junto a Joaquinillo y Pepe Villalón.

En 1950 fijó su residencia en Madrid y no era raro verle actuar en cuantos festejos se celebraban en Las Ventas. El 9 de septiembre de 1960 se cortó la coleta en Palma de Mallorca, toreaba a las órdenes de Mario Cabré que también se despedía esa tarde de la profesión. los percances más importantes que sufrio fueron estos : El 30 de julio de 1922, un toro de Arauz en Calasparra le infirió una cornada en un brazo; el 20 de abril de 1924, un bicho de Santos le hirió gravemente en la región inguinal, toreando en Valladolid, y el 24 de enero de 1926, un astado de Zaballos en Vista-Alegre (Carabanchel) le produjo una cornada grave con tres trayectorias en la pierna izquierda. Todos estos percances los sufrió actuando de novillero.Falleció en Madrid El 6 de abril de 1986 a consecuencia de una paro cardiaco

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