miércoles, 25 de junio de 2014

VICENTE GARCIA "VILLAVERDE"



Matador de toros español, nacido en Ciempozuelos (Madrid) el 22 de enero de 1834, y muerto en la capital de España el 12 de noviembre de 1912. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de "Villaverde". Al sentir desde muy temprana edad una acusada vocación torera, se introdujo en cuanto pudo en los circuitos de capeas y tientas que quedaban a su alcance, contando con la fortuna de que en la provincia de Madrid siempre ha habido gran profusión de festejos taurinos. Así, enseguida comenzó a sobresalir por su valor, destreza y eficacia a la hora clavar las banderillas, lo que le permitió alistarse en las cuadrillas de varios novilleros y, posteriormente, acompañar también a algunos matadores de toros. Al lado de estos profesionales consiguió adquirir los fundamentos básicos del Arte de Cúchares, ya que valor y afición le sobraban a raudales. Así las cosas, desde la campaña de 1859 figuró en calidad de novillero en los carteles de la Villa y Corte, donde enseguida ganó fama de torero valeroso, aunque algo descuidado en el conocimiento profundo del oficio. Tras torear numerosas novilladas (sobre todo en el ruedo madrileño), el día 13 de junio de 1864 compareció también en la arena de la plaza de toros de Madrid, pero esta vez dispuesto a doctorarse en tauromaquia. 

Venía acompañado por su padrino de alternativa, el genial matador madrileño Francisco Arjona Herrera ("Curro Cúchares"), quien le cedió los trastos con los que había de dar lidia y muerte a estoque al toro Corneto, procedente de la legendaria y terrorífica vacada de Miura. Una vez doctorado, Vicente García ("Villaverde"), obligado sin duda por la escasez de oportunidades que se le ofrecían, volvió a intervenir en varias novilladas; de ahí que cuatro años después de haber tomado la alternativa (concretamente, el día 28 de junio de 1868), hubiera de someterse a una nueva investidura como matador de reses bravas, esta vez otorgada por el diestro bejarano Julián Casas ("El Salamanquino"), quien le cedió la lidia y muerte de un burel criado en las dehesas de don Justo Hernández, que atendía a la voz de Lechuguino. A partir de entonces, inició una andadura torera plagada de altibajos, como queda patente en la siguiente relación temporal: en 1870, volvió a hacerse novillero; en la temporada de 1871, toreó otra vez toros; al año siguiente se volvió a enfrentar sólo con novillos; y por fin, desde 1874, sólo intervino en corridas de toros. Sin embargo, a pesar de esta trayectoria tan irregular, no se cortó definitivamente la coleta hasta el día 26 de enero de 1896, cuando, con sesenta y dos años de edad, hizo su último paseíllo a través del redondel madrileño.


Ya retirado, murió en Madrid el día 12 de noviembre de 1912. En su colosal obra Gran diccionario tauromáquico (Madrid, 1879), don José Sánchez de Neira, contemporáneo de Vicente García ("Villaverde"), dejó de él esta precisa semblanza, por vía de la cual se deduce que no le sobraron conocimientos del oficio: "Es un torero de buenas facultades, que a veces pone banderillas y otras mata toros. Si no hiciera lo segundo, sería buen banderillero, y también podría ser buen espada, si hubiera aprendido más".

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