Hijo del banderillero Manuel Ortega, Lillo y Carlota Ramírez, primo hermano de Gabriela Ortega Feria, madre de los Gallos, y sobrino de Barrambin y El Cuco, excepcionales banderilleros, en él se une la afición a los toros con el embrujo del mar, en principio para ganar el sustento y más tarde como medio para alegrar los cosos del otro lado del océano. De ahí el sobrenombre con que se le distingue en la bibliografía taurina: El Marinero. Pudo haber sido otra cosa y, sin embargo, sólo fue torero y de renombre, lo que aprendió con dilección en las estancias de Puerta de Tierra, en el Matadero, y viendo banderillear a su padre.
Nace en Cádiz en la calle sopranis el 11 de abril de 1857.No era muy afecto Lillo a que su hijo se dedicase al toreo, y puso de su parte cuanto pudo para desterrar de sus deseos semejante afición. Con tal objeto, le embarcó el año 1869 en uno de los vapores costeros del Mediterráneo, sin que por esto amortiguara la afición al arte en el joven marinó.
Tanto fue así que en uno de los viajes que hizo a Málaga el vapor en que navegaba, tomó parte en una novillada que tuvo lugar para un objeto benéfico, en la plaza de dicha ciudad siendo tal su arrojo y valentía que el público le colmó de aplausos y regalos, hasta el extremo que la prensa deja localidad se ocupó de él diciendo que “el que más se había distinguido era un chico (tenía doce años), al parecer marinero, el cual, por su desenvoltura, arrojo y serenidad, había merecido justamente el aplauso del público” Desde entonces fue conocido entre los aficionados y sus compañeros por el epodo de El Marinero.
En 1870 entró a formar parte de la cuadrilla de jóvenes conocida con el nombre de “los niños de Cádiz” figurando en ella como espada.
En 1875 se embarca para Lima, como banderillero de Paco de Oro.
Tiene gran éxito y abandona las banderillas por el estoque. En 1882 alterna en varias plazas españolas con Hermosilla y Mazzantini. Inaugura con el Gordito y con Frascuelo la nueva plaza de la Línea (Cádiz).
Antonio Ortega "El Marinero" mató un toro en El Puerto, ofendido en su honor y en total oscuridad
Todo ello ocurrió un 28 de agosto de 1.881. Se lidiaba una corrida de Dª Teresa Núñez de Prado, para un cartel compuesto por Francisco Arjona "Currito", Manuel Hermosilla y el mencionado Antonio Ortega "El Marinero".
Debido a lo largo y extenso de los tercios de varas, y una vez que el presidente dio salida al último de la tarde, la plaza se encontraba en total oscuridad, ya la noche se había vencido sobre la ciudad.
Bajo propuesta del público por la nula visión desde los tendidos, y para que no ocurriera ningún accidente en el ruedo, el presidente envió el toro a los corrales. En aquellos momentos, "El Marinero" no entendió tal postura y enormemente ofendido en su honor, (ya que pensó que nadie le enviaba un toro vivo a los corrales), tomó camino de los chiqueros, y en la misma puerta esperó la llegada de la res devuelta. Allí, al paso, le recetó una gran estocada de la que hizo rodar al animal.
Mientras tanto, unos espectadores aplaudían, otros silbaban y abandonó la plaza mascando frases no muy gratas hacia el público y presidente.
El 30 de Noviembre de 1884 se programa en Madrid la corrida de la Alternativa siendo suspendida por lluvia, Salvador Sánchez Frascuelo y Luis Mazzantini con toros de Barrionuevo completaban el cartel, pero no es hasta el 14 de mayo de 1885 que la toma de manos de El Gallo en la Real Maestranza de Sevilla confirmándola en Madrid, el 4 de junio de 1886, al concederle Bocanegra la muerte del toro Caballero de Aleas, en esa corrida resultan lesionados el banderillero Francisco Sánchez “Currinche” y el picador Francisco Fuentes.
Nombró apoderado (1885) al célebre banderillero Mariano Antón que también lo era de Manuel Hermosilla por aquel entonces.
En el año 1885 en Diciembre partió para hacer campaña en Cuba a donde fue contratado para 4 corridas en la Habana y 6 en Matanzas.
Fue un torero muy castigado por los toros el castigo que repercutió en su integridad física. Sobre todo la plaza de Madrid parecía que le hacía mal de ojo, puesto que casi siempre que toreó en ella sucedió algún contratiempo desagradable (se hirió la mano derecha al dar una estocada, se suspendió una corrida por un impresionante aguacero y que volvió a repetirse el mismo día en que se había decidido celebrar de nuevo, etc.). Era un torero muy valiente, lo que le perjudicó en numerosas ocasiones, puesto que fue objeto de muy frecuentes cogidas. Una vez estuvo a punto de que le amputaran la pierna derecha. En otra, un toro de Pablo Romero saltó la barrera y, corneándole, le produjo heridas de tal consideración que le quedó mutilada la mano izquierda.
