MANUEL VARÉ GARCÍA "VARELITO"
Nació este Sevillano el 29 de septiembre de 1893. Debuta con novillos el 27 de julio de 1913 en la arena de Madrid, donde, cinco años después, el 26 de septiembre de 1918 habría de tomar la alternativa de manos de José Gómez Ortega, "Joselito", en presencia de Domingo González Mateos, "Dominguín", que hizo las veces de testigo. "Varelito" se doctoró con la lidia y muerte del toro “Flor de Jara”, del hierro de García de la Lama. Lesionado gravemente por el toro “Bombito”, negro y cornicorto No 33, de la dehesa de Guadalest el 21 de abril de 1922 en la Plaza de Toros de Sevilla, en la última corrida de su famosa feria, la que no le había sido propicia. Refieren las crónicas del suceso, que ese día parecía flotar en el ambiente el recuerdo de “Joselito”, el malogrado, y la ausencia de Belmonte. Salió a torear “Varelito” el quinto toro ya nombrado, sin conseguir desarrugar el ceño hosco de la gente. A la salida de un pinchazo, el toro le enganchó e infirió una gran cornada, con rotura del esfínter anal y la mucosa anterior del recto, desgarros musculares y destrucción de vasos. Al ser conducido a la enfermería se le oyó decir: " ¡Ya me la ha pegao! ¡Ya os habéis salido ustedes con la suya!", refiriéndose a los espectadores. Cerca de un mes luchó entre la vida y la muerte en medio de grandes sufrimientos. El interés de los aficionados por su estado de salud tuvo todo el carácter de un remordimiento. El 13 de mayo de 1922 fallecía, a las seis de la mañana.
con paso firme conseguía ganar puestos en el escalafón de espadas de alternativa el sevillano y trianero Manuel José Maria de la Natividad Varest y Garcia (Varelito). Sus reiterados triunfos en la suerte suprema, con un estilo muy personal de realizarla, fue la principal causa de sus éxitos. Y, precisamente, al salir a propinar un pinchazo al toro “Bombito”, del hierro del marqués de Guadalest, lidiado en Sevilla el 21 de abril de 1922, en la última corrida de su famosa feria, la que no le había sido propicia, fue herido de suma gravedad en el recto, y a sus resultas moriría el siguiente 13 de mayo. No pudo cumplirse la profecía de un popular crítico taurino y poeta festivo de que habría de aviyelar millones de vareses. "
"Es sabido que Varelito no murió inmediatamente en la arena. Fue operado de urgencia en La Maestranza y después enviado, como entonces era costumbre, a su casa de la calle Gerona. En la casa se habilitó una habitación de la planta baja como enfermería donde poder atenderle y practicarle las dolorosas curas de la época anterior a la penicilina e incluso se enarenó un tramo de la calle para evitar que el ruido de los carruajes y los cascos de los caballos al pasar pudiesen molestar al torero mal herido. Entre los que se acercan a la casa a interesarse por el estado de salud del maltrecho diestro se encuentra su compañero de la desdichada tarde, Manuel Granero. Para animarle, le dice: -Anda, hombre, que tienes que ponerte bien, que tenemos que volver a torear juntos. El trianero le responde: -Qué más quisiera yo, Manuel. Yo estoy muy mal y me voy a morir... Granero, que era un torero bastante jovial, se ríe y le responde: -¿Tú te vas a morir? Pues mira, que a lo mejor me muero yo antes." (el texto entre comillas fue publicado en el blog "salmonetes ya no nos quedan" el 02/11/2010.)
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