viernes, 7 de noviembre de 2025

ANGEL PERALTA PINEDA

 


"En la distancia te sigo y en la distancia te encuentro 
 Porque te llevo tan dentro que es así como consigo 
 Tenerte siempre conmigo abrazada al sentimiento 
 Te siento en cada momento alimentando ilusiones 
 Espero las ocasiones que muchas se lleva el viento". 

Ángel Peralta. Ángel Peralta Pineda nació en La Puebla del Río, Sevilla, el 18 de marzo de 1925. Hijo de ganadero, pasó su infancia en las fincas de reses bravas que la familia tenía en las Marismas sevillanas, aunque pronto brotaría en él una pasión por los caballos, lo que hizo llegar a convertirse en el rejoneador más importante y polifacético del siglo XX. Debutó el 19 de febrero de 1945 en la plaza de la Pañoleta, en Sevilla, y el 19 de abril de 1948 se doctoró en Las Ventas, en Madrid, con un toro de Molero, obteniendo gran éxito. Rejoneador espectacular, fue el encargado de profesionalizar el rejoneo moderno en España al crear numerosas suertes como las cortas a dos manos o las rosas, su invención de la suerte de la rosa, contada así por él: “En una corrida en Sevilla, una mujer muy bonita, que se asustó cuando el toro estuvo a punto de cogerme, arrojó una flor para hacerme el quite. Era una rosa que cayó en la arena, entre el toro y yo, una rosa que llevaba clavada en el pecho. 

Entonces yo me tiré del caballo, até la flor a una banderilla corta y le brindé la suerte: ¡Para que no se asusten en la plaza las hermosas, a los toros, las heridas, se las cubriré de rosas!”. Además de inventar la fórmula de la collera (lidia de un toro por parte de dos rejoneadores).Junto con su hermano, el también rejoneador Rafael, adquirió en noviembre de 1953 la ganadería de Manuel González y Juan Antonio Álvarez, procedencia Murube. En octubre de 1960 obtuvo en Wembley, Inglaterra, el máximo galardón de la Muestra Ecuestre Internacional, las "Espuelas de Oro", con su caballo "Faraón". Un año después, en febrero de 1961, realizó exhibiciones en Berlín, y en octubre de 1962 en el "Empire-Pool", en Londres. Genio y figura, suya es la sentencia de la necesidad de fusionar tres voluntades, la del caballo, el hombre y el toro. Desde las décadas de los 60 y 70, Ángel Peralta fue el verdadero artífice de las corridas del arte del rejoneo, que empezaron a celebrarse —sólo con rejoneadores— en 1969 y cogieron fuerza con el cuarteto llamado formó cartel junto con su hermano Rafael, Álvaro Domecq y el portugués José Samuel Pereira "Lupi", interviniendo ese primer año en 94 corridas, y repitiendo cifras similares de festejos en los años siguientes (95 en 1971, y sobre las 100 en 1974 y 1975).Una fórmula tan exitosa que llegaron a ser conocidos como los "Cuatro Jinetes del Apoteosis",(apocalipsis, decían otros), lo que les llevó también a poseer el hito histórico de conformar el primer cartel de rejones en la historia de la Feria de San Isidro. 

El 27 de junio de 1979 le fue impuesta la Gran Cruz de la Beneficencia, concedida por el Gobierno de la nación, por su labor en favor del asilo de ancianos "Ciudad de los Almirantes", de Medina de Rioseco, Valladolid, para el que organiza, desde 1954, un festival benéfico para ayudar económicamente al asilo. En los años 80 mantuvo cifras que rondaban las 100 corridas por temporada hasta que en noviembre de 1989 concurrió para hacerse con la explotación de la plaza de Las Ventas, de Madrid, como socio mayoritario de "Promociones Taurinas Madrileñas", pero su propuesta fue rechazada en favor de la presentada por "Toresma", de los hermanos Lozano. El año que abría la década de los noventa sólo intervino una tarde en Sevilla, ya que, el 20 de mayo, sufrió un grave accidente en la plaza granadina de La Zubia al caerle encima el caballo "Corinto", cuando lidiaba el segundo de su lote, de su propia ganadería "Viento Verde", resultando con lesiones en piernas, brazos, pulmón izquierdo y rodilla derecha. En diciembre de 1990 declaró: "me retiraré sin darme cuenta, y estaré rejoneando en la plaza mientras pueda subir a caballo". Poco tiempo después, el 19 de febrero de 1991, fue sometido a una segunda intervención quirúrgica en su pierna derecha. En la madrugada del 14 de marzo de 1992, sufrió un grave accidente de circulación en la autovía de Sevilla, en el que resultaron heridos él mismo y su esposa, y muerto el conductor del turismo que provocó el siniestro. Peralta, que cumplía esa campaña sus 50 años como rejoneador, iba a recibir el 18 de marzo un homenaje en Valencia. A pesar de sus lesiones producidas en aquel accidente en La Zubia, Peralta nunca acabó de bajarse definitivamente del caballo, actuando en festivales e, incluso, llegó a reaparecer, ya con 88 años, para dar la alternativa en Nimes a la amazona francesa Lea Vicens, de la que fue su gran descubridor. También fue el primer valedor de Diego Ventura, pues su padre, Joao Antonio Ventura, trabajó con él durante varios años en su finca sevillana del Rancho el Rocío. Hombre singular y polifacético, rejoneador —en activo 55 temporadas—, ganadero, filósofo y poeta. Autor de los libros: Cabriolas (Sevilla, 1960); Caballo Torero (Colonia, Alemania, 1971), libro de colección con aguatintas del pintor Capuletti; Cucharero, con una edición en francés; Mi sueño con el Pájaro y el Toro (1995); La sabiduría de un jinete (2011); El mundo del caballo y del toro a cielo abierto (2012) y El Centauro de Las Marismas (2017), por cuyo título también es conocido el autor. Hijo adoptivo y Predilecto de Medina de Rioseco (Valladolid), donde se le hizo entrega de la «Cruz Primera de la Orden Civil de Beneficiencia» en 1979. 

Está en posesión de la «Cruz al Mérito Civil» 1992, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2013 por el Ministerio de Cultura por los 55 años que estuvo en activo, los cerca de 6.000 toros que lidió durante su carrera, sus grandes éxitos profesionales, como las cuatro orejas y rabo que cortó en Madrid en 1971 y por dedicar toda su vida a la cría de caballos, tanto el pura raza español como el de deporte para rejoneo y competición, también obtuvo el título de «Veterinario de Honor de España».Le fueron otorgadas varias distinciones en Europa e Hispanoamérica. Asimismo, el diario Pueblo le distinguió como Hombre Popular. Está ya eternizado en el Museo Taurino de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, en una artística escultura de Luis Sanguino, junto a las inmortales figuras sevillanas del toreo, así como en el Hospital Casa Asilo de Medina de Rioseco, en una escultura de Manuel López. Innovador en el mundo de las sevillanas, con el compositor Manuel Pareja Obregón. Protagonista en las películas La Novia de Juan Lucero (1959), junto a Juanita Reina, y en Cabriola (1965), con Marisol. Participó en las ediciones de Fericab 2006 y 2007 con sus espectáculos con gran éxito de crítica y público que recordaba la participación de ambos hermanos en la década de los 70 en las procesiones de la ciudad. 

Peralta murió de insuficiencia respiratoria en su finca de La Puebla del Río, Sevilla, España, el 07 Abril 2018 tenía 92 años.

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