La última vez que actuó en la corte el día 14 de Agosto de 1889, con toros de Pablo Romero, altemanado con Enrique Santos “Tortero" resultando los dos espadas heridos.
El Marinero tuvo un amplio cartel en América, donde se le admiraba y era requerido con bastante frecuencia, sobre todo en las plazas de solera de Cuba, Colombia y Perú.
Se cuenta que en una de estas plazas americanas se anunció que banderillearía un toro dando el cambio y teniendo colocado entre las piernas a un compañero del oficio. “El Lavi”, su primo, lo llegó a calificar como "payaso del toreo" por la realización de faenas, más que estrictamente artísticas, extraordinariamente valientes y muy poco ortodoxas.
En 1892 la revista “El arte Taurino” daba cuenta de la siguiente noticia: “El matador de toros Antonio Ortega (El Marinero) ha sido contratado para trabajar veinte corridas en in pueblo de la jurisdicción de México”.
En 1893 no tenía representante legal por lo que se auto apoderaba según diversas publicaciones de la revista antes mencionada.
En su campaña americana del año 1894/1895 recibe una grave cornada que hace temer por su vida en la Habana, recuperándose en unos meses y regresando a España posteriormente.
Se retiró del toreo en su ciudad natal el 12 de agosto de 1900:
“Para la despedida del diestro gaditano Antonio Ortega Marinero, se dio otra corrida el día 12 de Agosto, con seis toros: de Adalid, Villamarta, Cámara, Otaolaurruchi, Arribas y Concha Sierra, regalados por los ganaderos,
Marinero mató el primero fresco y confiado, dándole media estocada y un pinchazo bien señalado*
La ovación fue atronadora
Banderillearon este toro los novilleros. Morenito, Carrillo y Potoco.
El segundo toro lo mató Potoco haciendo buena faena y rematándolo de un volapié aceptable
En los cuatro restantes alternaron Carrillo v Morenito. Carrillo mató su primero desde lejos, dándole un pinchazo y media pescuecera.
En el segundo, dióle un metisaca, degollándolo. Morenito, muy valiente y trabajador.
En su primero una delantera y media buena, en su segundo hizo una faena alegre y dio un volapié regular.
Los diestros torearon gratis. La entrada fue un lleno no visto en muchos años.”
Después hizo otros viajes al Nuevo Mundo y en la plaza de Caracas (Venezuela) el 24 de Diciembre de 1905 añyernando con el sevillano Manuel González “Rerre" y el peruano "Chaleco" y con toros de la hacienda de la Candelaria toreó su definitiva última corrida.
Imposibilitado para seguir toreando volvió a su patria chica, donde viejo y sin una peseta consiguió un modesto empleo en el Ayuntamiento de Cádiz, cargo que desempeñaba cuando le sorprendió la muerte.Falleció en Cádiz el 15 de febrero de 1910 a los 52 años víctima de una enfermedad, fallece en Cádiz Antonio Ortega y Ramírez, “El Marinero”, bajito y hábil con la espada.
El “Marinero" en sus ¡numerables viajes ganó muchos pesos, que todos los años a su vuelta distribuía entre sus convecinos, pues, como buen gaditano, era noble, generoso y alegre; por eso murió pobre quien tanto dinero recogió con su profesión
A El Marinero se le puede calificar como el torero de la mala suerte. Los revolcones que sufre son dignos de tenerse en cuenta, por cuanto repercuten en su integridad física. Sobre todo la plaza de Madrid parecía que le hacía mal de ojo, puesto que casi siempre que toreó en ella sucedió algún contratiempo desagradable (se hirió la mano derecha al dar una estocada, se suspendió una corrida por un impresionante aguacero y que volvió a repetirse el mismo día en que se había decidido celebrar de nuevo, etc.). Era un torero muy valiente, lo que le perjudicó en numerosas ocasiones, puesto que fue objeto de muy frecuentes cogidas. Una vez estuvo a punto de que le amputaran la pierna derecha. En otra, un toro de Pablo Romero saltó la barrera y, corneándole, le produjo heridas de tal consideración que le quedó mutilada la mano izquierda.
BIBLIOGRAFIA:
“La Nueva Lidia”, 29/06/1885 (Madrid)
“La Nueva Lidia”, 07/09/1885 (Madrid)
“Apéndice a los anales del toreo de José Velázquez y Sánchez: reseña histórica de la lidia de reses bravas” (1889) - Vázquez y Rodríguez, Leopoldo, 1844-1909
“La Lidia: revista taurina: La Lidia ilustrada con cromos” Año VIII Número 24 - 1889 septiembre 23 (23/09/1889).
“Anuario de El Toreo”, 1886 (Madrid).
“El toreo” 19/01/1885 (Madrid)
“La Nueva Lidia” 1885.
Anales del toreo de José Velázquez y Sánchez 1889
Resquemores: anales taurinos, año primero García Rodrigo, Ramón Madrid, 1900
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