lunes, 25 de marzo de 2013

DOS APUNTES SOBRE EL "EL PAPA NEGRO"



Alternativa en Zaragoza Su padre le hizo dos encargos: Uno, que depositara mil pesetas al pie del camarín de la Virgen antes de la corrida; otro, que al concluir aquella gastara otras tantas en un juego de azar para que propicia o adversa que fuera su fortuna no volviera a pisar una casa de juego. Cumplió los encargos y ganó. Repartió su importe entre su cuadrilla y nunca más volvió a una sala de juego. El 14 de marzo de 1906 Algabeño se la confirmó en Madrid con el toro Javato de Miura.
En Bogotá (Colombia), el 4 de agosto de 1918, Manuel Mejías Bienvenida, estando solo en la arena, porque la cuadrilla le pedía más dinero, lidió cuatro toros en el Circo de San Diego. Hizo de peón, banderillero, matador y puntillero.
La cabeza del toro desaparecida
En 1905 Manuel Mejias Bienvenida obtiene dos éxitos apoteósicos en Barcelona. Se presenta el 9 de julio en Las Arenas con Corchaíto. Brindó su primer toro al Almirante de la Escuadra inglesa Lord Beresford que le hizo el curioso obsequio de cinco libras esterlinas. Uno de los mayores éxitos de Bienvenida fue el del 8 de octubre en Las Arenas de Barcelona, alternando con Relampaguito y Negret, con el novillo «Polvorillo» de Felipe Salas. «El toro tomó cuatro puyazos -me dijo- echando dos picadores a la enfermería». El tercio de banderillas fue colosal, arrojándole el público sombreros y puños de camisa de celuloide y ...«al coger espada y muleta en la cara me cayó una blusa de obrero. La enganché al palillo de la muleta, le di cinco pases y una estocada por el hoyo de las agujas». Mandó disecar la cabeza, con una oreja menos. Desapareció. Cuarenta años después la encontró Juanito Bienvenida en un bar del barrio chino y la compró por 7.500 pesetas. Su padre lloraba de alegría.

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