miércoles, 3 de julio de 2013

Antonio García Bustamante “Maravilla”





Hijo del castizo y madrileño barrio de Maravillas (del que tomó su apodo taurino), sintió desde muy temprena edad una apasionada afición a los toros. Y así, tras foguerase por varias plazas menores, se presentó en calidad de novillero ante la severa atención de sus paisanos el día 14 de mayo de 1931. Presto a tomar la alternativa, el día 7 de agosto del añosiguiente hizo el paseíllo en la arena de la capital santanderina, apadrinado por el coletudo madrileño Marcial Lalanda del Pino, quien le cedió los trastos con los que había de dar lidia y muerte a estoque al toro Hortelano, que había pastado en las dehesas de don Antonio Pérez. Fueron testigos de aquella emotiva ceremonia el matador mejicano Jesús Solórzano Dávalos y el diestro sevillano Manuel Mejías Jiménez (“Manolo Bienvenida”). El 27 de abril de 1933, en el ruedo de la plaza Monumental de Las Ventas (Madrid), Antonio García Bustamante (“Maravilla”) confirmó este título de doctor en tauromaquia. Fue en aquella ocasión su padrino el espada turolense Nicanor Villalta y Serris, quien, en el transcurso de la Corrida de la Beneficencia celebrada aquel año, le facultó para lidiar y estoquear un morlaco perteneciente a la ganadería de don Bernardo Escudero. También aquella ceremonia de confirmación contó, sobre el ruedo, con dos testigos de excepción: el ya mencionado Manuel Mejías Jiménez (“Manolo Bienvenida”), y matador de toros toledano Domingo López Ortega ("Domingo Ortega").

Toda la prensa de Madrid relato la temeraria hazaña del joven torero Antonio Garcia Maravilla,que en la plaza de toros de Chinchón, cuando se celebraba una corrida de novillos, uno de éstos,de bastantes kilos, que se estaba lidiando, saltó del ruedo á la contrabarrera, causando en el público el terror que es de imaginar y cogiendo á una niña, que hubier.i resultado gravemente lesionada sin la pronta intervención del diestro, que acudió á salvarla, y que después, con indudable riesgo y sin ser ayudado por nadie, mató al novillo de una gran estocada.El pueblo le vitoreó, y el Ayuntamiento, pidió que la valerosa acción del muchacho fuese recompensada. Antonio García “Maravilla”, también fue el primer torero que salió por la Puerta Grande y que cortó la primera oreja el 25 de mayo de 1933 en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.





A pesar de que Antonio García Bustamante estuvo en activo, ya como matador de reses bravas, durante trece temporadas (se cortó la coleta en su Madrid natal, en el mes de abril de 1944), ha pasado a la historia del toreo patrio por un lance que protagonizó fuera de los ruedos, concretamente en las calles de la madrileña población de Chinchón. Acaeció que, hallándose presente “Maravilla” en dicho pueblo el día 17 de agosto de 1930, uno de los morlacos destinados a ser lidiados aquella tarde se escapó de su encierro y sembró el pánico entre la multitud que celebraba las fiestas patronales de la bella población anisera. Valiente y decidido, Antonio García Bustamante acometió por su cuenta y riesgo la peligrosa responsabilidad de dar muerte al burel en plena calle, en previsión de las terribles consecuencias que podían derivarse de la enfurecida libertad cobrada por el astado. En recompensa de tan heroico acto, “Maravilla” fue condecorado con la Cruz de Beneficencia, distinción que el diestro madrileño nunca llegó a recibir oficialmente, debido a que el gobierno del general Primo de Ribera, que cayó a los pocos días, no tuvo tiempo de firmar el decreto de concesión. Retirado de los ruedos, Antonio García Bustamante (“Maravilla”) falleció en la localidad malagueña de Fuengirola a finales de la primavera de 1988.

1 comentario:

  1. Yo le adoraba .Con sus bromas y chascarrillos me hacían partir de risa contando sus aventuras en tierras de Salamanca cuando entrenaban.Le conocí desde muy niña, era intimo de mi padre , tambien con nonbre famoso y le lloré como al mio.Mi padre se fue en el 1996 en un accidente de trafico y el nos secaba las lágrimas ...¡¡que castizo era¡¡

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