jueves, 12 de septiembre de 2013

Pedro Aixela PEROY



En el hospital del Sagrado Corazón, de Barcelona, falleció, el 04 de Marzo de 1892, a consecuencia de una larga enfermedad, el único torero (que nosotros sepamos) nacido en Torredembarra, pueblo de la provincia de Tarragona, Pedro ( o Pere) Aixelá y Tomé, conocido en el mundo taurino por el apodo de Peroy. Nació este el 15 de Octubre de 1827, y en sus primeros años ayudó a su padre en su. oficio de carretero de una galera que hacía viajes desde Barcelona a Zaragoza, y muerto, el autor de sus días, continuó en compañía de sus "tíos hasta que cumplió la edad de veinticinco años ; entonces cambió su profesión y se dedicó a la de torero, hacia la cual sentía inclinación decidida, pues en cuantas ocasiones se le presentaron toreó becerros y novillos embolados, poniendo a prueba con buen éxito, que acabó de decidirle, sus aptitudes para tan peligroso ejercicio. En el número 33 de Los Toros y en un artículo , queda referido cómo trocó Peroy el látigo y las riendas por los rehiletes.

Ello fue en Caldas de Montbuy, durante una temporada que allí pasó José Redondo para tomar aquellas aguas. Organizóse por aquellos días una encerrona y fue Pedro Aixelá uno de los lidiadores. El Chiclanero, que le vio torear desde el callejón de la barrera, le .llamó;para felicitarle y le ofreció su protección decidida, que fue lo que impulsó a. Peroy a cambiar de profesión. Redondo no pudo cumplir su ofrecimiento por haber fallecido pocos meses después. No por esto se desanimó Peroy, pues siguió indo parte en cuantas capeas se organiza en lugares próximos al de su residencia, así crecieron su entusiasmo y su afición hasta que pudo vestir el traje de luces. Basilio González (el Sastre), modesto lidiador de toros de puntas en corridas de novillos, le llevó a Nimes como banderillero cuando fue contratado para torear en aquella plaza el año 1853, Peroy se aplicó, cuanto pudo y aprovechó ;él tiempo de tal modo,-que dos años más tarde aparecía en Barcelona como banderillero de cartel y conseguía justos aplausos en las corridas que allí se dieron los días de San Juan y San Pedro. común. Era Peroy, sobre todo, un hombre prodigiosamente hábil, y como no carecía de inteligencia, progresó mucho, ayudado, además de estas circunstancias, por una intrepidez poco En el salto de la garrocha, si bien no llegó como Chicorro a la absoluta perfección, fue considerado en justicia como uno de los que mejor la ejecutaban. Cuando Antonio Carmona produjo tan grandes entusiasmos poniendo banderillas al quiebro, Peroy, aunque sin propósito de eclipsar los triunfos del Gordito,realizo repetidas veces la suerte,obteniendo siempre muchos aplausos.

Otra de sus especialidades era la de mancornar, y la ejecutó frecuentemente y con inmejorable éxito. Lo hacía, como es natural, con toros embolados y asombraba el valor con que se acercaba a las reses, se apoderaba de ellas, por las defensas y las llevaba adonde quería. Quien tales cosas supo hacer,claro es que intentó todo lo que requería como condición especial de valor. Ante el príncipe Napoleón y la princesa Clotilde, estoqueó en Barcelona el 12 de Octubre de 1862.Al año siguiente lidió seis corridas en la Habana, ganando 2.000 pesetas en cada una de ellas. El 12, de Junio.de 1864 le dio la alternativa en Barcelona Julián Casas (el Salamanquino), en una corrida de toros del marqués de la Conquista. No confirmó esta alternativa en Madrid,, pero alternó en muchas plazas de primer orden con los diestros más famosos de su tiempo, obteniendo en todas muy favorable acogida. Otra vez cruzó el Atlántico, el año. 1870, y entonces empezó su .mejor época, pues trabajó en Montevideo, Buenos Aires y otras plazas de distintas .poblaciones sudamericanas, captándose generales simpatías; y llegando a ser uno de los diestros predilectos de aquellos públicos. A ello contribuyó no poco su generosidad, muchas veces demostrada, pues trabajó repetidamente en funciones benéficas, sin percibir, o, mejor dicho, sin estipular remuneración alguna. En recompensa de tan filantrópica conducta recibió muchos regalos de valor y le fueron dedicadas no pocas poesías entusiásticas.

El año 1871 regresó a España y fijó su residencia en Barcelona, saliendo pocas veces á torear. Sus facultades, ya que no su afición, habían disminuido notablemente y resultaba cogido con frecuencia. La cornada más grave que en toda su vida tuvo, se la ocasionó en Barcelona un toro llamado Artillero, de la ganadería de Carriquiri, que, al tiempo de entrar á matar, le empitonó por' el muslo derecho, hiriéndole de mucha gravedad. Aún no estaba restablecido del todo cuando quiso tomar parte en una corrida organizada a beneficio de los. héroes de Puigcerdá. Tan a punto de ser cogido otra vez estuvo, que se vio obligado a retirarse. Accediendo ajas indicaciones del público, y sin poder reprimir su honda emoción, fuese a la barrera, pasó al callejón y salió de la plaza poco después. Ya no toreó más, pero no dejó de asistir a las fiestas de toros, en las cuales oían los aficionados respetuosamente sus juicios, siempre acertados. Peroy fue un hombre de excelente trato bondadoso y de inatacable honradez.

1 comentario:

  1. Hola amigos, tengo 2 originales de 24. de Agosto 1879 y 4. de Agosto de 1878 de Pepe-Hillo de gran corrida con Pedro Aixela (Peroy). Si hay interes: cucuruchispain@gmail.com Saludos

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