Se encontraba toreando en Barcelona Matías Lara “Larita”, cuando su banderillero se le acercó y le dijo:
-Maestro, que ese toro lleva muy malas intenciones; tenga usted cuidado.
El matador lo miró muy serio y replicó:
-Si son malas las suyas, ¡no veas las mías!. A ver si se lo dices al animal, para que también él vaya cogiendo miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario