viernes, 11 de abril de 2014

JOSE CENTENO Y LABOISSE






José Centeno y Laboisse nació en Sevilla el 08 de Mayo de 1861, hijo de José Centeno y Balbina Laboisse, que vivían en la casa número 4 de la plaza de Zurradores.

En cuanto recibió la instrucción primaria le dedicaron sus padres al oficio de curtidor, que ejerció hasta la edad de diecinueve años, tras la muerte de su padre se trasladó a Portugal, donde aprendió el de taponero, llegando en ambos a ser un buen oficial.

La asistencia tanto en Sevilla como en Portugal a los espectáculos taurinos,  por los que mostraba particular predilección, fue causa de que su afición fuera en aumento y se decidiese a poner en práctica el arte de la tauromaquia en 1881, tomando parte en una capea que se verificó en Zahara el día 22 de Agosto del indicado año, dándose buena maña para burlar las acometidas de las reses. En el siguiente toreó por vez segunda en la plaza de Mairena, distinguiéndose, por su arrojo y serenidad ante los astados brutos, de sus demás compañeros.

En el año siguiente dejó de torear a pie para dedicarse a picar, y como varilarguero figuró en las corridas que se celebraron en Zafra, Fregenal y otros puntos, demostrando tener condiciones para este ejercicio, en que hay que pelear, no sólo con los toros, sino también con los caballos que se destinan para esta suerte.

Figuraba como picador en Fregenal de la Sierra en la novillada que se celebró el día 24 de Junio de 1882, y como Miguel Gómez {Mellado),  que estaba encargado  de matar las reses, no se atreviese a ejecutarlo a causa de ser de más edad que la reglamentaria, se brindó Centeno a efectuarlo, Jo que, con bene­ plácito del público, le fue concedido, matando el primero, que estaba en una querencia, de una estocada contraria hasta la bola, que le valió una justa ovación.

Ajustado para estoquear el día de San Pedro un toro de la ganadería del Sr. Forastero, en el pueblo de Higuera la Real, lo llevó a efecto, con gran valentía, de una buena estocada. Apadrinado por Curro Avilés, mató más tarde en Constantina, saliendo airoso de su cometido.

Toreando el año de referencia en la plaza de Cuevas del Becerro, recibió su bautismo de sangre, sufriendo una herida grave en la parte superior y posterior del muslo derecho que no amenguó en nada su decidida vocación al arte que ha popularizado los nombres de tantos diestros.

Convencido José Centeno por estos ensayos y los consejos de algunos amigos de que su trabajo, como matador, era bien recibido por los públicos, se decidió a estoquear únicamente.

Como tal tomó parte el año de 1883 en diferentes novilladas, obteniendo no pocos aplausos en la muerte de las reses que le correspondieron. Entre otras plazas en que toreó, recordamos las de San Juan del Puerto, en la que sufrió una herida en los testículos; Trigueros, en la que toreando con Espartero y Antolín, un toro le infirió una gravísima herida en la ingle derecha; Higuera, junto á Aracena, en donde estoqueó cuatro toros, siendo objeto de entusiastas aplausos por sus faenas y sacado en hombros de la plaza; Higuera del Fregenal, Sevilla y otras.

En el año siguiente trabajó en Ronda y otros muchos puntos, y en los de 1885 y 86, además de estoquear alternando con el Marinero, Curro Avilés y otros en la mayor parte de las corridas que se celebraron en Sevilla, toreó en las principales plazas de Andalucía y otras de la Península, siendo en todas recibido con gran aceptación por los buenos aficionados.

Fernando  Gómez (Gallo), con  quien  había estoqueado  en Palma de Mallorca el día 11 de Junio de 1886, le dio la alternativa de matador en la plaza de Valencia en la corrida verificada el día 10 de Octubre de 1886.

Ajustado en unión del Gallo y  Punteret por la Empresa de Montevideo, en los primeros días del mes de Noviembre partió de Lisboa con sus compañeros para dicho punto, donde toreó once corridas, ganándose justísimas palmas y demostrando que desde luego podía dársele el dictado de matador. Dio magníficas estocadas y ejecutó faenas de primer orden.

Una vez terminados sus compromisos con la empresa Rodero, regresó a la Península. No sin vencer algunos obstáculos, consiguió hacer su  debut de matador en la plaza de Madrid, donde sólo de nombre era conocido por los aficionados, en la corrida extraordinaria que tuvo lugar el 22 de Mayo de 1887, siendo en ella Currito el encargado de dar a Centeno la alternativa de matador  se Jugaron en esta fiesta toros del presbítero D. Agustín Solís, y el primero que estoqueó Centeno, primero de la tarde, se llamaba Meleno. A pesar de las malas condiciones de las reses que estoqueó, su trabajo fue mucho mejor que el de los otros espadas Currito y Ángel Pastor. Mostró en dicha tarde ser de los que paran ante los toros y de los que se arrancan a matar corto y derecho como previene el arte. Las deficiencias que dejó notar en el manejo de la muleta son de las que corrige la práctica.


Su segunda presentación en la plaza de Madrid tuvo lugar en la 16.a  corrida de abono, alternando en ella con los colosos del arte en estos últimos años Lagartijo y Frascuelo, para matar tres toros de la ganadería de D. Carlos López Navarro y tres de la del Sr. Gallardo.

El mejor elogio del trabajo empleado en esta tarde por Centeno, queda hecho con decir que no desmereció del de sus compañeros, y que el público le batió palmas en diferentes ocasiones.


Además de las dos corridas mencionadas, trabajó el indicado año en la corrida verificada en Sevilla el 9 de Junio, alternando con  Frascuelo por primera vez, no matando el sexto toro por volver al corral a causa de estar todos los picadores en la enfermería con lesiones de mayor o menor entidad; en Valladolid el 5 de Junio con Hermosilla, teniendo que estoquear cuatro toros por haber sido cogido el referido Hermosilla; en el Puerto de Santa María, con Bocanegra una tarde, y con Currito y Hermosilla en otra; en Badajoz, con Fernando Gómez {Gallo), en Barcelona, con Mazzantini; en Fregenal, donde el tercer toro le infirió una herida de poca consideración, y algún otro punto que no recordamos, obteniendo en todas partes el beneplácito de los espectadores y especialmente de los buenos aficionados.

En el año de 1888 toreó en las plazas de Cádiz, Cazalla de la Sierra, Línea de la Concepción, Murcia, Salamanca, San Sebastián, Sevilla y Zalamea la Real, estoqueando en ellas reses de Aleas, Arribas, Espoz y Mina, López Navarro, Manjón, Martínez (D.  V.),  Moreno  Santamaría,  Miura,  Romero  y  Surga.

En 1897 sufrió una fuerte cornada en México, donde toreaba con más frecuencia que en España, a su regreso fue operado en Sevilla en 1898, y estando precisamente en tierras aztecas en 1900 anuncio su retirada.

En 1905 anuncio su regreso en Sevilla, donde vivía de negocios del corcho, aunque por razones ajenas y muchos inconvenientes no cuajó. Falleció en su ciudad natal a los 49 años de edad como consecuencia de un cáncer en la lengua el 30 de julio de 1910.

 
El coloreado de las fotos es obra mia.

Bibliografía:

Apéndice a los anales del toreo de José Velázquez y Sánchez: reseña histórica de la lidia de reses bravas: galería biográfica de los principales lidiadores (1889) - Vázquez y Rodríguez, Leopoldo

Gran diccionario taurómaco

Sánchez de Neira, J.

El Arte de los Toros: revista ilustrada: El...: revista ilustrada - Año II Número 28 - 1897 junio 28 (28/06/1897)

Madrid: [s.n.], 28/06/1897 (Madrid)

La Fiesta Brava 21/09/1928





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