jueves, 31 de julio de 2025

ÁLVARO MARTÍNEZ CONRADI

 




 

Pocos casos como el de Álvaro Martínez Conradi representan con tanto equilibrio el tránsito de la arena al campo, del arte del rejoneo a la ciencia ganadera. Nacido en el seno de una familia andaluza profundamente vinculada a la tradición ecuestre, Álvaro tuvo una primera vida taurina como rejoneador, forjando su carrera a caballo en plazas del sur de España, especialmente en Andalucía, donde se recuerdan sus actuaciones en ruedos menores durante la década de los años sesenta. Su momento de mayor actividad lo vivió en 1968, temporada en la que llegó a actuar en doce festejos, lo que da muestra del interés que despertaba su figura en la escena del rejoneo de entonces.

 

Sin embargo, su verdadera consagración llegó tras su paso por los ruedos, al frente de una de las divisas más singulares y reconocidas del campo bravo actual: La Quinta. En 1988, Álvaro Martínez Conradi asumió la dirección de esta ganadería, asentada en Palos de la Frontera (Huelva) y formada íntegramente con reses de procedencia Santacoloma–Buendía, en un momento en que este encaste era más símbolo de minoría que de vigencia. Lejos de buscar la comodidad del toro moderno, optó por rescatar la esencia del toro torero, de bella lámina, hondo, de mirada seria y comportamiento encastado. Su filosofía como criador ha sido clara: preservar lo mejor de la tradición sin renunciar a la evolución.

 

Con el tiempo, La Quinta ha pasado de ser una ganadería para aficionados exigentes a consolidarse como una divisa imprescindible en plazas como Sevilla, Madrid, Dax, Istres o Mont-de-Marsan. Su debut en Las Ventas se produjo en 2002, y desde entonces no han faltado tardes memorables. Ejemplo de ello fue el indulto de “Golosino” en Istres en 2013, y el éxito rotundo en Albacete o La Maestranza años después. En 2022, La Quinta fue reconocida con la Oreja de Oro a la ganadería del año, galardón que ratifica su paso firme en el mapa ganadero.

 

Apasionado del campo, metódico y sobrio, Álvaro Martínez Conradi representa la figura del ganadero artesano, ese que baja al cercado a observar, que conoce a sus vacas por reatas y a sus sementales por comportamiento. Aunque nunca buscó protagonismo mediático, su nombre se ha convertido en sinónimo de calidad, integridad y respeto a una forma de entender la bravura.

 

Del rejoneador que un día soñó con la gloria a caballo, al criador que hoy deja herencia viva en cada embestida de sus toros, Álvaro Martínez Conradi ha recorrido el camino con verdad. Y en esa verdad radica, precisamente, su prestigio.

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